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Parte 1. La teoría cuántica y la consciencia

Capítulo 5. La mente Consciente y el libre albedrío

Nota: Este capítulo se basa en el supuesto de que el cerebro es objetivamente real. En el Capítulo 9 y siguientes, veremos que esta suposición es innecesaria y, de hecho, como cualquier suposición de una realidad objetiva (Sección 1.1), no puede ser demostrada. Además, conduce a la suposición adicional de que hay un "yo" objetivo que sufre.

5.1. ¿Cuáles son las características de la mente consciente?

La mente es la experiencia consciente del funcionamiento del cerebro y los sentidos. Esto debe distinguirse del funcionamiento mismo. La mente tiene tres importantes aspectos:

  1. El contenido de la mente: El contenido mental incluye los pensamientos, emociones, sentimientos, sueños y visiones. El contenido de percepción incluye tanto aquel que es interno al cuerpo como el externo. El contenido de percepción interno incluye las sensaciones de dolor, presión, estiramiento, tensión, movimiento, propiocepción y interocepción. Muchos de éstos son afectados también por componentes emocionales, como el miedo o el placer. Análogos de estos contenidos mentales y perceptores son las sombras en la pared de la alegoría de la caverna de Platón (ver Sección 1.4), o las imágenes en la pantalla de un cine.
  2. Un caso especial de contenido de la mente es el campo de la mente. El campo de la mente varía de ancho a estrecho dependiendo del grado de enfoque, y puede dirigirse hacia cualquier objeto. Un análogo es el campo de vista de un sistema óptico como un telescopio o cámara.
  3. Otro caso especial que normalmente se supone que está entre los contenidos de la mente es el sujeto de la mente. (Ya veremos en los Capítulos 9 y 11, que realmente no hay un sujeto en la mente.) Tanto en la alegoría de Platón como en la metáfora del cine, los sujetos son los observadores del público.

Hay varios estados ordinarios de experiencia consciente, los más comunes son el de vigilia, dormido y dormido con sueños. Hay también estados alterados de consciencia que pueden experimentarse en la meditación o bajo la influencia de drogas psicodélicas. Otros estados son aquéllos que son experimentados bajo la catalepsia hipnótica, la sedación, o la anestesia. Todos los contenidos de nuestras mentes son esencialmente privados ya que nuestros pensamientos, sentimientos, emociones y sensaciones, son completamente nuestros. Por ejemplo, cualquier sensación, como "ruborizarse", es una experiencia que nosotros conocemos íntimamente, pero es imposible transmitir esta experiencia a los demás. Suponemos que cada persona ha tenido una experiencia similar, pero nunca podemos saber si esto es verdad. La experiencia consciente puede incluir el estado en que no hay objetos excepto el sujeto y/o el campo, e incluso el estado en que no hay objetos en absoluto. Estos estados son alcanzables en la meditación profunda.

Pregunta: Si todas nuestras experiencias son esencialmente privadas, ¿qué implica eso sobre la existencia de una realidad externa, objetiva?

5.2. Las habilidades extraordinarias de la mente

Hay una gran cantidad de evidencias – algunas fiables, y otras no tan fiables – de que la mente es mucho más que simplemente el procesador central de información sensorial. Sabemos que los procesos sensoriales son locales, es decir, que dependen de la transmisión local de la información. Sin embargo, los procesos extrasensoriales pueden ser no-locales, es decir, que pueden depender de la correlación no-local entre dos mentes, o entre una mente y un acontecimiento remoto, ya sea espacial o temporalmente (ver Sección 4.3). Sin embargo, que los procesos extrasensoriales sean locales o no-locales, nos referiremos a todos ellos como la mente no-local. Se dirá sobre esto más en los Capítulos 9, 12 y 16.

Russell Targ y Jane Katra en su libro de 1998, Milagros de la Mente, incluye unas cuantas habilidades extrasensoriales que han sido demostradas:

  • Telepatía: La comunicación mental directa entre una mente y otra.
  • Vista remota: Obtener una imagen mental de un objeto remoto designado donde está situado un cómplice. Es diferente de la telepatía porque la imagen contiene a veces detalles inadvertidos por el cómplice.
  • Clarividencia: Obtener una imagen mental de un objeto remoto sin la ayuda de un cómplice.
  • Precognición: Hay varios tipos de precognición. Una profecía es un sueño o visión de un suceso futuro cuando no hay ninguna posibilidad de poder actuar y cambiar el futuro. Hay ejemplos donde la profecía es anotada o registrada y sólo se revela después de que el suceso ha ocurrido, o la profecía es tan vaga e imprecisa que es imposible descifrar. Dos profetas famosos fueron Nostradamus (http://en.wikipedia.org/wiki/Nostradamus/) y Edgar Cayce (http://en.wikipedia.org/wiki/Edgar_Cayce/). Si la precognición es bastante específica como para poder actuar y evitar un suceso futuro, entonces se le llama predicción, premonición, o presentimiento (pre-sentimiento). Ejemplo: un sueño de un accidente aéreo que le permite a una persona evitar tomar ese avión.
  • Hipnosis a distancia: Inducir la hipnosis a una persona a distancia.
  • Curación psíquica: Un tipo de ver y sanar a distancia en donde el sanador transpone activamente las impresiones intuitivas en pensamientos y acciones curativas específicas para remediar un problema percibido en el cuerpo de un paciente.
  • Curación espiritual: Curación a distancia en donde el sanador se encuentra en un estado receptivo, consciente, y no crítico que permite que su consciencia pueda ser usada como canal de curación por la mente universal, no-local.
  • Energía de curación: Curación en donde el sanador dirige su atención al paciente y se concentra en reponer o manipular el flujo de energía vital del paciente. Hay ejemplos como Reiki, toque terapéutico, imposición de manos, curación pránica, y Qi Gong.
  • Intuición: Conocimiento directo y no analítico que puede venir de una mente no-local, procesos subconscientes internos, fuentes psíquicas como las conexiones mente-a-mente, o percepción clarividente directa del mundo externo.

La existencia de habilidades extraordinarias logradas a través de la práctica del yoga está bien establecida y documentada en la literatura yóguica, dónde se conocen como siddhis (poderes psíquicos). En el siglo cuarto a.C. Patanjali enumeró los siguientes siddhis en su Yoga Sutras (listados por Targ y Katra):

Conocimiento del pasado y el futuro; entendimiento de los sonidos que emiten todas las criaturas; conocimiento de las vidas pasadas; saber lo que otros están pensando; conocimiento previo de la muerte de uno mismo; el logro de varios tipos de fuerza; percepción de lo pequeño, lo oculto, y lo distante; conocimiento de otros mundos habitados; conocimiento de las estrellas y sus movimientos; conocimiento del interior del cuerpo; control del hambre y la sed; firmeza; ver a los adeptos en la propia luz interior; intuición; entendimiento de la mente; entrar en los cuerpos de otros; levedad y levitación; luminosidad; control de los elementos materiales; control de los sentidos; perfección del cuerpo; rapidez del cuerpo.

Los efectos de la mente no-local son claramente experimentados cuando las personas meditan en grupo. (Debido a las interacciones entre las mentes de parejas de meditadores, los efectos de la mente no-local probablemente aumentan con el cuadrado del número de meditadores.) La organización de la Meditación Trascendental (TM) ha dirigido varios proyectos para demostrar los efectos en la comunidad circundante de un número grande de personas meditando en grupo. [Por ejemplo, ver Social Indicators Research 47, 153-201, junio de 1999; también se encuentra en http://www.springerlink.com/content/k2hg216724k21411. Este proyecto ocurrió en Washington, D.C. entre el 7 de junio y el 30 de julio de 1993 y reunió a más de 4.000 personas que meditaron en grupo. Un grupo independiente de científicos aprobó el protocolo de investigación y analizó los resultados estadísticamente. El informe demostró que los homicidios, violaciones y ataques disminuyeron un 23% (relevancia p<2x10-9) en D.C. durante el período y volvieron a la normalidad después.]

Pregunta: En su propia experiencia, ¿hay alguna diferencia entre meditar solo y meditar en grupo?

En una serie notable de experimentos que consisten en varios millones de ensayos, Robert G. Jahn y Brenda J. Dunne de la Universidad de Princeton han demostrado que la intención de un operador solo puede producir pequeños pero estadísticamente significantes (p < 7x10-5) efectos en el funcionamiento de varios dispositivos físicos que operan al azar (http://www.princeton.edu/~pear).

Bill Tiller y sus colegas de la Universidad de Stanford (http://tillerfoundation.com/index.php) han descubierto que es posible producir un cambio significativo en las propiedades de una sustancia material al mantener conscientemente una clara intención de hacerlo. Por ejemplo, han sido capaces de cambiar el equilibrio ácido/alcalino (pH) en un vaso de agua, sin añadir productos químicos en el agua, simplemente creando la intención de hacerlo. Además, han sido capaces de utilizar un simple dispositivo electrónico para "almacenar" una intención específica dentro de su circuito eléctrico. Este dispositivo con "intención programada" puede ser colocado junto a un vaso de agua en cualquier lugar físico obteniendo los mismos resultados que han logrado en su laboratorio. De esta manera, otros han reproducido estos resultados de pH del agua en varios lugares alrededor del mundo.

Nota: Más adelante veremos que no es de extrañar que la mente pueda afectar directamente a la materia. En el Capítulo 6, veremos que, en una versión de la interpretación de Copenhague de la teoría cuántica, la materia es manifestada por la consciencia. En el Capítulo 9, veremos que todos los objetos materiales son realmente objetos mentales. La mente puede afectar la materia, porque no hay ninguna diferencia entre mente y materia.

Más pruebas de la mente no-local aparecen en los datos de El Proyecto de la Consciencia Global (véase http://noosphere.princeton.edu/), que ha mantenido muchos generadores de eventos aleatorios (REG) repartidos por todo el mundo desde 1998. Estos REGs envían sus datos de forma automática a un servidor en Princeton, Nueva Jersey, para su archivo. Con los datos archivados se pueden hacer búsquedas para las pruebas aleatorias de las correlaciones entre los REGs. Estas correlaciones se han encontrado cuando una gran parte de la población mundial se centra en un acontecimiento extraordinario. Por ejemplo, fuertes correlaciones entre los REGs fueron halladas el 11 de septiembre 2001, a partir de unos minutos después del último ataque, continuando durante varias horas después. Las probabilidades de que estas correlaciones sobrepasadas cambien son de 35 a 1.

Para nuestros propósitos, la conclusión principal que deseamos extraer de estas habilidades es que la mente no sólo funciona a través de los sentidos, sino también a través de los procesos extrasensoriales. Esto significa que grandes zonas del espacio, posiblemente todo el espacio; y largas épocas de tiempo, posiblemente todo el tiempo, pasado y futuro; pueden estar abiertas a esto.

Además de la posibilidad de curar a distancia, la mente puede curar localmente como ha sido demostrado. Prueba de esto es la experiencia generalizada del efecto placebo. La investigación ha confirmado que un tratamiento falso, hecho con una sustancia inactiva como el azúcar, el agua destilada, o la solución salina, puede tener un efecto placebo –es decir, la falsa medicación puede a veces mejorar la condición de un paciente simplemente porque la persona tiene la expectativa de que será útil. Para una condición médica determinada, no es raro que un tercio de pacientes se sientan mejor en respuesta al tratamiento con un placebo (FDA Consumer magazine, enero-febrero de 2000). Incluso se ha demostrado el efecto placebo en falsas operaciones de rodilla (New England Journal of Medicine, 11 de julio de 2002), y en falsas operaciones del cerebro en pacientes con la enfermedad de Parkinson (Nature Neuroscience, mayo de 2004).

Hay datos diversos sobre el poder de la oración en la curación física. Un reciente estudio bien diseñado fue realizado para determinar el efecto de la oración de intercesión en los pacientes de bypass coronarios (American Heart Journal 151, 934-42, abril de 2006). Se descubrió que no había ningún efecto beneficioso de la oración de intercesión en la curación de los pacientes, y, de hecho, si los pacientes sabían que ellos eran sujetos de tales oraciones, padecieron más complicaciones que aquéllos que no lo sabían. Sin embargo, varios milenios de experiencia avalan que orar por los demás es espiritualmente beneficioso para quienes oran si bien no beneficia físicamente a las personas por las que se ora. Uno puede muy fácilmente demostrar esto por sí mismo. Una importante forma de oración para los demás es la meditación budista amor-compasivo (ver Sección 24.2).

Pregunta: ¿Ha orado alguna vez por la curación de alguien? ¿Experimentó una curación en su propia mente?

5.3. La unidad de la mente humana

Desde este punto de la discusión, no podemos todavía responder a la pregunta: ¿qué es la mente consciente? ¿Podemos explicarla en función de sus simples componentes? es decir, ¿podemos aplicar métodos científicos reduccionistas, o es fundamentalmente una unidad? Si se trata de una unidad fundamental, ¿tiene una ubicación y tamaño? En respuesta a estas preguntas, debemos tener cuidado de no identificar a la mente con el cerebro. La mente es subjetiva, mientras que el cerebro es objetivo. Por lo tanto, en el estudio de la mente, debemos estudiarla subjetivamente, no objetivamente. Esto significa examinar nuestra experiencia directa de la mente e ignorar nuestros conceptos preconcebidos sobre ella.

En muchos sentidos, nuestra mente parece ser una cosa única, unificada y continua, que proporciona continuidad a nuestras vidas y unidad a nuestra percepción. Nosotros parecemos ser una persona, no múltiples personas. Incluso una persona con un desorden de personalidad múltiple piensa de sí misma como un solo 'yo' pero con más de un 'sub-yo'.

Sin embargo, cuando examinamos la mente con más detalle, se vuelve más complejo. Por ejemplo, ¿qué queremos decir cuándo hablamos del conflicto interno? ¿Hay dos mentes en conflicto? ¿Qué te parece el consejo común, "Ámate y acéptate", y nuestros esfuerzos por controlar nuestras mentes o a nosotros mismos? ¿Cuántos 'yoes' están ahí? Consideraremos estas preguntas y similares más adelante en este curso.

5.4. El funcionamiento inconsciente del cerebro

Al estado de ausencia de contenido de la mente lo llamamos estado inconsciente. Debemos distinguir entre el funcionamiento inconsciente y mecánico del cerebro, y el inconsciente, pero no completamente mecánico.

Gran parte del funcionamiento inconsciente del cerebro es completamente físico o mecánico, sin el componente mental. Tales procesos podrían ser reemplazados por los de una máquina sin diferencia apreciable. Esto es probablemente cierto para esos procesos inconscientes que tienen que ver con el funcionamiento físico del cuerpo. La mayoría de las funciones de los órganos internos se realiza sin nuestro conocimiento, y los que son controlados por el cerebro son controlados por componentes completamente físicos del cerebro sin que tengamos consciencia de ello.

Sin embargo, hay otros procesos inconscientes que podrían no ser completamente mecánicos. Todos hemos tenido la experiencia de una solución creativa a un problema que surge espontáneamente después de un período de fermento inconsciente como después del sueño de una noche, o después de (o durante) una meditación. Este proceso de creatividad tiene tres fases: saturación (reunir y absorber toda información pertinente), incubación (permitir que la información "se cocine" en la mente), e iluminación o manifestación (el génesis del nuevo concepto). Las últimas dos fases son principalmente inconscientes. Parece improbable que pudieran ser completamente mecánicas y aún así dar nacimiento a algo completamente nuevo. Claro que sería difícil de demostrar que tales conceptos son en realidad totalmente nuevos, en lugar de alguna reestructuración de conceptos previamente aprendidos.

Pregunta: ¿Alguna vez, por la noche, "ha consultado con la almohada" algún problema y al despertarse por la mañana tenía la solución en su mente?

5.5. ¿Hay alguna prueba de la consciencia?

¿Qué objetos son conscientes? Esta pregunta también se hizo en las Secciones 1.2 y 1.3. Porque otros seres humanos se comportan como lo hacemos nosotros, asumimos que ellos son conscientes. ¿Pero es este comportamiento una prueba de la consciencia? Algunos animales manifiestan una conducta parecida a la humana. ¿Son ellos conscientes? En ese caso, ¿son también conscientes los peces y las plantas? ¿Y las amebas? ¿La consciencia viene en grados, de manera que todo es hasta cierto punto consciente? Para el problema de responder a la pregunta, "¿qué es consciente?", habría que inventar alguna prueba que nos diga si algo es o no es consciente. Tal prueba no existe en la ciencia porque tendría que medir directamente la consciencia de un objeto en lugar de su comportamiento.

Para revelar las dificultades en este tipo de medición, suponga que mi mente es directamente sensible a su mente sin que yo dependa de ninguna señal de su comportamiento o sus reacciones físicas. Podríamos pensar que tal podría ser el caso en ciertos tipos de eventos telepáticos (ver Sección 5.2). Ahora, por ejemplo, ¿podríamos determinar si mi experiencia de "ruborizarme" es igual que la suya?

La respuesta es no porque mi experiencia de ruborizarme está ineludiblemente aún en mi mente, nunca en la suya. Por lo tanto, una técnica telepática no nos ofrece una manera de determinar si mi experiencia de ruborizarme es la misma que la suya.  Además, independientemente de la técnica que se use para medir la consciencia, siempre está el problema de que la persona que interpreta la medición es consciente sólo del contenido de su propia mente, nunca de la de otro.

Esto no significa que las mentes no puedan comunicarse entre sí. La consciencia no-local lo permite (ver Secciones 5.2, 9.2, 9.4, 12.1, 12.2, Capítulo 16).

Pregunta: ¿Qué tipo de mundo sería este si no pudiéramos comunicarnos entre sí? ¿Habría incluso algún otro mundo que el mío? ¿Habría incluso un mundo?

La cuestión de qué objetos son conscientes supone que un objeto puede ser consciente. Esta podría ser una suposición errónea. Tal vez ningún objeto es consciente, y lo que pensamos que es un objeto consciente, como por ejemplo un ser humano, no es consciente en absoluto. Quizás, la consciencia no es ni siquiera una propiedad de los objetos. Esto significaría que ningún objeto en sí mismo puede ser consciente, pero también podría significar que la Consciencia es la que es consciente de los objetos. Vamos a investigar esta posibilidad en el Capítulo 9.

5.6. ¿Una máquina puede ser consciente?

[Como se ha mencionado antes, no hay ninguna prueba objetiva de la consciencia. En el Capítulo 9, veremos que la consciencia es puramente subjetiva. El concepto de que podría haber una prueba objetiva de la consciencia es lo que se llama un error de categoría. La consciencia está en una categoría propia, mientras que los objetos están en una categoría separada.]

En 1950, el matemático inglés Alan Turing (1912-1954) propuso una prueba para determinar si un ordenador puede pensar. Él planteó la pregunta, "Suponga un ser humano, después de extensas conversaciones con un ordenador, no puede distinguir entre las respuestas del ordenador y las de un ser humano, entonces ¿podría el ordenador ser inteligente?" Como sabemos que algunos sistemas deterministas se comportan caóticamente e imprevisiblemente, incluso un ordenador determinista podría ser tan imprevisible como un ser humano.

Podríamos pensar que un ordenador muy complejo podría ser capaz de entendimiento, y si el entendimiento es parte de la consciencia, entonces un ordenador podría ser consciente. Sin embargo, podemos demostrar que un ordenador, sin importar cuan complejo sea ni cuanto imite el comportamiento humano, no necesita ser capaz de entendimiento. Esto fue demostrado por la famosa prueba inventada en 1980 por el filósofo inglés-americano John Searle (1932 -). Su propósito era mostrar que un ser humano puede hacer cualquier función que puede hacer un ordenador (aunque mucho más lento) sin entender el significado de la función. Por lo tanto, si el ser humano no necesita entender, tampoco lo necesita un ordenador. Un ordenador recibe un conjunto de instrucciones de entrada, opera con ellas por medio de un procedimiento algorítmico predeterminado, y produce un conjunto de instrucciones de salida. Aunque hace esto electrónicamente, el mismo procedimiento podría hacerse por medio de operaciones mecánicas sobre componentes mecánicos. Un ser humano podría recibir las mismas instrucciones de entrada (en una forma legible, pero no entendible) y simplemente siguiendo las instrucciones (el algoritmo) realizar todas las operaciones mecánicas sin entender el significado de las instrucciones de entrada-salida o el algoritmo. (Por ejemplo, un ser humano puede resolver un rompecabezas mediante el ajuste de las piezas, pero podría no ser capaz de comprender la imagen resultante.) Así que el ordenador no necesita entender nada.

Si la consciencia fuera realmente una función de complejidad, entonces un ordenador sumamente complejo podría ser consciente. Pero ¿cuál sería la función de consciencia en un ordenador que opera algorítmicamente, es decir, siguiendo un procedimiento prescrito?

En 1930, el matemático austriaco-americano Kurt Gödel (1906-1978) demostró que, en cualquier sistema lógico finitamente describible (uno que pueda ser descrito por un número finito de instrucciones), que sea auto-consistente y que contenga las reglas aritméticas, hay verdaderas instrucciones que no son teoremas del sistema lógico. Su prueba demuestra que estas verdaderas instrucciones pueden ser ciertas aunque no sean teoremas.

  • Antes que discutamos este teorema, primero definimos lo que queremos decir por un sistema lógico. Considere las instrucciones
  • A>b y b>c
  • donde a, b, y c son números enteros. Asumimos que ambas declaraciones son verdad, es decir, que son axiomas. Entonces debemos concluir que
  • a>c
  • Éste es un teorema que debe ser verdad si los axiomas son verdad. Éste es un ejemplo del posible sistema lógico axiomático más simple. Consiste en un juego de axiomas que se aceptan pero no se demuestran, y el juego de todos los teoremas que siguen de los axiomas.

El teorema de Gödel demuestra que ningún sistema lógico puede producir todas las instrucciones verdaderas que sean posibles. En otras palabras, hay algunas instrucciones verdaderas que no pueden demostrarse dentro de ningún sistema lógico. Una conclusión que podría extraerse de este teorema es que la consciencia puede aprender verdades que un ordenador que sigue las reglas de la lógica nunca podría descubrir. Esto podría significar que un ordenador determinista nunca puede imitar a una mente consciente, o que ningún ordenador determinista puede ser consciente sin importar lo complejo que pueda ser. Además, podría significar que ninguna teoría científica (que es un sistema lógico) puede explicarlo todo, posiblemente incluso la consciencia. Eso significaría que nunca podría ser posible concebir una verdadera Teoría del Todo. (Una Teoría del Todo es el santo grial de la física. Una teoría que determinara todas las leyes y constantes físicas sin introducir ningún valor numérico.)

Trabajo de escuela de Godel
Un trabajo de escuela de Gödel, a la edad de 6-7 años (J. W. Dawson, Hijo, Logical Dilemas (1997)

En 1982, el físico teórico americano Richard Feynman (1918-1988) demostró que un ordenador clásico (es decir, uno determinista) nunca puede simular la no-localidad [R.P. Feynman, Simulating physics with computers, International Journal of Theoretical Physics, 21, (1982) 467-488]. Así que, si la mente no-local realmente existe, un ordenador clásico nunca podría simular a una mente humana.

Los seres humanos manifiestan creatividad, que es un patrón discontinuo del pensamiento. Es difícil ver cómo un ordenador determinista, incluso caótico, podría operar discontinuamente.

Ejercicio: De ejemplos de su experiencia de que su mente trabaja a veces de manera discontinua, es decir, que surgen algunos pensamientos que no relacionados con los pensamientos anteriores.

Los seres humanos parecen tener un sentido de conexión interna entre sí que no podría existir entre el ser humano y una máquina, no importa lo compleja que sea. Esta conexión, que puede ser una manifestación de la mente no-local, puede ser imposible de simular en cualquier tipo de máquina.

Pregunta: ¿Ha experimentado alguna vez una sensación de conexión interna con una máquina?

Robot consciente
Diseño de Jolyon, www.jolyon.co.uk

5.7. ¿Cuáles parecen ser los efectos de la consciencia?

Olvídese por el momento que sin la consciencia no puede haber mundo físico (Sección 4.2). ¿Afecta la consciencia al mundo físico? Parece ciertamente tener efecto sobre el mundo físico, aunque uno debe ser cauto con esto:

  1. Somos inconscientes de muchas de las funciones del cuerpo en donde la consciencia no parece intervenir.
  2. Mucho de lo que hacemos conscientemente no sería diferente si no fuéramos conscientes (ver también la Sección 5.9). ¿Nos afecta el hecho de que nuestras percepciones y entendimiento son realmente conscientes? ¿No sería la inteligencia sin consciencia tan buena como con consciencia?
  3. Si los animales son inconscientes, entonces esos aspectos del comportamiento humano que son parecidos al comportamiento animal no son aparentemente afectados por la consciencia.

Sin embargo, hay modos en que el mundo físico parece ser afectado directamente por la consciencia, por ejemplo, se escriben libros sobre ella, se habla sobre ella, se dan cursos sobre ella, la consciencia del sufrimiento estimula a muchas personas a comprender el sufrimiento y acabar con él, y adquirir esta comprensión requiere ser aún más conscientes.

Preguntas: Supongamos que no hay mundo físico y sólo hay mundo subjetivo, es decir, el único mundo que existe está en la mente. Conteste las siguientes preguntas:
a) ¿Sería posible ser inconsciente de algunas funciones del cuerpo?
b) ¿Podemos hacer algo inconscientemente?
c) ¿Puede haber algo inconsciente?

5.8. ¿Cuándo y cómo empieza un niño a percibir los objetos?

¿La percepción de objetos separados es una habilidad que el niño aprende de sus padres, o es una función innata del desarrollo del cerebro físico? Ha habido mucha investigación sobre el desarrollo en el niño de la habilidad de percibir objetos separados y concebirlos como existiendo independientemente de la percepción que el niño tiene de ellos.

En su libro Visual Intelligence (1998, el pp. 12-16), Donald D. Hoffman describe el desarrollo en la mente del niño de la habilidad de producir sensaciones conceptuales sin la confusión de las imágenes que la retina le presenta:

"Entre los hechos más sorprendentes sobre la visión es que los niños son hábiles genios de la visión antes de que puedan caminar. Antes de la edad de un año, pueden construir un mundo visual en tres dimensiones, conducirse por él a gatas con bastante determinación, organizarlo en objetos, y agarrar, morder, y reconocer esos objetos... Aproximadamente a la edad de un mes, los niños pestañean si algo se acerca a sus ojos en un rumbo de colisión. En tres meses utilizan el movimiento visual para construir límites de objetos. A los cuatro meses utilizan el movimiento y la estéreo visión para construir formas de objetos en 3D. A los siete meses utilizan también el sombreado, la perspectiva, la interposición (en el cuál un objete parcialmente ocluye a otro), y la previa familiaridad de objetos para construir profundidad y forma. En un año ellos son unos genios visuales, y continúan aprendiendo los nombres de objetos, acciones, y relaciones que ellos construyen…

...todo niño construye un mundo visual con tres dimensiones espaciales —alto, ancho y profundidad. Pero una imagen tiene sólo dos dimensiones —alto y ancho. De lo que se deduce que, para una imagen dada, hay innumerables mundos 3D que un niño podría construir...

...Esta ambigüedad no sólo es válida para la profundidad, sino para todos los aspectos de nuestras construcciones visuales, incluyendo el movimiento, los colores de la superficie, y la iluminación. . .

...Esto hace que la tarea parezca imposible. ¿Cómo podría un niño revisar los innumerables posibles mundos visuales y llegar más o menos a la misma respuesta que todos los demás niños?"

Hoffman concluye que todos los niños nacen con las mismas normas por las cuales construyen sus mundos visuales, y que permite a cada uno de ellos ver el mismo mundo como cualquier otro niño. Así, el requisito previo principal para percibir objetos resulta ser una predisposición heredada para hacerlo. Hoffman defiende que las normas universales de la visión son análogas a las normas universales del idioma (ver Noam Chomsky, Reflections on Language, 1975) por lo que la habilidad de un niño de aprender un idioma también es parte de su herencia.

Un ejemplo especial importante de la visión infantil de los objetos separados es su percepción de su madre como un objeto que comienza aproximadamente a los 4 meses de edad (ver, por ejemplo, Child Development and Early Education, por Pauline H., Turner, 1994, pp. 58-59). Después de aproximadamente 8 meses, el niño empieza a percibirse a sí mismo como un objeto separado de su madre, este proceso llega a completarse aproximadamente a los 15 meses. Parece probable que estos desarrollos también deben ser resultado de las habilidades heredadas del niño.

Concluimos de estos estudios que nuestra habilidad de percibir objetos e individuos separados es producto de nuestras tendencias innatas. Sin embargo, como veremos pronto, la percepción de nosotros mismos como entidades separadas y autónomas es la base de todo nuestro sufrimiento. Por lo tanto, parece ser que todos nosotros nacemos con una tendencia al sufrimiento. Afortunadamente, este pensamiento deprimente no es toda la verdad. Los sabios nos dicen que nuestras percepciones están equivocadas y que este error puede corregirse. Pero antes de que pueda corregirse, debe comprenderse. Obtener esta comprensión es el objetivo de la mayor parte del resto de este curso.

Percepción del bebé
Un niño de 6-7 meses puede ver que este objeto es imposible (http://cehd.umn.edu/ICD/YonasLab/past_studies.html).

Pregunta: ¿El experimento de la figura de arriba implica necesariamente que el niño ve el objeto como que existe fuera de la mente?

5.9. Los experimentos de Libet, y otros, y sus implicaciones en el libre albedrío

En una serie de experimentos pioneros anunciados por primera vez en 1973, Benjamín Libet (famoso investigador americano de fisiología, 1916-2007) demostró que la primera conciencia experimental de un estímulo sensorio ocurre aproximadamente 500 mseg (0.5 seg) después del mismo estímulo (ver el diagrama de abajo) [Subjetive referral of the timing for a conscious sensory experience: a functional role for the somatosensory specific projection system in man, por Libet, Wright, Jr., Feinstein, y Perl, Brain 102 (1979) 193-224].   Estos experimentos suponían la aplicación de pequeños impulsos eléctricos en la piel de las manos de pacientes que habían padecido operaciones cerebrales, y luego se median las señales eléctricas resultantes de los electrodos implantados en la corteza sensoria. El impulso negativo inicial es el potencial evocado primario que resulta del impulso nervioso que viaja de la mano al cerebro – aparece 10-30 mseg después del estímulo en la piel. La onda resultante (respuesta promedio evocada RPE) es la respuesta del cerebro al estímulo.

Diagrama de Libet 3

Los experimentos demostraron que ninguna de nuestras experiencias de percepción está en tiempo objetivo sino que de hecho se retrasaron aproximadamente medio segundo después de los sucesos objetivos. (El tiempo objetivo es el tiempo observado en un reloj u otro instrumento de medición.) Este retraso es el tiempo requerido para que la RPE alcance el nivel necesario para la conciencia experimental (adecuación neuronal). (Otros experimentos demostraron la necesidad de la adecuación neuronal para que ocurriera la experiencia subjetiva.) Esto significa que es imposible responder deliberadamente en menos de 500 mseg a cualquier estímulo externo ya que nuestra experiencia siempre se demora mucho más. [Libet, y otros, también demostraron que las respuestas significativas pero inconscientes de conductas reflexivas pueden ocurrir en tan sólo 100 mseg después de un estímulo, demostrando que una conducta significativa no necesita ser una conducta consciente (por ejemplo, un velocista que sale corriendo desde el punto de partida después de que el juez de salida dispara su arma).]

[Además, Libet, y otros, demostraron que nuestra experiencia de un estímulo en la piel precede a la adecuación neuronal porque el cerebro se refiere a la experiencia de forma retroactiva al tiempo de estímulo, como se muestra en el diagrama. Esto requería un experimento en el que los impulsos se aplicaran directamente a la corteza sensorial al mismo tiempo que se aplicaban a la mano. Cuando se hizo esto, el sujeto sentía los impulsos sobre la piel antes de que se produjeran los impulsos en la corteza (que también se sentían en una mano, no en la corteza), aunque se sabía que el cerebro requiere el mismo tiempo para procesar los impulsos de la piel que los impulsos de la corteza. Sólo cuando los impulsos sobre la piel se retrasaron unos 500 ms en relación con los impulsos de la corteza se sintieron al mismo tiempo los dos impulsos. Esto demuestra que nuestra percepción de la simultaneidad y secuencialidad son subjetivas.]

En 1983, Libet, y otros. [Unconscious cerebral initiative and the role of conscious will in voluntary action, The Behavioral and Brain Sciences (1985) 529-566] informaron en una serie aún más profunda de experimentos en donde un conjunto de sujetos diferentes, sin electrodos implantados, iniciaron "deliberadamente" acciones musculares en lugar de responder a los estímulos sensoriales. Se utilizaron señales de electromiograma en el dedo índice de la mano designado para iniciar el almacenamiento en el ordenador de las respuestas EEG (disposición potencial, RP), que ya había aparecido en el cuero cabelludo antes de la activación [véase el diagrama que figura a continuación de Alexander Riegler, Whose Anticipations? en Butz, M., Sigaud, O., y Gerard, P. (eds), Anticipatory Behavior in Adaptive Learning Systems: Fundations, Theories, and Systems. Lecture Notes in Artificial Intelligence, Springer-Verlag (2003) 11-22].

Diagrama de Libet 2

Un diagrama simplificado de estos resultados se muestra debajo:

Diagrama de Libet 1

Los resultados demostraron que la aparición del potencial de preparación (RP) precedió a la acción del dedo (A) en 550-1050 ms, pero la conciencia experiencial de la necesidad de realizar la acción precedió a la acción del dedo en sólo unos 200 ms. (Esta conciencia no pudo ser señalada por el movimiento del dedo porque eso requeriría otra decisión para la acción muscular. Fue medido asociando su lectura en un reloj electrónico con el comienzo de su conciencia de la decisión.) Así, la decisión de realizar un acto muscular es anterior a la conciencia de la decisión. Libet especuló que puede ser posible conscientemente vetar tal decisión inconsciente si se hace dentro de los últimos 100-200 mseg antes de que la acción ocurra. Sin embargo, como no hay ninguna acción muscular que provoque la grabación de un evento vetado, la verificación experimental de las decisiones conscientemente vetadas no es posible. Sin tener esto en cuenta, la posibilidad de las decisiones vetadas voluntariamente es rechazada por las consideraciones en el siguiente párrafo, y por las de las Secciones 5.10 y 5.12.

Los experimentos de Libet apuntan hacia el concepto general de que unas pocas muestras deben ser siempre válidas. Esto es que todo lo que sucede debe suceder antes de que podamos ser conscientes de ello. Cualquier proceso neurológico o sensorio siempre sucede antes de nuestra conciencia del pensamiento, sentimiento o sensación que lo representa. En los experimentos de Libet, la demora de conciencia estaba entre 350 y 500 mseg, pero el valor exacto es insignificante. Mientras que exista esta demora, no importa lo grande o pequeña que sea, una hora o un microsegundo, nuestra experiencia subjetiva de un suceso siempre debe venir después de la medición objetiva del suceso. En otras palabras, el presente subjetivo siempre va detrás del presente objetivo, o el tiempo subjetivo siempre va detrás del tiempo objetivo. [Como el cerebro necesita aproximadamente 500 mseg para procesar un suceso antes de que seamos concientes de él, es imposible para nosotros ser conscientes de cualquier momento en que el cerebro ceja de funcionar, como el momento en que nos quedamos dormimos (ya sea de forma natural o con anestesia), o el momento en que morimos.]

Las consecuencias de esta visión son extraordinarias, revolucionarias, y de gran alcance. Cada pensamiento, sentimiento, sensación, o acción siempre ocurre objetivamente antes de que seamos conscientes subjetivamente de ello y que no hay ninguna posibilidad de que podamos evitarlo. Esto incluye cualquier opción o decisión que se pueda realizar. Nosotros vivimos ineludiblemente en el pasado objetivo de modo que el presente y el futuro objetivo están completamente más allá de nuestra conciencia y control.

Experimento de Libet
Dibujo de Jolyon, www.jolyon.co.uk

5.10. La medición de imágenes cerebrales sobre el libre albedrío

Aun más notables que los experimentos de Libet y otros, fueron los experimentos de 2008 de C. S. Poon, M. Brassn, H. - J. Heinze, y J. - D. Haynes (Unconscious determinants of free decisions in the human brain, http://www.nature.com/neuro/journal/v11/n5/full/nn.2112.html), que hicieron imágenes de resonancia magnética funcionales de la actividad del cerebro de un sujeto antes de la decisión "voluntaria" del sujeto de presionar un botón con el dedo del índice derecho o del izquierdo. En comparación con el tiempo de preparación del cerebro de 300 ms en los experimentos de Libet, y otros, estos experimentos demostraron que el tiempo de preparación del cerebro para la acción fue hasta cinco segundos antes de que el sujeto fuera consciente de la decisión. Más notable aun, el cerebro preparó la mano predominante de la decisión incluso antes de que preparara el tiempo de acción, es decir, el modelo espacial de las imágenes del cerebro indicaba qué botón se presionaría hasta siete segundos antes de ser consciente de qué botón se presionaría. (Después de permitir 2000 ms de tiempo de respuesta del equipo de imagen, las predicciones izquierdo-derechas eran posibles hasta diez segundos antes de ser consciente de la decisión.). En el siguiente diagrama, los vóxels de la imagen azul oscuro del cerebro predicen una presión del botón izquierdo, mientras que los voxels de la imagen amarilla del cerebro predicen una presión del botón derecho.

Imagen cerebro

Nota: En lugar de mirar un reloj como en los experimentos de Libet, y otros, el sujeto observaba una pantalla que mostraba una letra consonante cada 500 ms en orden aleatorio. El sujeto entonces recordaba la letra que estaba presente en el momento subjetivo de decisión. La aleatoriedad de las letras aseguraba que el sujeto no pudiera anticiparse a la próxima letra y por consiguiente afectar al cronometrando del conocimiento de la decisión hacia los primeros momentos.

Pregunta: Suponga que alguien le dice que levantará su brazo derecho dentro de 10 seg. y entonces procede a contar los segundos y levanta su brazo derecho. ¿Es este un ejemplo de libre albedrío? Suponga que le dice que lo levantará en algún momento al azar. ¿Es este un ejemplo de libre albedrío?

5.11. El libre albedrío como posibilidad de acción alternativa

El siguiente estudio procede del Capítulo 7 del libro de1990 de Euan Squires, Conscious Mind in the Physical World. Es un argumento puramente lógico para la ausencia del libre albedrío. Que las situaciones descritas físicamente puedan realizarse es irrelevante para el argumento. Esto es similar a cualquier demostración matemática. Si aceptamos la validez de una demostración matemática, incluso si las situaciones que describe no pueden realizarse físicamente, debemos aceptar que la siguiente conclusión sobre el libre albedrío también es válida incluso si las situaciones que describe no son físicamente realizables.

Una definición común del libre albedrío es la siguiente: Una decisión es libre cuando un agente podría decidir de otro modo.

Para clarificar esta definición, nosotros dividimos el universo en dos partes, el agente y las circunstancias externas. Nuestras conclusiones son las mismas sin tener en cuenta cómo se ha hecho esta división (vea la próxima Sección). Por ejemplo, un agente humano podría consistir de una parte del cuerpo-mente, mientras que las circunstancias externas podrían consistir del resto del cuerpo-mente, más su entorno. Un agente inanimado como un termostato podría consistir de un sensor de temperatura más un interruptor, mientras que el entorno podría consistir en el aire que lo rodea.

Comparemos ahora las reacciones de los agentes humanos, en sus circunstancias, con las reacciones de los termostatos inanimados, en sus circunstancias. Si consideramos primero las reacciones de seres humanos idénticos y termostatos idénticos, los agentes pueden decidir de manera diferente sólo como sigue:

  1. Una decisión es libre si, en circunstancias diferentes, dos agentes idénticos pueden tomar decisiones diferentes. Éste no puede ser el significado del libre albedrío ya que también sería verdad si los dos agentes fueran termostatos.
  2. Una decisión es libre si, en circunstancias idénticas, dos agentes idénticos pueden tomar decisiones diferentes. Éste no puede ser el significado del libre albedrío porque esto implica aleatoriedad, no libre albedrío, y sería verdad de cualquier agente inanimado y no determinista, como esos que funcionan al azar o mecánicamente de forma cuántica.

La tabla siguiente resume las alternativas:

AgentesCircunstanciasDecisión¿Cierto para dos termostatos?
idénticosdiferentes ("Dadas circunstancias diferentes, aún cuando yo fuera exactamente la misma persona que era entonces, escogería de otro modo")diferente
idénticosidénticas ("Dadas las mismas circunstancias, aun cuando yo fuera exactamente la misma persona que era entonces, escogería de otro modo")diferenteSí, si operan al azar
diferentesidénticas ("Dadas las mismas circunstancias, sabiendo lo que yo hago ahora, escogería de otro modo")diferente

Las primeras dos posibilidades son las únicas disponibles para agentes idénticos. Por supuesto, agentes diferentes reaccionarán de otro modo a las mismas circunstancias porque "diferente" significa "no idéntico." Así, la tercera posibilidad no implica libre albedrío porque dos termostatos diferentes en las mismas circunstancias reaccionarán también de otro modo.

Este debate revela los problemas con cualquier definición de libre albedrío basada en las circunstancias que rodean una decisión. Las circunstancias pueden incluir los pensamientos, sentimientos, emociones, sensaciones, percepciones, y acciones del agente si éstos se consideran como externos al agente. Así, si intentamos definir el libre albedrío considerando la reacción del agente a sus circunstancias, nos vemos obligados a concluir que el libre albedrío como lo hemos definido no existe.

Hay que tener en cuenta que el concepto de libre albedrío sólo puede surgir si hay un agente que está separado de su entorno. Esta separación es la esencia de la dualidad (ver Secciones 11.1, 11.4). Sin la dualidad, no hay ni agente ni eso sobre lo que actúa, así que el libre albedrío no tiene ningún significado.

Pregunta: ¿Le asusta pensar que usted no tiene más libre albedrío que un termostato?

5.12. El origen de la creencia en el libre albedrío

La creencia en el libre albedrío parece originarse en un modelo mental que tenemos de nosotros mismos. "Yo" parezco estar separado en una parte interior y una parte exterior que nosotros llamaremos 'yo interior' y 'yo exterior', respectivamente. La división puede estar entre la mente y el cuerpo físico, entre alguna combinación de los dos, o más probablemente entre dos partes mentales diferentes. Nosotros pensamos que el yo interior tiene libre albedrío y es la parte que controla, y el yo exterior no tiene libre albedrío y es la parte controlada. De esta manera, la entidad individual separada (yo interior) puede creer que él o ella es libre de controlar la mente y/o el cuerpo (yo exterior). Sin embargo, si nosotros nos preguntamos qué parte de la mente es la parte controladora y qué parte es la parte controlada, nunca podemos proporcionar una respuesta.

Ejercicio: Cierre los ojos y vea si puede encontrar el yo interior. ¿Lo ha encontrado? ¿Puede describirlo? ¿Donde está localizado?  

Podemos pensar o sentir que nosotros residimos principalmente en la cabeza (la mente) o en el corazón (los sentimientos). En el primer caso, podemos pensar que nosotros somos mentes sin corazón y sólo respondemos racionalmente a los acontecimientos. En el segundo caso, podemos sentirnos que somos sentimientos sin mente y sólo respondemos emocionalmente a los acontecimientos.

Pregunta: ¿En este momento dónde reside usted, en la mente (la cabeza), en los sentimientos (el corazón), o ninguno de los dos? ¿Qué es eso que sabe?

Nosotros vemos según este modelo que la separación del universo en agente y su entorno que tratamos en la Sección 5.10 es realmente una separación dentro del organismo cuerpo-mente. La creencia en el libre albedrío depende de nuestra percepción de una dualidad interior-exterior dentro de nosotros. Sin la separación percibida de nosotros mismos como un objeto interno que controla y un objeto externo que es controlado, no podríamos tener esta creencia, y el libre albedrío sería un concepto que nunca habría surgido. (De hecho, como veremos después, la creencia de que nosotros estamos divididos es equivalente a la creencia en el libre albedrío.)

5.13. ¿Es necesario el libre albedrío para nuestra felicidad?

La existencia del libre albedrío implicaría que nosotros deberíamos ser libres de elegir nuestros pensamientos, sentimientos, emociones, y acciones cuando lo deseemos. Sin embargo, ¿somos realmente libres de elegir nuestros pensamientos y emociones? En ese caso, ¿por qué elegimos deseos que no nos pueden traer felicidad, como cualquier deseo imposible de conseguir? ¿Por qué elegimos emociones como el miedo, la culpa, el odio, la ira, la envidia, o la lujuria? De hecho, ¿por qué somos infelices en la vida? ¿Por qué no somos siempre felices si somos libres de escoger la felicidad? De hecho, aún más profundamente, ¿por qué no podemos simplemente dejar de pensar y sentir si lo elegimos? Nuestra experiencia nos dice que no podemos elegir los pensamientos y los sentimientos que tendremos dentro de 30 segundos, mucho menos aquellos que tendremos dentro de un día o una semana, y mucho menos podemos dejar de pensar y sentir en absoluto. De hecho, todo pensamiento o sentimiento espontáneo que tenemos es una prueba de que nosotros no somos libres para elegir.

Ejercicio: Intente detener el pensamiento durante 30 segundos. ¿Lo ha conseguido? Ahora intente no pensar en un elefante rosa durante 30 segundos. ¿Lo ha conseguido?

Preguntas: Cuando usted está enfadado, ¿elige estar enfadado? Cuando está triste, ¿elige estar triste?

Si "nosotros" creemos que "nosotros" tenemos libre albedrío, aunque no es así, "nosotros" creeremos que "nosotros" podemos controlar "nuestros" pensamientos y acciones, pero realmente no podremos hacerlo. Si "nosotros" creemos que "nosotros" deberíamos tener diferentes pensamientos, sentimientos, emociones, sensaciones corporales y percepciones, y "nosotros" creemos que "nosotros" deberíamos ser capaces de organizarlos, "nosotros" descubriremos que "nosotros" no podemos. Entonces, "nosotros" sufriremos. Una solución al sufrimiento: Investiga el "yo". Si "nosotros" lo hacemos, "nosotros" podríamos no ser capaces de encontrarlo. Si no hay "yo", no hay sufrimiento.

Ejercicio: Cada vez que usted experimente sufrimiento (incluso una insatisfacción leve), mire a ver si puede encontrar el "yo" que está sufriendo. Si lo puede encontrar, descríbalo. ¿Qué es lo que es consciente de ello? Si no puede encontrarlo, qué es lo que está sufriendo? ¿Cuál es la experiencia del sufrimiento, ahora?

Por lo tanto, depositar nuestra felicidad en una quimera como el libre albedrío nos condena a una vida de frustración, ira, y desesperación. Sin embargo, el enfoque opuesto de renunciar a la libertad no es decididamente la respuesta. Aceptar resignada y fatalistamente las migajas que nuestras mentes y el mundo nos arrojan por el camino no es precisamente una feliz solución. La solución real requiere que descubramos qué es la verdadera libertad.

5.14. La libertad como subjetividad

En la meditación del 6 de diciembre en A Net of Jewels (1996), Ramesh Balsekar, un sabio que vive en Mumbai, India, y que será citado frecuentemente en este curso, dice,

La libertad es lo que ocurre cuando uno abandona la idea tonta y arrogante de que nosotros vivimos nuestras propias vidas por nuestra propia voluntad.

A pesar de la creencia prevaleciente en el libre albedrío, no es posible demostrar que el libre albedrío existe objetivamente en el yo dividido, como ha sido expuesto en las secciones anteriores. Algo que no sea el yo dividido debe ser la fuente de la verdadera libertad. Este algo es consciencia pura, que es unificada, no-dual, indivisible, y totalmente libre, como veremos en la Parte 2 de este estudio. La verdadera libertad es subjetividad pura y es una propiedad intrínseca de la consciencia pura. La libertad como subjetividad pura no es igual que la libertad de elección. La libertad de elección es una ilusión. La libertad como subjetividad existe incluso en ausencia de cualquier libertad de elección objetiva. De hecho, podemos decir que la verdadera libertad es la libertad de las cargas y responsabilidades de un imaginado libre albedrío.

Pregunta: ¿Qué es eso que sabe si usted es o no libre?

En un universo completamente determinado, ¿la libertad sería posible? En este universo, podría no haber libertad de elección objetiva. Sin embargo, la ausencia de libertad objetiva no excluye la libertad subjetiva independientemente de las circunstancias objetivas. Así, la libertad subjetiva puede existir en el mundo fenoménico sea o no completamente determinado. Esta compatibilidad entre libertad y determinismo se llama compatibilismo. Esto implica que la libertad y el determinismo se refieren a niveles diferentes de realidad: lo puramente subjetivo versus lo puramente objetivo, o el noúmeno versus el fenómeno.

En un universo objetivamente determinado, como es supuesto por la física clásica, ¿cómo puede haber una división real entre un objeto interno controlador y un objeto externo controlado? En dicho universo, cada objeto se conecta inextricablemente con todos los demás objetos, ya sea causalmente, reverso-causalmente (ver la Sección 5.16), o alguna combinación de estos, y por consiguiente no hay manera de distinguir entre un objeto controlador y un objeto controlado. Cualquier creencia en una división tendría entonces que existir a pesar de la evidencia objetiva de que una división real es imposible.

En el universo probabilístico que es supuesto por la mecánica cuántica ortodoxa, debemos preguntarnos, ¿cómo surge la dualidad interna-externa percibida? ¿Qué es lo que puede tomar dos objetos e identificar uno como interno y el otro como externo? Si podemos responder a esta pregunta, también podremos responder a la pregunta, ¿cómo surge la creencia en el libre albedrío? Nosotros presentaremos un modelo cuántico teórico que intenta responder a ambas preguntas en el Capítulo 7.

5.15. Si no hay libre albedrío, ¿cómo suceden las cosas?

La evidencia gráfica de nuestra falta de libre albedrío es producida por los efectos de los medicamentos en nuestra consciencia, pensamientos, emociones, y comportamiento. Los antidepresivos pueden hacer que nos sintamos apacibles y aletargados. Algunos antidepresivos reducen el apetito sexual drásticamente, mientras que otros lo aumentan. Los medicamentos para el Parkinson pueden causar comportamientos compulsivos como el juego, comprar excesivamente, comer demasiado, e hipersexualidad. Las drogas alucinógenas cambian la manera en que el cerebro interpreta el tiempo, la realidad, y el entorno alrededor nuestro. Afectan la manera en que nosotros nos movemos, reaccionamos a las situaciones, pensamos, oímos, y vemos. Pueden hacernos pensar que estamos oyendo voces, viendo imágenes, y sintiendo cosas que no existen. La anfetamina estimula el sistema nervioso y combate la fatiga, pero en los casos de ADHD (Déficit de Atención con Hiperactividad), mejora el control de los impulsos y la concentración, y disminuye la súper estimulación sensorial y la irritabilidad. La metilamfetamina es una anfetamina barata y por eso es utilizada ilícitamente para aumentar la confianza, la euforia, y la actitud alerta, pero con unos efectos secundarios que aumentan la agresión, la irritabilidad, y sentimientos de paranoia. Las drogas hipnóticas inducen al sueño y las anestésicas causan inconsciencia. Todas las enfermedades mentales son causadas por el comportamiento y/o estructura anormal del cerebro, pero a veces pueden usarse las drogas para restaurar alguna apariencia de normalidad.

En 2006, una investigación rigurosa demostró que el psilocybin (el champiñón mágico) puede inducir la experiencia espiritual más importante de la vida (R. R. Griffiths y otros, Psilocybin can ocasión mystical-type experiences having substancial and sustained personal meaning and spiritual signifcance, Psicofarmacología, agosto 2006; http://www.springerlink.com/content/v2175688r1w4862x/?p=6362cd8f4d6947aca6b55d5e3d6b17ba&pi=25).

En años recientes se ha visto un diluvio de nuevas investigaciones en la correlación entre la actividad del cerebro y la elaboración de la decisión. Dos ejemplos entre muchos son los siguientes: 1) Un examen del cerebro ha revelado la existencia de pensamientos ocultos sin que el sujeto tuviera conocimiento de ellos (http://www.nature.com/neuro/journal/v8/n5/abs/nn1445.html); 2) Otro examen ha indicado que todas las decisiones son afectadas por las emociones incluso cuando el sujeto piensa que son racionales (Science, 4 de agosto de 2006, 313: 684-687 y http://www.sciencemag.org/cgi/content/full/313/5787/684).

Los científicos que estudian sobre ratones de campo y humanos gemelos suecos han descubierto una variante genética que participa en la producción de una hormona que afecta a la monogamia en los animales mediante la cual los hombres con dos copias de la variante tendrían dos veces más de probabilidades de haber tenido una crisis de relación con su cónyuge o pareja en los últimos 12 meses que los hombres que no portaban la variante (Proceedings of the Nacional Academy of Sciences, 2 de septiembre de 2008, disponible en línea en (http://www.pnas.org/content/early/2008/09/02/0803081105.full.pdf+html).

En estas deliberaciones y en las Secciones 5.9, 5.10, 5.11, vemos que el libre albedrío no juega ningún papel, ya que nuestras experiencias son determinadas exclusivamente por las reacciones del cerebro a sus circunstancias. Esto significa que el cerebro debe funcionar simplemente de un modo estímulo-respuesta, cuando un estímulo puede provenir o bien de un evento que es percibido por los sentidos, o de uno que surge de forma espontánea en la mente, como un pensamiento, sentimiento o emoción. Vamos a considerar ahora este modelo del cerebro.

Un ordenador es análogo del cerebro, aunque rudimentario e inadecuado, pero aún así útil (incluido todo el sistema nervioso). El diseño y la memoria de un ordenador son análogos a la genética y memoria del cerebro, mientras que la programación del ordenador es análoga al condicionamiento del cerebro. Así como un ordenador sólo hace aquello que su diseño y programación le permiten hacer, el cerebro sólo hace aquello que su genética y condicionamiento le permiten hacer.

Un ordenador actúa sobre una entrada (de datos) y genera una salida (de datos), mientras que un cerebro actúa sobre un estímulo y genera una respuesta. Sin embargo, mientras que el ordenador funciona de forma completamente determinista, el cerebro probablemente funciona de forma determinista y probabilística (vea la próxima Sección y el Capítulo 7).

La mayoría de los ordenadores están programados por humanos u otros ordenadores (en las aplicaciones de inteligencia artificial, los ordenadores pueden ser programados también por sus operaciones de entrada-salida). En comparación, el cerebro es continuamente condicionado a través de todas sus interacciones de estímulo-respuesta, incluyendo no sólo las interacciones locales con el entorno, sino también a través de las interacciones no-locales (ver Sección 5.2). (En realidad, este condicionamiento no sólo reside en el cerebro y el sistema nervioso sino también en cada órgano del cuerpo que posee una memoria, aunque rudimentaria, como la musculatura.) De este modo, las enormes diferencias entre un ordenador y un cerebro se basan en 1) las diferencias entre el diseño primitivo del ordenador y la compleja estructura del cerebro, 2) las diferencias entre las limitaciones de las funciones puramente deterministas de los ordenadores y la infinitud de las funciones probabilísticas del cerebro, y 3) las diferencias entre las restricciones de las interacciones especializadas y locales de un ordenador y la inmensidad de las interacciones locales y no-local continuas de un cerebro.

Ejercicios: 1. (Fácil) Obsérvese cuando esté andando y vea si es usted quien está "haciendo" el andar o si ocurre todo por sí solo. 2. (Más difícil) Después de que haya estado absorto en algo, como leer o charlar, recuerde si lo hizo usted realmente o si ocurrió todo por sí solo. 3. (También difícil) Después de haber hecho algo que usted piensa que fue un error, recuerde si realmente cometió usted el error o si ocurrió todo por sí solo. ¿Se culpa usted a sí mismo de todos modos, o, si la culpa ocurrió, ocurrió todo por sí solo?

Ejercicio: Observe sus pensamientos que van y vienen. Vea si puede ver de dónde vienen. ¿Los está pensando usted? Si piensa que lo hace, mire si puede verse a usted mismo haciéndolo. ¿Puede elegir sus pensamientos? Si cree que puede, mire si puede verse a usted mismo haciéndolo. Ahora vea si puede elegir no tener ninguno.

5.16. Especulaciones sobre el futuro en los universos determinados y probables

¿Qué supone para el futuro la existencia de la precognición y la profecía? (Sección 5.2). Aquí hay varias posibilidades:

  1. El futuro podría estar predeterminado debido a la causalidad estricta y determinista, que implica que el pasado determina el presente y futuro completamente. Éste es el paradigma de la física clásica, que ya no se piensa que sea válido.
  2. Podría estar determinado probabilísticamente, pero no completamente, por el pasado. Éste es el paradigma de la mecánica cuántica y la física moderna. Implica que todas las experiencias de precognición y sucesos pronosticados son probabilísticos en lugar de ciertos.
  3. Podría estar determinado a través de una causalidad no convencional que opera en una dirección tiempo-invertida de modo que el futuro, en lugar del pasado, determina el presente. Éste es el concepto de destino, que se tratará más ampliamente en la Sección 12.5. No hay nada en la física clásica o la física cuántica que descarte esto porque las leyes físicas microscópicas son igualmente válidas en la dirección del tiempo inverso que hacia adelante. La única razón por la que aplicamos las leyes en la dirección hacia delante es porque tenemos conocimiento del pasado pero no del futuro, que nosotros intentamos predecir. (La ley de entropía, que vimos en la Sección 2.3, es una ley macroscópica y no microscópica, y no invalidaría la causalidad inversa porque determina sólo la dirección del tiempo, no la dirección de causalidad.)
  4. Podría ser determinado por una combinación de (2) y (3) de la siguiente manera: Una onda cuántica que viaja adelante en el tiempo interfiere con otra onda cuántica que viaja atrás en el tiempo para formar una experiencia presente que está determinada y es inevitable. (Esta posibilidad es sugerida por la interpretación transaccional de la física cuántica, véase The Transactional Interpretation of Quantum Mechanics, por JG Cramer, http://rmp.aps.org/pdf/RMP/v58/i3/p647_1 y Reviews of Modern Physics 58 , 647-687, y Quantum Cosmology and the Hard Problem of the Conscious Brain, por Chris King, http://www.dhushara.com/pdf/hard.pdf).
  5. El futuro podría no determinarse en absoluto hasta que alguien tuviera una experiencia de precognición. La precognición podría establecer una correlación entre una experiencia de precognición en el presente y el acontecimiento predicho en el futuro. Antes de la precognición, como en la mecánica cuántica ortodoxa, el acontecimiento presente y futuro podrían ser sólo probabilísticos en lugar de ciertos. En la terminología del Capítulo 6, el colapso de la función de onda podría manifestar entonces tanto el acontecimiento de precognición en el presente como el acontecimiento predicho en el futuro (esto implicaría un futuro que es objetivamente real). Éste sería un ejemplo de cómo dos acontecimientos separados temporalmente podrían correlacionarse en el tiempo, igual que dos acontecimientos separados espacialmente se correlacionan en el espacio en los experimentos de Bell-Aspect descritos en la Sección 4.3. Cómo podrían ocurrir cualquiera de estos se desconoce.
  6. Todo el pasado y futuro pueden existir objetivamente ahora, y puede ser sólo una limitación de nuestra percepción lo que nos impide ver más que el presente percibido (observe la distinción entre el presente objetivo y el presente percibido como vimos en la Sección 5.9). Hablaremos más de esta posibilidad en las Secciones 12.1 y 12.5.

Debemos tener claro que cualquier concepto de un futuro que es determinado, o de una causalidad que opera en tiempo invertido, es un concepto metafísico, y puede no haber experimentos u observaciones que los pueda distinguir. Éstos son diferentes de los conceptos de la física, aunque reconocidamente basados en la suposición metafísica o una realidad objetiva (vea la Sección 1.1), puedes validarse (aunque no probado) o invalidarse mediante experimentación y observación.

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