Artículos - Philip Renard
"Yo" es una Puerta
Parte IV: La Medicina
Por Philip RenardDespués de haber examinado la opinión sobre el "yo" por los "Tres Grandes" del Advaita del siglo XX, sería útil un resumen para concluir esta serie (1). Me gustaría hacerlo sobre la base del concepto "yo soy", que fue descrito en la segunda parte de "Yo es una Puerta", que se centró en Nisargadatta Maharaj. Por lo que yo sé, Nisargadatta nunca declaró "yo es una puerta". Sin embargo, él, de hecho, dijo alguna vez: "'yo soy' es una puerta" (2). Tal como se describe en la segunda parte, "yo soy" para Nisargadatta era una designación para algo muy específico, algún "nivel" entre los niveles de lo Absoluto y el individuo. Desde la perspectiva de la tradición Advaita, esto podría llamarse revolucionario: es cierto que este concepto ya se lo había dado su maestro, Siddharameshwar Maharaj, sin embargo, ni Ramana Maharshi ni Atmananda por ejemplo, interpretaron la expresión "yo soy" de esta manera. Ramana, por ejemplo, dijo: "Usted dice ... "yo hablo" (I am speaking), "yo trabajo" (I am working), etc. "Yo soy" (I am) está en todos ellos. Así pues YO-SOY. Eso es la Realidad permanente y fundamental. ... Si [la mente] es vuelta hacia adentro, deviene en quietud en el curso del tiempo y entonces sólo prevalece ese "YO-SOY". "YO-SOY" es toda la Verdad" (3). En el caso del "yo soy" de Ramana no se trata en absoluto de un fenómeno temporal, un nivel que todavía puede ser trascendido.
Tengo la impresión de que el uso de Nisargadatta de la expresión "Yo soy" como una especie de nivel intermedio aún causa mucha confusión entre los lectores. Por lo tanto, quiero profundizar más en este nivel intermedio y en una posible conexión entre éste con los otros dos maestros ― si es necesario, mediante el uso de otros términos.
Como punto de partida quiero utilizar la cita que también se destacó en la segunda parte. Esa cita termina así: "Ese conocimiento de "yo soy" es el mayor enemigo y el mayor amigo. Aunque podría ser su mayor enemigo, si usted lo propicia debidamente, se dará la vuelta y le conducirá a usted al estado más alto" (4). Esta declaración pone en palabras el gran misterio de la dualidad; de algo que a la vez es cierto y falso; que a la vez es tu mayor amigo y tu peor enemigo. Nisargadatta repetidamente llama al conocimiento "yo soy" el principio de toda dualidad, la raíz de la misma. (5)
Es importante ver que esta declaración se refiere a un comienzo que se puede observar; algo que se puede observar como un objeto. Al menos, eso es en parte el caso. La cuestión es que es un objeto, así como no es un objeto. Es aquí que todo concluye (6). Si se reconoce esto, también se puede entender por qué Nisargadatta habla acerca de ello de una manera tan absolutamente paradójica. La sensación "yo soy" es sujeto así como también objeto: en este punto se produce el verdadero momento de la separación. Es vivo, super-rápido. En un momento parece ser objeto, al siguiente momento parece ser sujeto. Es el sujeto porque es el elemento experimentador en todas las experiencias, y es el objeto porque puede ser observado como experiencia, un objeto que es siempre el mismo. Las palabras de Nisargadatta sobre esto se reducen a "tú eres esto ― no, por el contrario, tú no eres esto" (a veces incluso en la misma frase, por ejemplo, "este conocimiento de que usted es, que es un producto del cuerpo de alimento, no es usted" (7)).
Lo que es tan importante acerca de la la observación de que la sensación "yo soy" es (también) un objeto es que es fácil para todo el mundo hacer contacto con este aspecto objetivo. Todo el mundo está acostumbrado a tratar con objetos. Nisargadatta dice que se te permite comenzar con lo más fácil, el aspecto experiencial directamente tangible. Aunque este objeto "yo soy" puede ser tu enemigo, al menos puedes observarlo, sentirlo, experimentarlo como tal, poniendo toda la atención en él. De hecho, se expone de esta manera. "Una vez que usted ha aprehendido ese principio que viene y va en multitud de disfraces, es el fin de la ilusión". (8)
El error, la creencia en la dualidad como siendo la realidad comienza ya antes de la persona. El error empieza ya en un nivel que puedes llamarse universal. Este es el nivel del que hablan todos los libros sagrados y mitologías: ""la caída" (9). La multiplicidad de individuos se deriva directamente de este punto, y sin embargo, dentro de todos estos individuos, este punto ― la "yo soy"-dad, es idéntica (10). Al reducirla a un simple objeto, puede ser útil porque aísla la idea errónea de la multiplicidad. De esta manera, puede servir como un instrumento, no muy diferente a un microscopio o telescopio (11). Agudiza nuestra visión sobre lo que es exactamente este nacimiento.
Si de verdad nos damos cuenta de que este sentimiento universal "yo soy" es la raíz de toda separación y dilema, entonces la consecuencia es que ya no se puede creer que esta raíz vaya a ser descubierta en tu pasado personal, con su contenido kármico. La raíz es universal, y el poder de lo que puedes llamar tu pasado personal o karma sólo proporciona un contenido específico. La raíz precede a esto (12) ― está en el eje entre la libertad y la esclavitud.
Como la raíz está todavía en el límite, puede ser utilizada como una medicina (13). Es una medicina que te cura de caer bajo el hechizo de la creencia en una persona separada. En todas las enseñanzas el elemento liberador, "curativo", es el aspecto más importante. Por lo tanto, quiero tratar específicamente la "yo soy"-dad como una medicina, y tomarla literalmente, por el momento, como una píldora (ver gráfico abajo del artículo), por la sencilla razón de que la sensación "yo soy" es también un objeto que puede ser observado.
Cuando Nisargadatta se refiere al "yo soy", a menudo utiliza los términos chaitanya y chetana, que han sido traducidos por la palabra "consciencia". Esta palabra sigue siendo complicada, porque la mayoría de los maestros utilizan el término "consciencia" para referirse precisamente a lo Último. Debido a esta diferencia siempre debemos tener claro que nos estamos refiriendo a la "consciencia-según-Nisargadatta". Nisargadatta a veces define esta consciencia como "lo que da sensibilidad a la persona" (14). En otra ocasión, utilizó un sinónimo "la experiencia primordial" (15) (como diferente de "una experiencia" ― lo cual quería decir: "un acontecimiento se convierte en una experiencia sólo cuando estoy emocionalmente implicado" (16)). Describió la proporción entre los diferentes niveles de la siguiente manera: "No puede haber ninguna experiencia de lo Absoluto, ya que está más allá de toda experiencia. Por otra parte, el Sí mismo es el factor que experimenta en toda experiencia y, por tanto, en cierto modo, valida la multiplicidad de las experiencias" (17). En otras palabras: primero está el Absoluto, que no puede ser experimentado. Luego, totalmente espontáneo e inexplicable, está el Sí mismo, la "experiencia primordial", que imparte la realidad temporal de experiencias.
Esto está de acuerdo con el uso lingüístico de Atmananda, quien utilizó el término Inglés "experiencia" literalmente, a pesar de que probablemente él no lo habría interpretado como un término general de conveniencia para algún tipo de nivel intermedio. En Atma-Darshan dice: "En la Experiencia de uno ―estrictamente llamada― no hay ningún pensamiento ni ningún objeto externo presente. Es la condición en la que uno permanece a solas en el propio Sí mismo. Habiendo creído que los objetos de percepción son la causa de la Experiencia, tientan al ignorante. ... Pero ninguna causa tal aparece en la Experiencia de uno. De ello se deduce que la experiencia no tiene causa". (18)
Atmananda utilizaba en varias ocasiones una E mayúscula para enfatizar lo que quería decir con Experiencia, según se desprende de la siguiente cita. "Si la experiencia tiene muchos objetos, no es Experiencia. Estás sobreponiendo objetos a tu Experiencia. Tu Experiencia es una y la misma, siempre" (19). Por otra parte, ha dicho claramente que la Experiencia es algo en donde realmente no existe la diversidad: "No se ven dos. La Experiencia es una cosa. Tú experimentas sólo una cosa. ... Tu Experiencia es una cosa ― tu Experiencia es sólo en relación con el Uno. Tú experimentas sólo Una cosa, Una cosa" (20). Una gran parte de la enseñanza de Atmananda consiste en la invitación a descubrir por ti mismo lo que un elemento aparentemente común, como la "experiencia", es realmente: "Contemplar siempre la naturaleza propia de la Experiencia, traerá esta disolución [de pensamientos]". (21)
De esta naturaleza, la verdadera naturaleza, también se trata aquí en este artículo. La píldora que se muestra aquí, se divide en dos mitades por un ranura, con el fin de indicar la separación primordial, el lugar de la posible "caída" o tentación. También es el lugar donde "el enemigo" puede convertirse en "el amigo". Por encima de la ranura se indica la verdadera naturaleza de la totalidad de la píldora ― lo que, de hecho, es la esencia de todos los aspectos de la píldora. Los términos por debajo de la ranura indican las características generales de la píldora, y muestran algo de su elemento velado de la tentación y la identificación. En realidad, por supuesto, los elementos representados aquí como dos mitades están completamente entrelazados. La píldora ilustra "la singularidad de lo doble": el asombroso múltiplo se ha reducido a un simple "dos".
Hay algunos términos que pueden utilizarse en toda la píldora, por encima, así como por debajo de la ranura: "Yo soy", "Ser", "Seidad", "Experiencia", "Presencia", "Jnana" ― y sobre todo el término de múltiples interpretaciones "el Sí mismo" (Atman) (22). El término Shuddha Sattva quizás indica mejor la diferencia entre la parte superior y la parte inferior. Significa "la cualidad pura y sin mezcla del Ser". Como se ha descrito anteriormente en la segunda parte de "Yo es una Puerta", sattva es la cualidad del ser. Es una de las tres cualidades (gunas) es decir, sattva, rajas (inquietud) y tamas (pereza) que, mezcladas unas con otras, sostienen toda la manifestación. Del mismo modo, la totalidad de la píldora se compone de la mezcla de estas tres cualidades. Shuddha significa "puro, sin mezcla". Nisargadatta explica: "El sattva puro es libertad perfecta de la pereza y la inquietud. El sattva es siempre puro y fuerte. Es como el sol. Puede aparecer oscurecido por las nubes y el polvo, pero sólo desde el punto de vista del perceptor" (23). Este Shuddha Sattva es el elemento curativo en la píldora, la verdadera medicina que da libertad. Se le puede llamar curativo porque está preparado para sacrificarse a sí mismo de la misma manera como el jabón disminuye cuando se utiliza para lavar la ropa. Es cierto que es todavía uno de los gunas, y es, por lo tanto, llamado Sa-guna (lleno de cualidades); sin embargo, en su pureza ya no se aferra a nada, y de esta manera llega a ser en última instancia Nir-guna ― "Eso" que es sin cualidades, y precede a la Experiencia. En la famosa escritura Advaita Viveka Chudamani se dice: "Tamas es destruido por la acción de rajas y sattva. Rajas es destruido por sattva, y por último sattva se disuelve en el puro Brahman (shuddha)". (24)
Ramana Maharshi, que una vez tradujo este texto, en varias ocasiones hablaba de shuddha sattva y de la purificación (shuddi) de la mente (manas) (25). Por ejemplo dijo, "De estas tres [gunas] los aspectos rajas y tamas se aferran e identifican con el cuerpo. El que queda, que es sattva puro, sólo él es la característica natural de la mente, y esto significa aferrarse a la realidad. Sin embargo, en el estado sáttvico puro, el pensamiento-"yo" no es realmente un pensamiento, es el propio Corazón ... El estado en el que la mente sattva pura brilla aferrada al Sí mismo es llamado aham sphurana [es decir, Yo-Yo]." (26)
El sattva sin mezcla, la cualidad del Ser puro, es un reflejo de la Realidad Absoluta o Conciencia Absoluta. Es un espejo totalmente claro: la cualidad del ser que, como espejo de la Conciencia Absoluta es en sí, la "cualidad del conocer". Como el uso lingüístico de Nisargadatta a veces tiende a enfatizar que la consciencia sólo existe gracias al cuerpo (que él a menudo indica claramente como un producto del cuerpo), puede a veces surgir la confusión de que la consciencia es en realidad sólo algo químico o biológico. Por supuesto, eso no es cierto. En la próxima cita se destaca algo completamente diferente, y en lo que a mí respecta llega al corazón: "La luna que danza en el agua se ve en el agua, pero es causada por la luna en el cielo y no por el agua" (27). En otras palabras: la Luz que danza en el cuerpo se experimenta en el cuerpo (como consciencia), sin embargo, esto es causado por la Luz y no por el cuerpo. Si no fuera así, la libertad no sería un hecho inherente, sino una superposición que depende de factores condicionales como prarabdha (karma para ser resuelto en esta vida).
Por lo tanto, la consciencia existe gracias a la Luz, la Conciencia Absoluta. La consciencia es Su reflejo ― aunque lo cierto es que dicho reflejo de la Luz Absoluta sólo puede existir cuando el cuerpo físico hace posible dicho espejo. Es la Luz misma, pero en el sentido experiencial de la palabra. Si miras dentro de la consciencia para ver lo que permite a la consciencia ser, te darás cuenta de que es la Luz la que lo facilita, lo concede, la fuente que conoce todo. No es "una" luz, una fuente observable desde la cual puede notarse una radiación (28), sino la Luz incomprensible, ilocalizable. Es "Eso" que hace posible todo lo demás, e imparte realidad a nuestra consciencia presente.
Es verdad que esta "consciencia" de la manera que la emplea Nisargadatta, es tan irreal en el sentido último como la mente. Sin embargo, permaneciendo y descansando en este nivel intermedio, se puede reconocer gradualmente lo que ya es siempre real dentro de esta consciencia: el elemento conocimiento, el elemento shuddha sattva. De esta manera también se puede reconocer que este es el elemento liberador, porque el elemento conocimiento no está apegado a nada. Como el maestro contemporáneo de Dzogchen Tsoknyi Rinpoche dice: "La misma cualidad del conocimiento permanece sin distracciones" (29). En otras palabras, la atención puede distraerse, pero la cualidad del conocimiento que permite la atención no puede.
La "distracción de la atención" significa que te estás retirando de la misma Experiencia hacia experiencias fascinantes, que por su parte te desvían y arrastran hasta el próximo tema o materia fascinante. Esto es lo que muestra en la imagen la parte inferior de la píldora. Esta parte inferior funciona como la causa de la multiplicidad (las burbujas debajo de la píldora), de ahí el nombre de "cuerpo causal" para ello. Como descubrimos en la segunda parte de "Yo es una Puerta", la simplicidad o singularidad es muy difícil de sobrellevar. La Experiencia en Sí misma, sin algo que experimentar, es difícil de sostener. La sed de experimentar algo es innata desde el nacimiento. Y cuando experimentas algo, pronto quieres más de lo mismo, o, si es negativo, por el contrario, menos. Parece que siempre hay algo más agradable o hermoso que experimentar que lo que realmente está ocurriendo. Esta sed incesante retiene un elemento de seducción, que nos tienta.
La seducción puede parecer moralista, sin embargo, es un término que engloba este fenómeno muy bien. En palabras de Nisargadatta: "Si usted se enreda en el flujo de maya, habrá miseria (¿Se entiendes lo que es el flujo? Toda esa Maya, las actividades?). Usted intenta sacar placer de las actividades de maya, esto es el producto de la seidad. Sea tranquilo en su seidad" (30). De hecho la seducción equivale a la sugerencia de que tienes que ir a alguna parte; que deberías ser diferente, mejor, superior, más libre. La parte inferior de la píldora expresa "ir a" en vez de "permanecer". La "fascinación" es también una buena descripción para esto. Esta palabra significa encantamiento, encandilamiento; en la fascinación estás, en realidad, cautivado, atado (31). Ya que la permanencia-sin-objeto es difícil de sostener, preferimos estar nosotros mismos acoplados a un objeto, lo que nos da algo a lo que aferrarnos. Estamos fascinados por nuestro propio poder creativo: la mente es una maestra en la creación y estamos fascinados por sus productos; todas sus historias. En la fascinación reside la seducción. Estar fascinado significa no-comprensión ― estamos siendo continuamente atraídos lejos de la Comprensión, la comprensión de que somos y siempre hemos sidos libres ― la libertad de la Luz omnipresente.
En la tradición Advaita esta no-comprensión o ignorancia (a-jnana) también se conoce como el "cuerpo causal" que acabamos de mencionar. Es el elemento "causa" en el Sí mismo. Es el comienzo de una serie; es algo que forma parte de una secuela. El término causal muestra que es la causa de otra cosa: que no permanece en lo que en sí es. Al igual que la parte superior de la píldora puede ser llamada brevemente "shuddha sattva", la parte inferior puede ser referida como el "cuerpo causal". Nisargadatta dice: "Hay algo que puede ser llamado el cuerpo de la memoria, o cuerpo causal, un registro de todo lo que se pensó, se deseó y se hizo. Es como una nube de imágenes que se mantienen juntas". (32)
Este conjunto de imágenes por medio de las tendencias (samskaras o vasanas) que contiene, provoca la idea de que eres una persona, un individuo o un "alma". Esta idea nos lleva a identificarnos a nosotros mismos con este individuo, que parece estar separado de otros individuos (como se indica por las burbujas debajo de la píldora). En la tradición Advaita el "germen del estado de jiva", la idea primordial de que eres un individuo o alma (jiva), es considerada sinónima del cuerpo causal del Sí mismo. Ramana Maharshi también demostró que el germen del jiva es en realidad similar al más refinado de los tres cuerpos, ese catalizador que tiene la facultad de idear o crear: "El hombre tiene tres cuerpos, el cuerpo grosero está constituido por los cinco elementos; el sukshma o cuerpo sutil está constituido por manas y prana; y el jiva". (33)
Jiva es un término que se utiliza a menudo de manera ambigua. Esto también ocurre en las escrituras tradicionales Advaita: se aplica tanto para un "alma eterna (es decir, real)", que por error no ve su propia naturaleza, así como para el error en sí, es decir, el supuesto de ser alguien separado, el individuo (jiva) separado de los demás. Haríamos bien, en lo que a mí respecta, que nos limitáramos a nosotros mismos en nuestro uso lingüístico a este último. Ramana dijo francamente: "La gente piensa que son jivas. ... De hecho no hay jivas" (34). Por consiguiente "jiva" o "individuo" es sólo una forma temporal de hablar con el fin de indicar la forma restringida de un cuerpo-mente en el que existes, y que es comparable a una casa. Tú no eres eso.
La ayuda prestada por el nivel intermedio del "yo soy" como una puerta o medicina, se encuentra al llegar aquí, a través de la raíz del error, en lugar de buscar la raíz en el pasado kármico del jiva. Ramana dijo: "Cuanto más rectifica usted su Karma, tanto más se acumula. Encuentre la raíz del Karma y córtela" (35). La raíz del karma está aquí, dentro de la presente Experiencia, dentro de la píldora. Podemos continuar nuestro pasado, es decir, nuestro karma, o podemos ahora reconocer y admitir la libertad. Este es el punto en el que podemos ir en cualquier dirección ― la responsabilidad corresponde a nosotros para ver lo que realmente queremos. Permaneciendo aquí, en la Experiencia Misma, en la "consciencia", podemos reconocer que no tenemos que estar en absoluto debajo de la ranura central de la píldora en la ilustración, lo que significa que no estamos condenados a continuar nuestro pasado. Es fundamental darse cuenta de que esta raíz, esta causa o semilla en realidad no existe. Buscando el comienzo que ya se encuentra dentro del sentido de fascinación ― la fascinación y la identificación ya han comenzado. Nisargadatta dice al respecto: "La gente piensa que yo soy la causa, pero yo no soy la causa, yo soy el soporte . ... El mundo está aquí espontáneamente sin ninguna semilla, de que la creación es sin semilla, pero el mundo está lleno de semillas y la procreación continúa diariamente". (36)
¿Es posible decir algo verdadero acerca de lo que es la multiplicidad? La siguiente declaración es de uno de los Upanishads, que considero una hermosa respuesta a este dilema: "Tomando nacimiento, Usted tiene Sus caras en todas partes". Nisargadatta también comentó sobre el mismo tema: "El único testigo se refleja a sí mismo en los innumerables cuerpos como "yo soy" [como "Experiencia"]. Mientras los cuerpos duran, por muy sutiles que sean, "yo soy" aparece como muchos. Más allá del cuerpo solo hay el Uno". (37)
"Yo soy" es uno. Es un Objeto. También podemos expresarlo de manera diferente, a saber, que es el último objeto. Este último objeto es el mismo en cada uno. Permaneciendo aquí, ya eres libre de la fascinación. A este único Objeto apuntan las conocidas palabras: "El Gurú, Dios, su propio conocimiento ["yo soy"] ― estos tres son uno" (38). Los tres son términos para el último Objeto, dentro y fuera: "Esto" . Harías bien en confinarte a ti mismo a Esto, sea lo que sea "Esto". En otras palabras, permanece con el Objeto presente ― "consciencia" o Experiencia presente.
Siempre que aparece un objeto, hay un Testigo de él ― Tú eres Eso.
Tú mismo no eres un objeto. Estás constantemente mirando desde Ti mismo ya ahora, es decir, desde la Luz, tu propia Luminosidad. El "Testigo" no es algo que exista como tal ― existe sólo cuando aparece un objeto. El Uno se vuelve segundo. Eso es "yo soy", Experiencia. Pero tan pronto como el Testigo se reconoce en la Experiencia, el conocimiento (jnana) se convierte en Comprensión (Jnana o Vijnana). Aquí el medicamento se disuelve, porque ha sido digerido. No hay una segunda persona u objeto. "Esto" resulta ser lo mismo que "Eso", la Realidad indivisa. La llamada píldora es simplemente un espejo temporal. Sólo refleja la Luz.
El "Yo" no puede ser visto. Gracias al espejo ves un reflejo del "yo". Esa es la ayuda, para que puedas reconocerte.
El "Yo" es ya y siempre la Luz Misma. La Fuente Constante de todo ver. A través del espejo del "Yo soy" me doy cuenta de que no soy este reflejo ― la imagen reflejada del "Yo soy". Yo soy siempre el luminoso ver como tal, la Luz Misma.