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Artículos - Philip Renard

"Yo" es una Puerta

Parte III: Atmananda Krishna Menon

Por Philip Renard
Atmananda

En las dos partes anteriores de "’yo’ es una puerta" (1) se prestó atención al singular fenómeno de que la palabra "yo", puede referirse a una entidad estrecha y limitada, así como a Eso que es la Luz infinita, pura Libertad. En los artículos anteriores, tanto en Sri Ramana Maharshi como en Sri Nisargadatta Maharaj se habló acerca de este fenómeno. Ahora vamos a tratar el tercero de los "Tres Grandes", los tres verdaderos grandes maestros del Advaita del siglo XX: Sri Atmananda, o Sri Krishna Menon.

A. Krishna Menon, nació en 1883 en Peringara, cerca de Tiruvalla en el estado de Travancore (ahora parte del Kerala de hoy). Después de completar sus estudios de Derecho se convirtió en Abogado del Gobierno e Inspector y Superintendente de Policía del Distrito. Él dijo una vez que en su juventud oró extensamente para encontrarse con un Sat-gurú, un maestro en el verdadero sentido de la palabra. Un día, en 1919 conoció a un tal maestro, un Swami Yogananda, quien vivía en Calcutta (2). Se conocieron en el transcurso de una sola noche. Krishna Menon quedó particularmente afectado por la gran humildad de este maestro. Más tarde declaró: "Esto paralizó mi ego".

Debido a este encuentro, comenzó una sadhana (práctica espiritual), que contenía tanto bhakti como raja-yoga, así como jnana puro. Después de convertirse él mismo en un maestro, transmitiría a los demás sólo el aspecto-jnana, e incluso criticaba los aspectos bhakti y raja-yoga. (3)

En 1923 realizó su verdadera Naturaleza. Asumió el nombre de Sri Atmananda y comenzó a enseñar. Continuó trabajando en el Departamento de Policía hasta 1939. Después, él dijo una vez que una profesión dentro de la policía o el ejército ofrece una base ideal para una práctica espiritual, porque tal profesión ofrece en particular los máximos obstáculos y tentaciones. (4)

Atmananda murió en 1959 en Trivandrum, la capital de Kerala.

Una de las maneras en que el enfoque de Atmananda llegó a ser conocido en Occidente fue a través del libro The Nature of Man According to the Vedanta por John Levy. Este fue un estudiante Inglés de Atmananda que estuvo con él regularmente. Levy reformuló el enfoque típico de Atmananda en un estilo algo más occidental; aunque retuvo la forma particular y única de Atmananda de tratar la lógica. (5)

Llegué a saber de Atmananda a través de un alumno del fallecido Alexander Smit, un holandés que había sido alumno de Wolter Keers, discípulo de Atmananda. Alexander me dio una copia de dos pequeños libros de Atmananda, Atma-Darshan y Atma-Nirvriti (6). Estos libros son un breve resumen de las enseñanzas de Atmananda; que fueron escritos en su lengua materna Malayalam y traducidos al inglés por él mismo. Durante dos años, Alexander Smit estudió a fondo estos libros. Estoy muy agradecido de haber tenido el privilegio de asistir a estas reuniones; debido a esta oportunidad me familiaricé con el enfoque específico de Atmananda.

¿Qué es específico en su enfoque?

Es su propio uso especial del lenguaje, su lógica particular (o lógica "subjetiva", véase la nota 5), su forma de reducir todas las cosas a su naturaleza última, y en particular su completo énfasis en lo que él llamó el "Principio-Yo".

Para él, este "Principio-Yo" era sinónimo de la realidad última, el Absoluto ― no hay nada que le preceda; es lo que realmente quería decir con la palabra "yo". Dijo, por ejemplo:

"La consciencia pura y la paz profunda son tu verdadera naturaleza. Habiendo entendido esto de la forma correcta, puedes tranquilamente abandonar el uso de las palabras 'Consciencia' y 'Felicidad' y utilizar invariablemente la palabra 'Yo' para denotar la Realidad. No te des por satisfecho con reducir solamente los objetos a Consciencia. No te detengas ahí. Redúcelos más allá al principio-yo. Así también reduce todos los sentimientos a pura Felicidad y después redúcelos al principio-yo." (7)

Aunque a Atmananda le gustaba usar palabras como Consciencia y Felicidad para referirse a lo Último, una cita como esta muestra que en última instancia, él prefería el término "Principio-Yo" (en una ocasión llegó a decir que en comparación con el Principio-Yo ¡la palabra Consciencia puede ser llamada una teoría! (8). Él lo hizo así porque consideraba que la palabra "yo" tiene la menor posibilidad de ser mal interpretada. Todo lo que puede ser percibido puede ser objeto de malos entendidos, sin embargo eso que puede llamarse "tú mismo", eso que no puede ser percibido, el "yo ", no puede causar malentendidos (9). Consideraba al Principio-Yo como la verdadera meta de cada uno, porque en realidad está contenido en todo empeño. (10)

El uso de la palabra "principio" por Atmananda no debe ser considerado como un intento mental o filosófico de entender o encuadrar al "yo". Es su manera de usar una palabra por lo que el "yo" es en sí mismo, el yo como tal. Lo que el "yo" como tal es en realidad, precisamente, es anterior a cada movimiento o encuadre mental.

Con expresiones como "en sí mismo" y "como tal" el lenguaje se queda corto. Aquí el lenguaje llega a sus límites. Algo se está refiriendo a sí mismo. Algo como tal no cambia al momento siguiente en otra cosa. Es el factor constante en lo que siempre cambia, es su verdadera naturaleza. No se basa en ninguna otra cosa. Atmananda utiliza con frecuencia la palabra sánscrita svarupa, verdadera naturaleza, con la que se refería a este factor constante. Él la utilizaba junto con una serie de palabras que consideraba sus sinónimos, como "trasfondo", "contenido", "sustrato", "estado puro" y "estado natural". Atmananda utilizaba estas diversas palabras como indicaciones para una y la misma cosa.

El problema con el lenguaje es que cada intento de referirse a la naturaleza esencial de algo puede, al instante, mal interpretarse. Por ejemplo, un término como "la esencia" puede sugerir la presencia de un pequeño "ser" o "núcleo" dentro de una forma más burda. Como si se pudiera descubrir la esencia de algo agrandándolo cada vez más usando un microscopio, continuamente mirando lo que hay en el interior del núcleo. Algo así también se insinúa repetidamente en los comentarios populares del famoso pasaje "Tú Eres Eso" en el Chandogya Upanishad, en el que Uddalaka enseña a su hijo partiendo una fruta más y más.

Atmananda era un maestro en destacar el error que posiblemente pueda encontrarse en esta falta de visión. Porque este tipo de indagación siempre se queda atrapada en lo que él llamó el "objetivo". Atmananda utiliza los términos objetivo y subjetivo de una manera que es poco común en Occidente. Para él, objetivo no era una indicación para lo imparcial, sino para todo lo que puede ser observado, todo lo que es un objeto para los sentidos y los pensamientos. Lo mismo ocurre con lo subjetivo: aquí no se refería a una visión u opinión coloreada por una persona, sino eso que es meramente el Sujeto, ― eso que, por definición, no puede ser observado, y que por Sí mismo ilumina constantemente todo lo que es objeto. (11)

Esto significa que la indagación sobre algo "dentro" como "esencia" localizable o "núcleo" es inconmensurable con cualquiera idea de lo Último. Por lo tanto, no se puede decir que la investigación moderna de la física y la verdadera auto-indagación son una y la misma cosa, como se sugiere en la actualidad en algunos círculos adváiticos. La Física siempre seguirá estando en el campo de lo "objetivo".

Este es también el caso cuando se utiliza el concepto de "omnímodo" (que lo abarca y comprende todo) para expresar nociones como Cosmos, Espacio o el Infinito. Atmananda una vez nos dio una indicación o información útil:

"El Espacio (Akasha), aunque no es perceptible por los sentidos, es ciertamente concebible por la mente. Por lo tanto es realmente objetivo en su naturaleza. Si eliminamos del Espacio hasta el último rastro de objetividad, dejará de estar muerto e inerte, se vuelve auto-luminoso e inmediatamente resplandece como su fondo, la Realidad." (12)

Todo en la enseñanza de Atmananda tiene que ver con el Sujeto. Se refiere exclusivamente a Eso que conoce. Eso que sabe que no es un Conocedor (no un Él o Ella), sino el Conocer como tal (Jnana). Él llamó también a este "Conocer como tal" como "Experiencia" (Anubhava), queriendo decir Experimentar como tal, y también Sentir como tal (Rasa), ― los tres son sinónimos de la Maravilla que es, en realidad, "Yo" soy. Tomemos por ejemplo lo siguiente:

"El 'Principio-Yo' es la única Experiencia que uno puede tener. Aunque él fuera un hombre ignorante, sólo puede experimentar a Él mismo. (...) Si la experiencia tiene muchos objetos, no es Experiencia. Estás superponiendo los objetos sobre tu Experiencia. Tu Experiencia es una y la misma, siempre".

"Ya te he demostrado que nadie puede conocer o experimentar nada más que su propio Ser, el 'principio-yo'. (...) La única experiencia es 'yo', y 'yo' es la única palabra que denota experiencia"; y "El 'Principio-Yo' es lo único que existe; el 'Yo' tampoco requiere prueba alguna. El objetivo no puede existir independientemente de este 'Yo', y por lo tanto el 'Principio-Yo' es la única Realidad Última". (13)

Esta forma radical de hablar, en la que prácticamente todo puede ser reducido a Eso que conoce, implica que no es necesario que los objetos sean ignorados o eliminados, sino que pueden considerarse indicadores de la Realidad. Con el fin de reconocer el Ser, la mayoría de los textos de la tradición Advaita consideran que es necesario que el estudiante aprenda a no prestar atención a los objetos sensoriales. Sin embargo, Atmananda dejó en claro que, en realidad, nada es un obstáculo. Uno nunca es realmente engullido por un objeto, o impedido por un obstáculo. Nada debe ser eliminado. "Nada oculta la consciencia." (14)

También el llamado ego, no es un enemigo; por el contrario, Atmananda dijo que es una ayuda:

"Incluso el muy despreciado ego es de gran ayuda para la realización de la Verdad. La presencia del ego en el hombre, aún en una forma distorsionada, es mucho mejor que la ausencia de él, como ocurre por ejemplo en un árbol".

"Es la totalidad del ego la que busca y se esfuerza por la liberación. Cuando es dirigido hacia la Realidad última, la parte material desaparece automáticamente y sólo queda la parte Consciencia como principio-yo real. Esto es la liberación." (15)

El énfasis de Atmananda en la no-dualidad radical no significa que él interpretara que en el contacto diario entre las personas el ego haya sido disuelto por completo, y que este era también el caso en el contacto que él mantenía con sus alumnos. En otras palabras, él no tenía la ilusión de que eso que él describía como la verdad última, fuera ya verdad para sus estudiantes o lectores en sus actividades. Por lo tanto, él no creía que fuera útil en absoluto honrar la "no-diferencialidad" o no-dualidad en sus actividades como maestro y oficial de policía. Lo consideraba un escollo gritar demasiado pronto que "todo es Consciencia" en un entorno mundano o relacional, y continuó indicando la "diferencia", siempre que éste fuera el verdadero estado de cosas del estudiante. Así que él consideraba el advaita, la no-dualidad, no aplicable en la relación entre maestro y estudiante.

"Piensa en el Gurú sólo en la esfera de la dualidad". [...] "Aplica a él tu corazón y piérdete en el Gurú. Entonces lo Último baila como un niño delante de ti". (16)

Y además:

"El Advaita es sólo una indicación que apunta hacia el Gurú. No alcanzas el Advaita completamente hasta que no alcanzas el estado sin ego. Nunca pienses siquiera que eres uno con el Gurú. Nunca te llevará hasta lo Último. Al contrario, ese pensamiento sólo te ahogará. El Advaita apunta sólo a lo Último." (17)

Atmananda consideraba la actitud devocional de una gran ayuda. Pero en una instrucción dejó en claro que esta actitud sólo es apropiada para tu propio Gurú.

"Esa persona particular a través de la cual uno tenía el privilegio y orgullo de ser iluminado, esa es la ÚNICA FORMA a la que uno puede adorar y hacer puja, al contenido del corazón, como la persona del Gurú. Es cierto que todo es el Sat-Gurú, pero sólo cuando el nombre y la forma desaparecen y no al contrario. Por tanto, el verdadero aspirante debe tener cuidado de no ser engañado con cualquier avance devocional similar hacia cualquier otra forma, ya sea de Dios o de hombre" (18).

En otra declaración revela lo estricto y dualista que era en lo que respecta a la relación de los estudiantes y el gurú: "Un discípulo nunca debe profesar lealtad a dos Gurús, al mismo tiempo"; a lo que añadió que "aceptar más de un gurú a la vez es aún más peligroso que no tener ninguno en absoluto." (19)

La siguiente historia ilustra cómo en su vida diaria Atmananda mostraba que cada uno de los niveles (absoluto y relativo) requiere su propio enfoque, y que, por consiguiente, no se aplica el enfoque no-dualista al nivel relativo del ser. Al principio de su carrera como Inspector del Departamento de Policía, una vez Atmanana interrogó a un hombre que sospechaba haber robado algo. El hombre lo negaba constantemente... Entonces Atmananda le dijo:

"Si usted realmente ha cometido el robo, como así lo creo, será mejor que lo confiese y admita su error. Si, por el contrario, desea ocultarme la verdad, puede hacerlo, por el momento, pero el Principio en usted que está observando todas sus acciones le hará sufrir durante el resto de su vida por haber mentido una vez. Nunca podrá ocultar la verdad a ese Principio en usted" (20).

Esto muestra la sensibilidad necesaria para vivir la Verdad, y no reclama perentoriamente que la falsedad no es más que Consciencia también. Imagínese las consecuencias de la declaración de Atmananda: ¡mentir una vez acaba en sufrimiento para toda la vida! Si uno se da cuenta de que esta afirmación es hecha por un maestro no-dualista verdaderamente radical, nos estimula a que reflexionemos en toda esta aparente paradoja entre lo que Atmananda enseña al más alto nivel de comprensión y el reconocimiento de las consecuencias de las acciones llevadas a cabo por los individuos en sus actividades diarias. Si nos identificamos con el mundo dualista vamos a experimentar los efectos de nuestras acciones.

A pesar de este manejo preciso de la "diferencia", en el nivel en el que las diferencias sólo tienen que ser manejadas, Atmananda era un no-dualista verdaderamente radical. Su radicalidad le hizo usar un estilo de escritura en la que no habla acerca de un "yo" o un "Principio-Yo", sino desde la perspectiva de eso. En Atma-Darshan escribió algunos pasajes en los que la propia Consciencia está hablando, en el que "yo" está hablando, no un tal "Atmananda" (21). Se invita al lector a mirar las cosas desde este punto de vista del "yo", como la única realidad:

"Yo soy esa Consciencia que permanece después de la eliminación de todo lo objetivo de Mí. (...) Dándome cuenta de que todos los objetos donde estén situados están afirmándoMe, yo disfruto en todas partes y en todas las cosas."

"Es en Mí que los pensamientos y sentimientos surgen y desaparecen. Yo soy su Testigo inmutable. Yo soy la Luz de la Consciencia en todos los pensamientos y percepciones y la Luz del Amor en todos los sentimientos." (22)

Un par de años más tarde, él continuó con ste estilo de escribir en Atma-Nirvriti:

"El mundo brilla por Mi luz: sin Mí, nada es. Yo soy la luz en la percepción del mundo."

"¿Cómo pueden los pensamientos que surgen y desaparecen en Mí, ser diferentes de Mí mismo? Cuando hay pensamiento, Me estoy viendo a Mí mismo; cuando no hay pensamiento, permanezco en Mi propia gloria". (23)

Estos son hermosos textos, que a través de su originalidad pueden provocar un impacto de reconocimiento, incluso más que los textos tradicionales sobre "el" Ser. El Ser, después de todo, sigue siendo una indicación de algo en tercera persona. Cuando se habla del Ser (o el Sí mismo), se está sugiriendo que eso es algo más que "mí" que es después de todo, simplemente yo, la primera persona. No, yo ya soy Eso. Yo soy Eso. "El yo" no es Eso. Se trata del reconocimiento del hecho de que yo ya soy Eso ahora, la Consciencia misma, y que, por lo tanto, puedo permitirme decir eso de Mí mismo.

El autor nos da, a los lectores, el ejemplo de cómo reconocerse a Sí mismo, y luego, como consecuencia, hablar desde esa perspectiva. El lector está igualmente invitado en el siguiente pasaje a experimentar este reconocimiento:

"Yo soy pura felicidad. Todas las actividades de los órganos sensoriales y de la mente apuntan a la felicidad. Por lo tanto todas sus actividades son puja [actos de adoración] hecho a Mí. Yo estoy siempre en reposo, desinteresadamente percibiendo este puja. Una y otra vez Me conmueven inconscientes y caen en la pasividad. Al salir de ella, continúan con su puja. Una vez que comprenden que por medio de sus actividades Me están haciendo puja, y en la pasividad Me están conmoviendo, todo su sufrimiento cesa. A partir de entonces, la acción hecha no será acción, y la pasividad no será pasividad, porque la ignorancia ha sido erradicada." (24)

Atmananda transmite hábilmente en estos textos el entendimiento de que en nuestro pensar y hablar sobre nosotros mismos se puede producir un cambio. Ya estamos mirando desde eso que estamos buscando; que realmente no necesitamos ir a ninguna parte. Muchos autores describen el pensar y el sentir como enemigos, pero en realidad estas facultades expresan la celebración de Nosotros. Todo mi pensamiento "se dirige" en Mi dirección, con el fin de llegar a una disolución en la paz que yo soy, y este dirigirse en Mi dirección no es una agresión. La suposición errónea de que los pensamientos o sentimientos tienen todavía primero que ser eliminados, se traduce en el hecho de la identificación con alguien que sufre ― alguien que está preocupado por estos pensamientos y sentimientos. Atmananda llama a esto justamente puja (y traduce puja en el sentido de "actos de adoralción"), porque Eso hacia lo que esta adoración se dirige es tan completamente No-cosa, que sólo ahí puede ser devorada. Es, por lo tanto, apropiado decir que yo, siendo No-cosa, soy la única verdadera dirección de todos los pensamientos y sentimientos ― que ruegan por disolverse, para permitirles en última instancia descansar en Mí.

"La verdadera naturaleza del pensamiento es la Consciencia, y la verdadera naturaleza del sentimiento es la Felicidad. Cada vez que un pensamiento o sentimiento surge, estás en tu Verdadera Naturaleza como Consciencia y Felicidad."

"Cuando estás en el sueño profundo, te encuentras en tu Verdadera Naturaleza. Cuando estás en una profunda tristeza, te encuentras en tu Verdadera Naturaleza. Cuando estás en el desapasionamiento extremo, o cuando estás aterrorizado, te encuentras en tu Verdadera Naturaleza. Cuando estás en una acalorada argumentación lógica, te encuentras en tu Verdadera Naturaleza. Cuando llegas al final de toda actividad (lo que se llama muerte), te encuentras en tu Verdadera Naturaleza. En todas estas experiencias estás despojado incluso de la idea de un cuerpo o una mente, y cuando trasciendes la mente, estás siempre en tu Verdadera Naturaleza." (25)

Este pasaje realmente cubre todos los estados que podemos experimentar, no hay más que decir. Yo nunca estoy privado de mi Verdadera Naturaleza, no puedo nunca escapar de ella. Este "yo" lo dice todo el mundo ― es exactamente la misma palabra, siempre "yo" (25), siempre apuntando a Sí mismo, que todo el mundo experimenta como "Mí-mismo", mi Verdadera Naturaleza. Todo estado o sentimiento de separación ha sido devorado en Mí. "Yo" ya no es una puerta, sino el Devorador Mismo.

Publicado en The Mountain Path, Abril 2006, p. 44-45.
Notas:
  1. Publicado en dos ediciones de The Mountain Path en 2004 (páginas 23 a 34 de la edición Jayanti y las páginas 45-57 de la edición Aradhana respectivamente).
  2. Este no es el yogui Yogananda, que fue muy popular en Occidente, ni el Swami Yogananda quien fue uno de los discípulos directos de Sri Ramakrishna.
  3. Véase, por ejemplo, las páginas 139 a 140 de Notes on Spiritual Discourses of Sree Atmananda (de Trivandrum) 1950-1959. Tomado por Nitya Tripta. Trivandrum: Reddiar Press, 1963. En la página 140 de este libro Atmananda usa la palabra "obstáculo" para el enfoque de yoga. Este nuevo libro ha sido editado por Ananda Wood (hijo de la Sra. Kamal Wooda mencionada en la página vi del libro, y publicado completamente en una versión digital en Internet. Ver https://www.advaita.org.uk/discourses/downloads/notes_pdf.zip. Aquí (en las notas de este artículo), el libro está indicado como Discourses, la indicación de la versión digital de Ananda Wood es AW, con el número del discurso (los discursos han sido numerados consecutivamente por Ananda Madera), el pasaje mencionado aquí está tomado de AW nr 369.
  4. Discourses, p. 544, AW página 467.
  5. Atmananda una vez redactado el tipo específico de lógica de la siguiente manera: "Ellos [los filósofos griegos] se basan en la lógica y yo también me baso en la lógica. Pero hay mucha diferencia entre la lógica empleada por ellos y la lógica empleada por mí. La lógica empleada por mí es algo subjetivo. La lógica empleada por ellos es algo objetivo. Esa es la diferencia." Atmananda Tattwa Samhita. Austin, TX: Advaita Publishers, 1991, p. 119. Para John Levy, vea el artículo de Hans Heimer en The Mountain Path, Deepam 2004, p. 29-42. John Levy, The Nature of Man According to the Vedanta. London: Routledge & Kegan Paul, 1956.
  6. Atma-Darshan, En Lo Último, por Sri Krishna Menon ― Atmananda. Tiruvannamalai: Sri Vidya Samiti, 1946 (reimpresión: Austin, TX: Advaita Publishers, 1989), Atma-Nirvriti (Libertad y Felicidad en el Ser), por Sri Krishna Menon (Atmananda). Trivandrum: Vedanta Publishers, 1952 (reimpresión: Austin, TX: Advaita Publishers, 1989). En 1977 y 1978 Wolter Keers publicó su traducción al holandés de estos textos.
  7. Discourses, p. 9; AW nr. 21.
  8. Discourses, p. 442, AW nr. 1323.
  9. Discourses, p. 7; AW nr. 17.
  10. Discourses, p. 9 y 8; AW nr. 22 y 21.
  11. Ver nota 5, en la que Atmananda conectaba la noción "subjetivo" a su manera de tratar la lógica.
  12. Discourses, p. 18, AW nr. 42.
  13. Atmananda Tattwa Samhita (ver nota 5), p. 154 y 157; Discourses, p. 218 y 184; AW nr. 600 y 496.
  14. Atma-Nirvriti, capítulo 20, p. 25.
  15. Discourses, p. 191 y 272-273; AW nr. 512 y 802. Lo que Atmananda llama aquí "la parte material", es similar a lo que Ramana Maharshi indicaba por el término "esto" (idam), para diferenciarlo del "yo" (aham). Vea "'yo' es una puerta", parte 1. Atmananda utiliza a veces estos términos así: "Sin el 'yo' (aham) no está ahí, nunca puede estar el 'esto' (idam)." Discourses, p. 443, AW nr. 1324.
  16. Discourses, p. 270, AW nr. 790. Véase también p. 251, AW nr. 713. Ramana Maharshi también ha hecho hincapié en esto en varias ocasiones. Ver Ulladu Narpadu Anubandham, nr. 39, y Talks with Sri Ramana Maharshi. Tiruvannamalai: Sri Ramanasramam, 1955; Talk 458.
  17. Discourses, p. 176, AW nr. 466.
  18. Discourses, p. 16 (no en AW). La expresión "nombre y forma" (nama-rupa) es una expresión clásica en el Vedanta Advaita para toda la manifestación, pero también para la "semilla del mundo" aún no manifestada.
  19. Discourses, p. 545 y 544, y xii; AW páginas 468 y 467.
  20. M.P.B. Nair, Rays of the Ultimate. Santa Cruz, CA: sáb, 1990, p. 53-54, y Atmananda Tattwa Samhita (ver nota 5), p. 45-50.
  21. Atma-Darshan, el capítulo 16 (p. 23) y 17 (p. 24).
  22. Atma-Nirvriti, capítulo 1 (p. 1) y 11 (p. 12).
  23. Atma-Nirvriti, capítulo 19 (p. 22-23). Ver también Discourses, p. 179, AW nr. 476.
  24. Rays of the Ultimate (ver nota 20), p. 125 y 126.
  25. Ver Brihad-aranyaka Upanishad (el Upanishad más antiguo) I.4.1: "En el principio este (mundo) era sólo el ser (atma), en la forma de una persona (purusha). Mirando a su alrededor, no vio otra cosa que el ser. Él primero dijo: 'Yo soy'. Por lo tanto, surgió el nombre de yo (aham). Por lo tanto, incluso hasta el día de hoy cuando uno habla, dice primero 'Este es yo' y luego habla sin importar qué otro nombre pueda tener." The Principal Upanisads. Traducido por S. Radhakrishnan. Londres: George Allen & Unwin, 1953, p. 163.
Fuente: Advaya - Universal Non-Dualism, Advaita Vision