Sección Maestros y Autores

Durante su vida, Robert Wolfe trabajó como empleado de una línea de ensamblaje de automóviles en Detroit, como empleado en una feria, periodista en la ciudad de Nueva York, en una granja de una comunidad zen en California, como jardinero, consultor financiero, conserje. Después de vivir en el área de Mendocino durante cerca de veinte años, donde se casó dos veces y se divorció, compró una caravana y se trasladó a una propiedad en un bosque de secoyas donde se dedico a estudiar intensamente la vida interior. Aquello que él anhelaba incluso antes de casarse y que había dejado de lado, la “búsqueda espiritual”, la iluminación. Al cabo de varios años, y después de ese período de soledad, Robert comenzó a escribir y compartir sus observaciones sobre la realidad que nos rodea y nos incluye. Poco después, Robert se trasladó a Ojai, California, donde continúa viviendo y escribiendo.

En su monografía "El Enigma Absoluto" él dice:

"...Vivía allí en una soledad virtual: leía, contemplaba, paseaba durante horas por el bosque. Al cabo de tres años, algo de repente encajó en su lugar. La búsqueda espiritual terminó por completo. Descubrí la realidad que es ineludible.

La inseparabilidad de todas las cosas, a la que los sabios místicos han aludido persistentemente durante 3.500 años de nuestra historia escrita, se conoce comúnmente como "Unicidad" (o Unidad). Hay un aspecto de esta unidad que es bastante evidente para la mayoría de cualquier mente atenta. Pero el aspecto que parece difícil para muchos de nosotros tiene que ver con nuestra relación personal e individual con esta unidad. Este último aspecto es el que ahora se aclaró para mí.

No era algo que tuviera que agregar a a mi fondo de conocimiento; era que yo veía la verdad en lo que ya estaba realmente presente, pero que había sido pasada por alto o ignorada. La situación es similar a una de esas "ilusiones ópticas", con las que usted probablemente se ha encontrado: como por ejemplo, esa en la que tenemos una copa negra sobre un fondo blanco. Pero además de esta imagen aparente hay otra imagen que no es tan evidente, pero cuando tomamos el fondo blanco en primer plano y la parte negra de la copa como su fondo, aparece una imagen completamente diferente: el contorno de dos perfiles de caras coincidentes cuyas narices casi se tocan.

Mi relación con toda la existencia se reveló ahora en una luz radicalmente diferente... Este cambio radical y repentino de perspectiva fue recibido por mí como una buena noticia. Donde antes había confusión y perplejidad con respecto a la relación del individuo con la totalidad de la existencia, ahora había una claridad calmante. Había una profunda resolución de la inquieta búsqueda que había marcado mis años anteriores, una resolución que no era transitoria porque desde entonces no ha estado aparte de mi conciencia general.

Esperaba compartir las buenas noticias, particularmente con aquellos que sabía que habían buscado simultáneamente conmigo. Yo sabía, por mi propia experiencia, que cierto elemento de esta comprensión unitiva es comunicable de una mente a otra; la analogía se da a veces de una llama que salta de una antorcha a otra antorcha...

La esencia de la comprensión unitiva es que es liberadora; la maravilla de la comprensión unitiva es que es básicamente sin esfuerzo. Su liberación es consecuencia del desapego que engendra. Este no es un desapego de una parte de otra, de un elemento de otro. Es una liberación generalizada del apego, que incluso incluye el desapego a la continuidad de la propia vida. Esta desaparición del apego es, al mismo momento, la desaparición del miedo correlacionado – y eso es liberación dinámica.

Y, por lo tanto, no se trata de que primero uno elimina el miedo; sino que elimina los apegos; y entonces la revelación unitiva encaja en su lugar ... Esta es la verdadera maravilla de la realización unitiva, la deconstrucción sin esfuerzo..."