Libros - Jan Kersschot
volver a sí mismo
Este libro puede ser usado como una iniciación a una nueva manera de ver, a un reconocimiento de que existe otra posibilidad que simplemente lo transforma todo. Las reflexiones que contiene son una invitación a que volvamos a nosotros mismos y a que nos dejemos absorver por el flujo natural de la vida. Si abandonamos las opiniones y el discurso mental y decidimos descubrir las cosas directamente, podremos sentir esa esencia que no requiere ningún enfoque religioso ni filosófico. Es un secreto que está abierto a todos y para descubrirlo no hace falta volverse espiritual o especial. Todos podemos volver a nuestro verdadero Ser. Nadie está excluido. Esa Esencia está aquí y ahora, disponible para usted y para mí.
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Detalles del libro:
- Título: VOLVER A SÍ MISMO
- Título Original: Coming Home
- Autor: Jan Kersschot
- Introducción de: Tony Parsons
- Prefacio de: Douglas Harding
- Traducción de: José Vergara Varas
- Editorial: Sirio
- Año de edición: 2006
- Nº de páginas: 350
- Encuadernación: Rústica con solapas
- Formato: 15 x 23
- ISBN: 978-8478084991
Introducción por Tony Parsons
Conozco a Jan desde hace ya algunos años y me siguen encantando su humor, su lucidez y su pasión por el tema de este libro. El amplio alcance de su contenido refleja la profunda comprensión del autor sobre la naturaleza del despertar.
Volver a Sí Mismo es una obra llena de penetrantes observaciones que ayudarán al lector a ver cuál es su verdadera situación respecto a la liberación.
Es prácticamente imposible expresar con palabras la naturaleza de la liberación porque las mismas palabras que usemos reforzarán la sensación de separación en vez de la de unión.
Al hablar de la iluminación, estamos hablando de algo que se encuentra más allá de la capacidad de compresión de la mente. Y como la liberación trae consigo la comprensión de que no hay nadie a quien liberar, la mente se ve amenazada. Por lo tanto, usará su gran astucia para convencernos de que ella comprende aquello que pretendemos alcanzar y que sólo ella es capaz de llevarnos hasta allí, sea por medio de sistemas o de rituales. Sin embargo, esto no es así.
Cuando se lee un libro de este tipo, es bueno tratar de leer entre líneas para intentar ver lo que está más allá de las palabras. Jan es consciente de esto y escribe de tal manera que consigue llevar al lector a una visión que está más allá de la mente.
Así que disfruten de esta aventura y quizá se produzca alguna misteriosa resonancia y entonces pueda surgir la posibilidad de algo nuevo.
Prefacio por Douglas Harding
El mensaje de este libro puede resumirse de la siguiente manera: el autor es un médico que nos examina como pacientes y se da cuenta de que necesitamos un tratamiento drástico y urgente. ¿Por qué? Porque nos ve como seres humanos totalmente separados unos de otros y por lo tanto padeciendo ese aislamiento. Porque ve que estamos todos enfrentados y sufriendo las consecuencias de ese enfrentamiento. Porque estamos condenados a morir y a todos, consciente o inconscientemente, nos aterroriza la muerte. Y porque estarnos completamente perdidos, sintiéndonos insignificantes ante las inmensidades de espacio y tiempo del universo. En este escenario cósmico, ¿tiene nuestra existencia algo más de sentido que un grano de arena llevado por el viento del desierto del Gobi?
La verdad es que no se trata de un diagnóstico muy alentador y por lo tanto es necesario que lo encaremos con realismo. Una enfermedad tan grave y compleja —en verdad letal— requiere un drástico y poderoso remedio. Este médico lo tiene. El tratamiento recetado no podría ser más intenso, más radical o más eficiente, sobre todo si es aplicado con perseverancia durante el tiempo necesario. Sí, aunque usted no lo crea, el tratamiento funciona, por muy grave que sea la terrible enfermedad que deba curar. Lea este libro y sobre todo lleve a cabo atentamente los experimentos y ejercicios descritos, y así el tratamiento habrá comenzado. Entre tanto, diré lo siguiente como anticipo: hay algo en usted y en mí que está más allá de nuestra compartida humanidad con todos los problemas que he descrito (además de otros muchos). Todos somos esa humanidad como segunda y tercera persona del singular, pero también somos Primera Persona del Singular —cuando decimos Yo soy
—. Y la gloriosa peculiaridad de esa Primera Persona es que está libre de todos los problemas que afligen a la segunda y a la tercera persona. Como Primera Persona del Singular uno es en esencia idéntico a todos los seres sensibles y por lo tanto deja de estar aislado. Como Primera Persona del Singular uno no se halla en conflicto con los otros sino abierto a ellos. Como Primera Persona del Singular usted es la indestructible e inmortal Nada que es la fuente de todo aquello que vive y muere. Y como Primera Persona del Singular usted ya no se encuentra perdido en el mundo sino que el mundo se encuentra y se pierde en Usted. Y uno ha encontrado el sentido de su vida porque Uno Mismo se lo ha dado.
Ésta es nuestra cura. Es el antídoto perfecto para todas nuestras imperfecciones. Para empezar hay que tomarlo varias veces al día, y luego todo el tiempo.