David Rodrigo
Por David Rodrigo 22 de enero de 2024Eres lo que buscas: la felicidad, amor, plenitud, libertad, conocimiento, paz máximos. Pero jamás lo encontrarás donde no se halla, en las experiencias superficiales del mundo. Existen métodos para conocer quién eres en realidad y nacer humano es una oportunidad preciosa para ello. No malgastes tu vida.
Todos buscamos lo mismo: un estado permanente de felicidad máxima. La Plenitud, la Libertad, el Amor, el Conocimiento, la Paz absolutos.
Lo anhelamos, porque lo somos y no lo sentimos.
Pero nacer implica buscar como locos esa felicidad plena donde no se halla jamás: en las experiencias superficiales del mundo mundano, que es efímero y contradictorio, experiencias efímeras del par de opuestos (felicidad-dolor…). Por eso, lo que hoy nos hace felices, mañana nos hará sufrir. La vida es así, en su superficie. Conoce la Realidad de lo Amado y de la Vida.
Lo que buscas es lo que eres, lo que es. Nacer humano es también la oportunidad preciosa de conocerte plenamente, de realizar quién eres. No malgastes tu vida.
Nacer o la oportunidad de encontrarte
Nacemos perdidos. Nacer significa que no sabemos quién somos ni qué es el mundo. Nacer significa que nacemos ignorantes de lo más importante: quién soy yo, qué es todo esto, el mundo que veo. Y, por tanto, qué hago aquí, qué se supone que tengo que hacer aquí. Pero nacer es también la oportunidad para encontrarte.
Todos/as nacemos creyendo con fe ciega que:
- Somos lo que no somos; este individuo.
- La realidad es lo que no es; el mundo que conocemos a través de nuestros sentidos y nuestra mente.
Como consecuencia, toda nuestra vida entera está equivocada. Seas quien seas, hayas hecho lo que hayas hecho. Somos caballos desbocados, sin saber dónde vamos ni cómo llegar; sin claridad en el objetivo de nuestras vidas ni en qué hacer para alcanzarlo.
Pero la vida también nos ofrece remedios. Pero estos pasan por:
- Pararte.
- Escuchar la Sabiduría que también está disponible en la vida para encontrarte.
- Reflexionar y practicar en uno mismo para conocer todas las dimensiones de tu propio Ser y de la Vida.
El Sí Mismo, tu Yo Real, el Ser escondido en la cueva del corazón de todos los seres, es lo que buscas: la felicidad, amor, plenitud, libertad, conocimiento, paz máximos. El único sentido real de la vida es conocer quién eres tú. Pero jamás te conocerás mendigando, hambriento y sediento, experiencias externas.
Conociendo todas las dimensiones de tu Ser (cuerpo, mente consciente, subconsciente, ego, intelecto), hasta el centro de tu Ser (Consciencia pura, Existencia eterna), conocerás la Vida en todos y en todo y amarás y disfrutarás plenamente. De otro modo, la vida es un baile de fantasmas, un espejismo difuso de lo que es.
No creas con fe ciega la información de la realidad que te traen tus sentidos y tu mente. Reconoce, nutre y utiliza correctamente tu luz más clara, la parte más elevada de tu mente-corazón, para guiar con determinación y fuerza interior tu cuerpo-mente hacia la consecución del único objetivo de la vida, la realización por ti mismo, en ti misma, de quién eres tú y la realidad.
Eres lo que buscas, realiza lo que eres.
La vida nos ofrece métodos de conocimiento de tu Yo Real y de la Realidad y de cómo vivir en este mundo para ir avanzando hacia el objetivo de la vida. Y cada pequeño avance que haces, tiene grandes resultados en impulsar tu paz, tu claridad, tu fuerza interior, tu libertad, tu felicidad y el amor profundo, verdadero, el amor que no utiliza a los otros para dar placer al propio ego.