Artículos - Rafael Pulido Moyano
Endomitosis de la Consciencia
Reflexiones metafísicas para una cosmología no dual
(Tercera Parte)
Por Rafael Pulido Moyano 19 de septiembre de 2021 / Versión PDF7. Evolución (a): la odisea de los holones y el campo estructural tetrádico
Los primeros casos de holones posteriores al Big Bang, ya dotados del “error” del espacio-tiempo, fueron probablemente algunas de esas partículas conocidas como quarks, leptones y fotones. Características como el llamado “spin” de estas partículas bien podrían ser la apariencia externa de su lado-conciencia interno. Como el resto de las llamadas “propiedades intrínsecas” de todas las partículas subatómicas, el spin sería meramente una expresión o manifestación externa de la tensión entre su naturaleza original existencia-conciencia ilimitada y su condición adquirida espaciotemporal limitada. El comportamiento de cualquier partícula subatómica y de cualquier estructura más compleja está sujeto a la misma dinámica: resolver la tensión ontológica, que básicamente consiste en reestablecer un estado de equilibrio.
Parcialmente inspirada en las ideas de mi forma Ken Wilber sobre la evolución del kosmos (1995), la TEC sostiene que los objetos del universo visible son estructuras tetrádicas llamadas “holones”. Cada holón es una tétrada de ESPACIO-TIEMPO-MASA-ENERGÍA (o configuración Es/T/M/En). En algún tipo de holones básicos, uno o incluso dos dominios de su tétrada pueden tener valor cero. Por ejemplo, el holón conocido como “electrón” tiene masa cero. Cada uno de los cuatro vértices de todo holón corresponde con un impulso estructural distinto, de modo que cada holón esté constantemente sometido a un campo donde se trenzan esos cuatro impulsos:
- Impulso de Autopreservación: el espacio es la dimensión en la que todos los holones manifiestan su tendencia a preservar su integridad.
- Impulso de Autotrascendencia: el tiempo es la dimensión a través de la cual los holones evolucionan aumentando su profundidad y complejidad.
- Impulso de Autodisolución: la masa es lo que todos los holones pierden en primer lugar cuando se produce su desintegración (obviamente, no se aplica a los holones de masa cero).
- Impulso de Autoadaptación: la energía es lo que todos los holones consumen para alcanzar la mejor adaptación a sus entornos.
Sobre la base de este campo estructural tetrádico, la TEC formula las “leyes de los holones” o tendencias básicas de la dinámica del universo visible:
- Primera ley: todos los holones tienden a conservar el espacio que ocupan.
- Segunda ley: todos los holones tienden a transformarse en un holón más complejo invirtiendo la menor cantidad de tiempo en este proceso.
- Tercera ley: todos los holones tienden a conservar su masa.
- Cuarta ley: todos los holones tienden a hacer el uso más eficiente de la energía para sus propósitos de adaptación.
La TEC sostiene que este campo estructural tetrádico del universo visible es el campo unificado que integra las cuatro interacciones fundamentales consideradas por la física. YO sería este campo unificado. Por lo tanto, las ecuaciones teóricas que describen cada interacción fundamental se pueden vincular a un impulso correspondiente de holones:
- La autoconservación puede describirse a grandes rasgos en términos de interacción nuclear fuerte.
- La autodisolución puede describirse a grandes rasgos en términos de interacción nuclear débil.
- La autoadaptación puede describirse a grandes rasgos en términos de interacción electromagnética.
- La autotrascendencia puede describirse a grandes rasgos en términos de interacción gravitacional.
Antes del Big Bang la igualdad entre existencia y conciencia era absoluta. Si hubiéramos preguntado a cualquier cuerda endorreplicada en las que fui “granulándoME” cuál era la naturaleza de su existencia, la cuerda habría respondido “Yo soy conciencia”, y si le hubiéramos preguntado de qué tenía conciencia, la cuerda habría respondido “Yo soy consciente de que existo” o bien “Yo soy consciente de que soy consciente”, pues ambas respuestas significan lo mismo.
Después del Big Bang, existencia y conciencia parecen separar sus caminos dentro de unos holones que, tarde o temprano, serán absorbidos inevitablemente por agujeros negros. Mientras no se produzca esta absorción, los holones evolucionan, es decir, se autotrascienden aumentando su complejidad o profundidad. A cada momento de su evolución se pueden apreciar los dos aspectos en los holones:
- una apariencia externa de existencia, que es sentida (percibida, reconocida o experimentada) como tal tanto desde la perspectiva de segunda persona de otros holones como desde la perspectiva de primera persona de cada holón;
- una actividad interna de conciencia, que es sentida (percibida, reconocida o experimentada) como tal únicamente desde la perspectiva de primera persona de cada holón.
Así, invocando su condición como “herederos” de las cuerdas pre-Big Bang, podríamos definir a los holones como conglomerados inestables de cuerdas dotados de una forma externa y una experiencia interna de conciencia (o de conocer). La disociación entre ambas dimensiones es, como decimos, la característica esencial de la evolución. Cuando hablamos de la naturaleza humana, parece existir un abismo entre “existir” y “conocer”. La idea de que ambos pueden fusionarse en uno o que ambos son caras de la misma moneda provoca incredulidad y desaprobación en la mayoría de los círculos. Y es entendible, porque en términos físico-matematicos tal idea significa que el producto de la energía por el tiempo es igual al producto de la masa por el volumen, una idea de difícil asimilación.
De la misma manera que los componentes de las cuerdas y las cuatro fuerzas que operaban durante la endomitosis se distribuyeron en dos áreas imaginarias (señalados en la figura 2 con el color verde para “existencia” y anaranjado para “conciencia”), los cuatro impulsos a los que todos los holones están sujetos en el universo visible también se pueden ubicar a lo largo de dos ejes que conectan esas dos áreas (ver figura 4).
Ambos ejes tienen a conciencia como polo positivo y a existencia como polo negativo. En el eje vertical, tomando prestados los términos de mi forma Wilber, la TEC llama a estos polos “Eros” y “Tánatos”. A lo largo de este eje vertical, el holón está sujeto a un aumento o disminución de su lado-conciencia:
- En un extremo de este eje, Eros atrae a todo holón ―a través de la interacción gravitacional― hasta su colapso final en un agujero negro. Representa la tendencia de todos los holones a volver a un estado unificado en el que se ha disuelto cualquier separación entre los lados de existencia y conciencia. Eros es el impulso pro-conciencia por excelencia.
- En el otro extremo de este eje horizontal, Tánatos arrastra hacia “abajo” al holón ―a través principalmente de la interacción nuclear débil― hacia los subholones que lo componen. Tánatos es el impulso anti-existencia por excelencia (e implícitamente anti-conciencia).
En el eje horizontal, usando los términos de mi forma Wilber, la TEC llama a estos polos “Fobos” y “Ágape”. A lo largo de este eje horizontal, el holón está sujeto a un aumento o disminución de su lado-existencia:
- En un extremo, Ágape impulsa el holón ―mediante la interacción electromagnética― en un aumento de su ser al lado de la unión con otros holones de complejidad equivalente. Ágape, al igual que Eros, es un impulso pro-conciencia.
- En el otro extremo, Fobos impulsa al holón ―mediante la interacción nuclear fuerte― hacia una disminución de su lado-existencia, aislándolo de otros holones de complejidad estructural equivalente. Fobos, al igual que Tánatos, es un impulso anti-conciencia.
Como apunte anecdótico, queremos señalar que esta imagen de MÍ como un “Uno” que se convierte en un “Cuatro” después del Big Bang debería recordarnos una observación interesante hecha por mi forma Carl Jung y señalada por mi forma Desmond (2014: 17). En su libro autobiográfico Memorias, sueños, reflexiones, Jung describe los números uno y cuatro de la siguiente manera:
Uno, como primer número, es la unidad. Pero también es “la unidad”, el Uno, Todo-Unicidad, individualidad y no dualidad, no un número, sino un concepto filosófico, un arquetipo y atributo de Dios, la mónada. (…) El enunciado necesario del número cuatro, por tanto, es que, entre otras cosas, es un ápice y al mismo tiempo el final de un ascenso precedente (1989: 310).
8. Evolución (b): la visión de la TEC sobre los agujeros negros
Un holón no es ni más ni menos que una modulación o perspectiva en la que YO-CONSCIENCIA aparezco disfrazada y olvidándome de MÍ. Cada holón o tétrada (Es/T/M/En) se dirige inevitablemente a su absorción por un agujero negro. Los primeros agujeros negros aparecieron justo después del Big Bang. Una vez formado, ningún agujero negro pierde su condición como tal a lo largo de la evolución, y tiende a crecer absorbiendo la energía/materia circundante o a fusionarse con otros agujeros negros. La TEC sostiene que la porción del universo con agujeros negros (el volumen acumulado de todos los agujeros negros individuales en un momento dado del proceso evolutivo) aumenta a un ritmo constante a lo largo de la evolución. El proceso evolutivo termina cuando no queda ningún holón para ser absorbido por los agujeros negros y cuando todos los agujeros negros individuales se han fusionado en un solo agujero negro hipermasivo.
Los agujeros negros juegan un papel crucial en la dinámica cósmica descrita por la TEC. La evidencia científica actual corrobora la existencia de una variedad de agujeros negros en términos de su tamaño, rotación y otros parámetros. Para la TEC, tal variedad se explica en última instancia por la antigüedad de un agujero negro y por la manera en que se formó. La TEC no tiene nada que decir sobre la caracterización matemática de los agujeros negros ni sobre la física involucrada en ellos, aunque puede sugerir algo: la llamada “radiación de Hawking” se interpreta desde la perspectiva de la TEC como un “mensaje” que los agujeros negros transmiten para señalar su posición y de alguna manera “recordar” a los holones circundantes cuál es su inevitable destino.
En cualquier caso, la TEC sostiene que dentro de un agujero negro ocurren ciertos procesos de suma importancia para la dinámica cíclica del cosmos. Los holones parecen desaparecer después de ser engullidos por un agujero negro, ya que cada uno de sus cuatro componentes estructurales (Es/T/M/En) es literalmente absorbido por el agujero negro. Pero los holones tienen algo más aparte de cuatro componentes estructurales: tienen una “historia”. Cualquier holón lleva consigo un registro del camino que ha seguido en su intento por resolver la tensión entre lo que llamamos la “naturaleza ilimitada del ser-conciencia original” y la “condición limitada del espacio-tiempo adquirida”. Como se dijo anteriormente, la TEC sostiene que el comportamiento de cualquier holón tiene como objetivo resolver esta tensión ontológica, que básicamente consiste en restaurar un estado de equilibrio. Es decir, todo holón lleva consigo un registro “autobiográfico” de las vicisitudes que ha atravesado mientras a) conservaba su espacio (primera ley), b) se autotrasformaba en un holón más complejo con el mínimo de tiempo (segunda ley), c) conservaba su masa (tercera ley) y d) hacía el uso más eficiente de la energía para sus propósitos adaptativos (cuarta ley).
La TEC sostiene que estos registros no desaparecen después de que el holón ha sido engullido por un agujero negro. Según la TEC, un agujero negro es una especie de planta de desmontaje cuya función principal es desgajar estos registros de los componentes estructurales (Es/T/M/En) a los que estaban asociados, para luego almacenarlos por separado. Los agujeros negros, al igual que los holones, también están inevitablemente destinados a colapsar con otros agujeros negros. Cada vez que dos agujeros negros se fusionan, sus respectivos almacenes de tétradas Es/T/M/En y de registros se fusionan entre sí dando lugar a otros más grandes. La evolución termina en un solo agujero negro hipermasivo unificado formado por dos almacenes: un primer almacén de aproximadamente 10100 tétradas Es/T/M/En y un segundo almacén de una cantidad impensable de registros “holónicos”.
9. Big Crunch
El primer almacén del agujero negro unificado representa el grado máximo de entropía en el universo, un lugar donde no hay residuos de lo que la ciencia llama “partículas fundamentales” e “interacciones fundamentales”, un lugar donde solo existe un paquete de 10100 tétradas desnudas, despojadas de su historia, esperando un nuevo Big Crunch, cuando se transformarán de nuevo en cuerdas de existencia/conciencia y donde la reversión de la endomitosis comenzará de nuevo. El segundo almacén del agujero negro unificado representa el grado máximo de neguentropía en el universo, un lugar donde una cantidad impensable de registros holónicos esperan un nuevo Big Bang, cuando estos registros estarán disponibles para una nueva generación de holones dispuestos para recorrer otro ciclo de evolución.
Big Crunch es un nombre adecuado, ya que la transformación simultánea de las 10100 tétradas Es/T/M/En en 10100 cuerdas de existencia/conciencia ¡debe ser muy ruidosa! Este ruido va acompañado del producido por la escisión del agujero negro unificado, en virtud de la cual la inmensa reserva de registros holónicos se desprende de él y “viaja” hasta el punto en que está a punto de producirse un nuevo Big Bang, para “orientar”, “inspirar” o “guiar” a una nueva generación de holones a lo largo del próximo proceso evolutivo (según la TEC, Big Crunch y Big Bang son singularidades simultáneas).
10. Reversión de la Endomitosis
La TEC sostiene que, una vez que se produce la fractura dentro del agujero negro unificado y el almacén de registros holónicos se separa del almacén de tétradas desnudas, estas últimas colapsan en un nuevo paquete de cuerdas. Es decir, las tétradas se vuelven a convertir en un nuevo paquete de 10100 cuerdas de existencia/conciencia. Paso a paso, libres de las limitaciones Es/T/M/En y libres de la carga que podrían representar los registros holónicos, las cuerdas (YO SOY CONSCIENTE de que YO SOY CONSCIENTE) van colapsando sus lados de la “derecha” (MI lado “objeto”), “descendiendo” progresivamente a una nueva célula unificada, en la que recobro mi YO original (ver figura 5).
Cada ciclo cosmológico es distinto de los demás, con unas características nuevas. El proceso evolutivo no tiene por qué seguir las mismas rutas, de manera que los holones pueden ser diferentes y encontrar diferentes caminos en cada ciclo. Y estas novedades, que se almacenan dentro de los agujeros negros, influirán en el siguiente ciclo. En cada ciclo los holones tendrán a su disposición más y mejores herramientas para su proceso evolutivo. Esto significa que el proceso evolutivo de cada ciclo será más rápido que el anterior. Los holones serán absorbidos por los agujeros negros más rápidamente en cada ciclo. Por lo tanto, la distancia de tiempo entre dos Big Bangs (o entre dos Big Crunchs) se acortará en cada ciclo. Finalmente, después de un número incalculable de ciclos, el proceso de la evolución apenas duraría una unidad de tiempo de Planck. Aunque la endomitosis y la reversión de la endomitosis no tienen duración porque ambos procesos tienen lugar fuera del tiempo, podemos inferir su “duración”: tomados en conjunto, ambos requieren para su finalización la misma cantidad de tiempo que el proceso evolutivo del ciclo anterior. Así, después de un número impensable de ciclos los procesos de endomitosis y reversión de la endomitosis también durarían una unidad de tiempo de Planck.
Finalmente, tras innumerables repeticiones de ciclo, el Big Bang, el Big Crunch, la endomitosis y la reversión de la endomitosis dejarán de ocurrir, el universo desaparece y solo YO-CONSCIENCIA, permanezco. Acerca de si volveré a escindirme en una díada conciencia/existencia una vez más, comenzando otra serie de ciclos, la TEC prefiere guardar un prudente silencio.
11. Observaciones finales
La imagen del universo que ofrece la TEC es una en la que todas y cada una de las partículas fundamentales del llamado modelo estándar de la física giran en torno al mismo “mensaje”: Yo soy consciente de que Yo soy consciente. Las propiedades y el comportamiento de fermiones, bosones y sus respectivos hadrones (bariones y mesones) pueden explicarse a la luz de la tendencia generalizada a restaurar MI equilibrio. Cualquier instancia aislada de “SOY/espacio” o de “SOY/masa” tiene como objetivo reconectarse con su contraparte “CONSCIENTE/tiempo o “CONSCIENTE/energía”, y cada instancia reunificada de “SOY CONSCIENTE” hace lo mismo con su contraparte “SOY CONSCIENTE”. Pero esta reconfiguración de las cuerdas es solo un requisito para el colapso final de las mismas. El universo se basa en una distinción falsa entre mi lado-existencia y mi lado-conciencia, y lo que conocemos como “evolución” es simplemente un viaje hacia la eliminación de esta distinción.
La TEC sugiere que debería ser posible reformular todas las ecuaciones de campo reduciendo sus variables y parámetros a sus cuatro semillas elementales SOY-CONSCIENTE-SOY-CONSCIENTE. A modo de ejemplo básico, la ecuación más famosa de la física, “e = mc2”, se puede traducir a los términos de la TEC del siguiente modo:
e > [de que SOY] CONSCIENTE
= > [es]
m > [de que] SOY
c2 > SOY-CONSCIENTE / SOY-CONSCIENTE
La ecuación podría leerse de la siguiente manera: “Darme cuenta de mi conciencia es darme cuenta de mi existencia al ser consciente”. Es decir, observar mi conciencia ―tomándola por un objeto― equivale a observar que existo solo mientras soy consciente de que existo. Gracias al genio de mi forma Einstein, la profundidad de e = mc2 radica en que se acerca mucho a la unificación de la díada conciencia/existencia. En cualquier caso, aunque la TEC no está capacitada para entrar en debates de matemáticas o física, como especulación metafísica está diseñado para inspirar a matemáticos y físicos.
Porque soy, puedo conocer. Porque conozco, sé que soy. Desde el punto de vista del lado-existencia, la existencia es lo que permite que un holón pueda conocer. Desde el punto de vista del lado-conciencia, la conciencia es lo que permite que un holón pueda existir. Sin embargo, en última instancia, ambos puntos de vista son falsos, porque toda diferencia entre ambos lados es ficticia. MI existir y MI conocer son no-dos. Como verbo, Existir significa lo mismo que “Ser consciente”. Como sustantivo, Conciencia significa lo mismo que “Existir”. Unidos, existencia y conciencia forman lo que suele denominarse “SER” (otro de MIS nombres). La evolución lleva a los holones ―incluidos los humanos― a colapsar esta falsa distinción. Mente y materia son aquello en lo que, con el Big Bang, parecieron convertirse MI lado-conciencia y MI lado-existencia respectivamente. Pero la materia es simplemente la apariencia que YO presento cuando se me ve a través del filtro de la mente, y la mente es la apariencia que YO presento cuando se me ve a través del filtro de la materia. Para la TEC esto es así, independientemente de la perspectiva científica adoptada. Mi forma Di Biase dijo lo siguiente:
Poniéndolo todo junto: los datos de física holográfica cuántica de Bohm, el principio holográfico de Beckenstein-Suskind, la red holográfica de Smolin, la dualidad de Maldacena, el principio de conservación de energía-entropía de Jacobson, los datos experimentales de la teoría holonómica de Pribram y su extensión realizada por Di Biase, yo veo una interconexión consciente universal holoinformacional extendida. Un entrelazamiento universal en el que cada parte del universo, cada consciencia-cerebro, se interconecta con toda la información cuántica almacenada en los patrones holográficos distribuidos en todo el cosmos, en una unidad informacional cerebro-cosmos indivisible e irreductible. Un universo concebido como información no local holográfica cuántica con consciencia nos muestra una cosmovisión holística y espiritual más amplia que el paradigma clásico materialista cartesiano-newtoniano. También puede reconectar nuestro conocimiento científico con la sabiduría de las antiguas filosofías espirituales de la humanidad que veían al hombre siempre interconectado con el cosmos (Di Biase, 2019: 83).
Poniéndolo todo en pocas frases: mi forma Rafael Pulido Moyano solo ve CONSCIENCIA manifestada como un universo holoinformacional interconectado, solo ve CONSCIENCIA como la sustancia de la cual está hecho el entrelazamiento cuántico y solo ve MI juego creativo en forma de patrones holográficos distribuidos a lo largo y ancho del cosmos. Y él también desea contribuir a reconectar el conocimiento científico con la sabiduría de las antiguas filosofías espirituales de la humanidad, particularmente aquellas construidas sobre la comprensión no dual. Ese es el primer y único interés de la Teoría de la Endomitosis de la Consciencia como teoría cosmológica.
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