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Medardo Rivera

Comprendiendo el Advaita

(Segunda Parte)
Por Medardo Rivera 11 de diciembre de 2022 Versión PDF
Nisargadatta
Nisargadatta Maharaj
1.5. Bhakti Yoga, el camino de la devoción, los nombres de Dios

La aparición del “yo soy” o el estado de eseidad causa también el apremiante deseo de volver al estado original anterior (lo Absoluto), como si se tratara de los molestos síntomas de una grave enfermedad de la cual se añora sanar lo más pronto posible para volver al estado de salud original («esa grave enfermedad es la “sensación siendo”, todo lo demás son sus síntomas»). Esta urgencia por volver a lo Absoluto es sentida por todos los seres y por eso se la conoce como “amor universal”. Este amor es el origen, el impulso y el trasfondo de todos los deseos y ambiciones del ser humano.

«La enfermedad “sensación siendo” no es aparte [o diferente] de lo que parece existir como este cuerpo-universo-consciencia y el conocimiento de que “yo soy”. Ella es una única enfermedad, una única perturbación, y todo lo que acontece ser sentido es sentido en ella»

«Antes de tomar esta forma usted era sin forma; espontáneamente la forma vino, y cuando la forma vino hubo un anhelo natural de volver al estado sin forma»

Este “amor universal” no es igual al “yo amo ser” o Mula Maya comentado en el apartado 1.4. Este amor universal es el trasfondo oculto de lo que conocemos como “la búsqueda eterna” que se manifiesta con el anhelo de ese “algo más” que ignoramos pero que supuestamente pretendemos saciarlo con nuestros pequeños o grandes triunfos, ¡sin lograrlo jamás!

«Vives de esperanzas, pero ni sabes qué esperas»

«Esta sensación “amando”, ella es una insufrible sensación de estar careciendo de esa completitud que era cuando ella no era. Debido a eso, esta sensación “amando” busca enajenada el frescor de su alivio, busca enajenada no sentirse “siendo”. ¿por qué busca ella no sentirse? Ella busca no sentirse debido a que, desvestida de su cualidad “amando”, ella es exactamente idéntica a eso que ella ama [Lo Absoluto]. Esta sensación “amando”, este impulso “amando”, está condenado a la frustración mientras cree encontrar en los objetos de sensación su paz y su alivio. Lo que ella quiere es no sentirse; no sentirse es exactamente no ser sensación “amando”»

«Por favor, comprenda, sentir amor por otros consciente y deliberadamente es una falsedad, no puede ser hecho. Esa sensación “amando” debe ser comprendida y solo entonces el amor mostrará su verdad. ¿Cuál es esa verdad? Usted comprenderá que lo que usted ama es ese estado que era cuando esta sensación “amando” no era; usted comprenderá que esta sensación “amando” es la inclinación irresistible para volver a ese estado que era cuando esta sensación “amando” no era [Lo Absoluto]»

La paz de no sentir ya más deseos no responde a ningún propósito; así, jamás será alcanzada ni siquiera en el iluso caso de vivir en un idílico y eterno paraíso donde todos nuestros deseos sean satisfechos instantáneamente, ya que su satisfacción solo los incrementaría; sería como pretender apagar un fuego echándole gasolina.

«Cualquier experiencia o cualquier satisfacción que usted tenga es momentánea, está destinada sólo a ese momento. Una vez que ese momento ha partido, la satisfacción también se ha ido y todo ha terminado»

«¿Qué es lo que piden sus demandas? ¿Qué es lo que piden sus deseos? Ellos buscan que su aparente separación de lo Absoluto no sea sentida más. No hay absolutamente ningún deseo cuya satisfacción no busque restaurar la paz que precedió a su aparición. ¿Y cuál es esa paz? Esa paz es no sentir más ese deseo. Esa paz es no sentir ya más ningún deseo. En lo Absoluto no hay necesidades»

«El amor, esta sensación “amando”, sabe lo que ella quiere, sabe completamente lo que ella busca; ella, la sensación “amando”, es el mejor “recuerdo” de lo que ella está buscando»

«El objeto de este intenso amor no está al final de ningún proceso de búsqueda espiritual y no será logrado haciendo ningún tipo de práctica; no es la culminación de ningún proceso de mejora, no es tampoco el resultado de un instante de iluminación imprevisible. Todo esto son mentiras, todo esto son falsedades buenas sólo para engatusar a niños glotones»

Nota: Tomar consciencia de este amor universal y potenciarlo hasta su total consumación es el objetivo del Bhakti Yoga. Los seres que han sentido este verdadero amor universal (como Krishna, Cristo, Buddha, etc.) le han dado nombres de Dioses y han recomendado su adoración; y lo han manifestado a través de una profunda compasión hacia todos los seres vivos en general, y hacia toda la humanidad en particular; y han hecho todo lo posible para recordarles su verdadera naturaleza, su divina esencia.

«Aquellos sabios, que comprendieron y trascendieron la fuente misma de este mundo manifiesto, de esta eseidad, de este toque de “yosoydad”, recomendaron a las masas la adoración de los dioses, y finalmente las condujeron a la eseidad»

«Las tradiciones han dado nombres a esta sensación “amando”, nombres de Dioses. Entonces se pide al buscador que recite el nombre; el nombre no es la sensación “amando”; por ello ella puede ser nombrada bajo cualquier nombre, bajo cualquier atributo. El inconveniente de dar un nombre a la sensación “amando” y repetirlo (lo que se conoce como “recitar el nombre de Dios”), es que el buscador tiende a creer que ella es otra cosa; el recitador tiende a creer que él está invocando algo diferente; éste es el inconveniente»

«Se han dado numerosos nombres a los Dioses. Todos ellos representan la misma cosa, repre-sentan este conocimiento de que uno es esta eseidad, esta consciencia. Este conocimiento no se refiere a un individuo, sino al sentido de presencia como un todo»

«Una vez que usted ha comprendido el origen de este movimiento “amando”, de esta actividad “ansiando”, y la razón, la naturaleza de este “deseo de ser”, solamente entonces puede volver a lo que usted es. Una vez que esta sensación “amando” toca eso de lo cual ella es amor [lo Absoluto], una vez que esta sensación “amando” se sumerge en eso de lo cual ella es amor, entonces sólo eso es uno, absolutamente sólo uno»

«Yo y el Padre somos uno»

«No hay ninguna otra cosa como [para tener un destello de] Paramatman excepto “yo amo”. En ese éxtasis, ¿quién va a mirar al cuerpo?» [Para los “locos por Dios” el cuerpo deviene irrelevante]

1.6. La consciencia cósmica, Dios

En la manifestación, la primera y la más pura de las revelaciones de la consciencia es la certeza de existir («sé que yo existo», «yo estoy en la escena»), eso que le da al ser humano el sentido de ser y de existir, la cual también está presente en todos los seres vivientes, por eso en algunos textos sagrados es referida como consciencia primordial, consciencia universal, o consciencia cósmica.

«La consciencia universal no tiene un cuerpo. La consciencia universal deviene manifiesta siempre que un cuerpo entra en la escena. La esencia de los cinco elementos constituye el sustento de la consciencia universal»

Nota: Los cinco elementos: tierra, agua, aire, fuego y éter a los que se hace referencia en la cosmología oriental corresponderían a lo que en la ciencia occidental se conoce como estados de la materia-energía, respectivamente: sólido, líquido, gaseoso, plasma y radiación, los cuales son la base fundamental de la estructura del universo y de todo lo perceptible.

«Esta consciencia universal es conocida como Dios el cual es el todopoderoso, el omnipotente, el omnisciente, el omnipresente y todos los atributos concebibles. Los dioses significan consciencia y estos atributos se dan a Dios en la consciencia, no a lo Absoluto. Lo Absoluto es sin atributos»

«Adore como a Dios a eso que vino con usted, a saber: esta consciencia universal y esta fuerza vital. Ése es el Dios que cualquiera puede conocer; cualquier otro Dios es ajeno a usted»

«Eso que existe en sí mismo y por sí mismo es Dios. La consciencia y la fuerza vital juntas, eso es Dios. Y eso es uno con el cuerpo, porque el cuerpo es el sustento de esta consciencia y de la fuerza vital juntas; usted no puede dividirlos. No hay ningún otro Dios que usted mismo»

«Usted ha creado a Dios debido a que quiere suplicar algo a alguien, y eso es lo que usted llama “espiritualidad”. Si usted quiere encontrar a Dios, profundice en su propio Sí mismo [el Purusha o Atman]; eso es el verdadero almacén de todo. El “yo soy” es el único Dios que complacer y, complacido, te llevará a la fuente»

«El simple hecho de que si no te hubiesen contado sobre tu Dios nunca te hubieses enterado de él, debería ser evidencia más que suficiente para darte cuenta de que él, tu Dios, es solo una fantasía»

«[Hablando como la personificación de la consciencia universal] el Señor Krishna dijo: “Todos son mis expresiones”. Y yo digo: La montaña es de oro y una partícula de esa montaña es oro también. Yo soy esa montaña y cada partícula es mí mismo. La eseidad manifiesta entera es mí mismo, y cada ser es un espécimen de mí mismo. El conocimiento “yo soy” en cada especie es mí mismo. La fuerza vital misma —el principio residente luminoso, brillante, radiante— es mí mismo”»

«En el mundo de la eseidad la consciencia cósmica cuida de cada gusano, pájaro, ser humano y de todas las especies. Todas las especies conocen el arte de vivir»

1.7. Maya, Avidia, la presenciación o Jiva

Al igual que aparecen múltiples imágenes del mismo objeto cuando este está ubicado entre dos espejos que están enfrentados entre sí, esta consciencia cósmica proyecta una infinidad de reflejos o imágenes de sí misma sobre sí misma los cuales, a su vez, están dotados de auto-consciencia y perciben la danza de la creación. Al conjunto de estos reflejos se conoce como Maya, la obscuridad; y a cada uno de ellos por separado, Avidya, la ignorancia. A este estado de consciencia se lo conoce como Presenciación por cuanto existe un mundo que presenciar y una “sensación de ser presencia” o “Jiva”.

Nota 1: Jiva o la sensación de ser presencia es un “yo soy presencia”, sin que esté implicada alguna individualidad. Visto así, el jiva, la manifestación y el cuerpo solo son sensaciones, como la sensación de vivir, la de afecto o la de grandeza; todas ellas son ajenas al SER (Lo Absoluto) y están sujetas al tiempo.

«La felicidad y la infelicidad, la satisfacción y la insatisfacción, ellas son sólo modalidades de sensación, exactamente como sabores; ellas están revelando constantemente que yo, el sentidor actual de ellas, soy en realidad el estado que es cuando ninguna de ellas es sentida»

«Como se usa aquí, La auto-consciencia es la sensación de existencia, de estar vivo. Es el amor de ser la fuente y la causa de todos los deseos»

En la presenciación lo que está presente es solo la “sensación de presencia” como un todo, como lo que ocurre, a veces, en un sueño con ensueños en el cual el soñador no es un personaje del sueño y, por lo tanto, solo lo testifica sin asumir ningún rol. No se trata de la presencia deliberada de algún ente; no se trata de un “yo estoy presente” o un “tú estás presente”. La presenciación acontece de forma espontánea, por sí sola.

«[Se podría decir que] hay dos estados de presenciación: la sensación “siendo” [jiva] que presencia toda esta manifestación, y la presenciación de esta sensación “siendo”, de esta consciencia “siendo”, que acontece a ese eterno principio, Lo Absoluto»

«Maya y el mundo aparecen solo cuando usted es consciente de usted mismo. Si tiene una mente, entonces la tierra, el cielo y las estrellas existirán y usted será capaz de verlas. Cuando la mente muera, no habrá tierra, ni cielo, ni estrellas, ni mundo. Este mundo de maya está construido solo de conceptos»

«¿Cuándo comenzó este proceso de observación? Comenzó con la llegada del estado de vigilia, del estado de sueño profundo, y del conocimiento “yo soy” [formando una tríada], todo enrollado en un único “yo soy”; a esto se lo conoce como nacimiento. Con el supuesto nacimiento ha venido esta tríada, y con su llegada comenzó la observación. La sensación de esta presencia consciente “yo soy” se debe al cuerpo material»

«El estado que era cuando la “sensación siendo” no era, ese estado es “yo siempre”; no ha habido nunca concepción para ese estado; no es la vida de ese estado la que ha sido concebida; no es la vida de ese estado la que está siendo vivida; no es la desaparición de ese estado la que tiene lugar con la presunta muerte. Lo que está siendo vivido es la “vida” de este estado “sensación siendo” que ha sobrevenido sin que jamás haya sido llamado»

«Cuando el cuerpo está aquí el soplo vital (prana) está aquí, la mente está aquí y esa cognitividad o “yosoydad” está aquí; todo esto está siendo mantenido por Maya. Cuando el soplo vital (prana) abandona el cuerpo, esta cualidad de “yosoydad” también desaparece. Esta “yosoydad”, la consciencia, también se funde con la consciencia universal»

«Si el cuerpo no estuviera aquí, la consciencia no estaría aquí. Así pues, esta consciencia necesita al cuerpo [para manifestarse], pero ella no es el cuerpo. Usted estará realmente liberado [de Maya] cuando llegue firmemente a la conclusión “yo no soy el cuerpo, ni el soplo vital (prana)”; entonces su iluminación será perfecta. Esta comprensión es fundamental, un requisito indispensable para esa liberación»

«En el mundo del sueño el conocimiento “yo soy” tiene que estar ahí antes de que el mundo onírico sea creado. Similarmente, el conocimiento “yo soy” debe estar ahí para crear este mundo suyo; pero usted, como lo Absoluto, no es el conocimiento “yo soy”»

«La ilusión principal es solamente esta cognitividad “yo soy”; antes de eso no había ninguna ilusión. Esta cognitividad “yo soy” es la fuente de la ilusión»

Nota 2: Alegóricamente, esta cognitividad “yo soy” es referida como la semilla de la cual brota el árbol de la dualidad o la ilusión; y también como la puerta de salida de Lo Absoluto a la ilusión [“ilusión es esa certeza de existir”]. Se parece un poco a lo aludido en la Biblia sobre el árbol del conocimiento del bien y del mal, así como a la pérdida de la inocencia, la consiguiente expulsión del paraíso y la presencia de un guardián a entrada del mismo. ¿Verdad?

«El conocimiento “yo soy” crea su mundo»

1.8. El individuo, el ego

Cada uno de los reflejos de la consciencia cósmica, al estar dotados de ciertas facultades psico-intelectuales, se percibe a sí mismo como un individuo totalmente independiente, con libre albedrío y una personalidad particular («yo soy así, ¿y qué?»); es decir, como un “ego”. A este estado de consciencia se lo conoce como yoidad porque hace referencia a un sujeto o un “yo” particular, el cual no debe confundirse con el estado “yosoydad” que hace referencia a la certeza de ser, como fue expuesto en el apartado 1.2.

A este “yo” que se percibe a sí mismo como una persona particular se lo conoce como “ego” (un “jiva” revestido de arrogancia) debido a la terquedad con la que los individuos se aferran a la idea de ser una persona específica, un individuo único e irrepetible, asumiéndola como su única realidad, lo que se constituye en el germen de todas las actitudes egoístas.

«Cuando la consciencia bulle en una forma particular [Avidya], que surge espontáneamente, comienza a funcionar en esa manera y asume que ella es un individuo; así, lo que es ilimitado se limita a una forma particular, y comienza el trastorno»

«Ese conocimiento “yo soy” no es individual, es universal. Debido a una falsa identidad creemos que tenemos una consciencia personalizada; pero, en realidad, la consciencia es vasta y sin límites. Nosotros limitamos esta energía sin límites al simple fenómeno que es un cuerpo»

«Es el amor de Sí mismo lo que está funcionando a través de los diferentes cuerpos. Puesto que sólo hay este principio expresándose a sí mismo, de diferentes maneras, a través de los diferentes vehículos, no hay ningún “usted”, ni “yo”, ni “él”»

«No diga que usted es un individuo, observe ser esa sensación “siendo”. Todo el problema es el sentido de ser una entidad separada, alguien aparte, un individuo entre miles de otros; una vez que ese sentido de ser aparte desaparece, eso es verdadera felicidad. Mire usted, parece que haya dos estados, pero en realidad hay sólo uno, el estado que es cuando el amor de ese estado no es»

«Comprenda que no es el individuo el que tiene consciencia, es la consciencia la que asume formas. En la consciencia universal no hay individuos. Ese algo que ha nacido y que morirá es puramente imaginario»

«La fuente, la semilla del mundo, es el conocimiento de que "usted es". Cuando usted se identifique solo con la consciencia “yo soy” encontrará que sólo usted es la multiplicidad y que usted está expresándose a usted mismo en todo este amplio mundo manifiesto; no hay pensamientos ni palabras, usted es todo y todo es usted. Sólo uno de entre millones alcanza este punto»

«Mucha gente está bajo la impresión de que ellos están actuando en el juego de la creación; pero ésta es una noción errónea. Todo lo que sucede es que la luz de la consciencia muestra [ante el “yo”] diferentes cosas sucediendo [incluidas las de su cuerpo]»

«Esta consciencia reflexiva sensación “siendo” ha creado, y sostiene, todas las maravillas en el mundo cuyo crédito se atribuyen los hombres; por otra parte, esta consciencia no tiene ningún control sobre ella misma»

1.9. El intelecto, la mente

Cada individuo se da cuenta de que existe una marcada diferencia entre aquellos actos no corporales de su psiquis-intelecto (pensar, desear, amar, etc.) y los actos mecánicos de su cuerpo (mover los brazos y las piernas, respirar, digerir, etc.). En la cultura oriental, a los primeros se los define como intelecto; y, a los otros, mente; esto se debe a que allí se considera a la mente como un componente o una interfaz que vincula al intelecto con el cuerpo físico y con el mundo.

Nota: Según la filosofía oriental, el ser humano presenta cuatro estados o manifestaciones mentales: Manas, Buddhi, Chitta y Ahamkara, que se corresponden a lo que actualmente en la cultura occidental se conoce como mente sensorial, intelecto, inconsciente y ego, respectivamente.
1.10. La vitalidad, el samadhi, el mantra

Si se observa al cuerpo humano como un mecanismo formado por huesos, cartílagos, músculos, nervios, fluidos, etc. que interactúan entre sí movidos por las fuerzas y reacciones electro-físico-químicas propias de la materia, es comprensible definir como vitalidad a la fortaleza o al vigor que muestra este mecanismo en su funcionamiento; sin embargo, en las culturas orientales se considera que, ajena al cuerpo, existe una fuerza vital (prana) de la que dependen la fortaleza, el vigor y la vida del mismo. Según este punto de vista, en todas las formas vivas podemos percibir: el cuerpo, el soplo vital (prana) y la consciencia.

«El habla es sin el cuerpo, la mente es sin el cuerpo, la fuerza vital es sin el cuerpo, y todo lo que acontece es por efecto de la fuerza vital. La fuerza vital significa movimiento, la consciencia es movimiento. La mente es el principio operativo de esta fuerza vital»

«La mente es un instrumento para la vida, no para comprender algo»

«[En la meditación] Cuando ninguna idea de individualidad está presente la fuerza vital se establece en la consciencia y ya no opera más a través de los sentidos, entonces se establece en lo que se conoce generalmente como samadhi debido a que ya no hay ninguna objetivización»

«Cuando la sensación “siendo” se funde consigo misma, eso es samadhi. Cuando uno no sabe nada, y no sabe que él no sabe nada, eso es samadhi; el cuerpo deviene sereno, ausente; más tarde no hay percepción del cuerpo. Cuando todo está zanjado, eso es sahaja samadhi, el estado más natural o innato, el estado más alto, el estado más allá de todo; ¡raro, muy raro!»

«Impulsado por los deseos el intelecto guía a la mente dando origen al pensamiento; el pensamiento es interpretado y, entonces, tiene lugar la acción. Según esto, toda acción es originada por la fuerza vital la cual, a su vez, es impulsada por los deseos. Usted no puede controlar los deseos; así pues, la única cosa que uno puede hacer es purificar esta fuerza vital»

«Esta consciencia es omnipotente; cualquier imagen o concepto al que usted se aferre, su significado se liberará en su consciencia y [paulatinamente] su consciencia devendrá eso»

«La consciencia opera a través de la fuerza vital y ésta opera a través del pensamiento y de la palabra, la cual es la base de todas las acciones. Cuando, por ejemplo, en la meditación, un mantra es repetido persistentemente durante mucho tiempo, la fuerza vital asume las cualidades que dicho mantra invoca; de ese modo, la fuerza vital se purifica y deviene eso sobre lo que se esté meditando»

Nota: Un mantra es una palabra que hace referencia a alguna cualidad especial de cierta divinidad particular. En cierto tipo de meditación, por ejemplo, se acopla a la respiración algún sonido (como “So Ham”) para evocar el origen del “yo soy”, la eseidad. (Ver nota en 1.5.)

«El “yo soy” es un anuncio de lo Absoluto. Aquel que conoce esto conocerá el principio eterno»

«El “yo soy” te ha llevado fuera [de lo Absoluto], el “yo soy” te llevará de regreso; el “yo soy” es la puerta, ¡vuelve a ella! ¡siempre está abierta!»

1.11. La corporeidad

Finalmente, el “yo” (no el SER) acaba por identificarse con el cuerpo-mente con el que está interactuando en la comedia cósmica, al punto de tomarlo como su única realidad o su sí mismo. A falta de un nombre específico dado por otros autores, a este estado de consciencia lo he llamado “Corporeidad”.

«Usted comenzó sin saber nada, ni siquiera se conocía a usted mismo; usted vino a saber “yo soy” y entonces usted vino a saber otras cosas. Primero que todo apareció esta cognitividad, la cognitividad “yo soy”; más tarde usted abrazó el cuerpo. Ese concepto primario “yo soy” se aferra al cuerpo tomándolo como su identidad, de ahí todo el problema»

«Antes de que usted se descubriera a usted mismo como “yo soy”, usted era en el estado más alto —el gurú de los gurús— el estado Parabrahman. Más tarde, usted comenzó a llenarse con todo tipo de materias más groseras, y descendió a la sensación del cuerpo —“yo soy el cuerpo”. Así pues, todas estas impurezas tienen que ser eliminadas»

«El Jack fruit es un fruto muy grande con una gruesa piel y pinchos puntiagudos por fuera; dentro está el fruto, y dentro de eso está la semilla. Uno usa el fruto, y la semilla que es capaz de producir más fruto está ahí. El cuerpo humano es lo mismo, lo que está afuera es meramente la cáscara, lo que uno usa es la sensación “siendo” [que está] dentro»

«Para la mayoría de las personas su Ser está encerrado en su piel»

«El descenso dentro de este mundo desde lo absoluto es algo como la aparición de un sueño. En un sueño, ¿va usted a alguna parte? La ignorancia raíz es la aceptación de que usted es el cuerpo. No hay ningún descenso dentro de este mundo desde lo absoluto. No hay absolutamente nada que descienda dentro de este mundo desde lo absoluto. ¿Cómo podría ese supuesto descenso acontecer? Ello supondría tres en escena: lo absoluto, lo que desde él desciende adentro de este mundo, y este mundo que atrapa ese descenso y lo esclaviza en esta cámara de horrores. ¿Quién ha visto jamás producirse ese descenso desde lo absoluto dentro de este mundo?»

La manera como usted se percibe a sí mismo, o lo que usted cree ser, no solo está influenciada por la apariencia física o el estado de su cuerpo (soy joven, tengo buena salud, etc.); también lo está por su entorno, su cultura, su educación, sus experiencias, su formación académica y profesional, sus relaciones interpersonales y familiares, su rol o su estatus social, su ocupación, su economía, su religión, sus gustos y preferencias, etc.; así, por ejemplo, si usted está sin trabajo y sin dinero usted se describe como si su situación fuera usted mismo diciendo “estoy arruinado”. Su manera de percibir, de actuar y de reaccionar ante los acontecimientos cotidianos y mundiales también tiene estrecha relación con los factores señalados. Recuerde también las veces en las que un contratiempo inesperado o un simple cambio del clima le hicieron cambiar su predisposición y su estado de ánimo.

Con todo lo dicho se puede concluir de forma categórica que la percepción que usted tiene de usted mismo, el “yo” que usted cree ser, y de su mundo (lo que también incluye su cuerpo-mente por ser parte del mismo) reflejan una mutua, evidente, plena y profunda identificación. Si lo dicho no le convence, piense en la respuesta que usted da cuando le preguntan ¿quién eres?, ¿qué haces?, ¿cómo estás?, ¿cómo te describes?, etc. Así, por mostrar un hecho puntual, su nombre no es sino unas pocas palabras muy sucintas, pero para usted estas han devenido una realidad, la suya, con la que usted se ha identificado plenamente.

«Antes de que seamos atrapados por este sentido cuerpo-mente, nosotros somos sólo el Parabrahman [y jamás dejaremos de serlo.] Pero en el momento en que aparece esta “yosoydad”, abrazamos este cuerpo-mente como nosotros mismos y entonces estamos impli-cados en todos los conceptos y todos los problemas del mundo»

«Todo lo que existe es este “yo soy”; pero este “yo soy” se ha limitado al identificarse con el cuerpo [y su entorno] y ha perdido esta comprensión. Mientras esa identificación esté aquí, usted sólo pensará en beneficiar a esta seudo-personalidad»

«El capital principal, el único capital principal que todo el mundo tiene, es sólo éste: el sueño profundo, el estado de vigilia y ese pequeño toque de “yosoydad”, nada más. Ese es su capital principal, por el cual usted sabe que usted es»

«Cuando usted dice “¿cómo aconteció que yo me identifiqué con el cuerpo?” —¿a cuál “yo” se está refiriendo usted? ¿cuál es ese “yo” que ha devenido entremezclado en el cuerpo y que quiere conocer la respuesta? Rebusque usted en las entrañas de su presunto cuerpo, vea si usted puede encontrarse a usted mismo infuso en alguna de ellas; rebusque en su presunto corazón, vea cómo están infusas sus emociones en él; búsquese a usted mismo en el fondo de esa víscera, tal vez usted se dé de bruces con usted mismo en alguna parte de él. Si fuera cierto que usted está en su cuerpo, entonces usted no debería dejar de buscarse en algún lugar de su cuerpo hasta encontrarse a usted mismo»

Nota: De los diversos “yoes” que creemos ser se tratará más adelante en el apartado 2.2.

«Usted me pregunta “¿Cómo aconteció que yo me identifiqué a mí mismo con el cuerpo?” Usted tiene que comprender que usted está preguntando por un acontecimiento que no ha acontecido nunca. [Su individualidad] es como el hijo no nacido, el hijo de una mujer estéril. Su [supuesta] caída comenzó con la aparición de esa eseidad, de ese “yo soy”»

«Usted jamás ha sido un cuerpo, ni una mente, ni un espíritu».

Resumen:

  • 1.1. Lo Absoluto: Parabrahman, la acción de SER; aquí no existe un “yo
  • 1.2. La eseidad: La certeza de ser, Purusha, Atman, Testigo; «sé que yo soy, pero no sé lo que yo soy»
  • 1.3. La existencia-consciencia-gozo: La certeza de existir; sé que «yo existo», «yo estoy en la escena»
  • 1.4. La manifestación: El despliegue del espacio-tiempo y el universo, Mula Maya o la ilusión cósmica raíz
  • 1.5. El amor universal: La enfermedad del “yo soy”, “vives de esperanzas, pero ni sabes qué esperas”
  • 1.6. La consciencia cósmica: Dios, los cinco elementos
  • 1.7. La presenciación: Maya o la obscuridad, Avidya o la ignorancia, Jiva, el mundo; «sensación de presencia»
  • 1.8. La yoidad: La auto-consciencia, Ego, individuo, persona, libre albedrío; «yo soy así, ¿y qué?»
  • 1.9.1. El intelecto: Las facultades psico-intelectuales; «yo pienso», «yo deseo», «yo amo»
  • 1.9.2. La mente: Las facultades físicas; «yo respiro», «yo camino», «yo actúo»
  • 1.10. La vitalidad: El prana o aliento vital, el samadhi; «yo soy fuerte», «yo soy saludable»
  • 1.11. La corporeidad: El cuerpo-mente, «yo soy guapa», «yo soy bella» (¿90-60-90?)
© Medardo Rivera, 2022