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Artículos - Ananda Wood

La Enseñanza de Sri Atmananda Krishna Menon

Prakriya 5a - La práctica de la indagación

Por Ananda Wood Publicado en Advaita Vision

Los ejercicios religiosos y el yoga han sido utilizados como una preparación personal y cósmica, purificando los motivos personales y ampliando los puntos de vista cósmicos, con el fin de prepararse para una eventual indagación de la verdad imparcial. Al final, esa indagación debe dejar atrás todo desarrollo personal y todo el cosmos que se ve a través del cuerpo y la mente.

Al igual que Ramana Maharshi, Sri Atmananda puso énfasis en la propia indagación. En particular, enseñó algunas prakriyas que no necesitan el uso del culto religioso o de la meditación yóguica. Y animó a muchos de sus discípulos a que se centraran en estas prakriyas, con exclusión de los ejercicios religiosos y el yoga. Le dijo a los discípulos que este sería el camino más directo a la verdad. Esto no lo dijo como una concesión hacia los occidentales. Se lo decía a todo el mundo, ya fueran hindúes u occidentales, u otros, en las nuevas circunstancias del mundo moderno.

Desafortunadamente, hay una idea errónea generalizada de que el culto religioso y el ejercicio de la meditación son esenciales, para poner en práctica la teoría del Advaita. Y este error no es particularmente de los hindúes. Es más frecuente en occidente, puesto que las antiguas formas religiosas y las meditaciones se están volviendo a poner de moda, después de un largo período de represión y abandono.

Pero como dijeron muy claramente tanto Ramana Maharshi como Sri Atmananda, la práctica directa del Advaita no es el desarrollo del carácter a través del culto o mediante el ejercicio de la meditación. La práctica directa es la indagación. Entonces, ¿qué es lo que lleva a la indagación de la imaginación y la postulación teóricas a la práctica real?

Eso no sucede con sólo seguir las prescripciones religiosas o yóguicas. Sino que la indagación se vuelve práctica cuando se dirige genuinamente hacia atrás ― cuando las propias creencias y suposiciones de uno son realmente cuestionadas. Es sólo destronando nuestras propias creencias y prejuicios preconcebidos que el cuestionamiento puede arribar a la verdad más clara. Ese destronamiento pone en práctica la teoría. Y depende del amor a la verdad, el que renunciemos a las preciadas falsedades en las que el ego confía sus auto-contradictorias y engañosas decisiones.

No hay nada nuevo en esta indagación genuina. Siempre ha estado ahí, renovándose con cada generación. Y sigue ahí hoy, renovándose con las circunstancias actuales. Pero no tiene que distinguirse de los preparativos personales que conducen a ella, sino que deben dejarse atrás. Es sólo con el propósito especial de esta distinción que Sri Atmananda habló de las prácticas religiosas y del yoga como "tradicionales". Él no estaba diciendo que la tradición y la indagación sean fundamentalmente opuestas. Lejos de ello, consideraba a la indagación como base fundamental e indispensable de la tradición ― mientras que las prácticas religiosas y el yoga son preparaciones prescindibles en la superficie cambiante, junto con las ideas meramente teóricas.

En particular, la historia que contó fue una en la que había sido perturbado mientras se encontraba abstraído en samadhi, y de repente se dio cuenta de que el verdadero propósito del samadhi sería mejor aprovechado enfrentándose a la perturbación. Él les decía a sus discípulos que sí, que había practicado este tipo de abstracción, pero que la había encontrado bastante innecesaria. En lugar de emplear la declaración "Yo soy consciencia pura" para forzar abstraerse en un estado de nirvikalpa o sin mente, había descubierto que podría hacerlo mejor mediante la comprensión de lo que significa directamente esa declaración. Su significado es directamente mostrado por cada objeto que aparece, incluyendo todos los objetos de los que se abstrae la mente en samadhi.

Mediante la investigación de la experiencia ordinaria, es mucho más práctico ver que cada objeto apunta a la consciencia, de modo que no hay necesidad de abstraerse de él. Pero la práctica ahora no es un ejercicio formal de entrar en un estado especial. Sino que es una indagación que afronta las cosas por lo que son y pregunta exactamente lo que muestran, debajo de todo el aparente maquillaje de la creencia que no ha sido probada adecuadamente.

La última instrucción de Ramana Maharshi fue: "Poned la enseñanza en práctica". La instrucción es muy sencilla y muy pocos estarían en desacuerdo con lo que dice. Sin embargo, puesto que la práctica misma es la indagación, lanza una cuestión práctica: qué es lo que significa exactamente la "práctica". Es interpretada por diferentes sadhakas de manera diferente, no sólo en la teoría, sino en gran medida en la práctica.

Pregunta: Usted dice: "Ninguna percepción, pensamiento o sensación puede en realidad salir fuera de la consciencia. Cuando alguna apariencia sale fuera de la consciencia, desaparece inmediatamente". ¿Probablemente todo lo que usted está haciendo es decir lo que significan las palabras? "Percibir" algo significa ser consciente de una percepción, "pensar" algo significa ser consciente de un pensamiento, "sentir" algo significa ser consciente de una sensación.

Es decir, es parte de la definición de estas palabras que están asociadas con la consciencia. Si un pensamiento "sale fuera de la consciencia", entonces la apariencia en efecto desaparece, ¿pero no se trata simplemente de que, por definición, ya no es un pensamiento, porque no somos conscientes de ello? Así que todo lo que esto demuestra es que (según la definición del diccionario) no hay percepciones, pensamientos o sensaciones fuera de la consciencia. Y "nunca se muestra nada en la experiencia de nadie", porque nadie ve nada sin ser consciente. Volvemos al punto de partida.

Respuesta: El objetivo es decir sólo lo que las palabras significan, y volver al punto de partida. El sentido del argumento es simplemente esto. Aunque imaginemos que hay un mundo exterior que es percibido, pensado y sentido, esto nunca sucede realmente. Todas las percepciones, pensamientos y sensaciones siempre permanecen en la consciencia, y por lo tanto no pueden mostrar realmente nada fuera. Como usted dice, desde el significado mismo de las palabras que usamos, está muy claro que "No hay nada más [salvo la consciencia] que se muestra siempre..."

Así que, cualquier cosa que nuestra mente pueda imaginar, siempre estamos de nuevo en la consciencia, desde donde empezamos a imaginar. Esta imaginación nos hace pensar que nos hemos ido a otro lugar y hemos visto algo más, y que volvemos y traemos cosas. Pero nada de esto sucede en realidad. Siempre estamos de vuelta donde empezamos, e incluso el empezar es falsa imaginación. Nunca hay un ir a ninguna parte, ni un volver de nuevo.

Lo sorprendente es que esto es tan obvio, en el significado de las palabras, como usted señala. El significado mismo de las palabras que utilizamos contradice completamente las descripciones que hacemos de un mundo físico y mental. Y, sin embargo, cuando esto es señalado, la primera reacción es descartarlo, por ser demasiado obvio y trivial.

Sí, efectivamente, la contradicción es evidente; y si no se consideran seriamente sus consecuencias y las cuestiones que plantea, entones permanece trivial. Es entonces sólo una curiosidad del lenguaje, una anomalía teórica, sin importancia real. Entonces, por supuesto, uno necesita experiencias místicas y religiosas, para que lo tomen a uno en serio.

Pero, según la tradición Advaita, si esta contradicción es considerada apropiadamente ―siguiendo sus preguntas hasta su fin último― entonces este cuestionamiento por sí solo es suficiente para encontrar todo lo que hay que encontrar, para darse cuenta de la pura verdad que está más allá de todo compromiso. Por supuesto, la prueba del budín está en comerlo.

Pregunta: Yo también tuve algún problema con la cuestión de la existencia. Usted dijo: "La silla tiene existencia. ¿Qué es entonces esta existencia que pertenece a la silla? Es algo que sólo aparece en alguna parte del espacio y el tiempo. En otro lugar, fuera de esta ubicación particular, desaparece la existencia de la silla". Una vez más, ¿no es esto en realidad lo que significa la palabra?

Parte de la definición del verbo "existir" (dado por mi Oxford English Dictionary on-line) es la siguiente: "que se encuentra, especialmente en un lugar o situación particular". Además, ¿no es la "existencia" un atributo en su uso normal? Yo podría decir que el café tiene negrura, pero yo no sugeriría que la negrura pertenece al café.

Me temo que no comprendo del todo la última parte. ¿Por qué "Para decirlo con más veracidad, sería más exacto decir: 'La existencia tiene la silla'?" ¿Qué quiere decir al hablar de que "la existencia sea completamente cierta"?

Una vez más, estoy contento con la conclusión (¡al menos en teoría!) ― de que nada puede ser una perturbación porque todo apunta a la verdad. Es que no acabo de ver de dónde se desprende esto, de lo que hemos visto antes.

Respuesta: De lo que se trata es sólo de examinar lo que significa la palabra "existir". Y tanto las definiciones de los diccionarios como su uso normal están fuera de toda duda. La definición del diccionario sugiere que hay dos significados ― uno es que existir es encontrarse en general, y el otro es encontrarse en algún lugar o situación particular.

El diccionario favorece la existencia particular, pero una indagación advaita no se resuelve mediante algunas palabras en un libro. Sólo mediante un examen estrictamente lógico de la experiencia directa. Y el examen tiene que ser inflexible en extremo. Para resolver la indagación, no se necesita menos que una verdad viva, más allá de todo nuestro compromiso habitual con verdades parciales que tienen algún elemento seductor y confuso mezclados de falsedad.

La palabra "existencia" sin duda describe algo que está, y está por derecho propio. Implica una realidad común e independiente, vista a través de diferentes apariencias. Son las apariencias las que van y vienen, porque lo que existe es visto desde puntos de vista cambiantes. Lo que existe permanece, independientemente de la forma en que se vea. Cuando algo llamado "existencia" se comprueba que aparece y desaparece, eso contradice el sentido de la palabra. Esto significa que la palabra "existencia" se utiliza para algo que en realidad no existe.

Tome la llamada "existencia" de una determinada silla. Puesto que aparece en algún lugar y tiempo, pero desaparece en otros, en verdad no existe. Hablamos de ella en términos generales como existente, porque es común para algunos puntos de vista diferentes que la vemos cuando miramos en alguna parte del espacio y el tiempo desde distintas ubicaciones. Cada punto de vista es parcial. Muestra algo de la silla, pero no todo. Pero la silla a su vez es una vista parcial de algo más grande que la contiene. Si pensamos en toda la casa en la que está contenida la silla, la silla es una apariencia parcial que tenemos de toda la existencia de la casa. Esta es una apariencia parcial que vemos mirando limitadamente, en la ubicación particular de la silla.

La misma consideración puede a su vez aplicarse a la casa. Al final, la palabra "existencia" no se puede utilizar con la máxima precisión, a menos que se aplique a "todo lo que es". Sólo puede aplicarse adecuadamente a una existencia completa en la que están contenidos todos los objetos aparentes. Sólo esa existencia completa puede ser totalmente cierta, sin la mácula de ningún compromiso con la falsedad.

Cuando esa completa existencia se identifica como la consciencia, entonces cada objeto apunta hacia ella. Cada objeto muestra la presencia de la consciencia pura, y así ayuda a un sadhaka a ver lo que hay realmente ahí. Es sólo en el mundo aparente que un objeto puede distraer la atención de otros. Y sólo entonces el objeto de distracción es una perturbación que se interpone en el camino de percibir otras cosas.

Pero cuando se busca la verdad imparcial, no puede haber una perturbación real. Cualquier cosa que parece perturbar está anunciando sólo su realidad, que es la consciencia pura. Cuanto mayor parece ser la perturbación, más fuerte anuncia esa verdad imparcial. Cuando esto se comprende, todos los aparentes obstáculos son realizados como medios útiles para encontrar lo que es verdad, y establecerse ahí.

Es, sin duda, una especie de divertida paradoja, vista desde las confusiones del mundo.

Sri Atmananda hizo una delicada distinción entre el testigo y el yo real llamado "kutastha" o "atma". El testigo no es la propia consciencia o el propio atma. Sino que el testigo es la última escala en el camino hacia la realización de uno mismo.

La verdad de uno mismo se encuentra aclarando la confusión del ego, que erróneamente confunde al sí mismo conocedor con los actos conocidos de la personalidad. Para aclarar la confusión, el sí mismo conocedor debe ser discernido por completo de todo lo que se conoce como un objeto diferenciado o un acto cambiante. A través de un discernimiento claro e imparcial, debe haber una plena realización de esta dualidad entre el sujeto conocedor y sus objetos o actos conocidos, de modo que no quede rastro de ninguna mezcla entre los dos.

A medida que la dualidad se completa, se alcanza la posición del testigo. Visto desde el ego en el mundo, un último vestigio de dualidad confusa permanece, en la idea del testigo. Todavía quedan por presenciar las actividades cambiantes que aparecen en la mente. Y, a pesar de todos los argumentos intelectuales en sentido contrario, el presenciar todavía aparece un poco como una de esas actividades cambiantes, mientras ilumina las apariencias y registra lo que ha iluminado.

Sin embargo, cuando el concepto del testigo ha sido completamente seguido hasta el final, hacia donde apunta, ya no es una idea, sino una posición real. Y luego, inmediatamente la posición es realmente alcanzada, la idea del testigo se disuelve, sin que quede ahí ningún rastro de dualidad. En consecuencia, el testigo es una consumación de la dualidad que inmediatamente se sumerge en la no-dualidad.

Cuando se comprende completamente, el concepto del "testigo" se disuelve por sí mismo, en esa verdad no-dual del "sí mismo" que también se conoce por otros nombres como "consciencia" y "kutastha".

Literalmente, "kutastha" significa literalmente "estar en la cima más alta" ("Kuta" significa "cima más alta" y "stha" significa "estar"). Así que me gustaría hacer la siguiente interpretación de las estrofas del Bhagavad Gita:

Aquí, en este mundo, hay dos
principios de la vida: uno cambiante, mientras
que el otro permanece sin cambios. Todos los seres
que han llegado a ser están cambiando.
Lo inmutable se llama "Kutastha" ―
que está "en la cima más alta". (15.16)

Porque trasciendo todo cambio e incluso
aquello que no cambia,
a menudo me llaman el "principio supremo",
tanto en los Vedas como en el mundo. (15.18)

Quien me conoce sin confusión,
al igual que ese principio más alto,
se une a mí, por completo,
con el corazón y la mente completamente fusionados. (15.19)

En la primera estrofa (15.16), el nombre de "kutastha" se asocia con el testigo inmutable, lo cual indica que es el más alto punto de vista de la experiencia en el mundo. La siguiente estrofa (15.18) sugiere un "yo" que es aún mayor, completamente más allá del mundo. Y la última estrofa (15.18) nos habla de una disolución completa en esa verdad última del sí mismo, simplemente al conocer sin confusión.

Según Sri Atmananda, ese conocer sin confusión se alcanza inmediatamente en cuanto se alcanza realmente la posición del testigo. Ahí, la disolución en el sí mismo real es inmediata y espontánea, sin que se requiera ningún otro pensamiento o esfuerzo. En otras palabras, al llegar a la cima más alta del punto de vista del testigo, se disuelve inmediatamente su aparente separación como una cima o punto distinto, mientras se funde a sí mismo en la no dualidad.

Así que sí, parece haber una ligera diferencia de terminología entre el Bhagavad Gita y los advaitines como Sri Atmananda, en el uso del término "kutastha". Pero la diferencia es muy pequeña, y tiene que ver con la delicada distinción entre el testigo y el sí mismo. Los advaitines como Sri Atmananda tienden a usar "kutastha" como ocurre en el Ashtavakra Samhita, 1,13:

kutastham bodham advaitam atmanam paribhavaya.
abhaso 'ham bhramam muktva bhavam bahyam atha 'ntaram ..

Libérate de la ilusión:
"Yo soy esta persona aparente
que de alguna manera ha llegado a ser ―
percibida en el exterior o sentida en el interior."

Por lo tanto, reconócete a ti mismo como esa
verdadera individualidad
que está por encima de todas las demás apariencias
como consciencia incondicionada,
no nublada por la dualidad.

Aquí "kutastha" es claramente no sólo el testigo, sino la propia consciencia o sí mismo no-dual, que es la única verdadera individualidad.