Extractos - Roberto Mallón Fedriani
Perla de la doctrina Vedanta (Siddhantabindu)
Madhusudana Sarasvati
Introducción por Roberto Mallón FedrianiEn este trabajo presentamos la primera traducción al español de una obra clásica del Vedanta Advaita titulada Siddhantabindu, o también Siddhanta-tattwabindu. El título español que se ha adoptado viene a corresponderse con los términos sánscritos que lo componen: siddhanta puede traducirse como doctrina o teoría; bindu como punto, gota, pequeña partícula, pequeña gema, y también perla. De aquí esta "Perla de la doctrina Vedanta", pues es precisamente la doctrina Vedanta Advaita la que nuestro egregio autor, Madhusudana Sarasvati, expone en este pequeño pero profundo tratado en forma de comentario a ese poema de Shankaracharya titulado Dasasloki que sintetiza el Vedanta Advaita en diez versos magistrales.
Pinceladas sobre el autor y su obra
Dados los escasos datos históricos existentes al respecto, sobre el lugar de nacimiento de Madhusudana existen discrepancias de opinión. No obstante, a partir del examen del contenido de sus obras, diversos estudiosos coinciden en que habría nacido en el distrito de Faridpur de Bengala, la actual Bangladesh; y en torno al año 1490 D.C.
Su nombre original era Karnalajanayana, y fue educado desde joven en el punto de vista doctrinal (darshana) Nyaya, que se ocupa principalmente de las leyes y principios de la inferencia y de la lógica aplicada a la demostración de la existencia de Brahman ― el principio Absoluto y trascendente según el Hinduismo. Madhusudana destacó por sus aptitudes en el manejo de la lógica y la crítica; aspecto éste que al principio de su camino utilizó precisamente para argumentar en contra del Vedanta Advaita... En la época de Bengala, Madhusudana fue también muy influido por el Bhaktimarga o camino devocional que por aquel entonces imperaba en aquellas latitudes debido a las enseñanzas de Chaitanya Mahaprabhu. Esta última influencia la llevará consigo el resto de su vida, llegando ―como se verá a continuación― a marcar el camino vedántico que luego vendría a adoptar.
En efecto, siendo aun joven, Madhusudana iría cambiando sus puntos de vista a medida que profundizaba en el conocimiento del Vedanta Advaita, y se iría inclinando hacia la visión no dualista. Se cuenta que esta transformación espiritual la sufrió tras emigrar a Benarés con el fin de aprender los fundamentos del Vedanta Advaita, si bien su propósito inicial no era sino el de desarrollar más y mejores argumentos lógicos en contra del Vedanta. Allí entró en contacto con distintos maestros de esta escuela, pero a medida que profundizaba su conocimiento se iba dando cuenta de la superioridad de esta perspectiva. Fue iniciado en el no-dualismo vedántico por el maestro Visvesvarananda Sarasvati, tomando a muy temprana edad el voto de sannyasa o renunciante. Si bien hay opiniones discrepantes al respecto, se cuenta que fue también discípulo de Sri Rama, quién habría sido su paramagurú (o gurú de su gurú), y también de Madhava Sarasvati, el cual algunos han confundido con el gran maestro Sri Vidyaranya, a quien también se le conocía con el nombre de Madhava.
A partir de entonces, Madhusudana dedicará su vida al estudio de los textos sagrados vedánticos, a la enseñanza, y a la composición de importantes obras en las que defiende la temática Vedanta no-dualista ante los Madhava o dualistas. Entre estas obras, destaca el extraordinario tratado titulado Advaitasiddhi, en donde contesta a la escuela dualista de Anandatirtha. Escribió comentarios sobre el Bhagavata Purana y la Bhagavad Gita. Incluso llegó a rebatir distintos puntos de vista expuestos por Sri Shankaracharya en sus comentarios a los Brahma Sutras, destacando sus discrepancias con éste en lo que se refiere a la vía devocional como medio para alcanzar la Liberación o moksha.
De entre sus obras también cabe destacar la titulada Vedantakalpalatika, en donde expone los errores de los otros puntos de vista doctrinales ortodoxos dentro del Hinduismo (Yoga, Samkhya, Mimansa, Nyaya y Vaiseshika) demostrando que el Vedanta Advaita es el que da respuesta adecuada a todas las cuestiones metafísicas que se plantean en el camino del Conocimiento de Brahman o Brahmavidya.
Madhusudana alcanzó una gran relevancia como maestro durante su vida, y llevó a cabo reformas en las órdenes de renunciantes (sannyasines) de su tiempo. Parte de su vida coincidió con la época en la que gobernaba el imperio mogol en muchos territorios de India; tiempos en los que era emperador el gran Yalaluddin Muhammad Akbar. Llegó incluso a vivir durante un tiempo en la corte de este gran rey inclinado al conocimiento metafísico y a la promoción de encuentros de sabios de distintas orientaciones religiosas. Se cuenta que durante aquellos días de convivencia de Islam e Hinduismo, algunos faquires musulmanes, siguiendo a su entender las directrices coránicas, se lanzaron a una campaña despiadada de asesinatos de miembros de las órdenes vedánticas de sannyasines. Llegó un momento en que estos actos se multiplicaron a tal punto que Madhusudana se dirigió a la corte del rey Akbar para hacerle una propuesta.
A partir de ahora Madhusudana daría la iniciación al sannyasa no solo a individuos procedentes de la casta sacerdotal de los brahmines, sino también a otros ―debidamente cualificados para la espiritualidad― pero de la casta guerrera de los kshatriyas y de los comerciantes o vaishyas. La misión de estas nuevas órdenes sería la de defender a todos los sannyasines de los vehementes ataques que ya se habían convertido en un problema en una sociedad en la que, desde la propia corte de Akbar, se proclamaba la tolerancia religiosa; una sociedad en donde musulmanes e hindúes convivían bajo la grandeza de corazón de este emperador, de quien se cuenta que incluso intentó crear una nueva religión resultado de la fusión del Islam y del Hinduismo. La magnanimidad del gran Rey Akbar no podía defraudar a Madhusudana, y aquél estuvo de acuerdo con su propuesta. Desde entonces se abrió la posibilidad de la iniciación sannyasa a miembros de otras castas. Estos ascetas guerreros perduraron hasta hace no demasiadas décadas, y formaban parte del ejercito de Rajput del norte de India.
Madhusudana y la compatibilidad entre la vía Devocional (Bhaktimarga) y la vía del Conocimiento (Jñanamarga)
Uno de los aspectos más interesantes de la obra de Madhusudana que creemos importante comentar aquí, es la compatibilización que realiza entre la vía de realización espiritual por medio del Conocimiento o Jñanamarga ―propia del Vedanta Advaita― y la de la realización vía devocional o Bhaktimarga. Esta confluencia de puntos de vista o de caminos de realización, ―poco común dentro del Vedanta Advaita tradicional― la expuso en obras como Bhaktirasayana (El elixir de la devoción) y en su comentario sobre la Bhagavad Gita o Gudhartadipika. En Madhusudana se compatibilizaba la certeza respecto a Brahman no-cualificado o "sin atributos" (Nirguna Brahman) propia del Jñanamarga y del Vedanta, y la ferviente devoción a la deidad o Brahman cualificado "con atributos" (Saguna Brahman), propia del Bhaktimarga. Siendo así, Madhusudana fue, por un lado, un profundo hombre de conocimiento del Vedanta Advaita, y a la vez un ferviente devoto de Sri Krishna; en especial del Krishna niño que se adora en Guruvayur y en Udipi, a quien consideraba la encarnación del Brahman no-cualificado o Nirguna Brahman. Para nuestro autor no hay contradicción en ello, ya que según él la escuela Advaita ya había prescrito la meditación en el Ser Supremo con atributos como paso preliminar para alcanzar la Liberación, Realización del Atman, o moksha. Madhusudana señalaba que, si bien Shankara establecía que el Ser Supremo carecía de atributos, él mismo compuso himnos devocionales. No obstante ―afirmaba Madhusudana de acuerdo con Shankara― que aunque Brahman se encarne a través de la ilusión universal (Maya), desde el punto de vista de la Realidad última estas encarnaciones serían en última instancia irreales.
Así pues, aun cuando Madhusudana admitía que el camino del conocimiento o Jñanamarga conduce directamente a la Liberación, intentó hacer una síntesis de éste con el camino de la devoción o Bhaktimarga. Como se decía anteriormente, si bien este enfoque es inusual dentro de los escritos vedantinos, ya había sido planteado con anterioridad por Sarvajñatmamuni, autor del Samkshepasariraka.
En esta línea de pensamiento, Madhusudana expone que la Devoción y el Conocimiento son caminos distintos en cuanto a medios, metas, y personas a las que se adecuan. Bhakti ―afirma― tiene la naturaleza de una modificación condicionada de la mente que consiste en experimentar Beatitud. Jñana tiene la naturaleza de una modificación no-condicionada de la mente que es de carácter inflexible y que está iluminada por el Atman sin segundo. Por lo que se refiere a los medios, Bhakti se apoya en la escucha de los méritos de "aquellos que merecen ser adorados" (las deidades), mientras que Jñana tiene como medios de Realización la meditación en los Mahavakyas o grandes aforismos del Vedanta contenidos en las Upanishads. En cuanto a los frutos, Bhakti conduce al Amor de Dios, mientras que Jñana a la eliminación de la Avidya o Ignorancia primordial que es la causa primaria de todos los males.
Dice Madhusudana que todos los seres son elegibles para el camino de la Devoción, (incluyendo bestias y aves... ), mientras que solo los sannyasines ―los renunciantes― se adecuan al camino de la Realización por el Conocimiento. Sin embargo, en su obra titulada Bhaktirasayana, afirma que ―si bien la Liberación o moksha alcanzada por ambos caminos no se diferencia entre sí― la devoción báktica, esto es, la pura Devoción y Amor desinteresado a la Deidad, es superior, ya que "acelera" la Realización de la Verdad más que Jñana.
La devoción ―afirma― asegura la Gracia del Señor. Esta gracia permitirá que, tras la muerte, a los devotos se les revelen en el Cielo de Brahma (Brahmaloka) las Escrituras Sagradas al final del ciclo (Yuga), alcanzando así la Unidad con Brahman (1). Así pues, el devoto no necesita de un gurú y de las disciplinas de escucha (sravana), reflexión (manana) y meditación (nididhyasana) sobre las Escrituras Sagradas (método del Vedanta), sino que cuando se acerca el final del Yuga ―cuando la fe decae― los textos sagrados se hacen fáciles de entender y se revelan a sí mismos, de modo que los devotos los comprenden sin ninguna dificultad debido a la Gracia que se han ganado de parte de la deidad. Una vez adquirido ese Conocimiento, se funden en Brahman alcanzando la Liberación final.
Por otro lado, según Madhusudana, la obtención de la Gracia del Señor evita el castigo de los pecados sin necesidad de llevar a cabo austeridades o ritos propiciatorios. Esto es posibilitado por la devoción y amor a Dios sin esperar nada a cambio. En cuanto a la diferencia de cualificaciones necesarias para seguir el Bhaktimarga o el Jñanamarga, según Madhusudana sólo los renunciantes o sannyasines son aptos para el Jñana porque éstos disponen de las cuatro "ayudas" o "auxilios". (2)
Madhusudana consideraba a Bhakti como uno de los propósitos de la vida: la devoción por la devoción. Bhakti ―decía― no solo es un medio sino que también es un resultado, ya que incluso los Liberados en vida o jivanmuktas son devotos de Dios... Sin embargo, sólo se alcanza la Liberación final por medio del Conocimiento de Brahman; Conocimiento adquirido a través de las palabras del maestro (Jñanamarga) o bien por medio de la Revelación del mismo a través del Creador al "final de los tiempos". Así pues, se puede concluir que el Conocimiento de Brahman (Brahmavidya) es necesario tanto para el bhakta como para el jñani, con lo que la importancia dada a la Devoción por Madhusudana no contradice su a la vez carácter profundamente Vedántico o Jñana.
Por último cabe mencionar que Madhusudana fue también un gran practicante del Yoga, si bien consideraba que el Yoga no es indispensable para alcanzar moksha o la Liberación.
Siddhantabindu
Madhusudana tuvo varios discípulos, entre los que cabe destacar Purushotama Sarasvati, quien escribió un comentario sobre este Siddhantabindu. Otros discípulos y comentaristas del mismo texto fueron Purananda Sarasvati y Brahmananda Sarasvati, pero fue a su discípulo Balabhadra a quien dedicó esta obra.
El texto está estructurado de modo que el autor aprovecha cada una de las slokas o versos del poema Dasasloki de Sri Shankaracharya para utilizarlas como trampolín para la exposición de un comentario de mayor o menor extensión.
En esta "Perla de la doctrina Vedanta" que presentamos a continuación, Madhusudana se centra en refutar los puntos de vista de otras escuelas y en plantear alternativamente los puntos de vista del Vedanta Advaita. Así mismo, expone las opiniones de diversos acharyas vedánticos en relación a importantes conceptos metafísicos.
El desarrollo de la obra se basa principalmente en el método clásico consistente en el planteamiento de objeciones y preguntas de supuestos opositores (cuyo punto de vista doctrinal frecuentemente se hace difícil identificar), y que vienen a reflejar las dudas que pueden surgir en la mente del propio lector; cuestiones a las que se va dando la respuesta adecuada.
Se trata de un texto que en muchas ocasiones no es explícito sino que, dado el carácter condensado y sintético que posee (bindu: punto, perla, síntesis), solo deja entrever las profundas verdades expuestas; como si el autor quisiera incitar al lector el estudio, la reflexión, y la meditación sobre el Vedanta Advaita.