Extractos - Sri Ramana Maharshi
El Puro Silencio
Sri Ramana Maharshi - Guru Vachaka Kovai
Por Sri Muruganar Traducción y comentarios: Sri Sadhu Om y Michael James53 El Puro Silencio
- Sabe que el Sí mismo, el cual ha de ser indagado y obtenido en el corazón como el estado de felicidad por medio del necesario tapas [o Auto-atención], es solo el estado de Silencio [mouna], el cual es experimentado al eliminar el engañoso e inútil conocimiento de las diferencias [junto con su raíz, la ignorancia o el erróneo conocimiento «Yo soy este cuerpo»].
Sadhu Om: El Sí mismo, el cual es el fruto que ha de ser obtenido por medio de la indagación o vichara, es solo el Silencio exento del erróneo conocimiento «Yo soy el cuerpo».
- El estado de la experiencia del único Silencio no-dual [eka advaita mouna anubhuti], que es obtenido como la experiencia del verdadero conocimiento ilimitado [mey-jñana], es solo el brillo [de uno mismo] como el vacío espacio exento de la falsa imaginación que es el surgimiento del malvado ego-mente.
Sadhu Om: El Silencio es solo el estado en el que el ego o la mente, que es meramente una falsa imaginación, ha sido destruido.
- Puesto que solo el Silencio de Sí mismo, que brilla por medio de la pura mente [la pura existencia-consciencia que es exenta de todos los pensamientos], es la puerta a la Liberación, aunque ellos vayan por cualquier vía que sea agradable [para ellos], solo esa puerta es el refugio final.
Sadhu Om: Por medio de cualquier vía que uno vaya hacia el estado de Liberación, uno solo puede entrar finalmente en ese estado a través de la puerta del Silencio ―la puerta de la no-egoidad o no-mente. Sri Bhagavan solía decir, «Por medio de cualquier vía que uno pueda acercarse a la ciudad de la liberación, para entrar en esa ciudad uno debe pagar la tasa de peaje. Esa tasa de peaje es la destrucción del propio ego o mente de uno».
- Solo prestar atención incesantemente y con una mente plenamente [concentrada] al Sí mismo, que es la perfecta realidad no-dual, es el puro Silencio supremo; por otra parte, la mera pereza [desatenta] de la mente torpe, no es nada sino una ilusión defectiva [y tamásica]. Sabe esto.
Sadhu Om: La pereza o indolencia de la mente no es verdadero Silencio. Solo la Autoatención es verdadero y puro Silencio.
- Sabe que solo el Silencio interior ―la fuerza sin-mengua de alabar y adorar incesantemente, sin adorar, los Pies del Señor Shiva por la bella Suprema Palabra [para-vak], que es el puro habla que no surge [es decir, adorar por la Autoatención, el no-surgimiento del ego]― es la adoración natural y verdadera [de la realidad].
- Solo aquellos que han conocido que su realidad es Shiva [el Sí mismo], son aquellos que están empapados en el perfecto y natural estado de Silencio. [Por consiguiente] habiendo eliminado el sentido «yo» en todo otro que Shiva [es decir, habiendo abandonado la propia identificación de uno con todos los adjuntos tales como el cuerpo], permanecen sin acción en Shiva.
- Solo la gloria del estado de Silencio ―en el que uno se ha sumergido y muerto en el principio real [mey-tattva], Dios, que es el Sí mismo sin-ego, por la indagación «¿Quién soy yo, la falsa primera persona?»― es la naturaleza de la observancia de la auto-entrega [sarangati-dharma].
Michael James: La verdadera práctica de la auto-entrega es que uno se sumerja por medio de la indagación «¿Quién soy yo?» y con ello se disuelva y permanezca en Sí mismo, el estado de Silencio que es exento del menor surgimiento del ego, el primer pensamiento «Yo soy esto». Remitirse también al verso 482.
Sri Muruganar: Obsérvese que la idea de este verso, a saber, que solo el Silencio, que es la meta de la Auto-indagación, es la verdad de la perfecta auto-entrega, es expresada también por el gran Santo Vaishnavite Nammazhwar en el siguiente verso suyo: «Sin conocerme a mí mismo, yo vivía como “yo” y “mío” [como si “yo” fuera este cuerpo y estas posesiones fueran “mías”]; Oh Señor de los celestiales seres que es adorado por los dioses, Yo soy Tú y mis posesiones son Tuyas».
- Acordemente al prarabdha [del jiva], lo Supremo hace que el jiva actúe hasta que él [el prarabdha] acaba. Los esfuerzos hechos serán un fracaso debido al prarabdha; [a pesar de] las obstrucciones, él [el prarabdha] dará fruto. [Por consiguiente] permanecer silente [sin tratar de oponerse al propio prarabdha de uno] es lo mejor.
Sadhu Om: Este verso expresa la misma upadesa que Sri Bhagavan dio a Su madre en 1898, cuando ella estaba debatiendo con Él para que regresara a Madurai, a saber, «Acordemente al destino [prarabdha] de cada persona, el Ordenante, estando en cada lugar, les hace actuar. Eso que no va a acontecer nunca, no acontece, por mucho esfuerzo que se haga; eso que va a acontecer, no parará, por mucha obstrucción que se haga. Esto es cierto. Por consiguiente, permanecer silente es lo mejor». Éste y el verso siguiente pueden leerse junto con los versos 150 y 151.
- No es posible para nadie hacer nada opuesto a la orden [niyati] de Dios, que tiene la capacidad de hacer todo. [Por consiguiente] permanecer silente a los Pies [de Dios], habiendo abandonado [todas] las ansiedades de la malvada, defectiva y engañosa mente, es lo mejor.
- Si escrutinizamos [cuál es] el método para acabar [para siempre] con los movimientos de la vacilante mente o ego, que es [como] un reflejo en el agua [ondulante], [descubriremos que] el método es que uno permanezca silentemente prestando atención solo a uno mismo, y no que uno preste atención a esa [vacilante mente], la cual hace que uno caiga del estado [de Sí mismo].
Sadhu Om: El único método para aquietar la errante mente permanentemente es que uno preste atención silentemente a uno mismo [la primera persona «yo»], y no que uno preste atención a la errante mente, la cual no es nada sino un paquete de pensamientos siempre cambiantes que incumben a la segunda y tercera personas. Sin embargo, ¿no escuchamos hoy día que muchos supuestos gurus están aconsejando a los aspirantes, «Continúa observando los pensamientos de la mente», como si esto fuera un verdadero método de práctica espiritual [jñana-abhyasa]? Puesto que todos los pensamientos de la mente no son nada sino la segunda y tercera personas, prestar atención a esos pensamientos es un método inútil que es recomendado solo por los vedantistas que carecen de verdadera experiencia. Para revelar que este método no es de ninguna utilidad para aquietarse permanentemente [i.e., para destruir] la mente, Sri Bhagavan dice en este verso, «El método [correcto] es que uno permanezca silentemente prestando atención solo a uno mismo [la primera persona], y no que uno preste atención a la vacilante mente [la cual es un paquete de objetos de segunda y tercera personas]». Remitirse a las pp. 101 a 102 de The Path of Sri Ramana - Part One para una explicación más extensa.
En el verso 17 de Upadesa Undiyar Sri Bhagavan dice que si uno escrutiniza vigilantemente la forma de la mente, se encuentra que no hay ninguna cosa tal como la mente. Esta enseñanza es mal interpretada por algunas gentes que entienden que uno debe prestar atención u observar la mente, es decir, los pensamientos que incumben a los objetos de la segunda y tercera personas. Sin embargo, debe comprenderse que siempre que Sri Bhagavan nos recomienda escrutinizar la mente, Él no quiere decir que nosotros debemos prestar atención a los pensamientos que incumben a la segunda o tercera personas, sino solo que nosotros debemos prestar atención y escrutinizar a la primera persona o ego, el pensamiento-raíz «yo». Si nosotros prestamos atención así al pensamiento «yo», automáticamente se sumerge y desaparece, mientras que si prestamos atención a otros pensamientos, ellos se multiplican y crecen en fuerza. Por consiguiente, en el presente verso Sri Bhagavan revela que si nosotros prestamos atención a los pensamientos de la vacilante mente, caemos de nuestro natural estado de Autopermanencia, en el cual no puede ser conocida ninguna segunda o tercera persona.
- Aquellos que tienen perfecto conocimiento dicen que solo el estado de verdadero conocimiento [mey-jñana-samadhi], en el que uno permanece sin «yo» [el ego], es mouna-tapas. A fin de experimentar [ese] silencio [mouna], el cual es exento del pensamiento del cuerpo [la sensación «yo soy este cuerpo»], la sadhana es adherirse al Sí mismo en el corazón.
- Solo el puro Silencio que brilla cuando el sentido «yo» [el ego] se pierde por la propia permanencia [de uno] en el corazón, conociendo el propio estado existente real de uno en lugar de ir hacia fuera queriendo y prestando atención a otras cosas, es el límite de Jñana.
Michael James: El estado de Jñana es eso que es exento de límite y más allá de todas las definiciones. Si se ha de dar un límite o definición a Jñana, es solo el puro Silencio que permanece brillando después de que el ego es destruido.