Por Sri Vidyaranya Swami Del Capítulo I de Panchadasi
Saludos a los pies de loto de mi Gurú Sri Shankarananda, cuyo único trabajo es destruir el monstruo de la nesciencia primordial junto con su efecto, el universo fenoménico.
Se inicia esta discusión sobre la discriminación de la Verdad de Brahman(1) respecto de la no-verdad para la fácil comprensión de aquellos cuyos corazones han sido purificados por el servicio a los pies de loto del Maestro.
Los objetos de conocimiento, a saber, sonido, tacto, etc., que son percibidos en el estado de vigilia son diferentes entre sí debido a sus peculiaridades; pero la conciencia de estos, que es distinta de ellos, no difiere debido a su homogeneidad.
El caso es similar en el estado de sueño con ensueños. Aquí los objetos percibidos son transitorios mientras que en el estado de vigilia parecen permanentes. Así pues, hay diferencia entre ellos. Pero la conciencia perceptora no difiere en ambos estados. Es homogénea.
Una persona que se despierta del sueño profundo recuerda conscientemente la ausencia de percepción durante ese estado. El recuerdo se basa en objetos experimentados con anterioridad. De este modo está claro que, incluso en el sueño profundo, se percibe la "necesidad de conocimiento".
En el estado de sueño profundo esta conciencia es de hecho distinta del objeto, pero no de sí misma; y esto es así, al igual que lo es la conciencia en el estado de sueño con ensueños. Por lo tanto, en los tres estados, la conciencia ―al ser homogénea― es la misma. Esto es así también en otros tiempos.
A través de muchos meses, años, eras y ciclos del mundo, pasados y futuros, la conciencia es la misma; contrariamente al sol, ni sale ni se oculta; es auto-reveladora.
La conciencia, que es nuestro Si-mismo (2), es de la naturaleza de la suprema felicidad, ya que es el objeto del mayor amor; y el amor por el Si-mismo se ve en todo hombre, el cual anhela "Que yo nunca cese de ser", "Que yo exista para siempre".
Los otros son amados por el amor del Si-mismo, pero al Si-mismo no se le ama por ningún otro. Es así como el amor por el Si-mismo es el más elevado. De aquí que el Si-mismo sea de la naturaleza de la más elevada felicidad.
De este modo queda establecido mediante el razonamiento que la naturaleza del Si-mismo individual es Ser, Conciencia, y Felicidad (3). El Brahman supremo es similar. Las Upanisads enseñan la identidad de ambos.
Si no se conoce la suprema Felicidad del Si-mismo, no puede darse el amor más alto por El. Si se conoce, no puede haber atracción por los objetos del mundo. Así, decimos que la naturaleza gozosa del Si-mismo, aunque esté revelada, no está revelada.
Un padre puede distinguir la voz de su hijo cuando recita los Vedas dentro de un coro de discípulos, pero puede fallar en reconocer sus peculiaridades debido a una obstrucción que, en este caso, es la mezcla de la voz con las otras voces. De manera similar ocurre con la Felicidad.
Nuestra experiencia con los objetos cotidianos es que "existen", que "revelan". Ahora bien, una obstrucción es aquello que atrofia esta experiencia de existencia y de revelación y produce la experiencia contraria de que no existen, de que no revelan.
En el ejemplo anterior, aun cuando la voz del hijo es plenamente reconocida, la causa de la obstrucción es el coro de voces de todos los muchachos. Por lo tanto, la única causa de todas las experiencias contrarias es, de hecho, la Avidya que no tiene comienzo.
Prakriti(4) es aquello en lo que se refleja Brahman, que es pura Conciencia y Felicidad, y está compuesto de Satva, Rajas y Tamas(5) en estado homogéneo. Prakriti es de dos tipos.
Cuando el elemento Satva es puro, a Prakriti se le conoce como Maya; cuando es impuro, mezclado con Rajas y Tamas, se le llama Avidya. Brahman, reflejado en Maya(6), es conocido como el omnisciente Ishwara que controla a Maya.
Pero el otro, es decir, el Jiva(7) que es Brahman reflejado en Avidya(8) está sujeto a Avidya o Satva impuro. El Jiva es de diferentes grados debido a los distintos niveles de agregación de Rajas y Tamas con Satva. Avidya ―la ignorancia― es el Cuerpo Causal. Cuando el Jiva se identifica a sí mismo con este Cuerpo Causal se le denomina Prajña(9).
A la orden de Ishwara(10) y en aras de la experiencia de Prajña, los cinco elementos sutiles (éter, aire, fuego, agua, y tierra) surgieron de la parte de Prakriti en la que predomina Tamas.
De la parte sátwica de los cinco elementos sutiles de Prakriti surgieron a continuación los cinco órganos sensoriales sutiles: oído, tacto, vista, gusto y olfato.
De una combinación de todos ellos, esto es, de porciones sátwicas de los cinco elementos sutiles, surgió el órgano de la concepción interna denominado Antahkarana(11).
De la porción Rajas de los cinco elementos surgieron a continuación los órganos de acción conocidos como el habla, las manos, los pies, y los órganos de excreción y generación.
De una combinación de todos ellos, esto es, de las porciones rajásicas de los cinco elementos sutiles surgió el aliento vital o prana. Una vez más, debido a las diferencias de función el aliento vital se dividió en cinco: prana, apana, samana, udana y vyana(12).
Los cinco órganos sensoriales, los cinco órganos de acción, los cinco alientos vitales, la mente y el intelecto; juntos los diecisiete forman el Cuerpo Sutil, que se denomina Suksma o Linga Sharira(13).
Al identificarse a sí mismo con el Cuerpo Sutil y pensando que le pertenece, Prajña llega a ser conocido como Taijasa(14) e Ishwara como Hiranyagarbha(15). La diferencia entre ellos es la que hay entre lo individual y lo colectivo; esto es, uno se identifica con un único cuerpo sutil y el otro con la totalidad de cuerpos sutiles.
Como Hiranyagarbha, Ishwara es llamado "totalidad" debido a su sentido de identificación con todos los cuerpos sutiles del universo. El otro ―Taijasa― es llamado "individual" porque carece de este conocimiento y es consciente solamente de su si-mismo, al estar identificado con su propio cuerpo sutil.
A fin de proporcionar objetos de disfrute a los Jivas y hacer que los cuerpos se adecuen para dicho disfrute, el todopoderoso Ishwara ha hecho que cada elemento sutil participe de la naturaleza de todos los demás.
Dividiendo cada elemento en dos mitades iguales y una mitad de cada una de ellas a su vez en cuatro partes iguales, el Señor mezcló los elementos sutiles de manera que cada elemento grosero formado de este modo contuviera la mitad de su propia naturaleza peculiar y un octavo de cada uno de los otros cuatro.
De estos elementos compuestos surgió el Huevo Cósmico, y de él evolucionaron todos los mundos así como todos los objetos de la experiencia y los cuerpos en los que la experiencia tiene lugar. Cuando Hiranyagarbha se identifica a sí mismo con la totalidad de cuerpos groseros se le conoce como Vaisvanara(16); cuando Taijasa hace lo mismo con los cuerpos groseros individuales de los devas(17), de los hombres o de los animales inferiores, entonces se le conoce como Visva (18).
Ellos son solamente cosas externas y carecen del conocimiento de su verdadera naturaleza interna. Ellos ejecutan acciones por el disfrute, y a su vez disfrutan ejecutando acciones.
Ellos van de nacimiento en nacimiento; al igual que gusanos caídos en un río, son absorbidos de un remolino a otro y nunca alcanzan la paz.
Cuando dan sus frutos las buenas acciones que realizaron en nacimientos pasados, los gusanos disfrutan del descanso al ser sacados del río por una persona compasiva que los coloca o la sombra de un árbol en la orilla.
De manera similar, los Jivas, encontrándose a sí mismos en el remolino del Samsara(19), reciben la iniciación apropiada de un maestro que ha realizado a Brahman, y diferenciando el Si-mismo de sus cinco envolturas, alcanzan la felicidad suprema de la liberación.
Las cinco envolturas del Si-mismo son las del alimento, del aire vital, de la mente, del intelecto, y de la felicidad. Envuelto en ellas, olvida su propia naturaleza y se hace sujeto a la transmigración.
Al cuerpo grosero, que es el producto de los cinco elementos se le conoce como la envoltura del alimento. A esa porción del cuerpo sutil que se compone de los cinco alientos vitales y de los cinco órganos de acción, y que es el efecto del aspecto Rajas de Prakriti, se le llama la envoltura vital.
La mente dubitativa y los cinco órganos sensoriales, que son el efecto de Satva, constituyen la envoltura de la mente. El intelecto discriminativo y los órganos sensoriales constituyen la envoltura intelectual.
Al Satva impuro que está en el Cuerpo Causal junto con la dicha y otras Vrittis(20) se le denomina la envoltura de la felicidad. Debido a su identificación con las diferentes envolturas, el Si-mismo asume sus respectivas naturalezas.
Mediante la diferenciación del Si-mismo de las cinco envolturas a través del método de la discriminación entre lo variable y lo invariable, uno puede extraer su propio Si-mismo de las cinco envolturas y alcanzar el supremo Brahman.
El cuerpo físico presente en la conciencia de cada uno está sin embargo ausente en el estado de sueño con ensueños, pero el elemento presenciador ―la pura Conciencia― perdura tanto en el estado de vigilia como en el de sueño con ensueños Esta es la presencia invariable del Si-mismo. Aunque el Si-mismo se percibe, el cuerpo físico no; luego este último es un factor variable.
De manera similar, en el estado de sueño profundo el cuerpo sutil no se percibe, pero el Si-mismo invariable presencia ese estado. Mientras el Si-mismo perdura en todos los estados, el cuerpo sutil no se percibe en el sueño profundo y por ello es llamado factor variable.
Por la discriminación del cuerpo sutil y el reconocimiento de su carácter variable y transitorio, se comprende que las envolturas de la mente, del intelecto y de los alientos vitales son diferentes del Si-mismo, ya que las envolturas son condiciones de los tres gunas y difieren unas de otras cualitativa y cuantitativamente.
La ignorancia o Avidya, manifestada como Cuerpo Causal o envoltura de la felicidad es negada en el estado de meditación profunda, en el cual no se experimenta ni el sujeto ni el objeto, pero el Si-mismo perdura en ese estado; así pues, es el factor invariable. Pero el Cuerpo Causal es un factor variable, pues aunque el Si-mismo perdura, aquel no.
Así como la fina médula interior de la hierba munja puede desprenderse de su gruesa cobertura externa, así el Si-mismo puede distinguirse mediante el razonamiento sobre los tres cuerpos o las cinco envolturas.
Así es como se demuestra a través del razonamiento la identidad entre Brahman y el Jiva. Esta identidad se enseña en los textos sagrados a través de frases como "Tú eres eso" (21). Su método de explicación de la verdad es mediante la eliminación de los atributos extraños.
Brahman se convierte en la causa material y eficiente del mundo cuando se asocia con esos aspectos de Maya en los que predominan Tamas y Satva respectivamente. Este Brahman es al que se alude con "eso" en el texto "Tú eres eso".
Cuando el supremo Brahman superpone Avidya sobre Si-mismo ―esto es, mezcla Satva con Rajas y Tamas― creando de este modo deseos y actividades en Si, entonces se hace referencia a Él como "Tú".
Cuando se niegan los tres aspectos mutuamente contradictorios de Maya, permanece el Brahman único e indivisible cuya naturaleza es Ser, Conciencia y Felicidad. Esto es lo que indica el gran dicho "Tú eres eso".
En la frase "Este es aquel fulano de tal", "este" y "aquel" se refieren a distinto tiempo, lugar y circunstancia. Cuando se desechan las connotaciones particulares de "este" y de "aquel", entonces "fulano de tal" permanece como su base común.
De manera similar, cuando se niegan los adjuntos de Brahman, que son Maya, Avidya y el Jiva, entonces permanece el supremo e indivisible Brahman, cuya naturaleza es Ser, Conciencia y Felicidad.
Objeción: Si el objeto que se denota en la frase "Tú eres eso" ―es decir, Brahman― carece de atributos, entonces se convierte en irreal. En segundo lugar, un objeto sin atributos ni puede ser visto ni tampoco es posible concebirlo.
Réplica: ¿Se refiere la objeción que se ha hecho a Brahman sin atributos o a Brahman con atributos? Si se trata de lo primero has caído en tu propia trampa; si a lo segundo, implica un error lógico de regresión al infinito que descansa en uno mismo.
Las mismas falacias lógicas se pueden mostrar en cualquier objeto que tenga substancia, especie, cualidad, acción o relación. Así pues, acepta todos estos atributos como existentes de forma superpuesta por la misma naturaleza de las cosas.
El Si-mismo no es tocado por dudas acerca de la presencia o ausencia de asociados, por connotaciones u otras relaciones adventicias, y ello porque son superpuestas sobre Él de manera fenoménica.
El hallazgo o descubrimiento del verdadero significado de la identidad del sí-mismo individual y el Supremo con la ayuda de los grandes aforismos como "Tú eres eso", se conoce como sravana. Y llegar a la posibilidad de su validez a través del razonamiento lógico es lo que se llama manana.
Cuando mediante sravana y manana la mente desarrolla una firme y sólida convicción, y mora constantemente en el así establecido Si-mismo, se llama meditación inquebrantable o nididhyasana.
Cuando la mente abandona gradualmente las ideas de meditador y de acto de meditación, y se funde con el único objeto de meditación ―el Si-mismo―, y es estable como la llama de a lámpara sin brisas, entonces se denomina estado de supra-conciencia o samadhi.
Aunque en el estado de samadhi no hay cognición subjetiva de que la función mental tenga al Si-mismo como su objeto, la continuidad de su existencia en ese estado se infiere después de salir de samadhi.
La mente continua fijada en Paramatman (22) en el estado de samadhi como consecuencia del esfuerzo de la voluntad que se hizo antes de lograrlo, y es ayudada por los méritos de nacimientos previos y por la fuerte impresión creada por el esfuerzo constante por entrar en samadhi.
Sri Krishna señala la misma idea a Arjuna de varias maneras, por ejemplo cuando compara la mente estable con la llama de una lámpara en un lugar sin brisas.
Como resultado de este nirvikalpa(23)samadhi, se destruyen millones de resultados de acciones acumuladas en este mundo sin comienzo en nacimientos pasados y presentes, y el dharma (24) puro, coadyuvador a la realización de la Verdad, crece.
Los expertos en Yoga llaman a este samadhi "nube de lluvia de dharma" porque vierte incontables lluvias de felicidad de dharma.
La red completa de deseos es completamente destruida y las acciones acumuladas conocidas como méritos y deméritos son plenamente arrancadas de raíz por este samadhi.
Entonces el gran dictamen (25), libre de los obstáculos [de la duda y de la ambigüedad] da lugar a la realización directa de la Verdad, como un fruto en la palma de la mano ― Verdad que anteriormente era comprendida de forma indirecta.
Una vez que se alcanza esta realización, el conocimiento de Brahman obtenido indirectamente del Gurú al explicar el significado del gran dictamen quema todos los pecados como el fuego.
La realización directa del conocimiento del Si-mismo obtenida de la enseñanza recibida del Gurú sobre el gran dictamen, es como el sol abrasador que dispersa la total oscuridad de Avidya, raíz de la existencia transmigratoria.
Es así como un hombre distingue el Si-mismo de las cinco envolturas, concentra la mente en el Si-mismo de acuerdo a los mandamientos de las Escrituras, se libera de las ataduras de los nacimientos y muertes repetidas, y obtiene inmediatamente la felicidad suprema.