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Rabia al-Adawiyya
Rabi'a al-'Adawiyya o Rabi'a al-Basri (Rabía de Basora) fue una poetisa del misticismo sufí. Nació unos ochenta años después del fallecimiento del profeta Mahoma, sobre el año 717 en Basora (en lo que es ahora Iraq) y vivió hasta 801. Nació en un periodo extremadamente turbulento, debido al desarrollo de la nueva religión, el Islam. Sólo veinte años después de la muerte de Mahoma, el Islam se había extendido por todo Oriente Medio y el Norte de África. En ningún otro tiempo ha habido una propagación tan asombrosa del fervor e ideales religiosos. Con este crecimiento vinieron los problemas. Las inmensas tareas, administrativas y educativas cambiaron fundamentalmente la práctica del Islam. Un número grande de religiosos llegaron a estar desilusionados y retornaron a una vida espiritual más introspectiva. Estas personas fueron llamadas Sufís.
Después de casarse, los padres de Rabia se trasladaron al límite del desierto, cerca del pueblo de Basrq, donde procuraron establecer una casa y vivir muy modestamente. Rabia fue la cuarta hija del matrimonio (Rabia significa «el cuarto»), pero pronto quedó huérfana. La pobreza y carestía obligan a los hermanos a separarse. Rabia fue capturada por un mercader de esclavos que la vendió por unas cuantas monedas. Rabia, que poseía una gran devoción por Dios, realizaba los duros trabajos que le obligaba su dueño por el día, dedicándose por la noche a rezar. Conmovido por su religiosidad, y por su aura de luz que desprendía cuando rezaba, el dueño decide liberarla. Rabia decidió dirigirse hacia el profundo desierto para iniciar una vida solitaria y asceta.
Pese a sus dificultades por la pobreza, el amor hacia Dios y su abnegación no flaquearon. No poseía mucho más que una jarra rota, una esterilla de juncos y un ladrillo que utilizaba como almohada. Pasaba toda la noche rezando y en meditación, obligándose a estar despierta para no alejarse de su activo amor hacia Dios. Pronto, su fama empezó a crecer, apareciendo numerosos discípulos. Rabia tuvo discusiones con muchos de los religiosos más importantes de su época. A pesar de tener varias ofertas de matrimonio, Rabia rechazó todas para dedicar su vida a Dios.
Rabia fue una de las que primero siguieron la doctrina del amor Divino y es ampliamente reconocida como la más importante de los poetas sufíes tempranos. Mucha de la poesía que le ha sido atribuida es de origen desconocido. Después de una vida de penurias y ascetismo, espontáneamente consiguió un estado de realización. Cuando el Jeque Hasan al-Basri le preguntó cómo descubrió ese secreto, ella le respondió declarando:
"Tú sabes del cómo, pero yo sé del sin-cómo."
Además de su absoluto ascetismo, lo más importante de Rabia fue que introdujo un nuevo concepto del Amor Divino. Fue la primera en divulgar la idea de que Dios debería ser amado y no temido, como los primeros Sufis habían hecho:
¡Oh, mi señor!
Si te adoro por miedo al Infierno, quémame en el infierno
Y si te adoro por la esperanza del Paraíso, exclúyeme de él.
Pero si te adoro por Ti mismo,
no me apartes de Tu belleza eterna.
El corazón de Rabia no tenía espacio para nada más: la belleza de la creación le parecía insuficiente, la posibilidad del matrimonio incompatible con su vocación, la promesa del Paraíso un velo, el temor al Infierno otro, ella no tenía tiempo ni para rechazar a Satán ni para atender al Profeta; emprendió su peregrinación a La Meca y cuando la Kaaba salió a recibirla también se lamentó de no poder ir más allá de la Morada para alcanzar al Morador. La ilaha illallah. No hay más realidad que Él. Radical e imposible fue su postura. Al dualismo que es la respiración también hubiera querido saltárselo. Escapar de su condición humana, de esta vida que para ella separaba, ir siempre un poco más allá y morir antes de morir. Salirse de sí para sumergirse en Dios, ese océano. Su piel desvanecida en átomos que nadan por el mar, hecha una con el Uno, vertida por fin en Él, sus lágrimas borrando los límites de su cuerpo y su corazón convertido en espejo del espejo. Los peces multiplicándose en su corazón.
Rabia había pasado de los ochenta años cuando murió en Jerusalén, el año 801 del calendario occidental, habiendo seguido la senda mística hasta el final. Sentía que estaba continuamente en presencia de su Amado (Alá); Tal como dijo a los que la rodeaban: "Mi Amado está siempre conmigo".
"Cuando amo a Dios, soy el oído por el que Él oye, el pie con el que Él anda, la lengua con la que Él habla".
Recursos
Recursos en Nodualidad.info:
Rabi'a al-'Adawiyya: la cuarta hacia el Uno Mardía Herrero (Sufismo Naqshbandi)
Recursos externos:
Publicaciones:
Dichos y canciones de una mística sufí (José J. de Olañeta)
Dichos y canciones de una mística sufí (archive.org)
Mujeres de luz: La mística femenina (Amazon)
Mujeres de luz: La mística femenina (Trotta)
Artículos y textos:
Al-Adawiyya Rabia. Dichos y canciones de una mística sufí (renovatio medievalium)
Rabiaa Al Adawiyya y San Juan de la Cruz: Una Experiencia de Búsqueda del Amor Divino (U.P. Comillas)
Rabia Al Adawiyya (Poetas Siglo XXI)
Rabia Al Adawiyya (Cuaderno de Luz)
Rabia al Adawiyya y el sufismo (funci.org)
Râbi’a al‐Adawiyya : Precursora de la Espiritualidad Musulmana
Florecillas de Rabia Al-Adwaiyya (africafundacion.org)
La santidad femenina en el Islam (nematollahi.org)
Rabía de Basora (panyrosas.es)
Otros recursos / vídeos...
Rabia al Adawiyya - SUFISMO (Psicología y Espiritualidad)
Hasnat Mustafa Hashmi - Rabiya Basri, la mujer sufí (Ronda Barcelona)
Webs, enciclopedias, redes sociales:
Libros en español
dichos y canciones de una mística sufí
José J. de Olañeta, Editor (2006)Râbi’a al-‘Adawiyya es una de las grandes santas del Islam. Respetada y venerada como maestra, Râbi’a es una de las más insignes representantes de la senda del puro amor dentro del tasawwuf o sufismo y a la vez una figura destacada de la gnosis islámica. Se sabe poco de... / más