Libros - Rupert Spira
La transparencia de las cosas
Contemplaciones y conversaciones sobre la naturaleza de la experiencia
Rupert Spira nos desvela con claridad y sencillez que nuestra naturaleza esencial no es ni la mente ni el cuerpo, sino una total presencia consciente.
«La Conciencia es de forma natural una con todas las cosas, es una con la totalidad de la experiencia. Sin embargo, a veces se contrae a sí misma, se reduce a un cuerpo, y esta autocontracción requiere un mantenimiento constante. Sin ese mantenimiento, la autocontracción se va desplegando gradualmente y la Conciencia regresa a su estado natural. El deseo y el miedo son dos de las principales formas en que la Conciencia mantiene su autocontracción como una entidad aparentemente separada. En cuanto un deseo se satisface, llega a su fin, desaparece. El fin del deseo supone el fin del mantenimiento de la autocontracción, lo que a su vez provoca que la Conciencia regrese a sí misma, es decir, que experimente nuevamente su propia naturaleza ilimitada. Esta experiencia es lo que llamamos Felicidad».
En textos como este, Rupert Spira nos desvela el propósito de La transparencia de las cosas: observar con claridad y sencillez la naturaleza de la experiencia sin intentar cambiarla, para llegar de una manera suave y directa a darnos cuenta de nuestra naturaleza esencial. Gracias a las contemplaciones que reúne este libro, veremos que es la presencia consciente la que adopta la forma de nuestra experiencia en cada momento, sin dejar de ser siempre eso mismo: presencia, de modo que comprendemos que nuestra experiencia es y ha sido siempre una totalidad sin fisuras, sin entidades, sin objetos ni partes separadas.
Rupert Spira
Alfarero, ceramista y maestro internacional en la enseñanza de la filosofía advaita vedanta de la no dualidad, Rupert Spira (Londres, 1960) se interesó tempranamente en la naturaleza de la realidad. Con diecisiete años aprendió a meditar y comenzó un período de veinte años de estudio y práctica en la tradición clásica del advaita vedanta bajo la guía del Dr. Francis Roles y de Shantananda Saraswati, el shankaracharya del norte de la India.
Durante este tiempo profundizó en las enseñanzas de P. D. Ouspensky, Krishnamurti, Rumi, Ramana Maharshi, Nisargadatta y Robert Adams, hasta que finalmente, en 1997, conoció a su maestro, Francis Lucille, quien le introdujo en las enseñanzas de la Vía Directa de Atmananda Krishna Menon ―la tradición tántrica del sivaísmo de Cachemira que él había recibido a su vez de Jean Klein, su maestro― y, lo que es más importante, le indicó directamente la verdadera naturaleza de la experiencia. / más info.
Detalles del libro:
- Título: LA TRANSPARENCIA DE LAS COSAS
- Subtítulo: Contemplaciones y conversaciones sobre la naturaleza de la experiencia
- Título Original: Transparency of Things: Contemplating the Nature of Experience
- Autor: Rupert Spira
- Prólogo de: Peter Russell
- Traducción de: Diego Merino
- Editorial: La Llave
- Año de edición: Mayo 2021
Prólogo por Peter Russell
Vivimos en una época sin precedentes. La ciencia está siendo capaz de dar respuesta a preguntas que llevamos mucho tiempo haciéndonos sobre la naturaleza de la realidad, el nacimiento del cosmos y los orígenes de la vida. Estamos presenciando avances tecnológicos que hace un siglo hubiesen parecido ciencia ficción, o incluso magia. Y, lo que es más alarmante, somos cada vez más conscientes del impacto que nuestro crecimiento exponencial está teniendo en el planeta. Sin embargo, junto con estos cambios que tan rápidamente se están desplegando, hay otro proceso que, en gran medida, nos pasa desapercibido: nos encontramos plenamente inmersos en un renacimiento espiritual nunca visto en el que estamos redescubriendo en términos contemporáneos la sabiduría eterna, cuyos orígenes se pierden en los albores del tiempo.
Casi todas las tradiciones espirituales se originaron a partir de un individuo que tuvo una experiencia mística transformadora, alguna revelación profunda o un despertar interior. Puede que dicha experiencia surgiese como resultado de una profunda entrega y dedicación a una práctica espiritual, como producto de una gran devoción, de tener que hacer frente a alguna situación especialmente dura y difícil o, a veces, sin previo aviso, como una revelación salida de la nada, un momento atemporal en el que los dramas personales palidecen a la luz de una profunda seguridad interior. Independientemente de cómo se produjese, por lo general conducía a una dichosa y placentera alegría de estar vivo, a un sentimiento de amor incondicional hacia todos los seres, a la disolución del sentido de ser una entidad individual y a la aparición de una Conciencia de unidad con toda la creación.
La profunda transformación que experimentaron estos individuos motivó que muchos de ellos sintiesen el deseo de compartir su descubrimiento y ayudar a otros a tener su propio despertar. Sin embargo, quienes escucharon sus enseñanzas pudieron haber malinterpretado algunas partes, haber olvidado otras y quizá incluso haber añadido sus propias interpretaciones. Al igual que ocurre en el juego del «teléfono estropeado», en el que un mensaje que se va pasando en susurros de una persona a otra puede acabar no pareciéndose en nada al original, a medida que la enseñanza fue pasando de unos a otros, de una cultura a otra, y fue traducida de un idioma a otro, fue alejándose gradualmente de su mensaje original. Así, esta sabiduría atemporal fue quedando cada vez más velada, más revestida de las creencias y los valores de la sociedad concreta en la que se desarrollase, dando como resultado una diversidad de religiones y credos cuya esencia común a menudo resulta difícil de discernir.
Hoy, sin embargo, nos encontramos en medio de un renacimiento espiritual generalizado que difiere significativamente de los que tuvieron lugar en el pasado. Ahora ya no estamos limitados o circunscritos a la fe de nuestra cultura particular, sino que tenemos acceso a todas las tradiciones de sabiduría que han aparecido en el mundo desde los albores de la historia hasta nuestros días. Las enseñanzas de los maestros contemporáneos de todo el planeta están fácilmente disponibles en forma de libros y grabaciones y a través de Internet. Nada de esto era posible antes.
Ahora, en lugar de haber un solo líder, son muchos quienes están experimentando y exponiendo la filosofía perenne. Puede que algunos sean más visibles o conocidos que otros, o que hagan gala de una comprensión más clara y profunda que los demás, pero todos ellos contribuyen a que se esté produciendo un redescubrimiento cada vez más notable de la sabiduría eterna. Empezamos a ver más allá de las diferencias aparentes de las religiones del mundo y a dejar atrás sus diversas trampas e interpretaciones culturales para dirigirnos directamente a aquello que subyace en su núcleo central. En lugar de ocasionar que la verdad se vaya diluyendo y velando progresivamente a medida que se trasmite, los descubrimientos y las revelaciones de hoy día se refuerzan unos a otros. Nos dirigimos colectivamente hacia la enseñanza esencial.
A medida que eliminamos las capas de oscuridad acumulada, el mensaje central no solo se va volviendo cada vez más claro, sino que también va siendo más y más simple y la vía se vuelve progresivamente más fácil y sencilla.
A la vanguardia de este despertar progresivo encontramos un método al que los maestros contemporáneos como Rupert Spira denominan Vía Directa. Para alcanzar el reconocimiento de nuestra verdadera naturaleza no es necesario que nos dediquemos a leer y estudiar diligentemente los textos espirituales, practicar meditación durante años o profesar una profunda devoción hacia un maestro. “Tan solo necesitamos tener la voluntad y la predisposición de embarcarnos en una investigación rigurosamente honesta sobre la naturaleza de la Conciencia misma; no una investigación intelectual, sino una indagación personal de lo que realmente somos.
En La transparencia de las cosas, Rupert Spira no solo destila la esencia de esta investigación en lenguaje cotidiano, sino que además lo hace sin referirse a nada metafísico ni a ninguna doctrina esotérica. Únicamente apela a nuestra experiencia directa y alienta al lector a sumergirse en la investigación personal de lo que significa ser consciente. Si lo haces, tú mismo podrás degustar la misma realización que han tenido todos los místicos que han ido apareciendo a lo largo de los siglos.
Peter RussellMarzo de 2016