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Artículos - Rupert Spira

Contemplando la naturaleza de la experiencia

Una entrevista con Rupert Spira (Parte 2 de 2)

Por Paula Marvelly Junio 2010
Rupert Spira

P. ¿Es necesario un maestro?

En casi todos los casos, sí. Para la mayoría de la gente, la identidad está tan estrecha y exclusivamente asociada con un cuerpo y una mente, que es necesaria la ayuda de un amigo que nos indique nuestra verdadera identidad como Conciencia (Awareness).

Incluso para aquellos aparentes individuos que despiertan espontáneamente a su verdadera naturaleza, sin la ayuda de un amigo o un maestro, la Presencia de tal amigo después de este reconocimiento no-objetivo de nuestra verdadera naturaleza, facilitará en gran medida la reestructuración de la mente, el cuerpo y el mundo con esta nueva perspectiva.

P. ¿Cómo consideras a la gente que acude a tus reuniones y qué pueden esperar obtener de ti?

Los veo como me veo a mí mismo, es decir, como Conciencia. ¿Qué pueden esperar? Pueden esperar ser vistos y tratados como Conciencia, no como una entidad separada. Esto puede o no puede implicar conversación, pero eso no es realmente importante.

P. ¿Consideras que tu enseñanza es la misma que el Advaita tradicional, el Neo Advaita, la Vía Directa u otra cosa?

En todos estos caminos o enseñanzas está presente el Amor y la Comprensión que es inherente en el conocimiento de nuestro propio Ser. Cómo se expresa varía enormemente de un caso a otro. Me identifico con el Amor y la Comprensión que se encuentra en el corazón de todas las enseñanzas verdaderas, no con alguna forma o expresión particular. Todo lo que oigo o veo que viene de este Amor y Comprensión, independientemente de la forma en que se entrega, derrite mi corazón una y otra vez.

P. ¿Cómo difundes la enseñanza de lo que enseñas?

Si estoy teniendo una reunión me siento en silencio y espero a que aparezcan los primeros pensamientos, por lo general en forma de una breve reflexión sobre la naturaleza de la experiencia. Si se hace una pregunta voy en mi imaginación al corazón de la cuestión. Me convierto en la pregunta. Ofrezco esta pregunta a mi experiencia y respondo a partir de ahí. Es lo mismo con las preguntas escritas. Siento profundamente la pregunta y respondo desde la experiencia.

P. ¿Qué le dices a tus estudiantes que hagan (prácticas, preparación mental, meditación, etc)?

No tengo una prescripción, fórmula o práctica establecida. Sin embargo, en términos generales, hay dos aspectos: en primer lugar, darnos cuenta de que lo que somos, es la Conciencia, es decir, darse cuenta de que el "Yo" es a la vez siempre-presente y consciente, sin límites ni ubicación, y en segundo lugar que esta Conciencia no es sólo el testigo, sino también al mismo tiempo, la sustancia de todas las cosas aparentes.

La creencia y el sentimiento de que somos algo más que Conciencia, es decir, una entidad separada e independiente, parece ocultar este conocimiento de nuestro propio Ser y, como resultado, oculta la Paz, la Felicidad y el Amor que residen ahí. En nuestras reuniones, primero nos conocemos a nosotros mismos como la Conciencia impersonal, siempre-presente y desde esta posición, proceder a investigar y explorar las creencias y sentimientos que sugieren otra cosa.

P. ¿Estas prácticas les conducirán a la auto-realización/iluminación?

Ninguna actividad (o no actividad) de la mente traerá la iluminación. Lo mejor que la mente puede hacer es explorar sus propios sistemas de creencias y llegar a la conclusión de que no sabe nada acerca de la realidad, aunque, al mismo tiempo, es una expresión de la misma. Cuando esto se ve claramente la mente, sin esfuerzo y espontáneamente, llega a su fin y en ese momento nos encontramos abiertos, disponibles, ignorantes y presentes.

En esta apertura no hay espera ni expectativa porque la mente no está presente. Simplemente hay Ser o Presencia. Y lo que sea que conoce esta Presencia es la Presencia misma. Ese es el único "uno" presente "ahí" para conocerse a sí mismo. Es decir, sólo hay Presencia conociendo su propio Ser. Se conoce a sí misma.

Cuando la mente regresa se atribuye el mérito de este sabor no-objetivo de nuestro propio Ser y comienza a idear todo tipo de métodos y prácticas para experimentar de nuevo la Felicidad y la Paz que se sintieron en su ausencia.

Por lo tanto, a nivel verbal la enseñanza se ocupa de estas creencias y sentimientos erróneos ― erróneos en el sentido de que giran en torno a una entidad ficticia. Se trata de una investigación de la creencia de ser una entidad separada a nivel de la mente y la exploración de ambos, el sentimiento "yo" a nivel del cuerpo y el sentimiento "no yo" a nivel del mundo. Es decir, es una exploración de la verdadera naturaleza de la realidad en todos los ámbitos de la experiencia.

Sin embargo, esto no se lleva a cabo con el fin de lograr un resultado, sino más bien simplemente para ver claramente la naturaleza de la experiencia.

Si pensamos que somos una persona, sentiremos inevitablemente que este silencio fue provocado por una actividad de la mente. Sin embargo, más tarde se hace evidente que la mente no hizo nada. La Presencia proyecta la mente y la Presencia retira la mente.

En principio, parece como si la Presencia sólo conociera su propio Ser cuando la mente no está presente. Más adelante se hace evidente que la Presencia siempre conoce sólo su propio Sí mismo.

P. ¿Qué piensas de la práctica de la "auto-indagación" de Ramana?

El estado natural es simplemente ser, sin resistirse a lo que es volviéndose hacia un yo interior o tratando de reemplazar lo que es mediante la consecución de objetos en el mundo. Sin embargo, si pensamos y sentimos que somos una entidad separada, la resistencia y la búsqueda son inevitables. En otras palabras, vamos a estar buscando la Felicidad que creemos que falta, en lugar de simplemente ser.

Así que, después de haber probado profundamente la inutilidad de la búsqueda de la Paz o la Felicidad en los objetos del cuerpo, la mente y el mundo, lo mejor que podemos hacer por esta entidad aparente es explorar la entidad que creemos ser, la persona que se encuentra en la búsqueda. Esta indagación se resuelve permaneciendo en nuestro propio Ser.

Por lo tanto, la auto-indagación es la más alta actividad que una mente que todavía está en la búsqueda puede emprender. Sin embargo, la auto-indagación no termina con el descubrimiento de que somos la Conciencia impersonal siempre-presente. Continua como una actividad impersonal que facilita la reestructuración de la mente, el cuerpo y el mundo con la comprensión experiencial de nosotros mismos como Conciencia impersonal.

P. ¿Dirías que es necesario un marco de tiempo para que la enseñanza madure (como en el Advaita tradicional y la relación maestro-guru), o que algún tipo de comprensión puede surgir en cualquier momento (como en el Neo Advaita y la fórmula satsang)?

¡Las dos cosas! La iluminación es siempre instantánea. De hecho, es atemporal, aunque puede o no puede ser precedida por un período de investigación.

Después del reconocimiento no-objetivo de nuestro propio Ser, tiene lugar un proceso en el tiempo que re-orquesta, por así decirlo, la mente, el cuerpo y el mundo con esta nueva comprensión experiencial.

Si ha habido un largo período de investigación y exploración de estas cuestiones antes del reconocimiento del Ser, el cuerpo y la mente pueden ya estar bien alineados con esta comprensión experiencial de modo que cuando se produce este reconocimiento no es necesaria mucha adaptación.

Sin embargo, si este reconocimiento se produce de forma espontánea, con poca o ninguna preparación, la mente y el cuerpo pueden estar completamente desorientados por este reconocimiento y pueden, en consecuencia, requerir más tiempo para ser realineados con él.

Sin embargo, no hay reglas o fórmulas. ¡Todo es posible!

P. ¿Cómo debe uno dirigir su vida, si busca la iluminación?

De acuerdo a la fuerza de su deseo por la iluminación. De hecho, todo el mundo está en busca de la iluminación, que es simplemente la búsqueda de la Felicidad. La mayoría de la gente busca la Felicidad en el reino de los objetos, es decir, en el reino de la mente, el cuerpo y el mundo.

Una vez que se ha hecho evidente que la Felicidad no reside en el reino de los objetos, todas las energías que antes se dirigían fuera hacia ellos ahora son reunidas y vueltas hacia su fuente.

En cierto punto esto llega a ser el deseo principal y una gran intensidad surge en el corazón. Qué es lo que enciende este amor a la verdad, no lo sé. Es un verdadero regalo de la Presencia.

P. Entonces, ¿qué es la Consciencia (Consciousness)?

La Consciencia es la intimidad de nuestro propio Ser. Se la conoce como el "Yo", a pesar de que este "Yo" es a veces confundido con un cuerpo o una mente. También tiene muchos otros nombres, como por ejemplo, Paz, Felicidad, Amor y Belleza. Es lo que está viendo estas palabras y experimentando lo que está siendo experimentando en este y en todos los momentos.

Tras una investigación, se descubre también que no sólo es el testigo de todas las cosas aparentes, sino también su sustancia o naturaleza esencial. En este punto podemos preguntarnos qué son entonces estas cosas aparentes, sólo para darnos cuenta de que en primer lugar nunca estuvieron presentes, como tales.

Ahora nos queda la comprensión de que la Consciencia es todo. Pero, ¿qué es este "todo". No hay un "todo". Sólo hay Consciencia y cuando esto está claro ya no hay una necesidad de conceptualizarla, porque no hay otra cosa con la que contrastarla o diferenciarla. Cualquier conceptualización en esta etapa sería otra sutil objetivación.

Aquí nos quedamos simplemente en silencio.

P. ¿Qué quieres decir con la siguiente declaración: "La Consciencia se oculta de sí misma fingiendo ser una entidad separada y limitada y luego se olvida de que está fingiendo". Si la Consciencia es todo lo que hay, y todo lo que hay es la Consciencia, ¿Cómo puede algo que es omnipotente, omnisciente y omnipresente olvidarse de "sí misma". Eso parece como una situación de doble-vínculo o contradictoria.

La Consciencia nunca se olvida realmente. Nunca conoce otra cosa aparte de su propio Ser. Por esta razón, la ignorancia, es decir, la ignorancia de la verdadera naturaleza de la experiencia, se dice que es una ilusión. En realidad, nunca sucede, pero sólo lo parece.

¿Para quién la Consciencia parece estar ausente? Para la mente.

Es la mente la que se alza (dentro de la Consciencia y hecha de nada que no sea la Consciencia) y se imagina que la Consciencia, que impregna completamente toda experiencia, en realidad sólo impregna una pequeña parte de la experiencia, es decir, un cuerpo.

En otras palabras, la mente imagina que la Consciencia está limitada y ubicada en el cuerpo y con esa creencia, el "yo soy" que pertenece completamente sólo a la Consciencia, parece convertirse en "yo soy el cuerpo".

Como resultado de esta creencia de que la Consciencia está limitada a un cuerpo, todo lo que no es ese cuerpo se convierte en "no yo". "No yo" es simplemente otro nombre para el mundo. En otras palabras, el mundo es el nombre que damos al aparente olvido de la Consciencia.

Por lo tanto, desde el punto de vista de la Consciencia, que es el único punto de vista verdadero, la Consciencia nunca está confinada, limitada, oculta, olvidada o escondida. Sin embargo, desde el imaginario punto de vista de la mente, la Consciencia parece estar perdida y encontrada, velada y desvelada, confinada y liberada.

Sin embargo, ¡el punto de vista de la mente es sólo un punto de vista válido desde su propio punto de vista!

La afirmación de que "la Consciencia se oculta de sí misma fingiendo ser una entidad separada y limitada y luego se olvida de que está fingiendo" se dijo para transmitir esta comprensión.

P. ¿Qué es la realidad?

La realidad es lo que sea que es real en la experiencia. La realidad no puede desaparecer, porque aquello en lo cual desaparecería tendría que ser más real que ella. Por ejemplo, el oro es la realidad del anillo, porque (dentro de los límites de la metáfora) el anillo puede cambiar su nombre y forma y convertirse, por ejemplo, en un collar, pero el oro en sí mismo sigue siendo oro, sin cambios y siempre-presente.

Del mismo modo, cuando desaparece un objeto aparente, la sustancia de la que estaba hecho, permanece. La verdadera sustancia de la experiencia, su realidad, no va ni viene. Es sin causa (porque si hubiera sido causada por algo, ese "algo" tendría que ser más real que ella) y no es conocida por nada distinto de sí misma.

Desde el punto de vista de la mente, hay nombres y formas. Desde el punto de vista de la experiencia en sí, sólo hay una realidad siempre presente y que a veces se la llama Consciencia (Consciousness) o Conciencia (Awareness), ya que es consciente y está presente. Sin embargo, es más íntimamente conocida como "Yo".

¿Y qué es lo que conoce a la Consciencia o "Yo"? ¡La Consciencia o "Yo"!

En otras palabras, no hay nada que no sea Consciencia o "Yo" siendo y conociéndose a sí misma.

Y debido a que no existe la posibilidad de carencia o enfermedad en este conocimiento de sí misma, es también conocida como Felicidad. Debido a que no existe la posibilidad de agitación dentro de sí misma, también es conocida como Paz. Y debido a que no existe la posibilidad de otro en el conocimiento de su propio Ser, es también conocida como Amor.

Por lo tanto la Paz, la Felicidad y el Amor, que son simplemente nombres que damos al conocimiento del Ser, son la realidad de toda experiencia.

Sólo hay Eso.

P. Hablas a menudo sobre el hecho de que sólo hay experiencia. De hecho, el subtítulo de tu libro es "Contemplando la naturaleza de la experiencia" (1). ¿Puedes profundizar sobre esto?

Todo lo que conocemos es experiencia. Todas las cosas que se puedan pensar, sentir o percibir entran dentro de la experiencia. En otras palabras, todo lo que conocemos de la mente, el cuerpo o el mundo, es a través de la experiencia.

La experiencia es la marca de todo. El individuo aparente es también, como todo lo demás, sólo conocido a través de la experiencia y, por lo tanto, su naturaleza esencial debe ser idéntica a la naturaleza esencial de todo lo que se experimenta. ¿Cuál es la naturaleza esencial de esa experiencia?

Si profundizamos en la naturaleza esencial de la experiencia, es decir, de nosotros mismos y de todas las cosas aparentes, encontramos sólo Consciencia. Es decir, la Consciencia se encuentra a sí misma.

De hecho, la Consciencia es siempre sólo conocimiento/ser/amor mismo. Es solamente desde el punto de vista de una entidad imaginaria que la Consciencia parece estar perdida y encontrada.

P. ¿Cómo hacemos frente a nuestra experiencia y llegar a una comprensión de la realidad?

Hacemos frente a nuestra experiencia explorándola. No tratamos de cambiarla o manipularla de ninguna manera. Simplemente la miramos. ¿Qué hay realmente ahí?

En esta contemplación desinteresada pero amorosa, todos los agregados que la mente dualista superpone sobre nuestra experiencia esencial lentamente, en la mayoría de los casos, desaparecen y la realidad de la experiencia brilla por sí misma.

Sin embargo, no es la mente la que comprende la realidad. Es la realidad la que "está bajo" la mente dándole su sostén. También impregna la mente, dándole su sustancia y realidad aparente, permitiendo que sea lo que tiene que ser de momento a momento.

P. ¿Cómo adquirimos el conocimiento que nos permitirá apreciar la naturaleza de la realidad? ¿No es el conocimiento mismo dualista? ¿Cómo se concilia esto?

El conocimiento (si por conocimiento se quiere decir conocimiento de la mente) nunca puede conocer la naturaleza de la realidad.

El conocimiento es de las cosas, es decir, de los pensamientos, las sensaciones y las percepciones. Si profundizamos en la naturaleza esencial de tal conocimiento, sólo encontramos conocimiento. Y si profundizamos en la experiencia del conocimiento, encontramos sólo Consciencia.

El "yo" que adquiriría tal conocimiento o que apreciaría la naturaleza de la experiencia, se encuentra que está hecho sólo de pensamiento.

Cuando el pensamiento termina su sustancia permanece, al igual que la pantalla permanece cuando la imagen se desvanece. Cuando el pensamiento reaparece se sabe que está hecho sólo de Consciencia, al igual que se sabe que la imagen está hecha sólo de la pantalla.

La imagen jamás puede conocer la pantalla al igual que el pensamiento jamás puede conocer la Consciencia. Sin embargo, el "elemento" de conocer o experimentar que impregna todo pensamiento, es únicamente la Consciencia. No hay otra sustancia para pensar, sentir o percibir que esa.

P. ¿Hay un Dios? Si es así, ¿qué significa para ti?

No es que haya un dios. Es más bien que Dios es la Eseidad misma. Es la Eseidad de todas las cosas aparentes. Y cuando no hay cosas aparentes aparentemente presentes, la Eseidad permanece como es, puro Ser.

Para saber que existe el Ser, el Ser debe ser conocido. Eso que sabe o tiene conocimiento del Ser es el Ser mismo. No hay nada fuera de sí mismo que pudiera estar presente, o pudiera ser, con lo cual el Ser pudiera ser conocido. Por lo tanto, el Ser se conoce a sí mismo. Es el conocimiento de sí mismo.

Por lo tanto Conocer y Ser son uno o, más exactamente, no dos. Es decir, (la) Consciencia y (el) Ser no son dos. Decir que es uno, es decir demasiado.

Lo que permanece cuando el aparente "dos" se disuelve es lo que se llama Dios. Sin embargo, cuando la aparente multiplicidad y diversidad reaparecen, sigue siendo sólo Dios el que conoce y es conocido.

No hay nada más que Dios conociendo, siendo y amando a su propio Ser infinito y eterno.

P. ¿Existe el libre albedrío?

La Consciencia es la libertad misma. La entidad separada es inexistente. Por lo tanto no hay una entidad presente que pudiera tener o no tener libre albedrío.

La experiencia es demasiado íntima e inmediata para dejar lugar a alguien que pueda retroceder y orquestarlo como un director, que quiere, elige, decide, etc. No hay tiempo presente en el que alguien así exista.

La idea del libre albedrío es un efecto secundario inevitable de la creencia en una entidad separada. Si creemos que hay una entidad separada, nosotros por definición, lo sepamos o no, creeremos que hay libre albedrío. Si, como esta entidad aparente, entonces creemos que no hay libre albedrío, entonces eso es simplemente una creencia que superponemos sobre nuestra convicción más profunda de que somos un hacedor, elegidor, decididor, etc, separado.

Una vez que se ve claramente que la entidad separada es inexistente, la idea del libre albedrío se disuelve.

Todo lo que queda es la libertad de la Consciencia.

P. ¿Crees en la reencarnación?

¡Yo no creo en la encarnación, y mucho menos en la reencarnación!

La encarnación es el concepto de que la Consciencia ha nacido y reside en un cuerpo. Nunca es una experiencia. Creer en este concepto es ignorancia. La infelicidad es el resultado.

P. En tu libro, citas a Paul Cézanne: "Paul Cézanne dijo: 'Todo se desvanece, se desmorona, ¿no es así? La naturaleza es siempre la misma, pero nada en ella nos parece que dure. Nuestro arte debe representar la emoción de su permanencia, junto con sus elementos, la apariencia de todos sus cambios. Nos debe dar una idea de su Eternidad'." ¿Podría explicar lo que quiere decir en términos de cómo eso se relaciona con el arte?

Cézanne está sugiriendo que nuestro único conocimiento de la naturaleza es a través de las percepciones sensoriales intermitentes. Las percepciones de los sentidos son fugaces y en ese sentido la aparente solidez del mundo o la naturaleza se está, de hecho, "desmoronando", "desvaneciéndose" de momento a momento. El mundo es nuestra percepción del mundo y se desvanece tan pronto como la percepción se desvanece. Es sólo un pensamiento que recopila una serie de percepciones imaginarias y crea con ellas el mundo aparentemente sólido y permanente, que existe en el tiempo y el espacio.

Sin embargo, Cézanne también reconoce que hay algo en la naturaleza que es "siempre lo mismo". Lo que sea ese "algo" no puede ser una percepción porque toda percepción es única e intermitente. Así que él está apuntando al hecho de que hay algo que es "siempre lo mismo" que fluye a través, por así decirlo, de la experiencia de las percepciones intermitentes que llamamos la naturaleza o el mundo.

Por otra parte, Cézanne sugiere que este "algo", este elemento siempre-presente que fluye a través de toda experiencia, no es sólo un trasfondo neutro, sino que es una "emoción". Es decir, es feliz. Él sugiere que la realidad de la naturaleza o del mundo es pura Alegría, Ananda, la Felicidad misma. Cezanne era un no-dualista puro ― ¡al menos cuando estaba pintando!

Así, Cezanne está sugiriendo que el propósito del arte es tomar elementos de la naturaleza, sus apariencias cambiantes (colores, en su caso) y crear una forma que directamente apunte hacia aquello que es siempre-presente en nuestra experiencia.

De hecho, sugiere que se trata de algo más que una indicación o un puntero. Él sugiere que el arte es más íntimo que eso. Sugiere que debería darnos el sabor de la presencia eterna o realidad de la experiencia, la eternidad de la naturaleza.

De este modo, él reconoce el poder de un objeto, ya sea ese objeto una palabra, una pintura, una pieza de música, lo que sea, que realmente viene del reconocimiento de la verdadera naturaleza de la experiencia.

P. Hay otro aforismo que me llamó la atención en tu libro: "Una vez que vemos que todo es Consciencia ― Maya todavía danza pero es una danza de amor no de seducción". Entonces, ¿qué es, finalmente, el amor?

La apariencia de los objetos, el tiempo, el espacio, etc, continúa, pero la ignorancia, es decir, la creencia de que hay algo más que la presencia de la Consciencia, cesa. En ese momento, la aparente multiplicidad y diversidad del mundo, que una vez parecía ocultar el conocimiento de nuestro propio Ser, ahora se da la vuelta, por así decirlo, y en su lugar lo expresa o lo celebra.

Las apariencias ya no nos seducen en la creencia de que la dualidad, la separación, los objetos y demás son reales en sí mismos y por lo tanto se sabe que nunca nos pueden amenazar ni ser una fuente de Felicidad.

El miedo psicológico y el deseo de encontrar la Felicidad y el Amor a través de objetos, actividades y relaciones termina. Como resultado, el mundo ya no es hostil y "los otros" ya no son una fuente de amor o de dolor. Ya no hay ninguna aversión o manipulación hacia los objetos y personas y, como tal, podemos entregarnos por completo, íntimamente, sin miedo, a toda experiencia.

Esta entrega sin reservas de nuestro Ser a todas las cosas aparentes es lo que se conoce como Amor.

Es a partir de esta comprensión que William Blake dijo: "La eternidad está enamorada de las producciones de la época".

El Amor es lo que queda de la experiencia cuando todo sentido de separación, límite, dualidad, alteridad, etc, se disuelve. En ese momento nos damos cuenta de que era lo único que estaba presente desde el principio.

El Amor no es más que lo que realmente es.