Artículos - Ramana Maharshi
Los estados mentales
Por Ernesto BallesterosAlguien preguntó a Sri Ramana Maharshi por los estados intermedios entre distintos estados mentales o entre dos pensamientos:
Maharshi: El Atman es conciencia pura en el sueño profundo. En el estado transicional se desarrolla como yo (aham) sin objetos (idam) y en el estado de vigilia aparece como yo con objetos, pero la experiencia se produce solamente por medio del yo, de modo que la realización debe alcanzarse de la forma indicada, pues en el estado transicional es donde se descubre el substrato que nos conduce a la meta. El Tripura Rahasya y otras obras advierten que en el intervalo entre dos sankalpas (pensamientos) consecutivos se representa el puro yo. (Conversaciones, 314)
Visitante: ¿Qué es turiya?
Maharshi: Significa el cuarto (estado mental], pero realmente sólo hay tres estados mentales, y turiya no es el cuarto estado sino algo distinto que subyace a los otros tres; la gente no lo entiende fácilmente y por eso se dice que es el cuarto, pero es el substrato de todos los fenómenos mentales y no algo diferente a ellos, sino la única realidad, el verdadero Ser de todos nosotros. Los tres estados mentales (avasthatraya) sólo aparecen como fenómenos fugaces sobre turiya para hundirse finalmente en él, como las imágenes del cine sólo son sombras que pasan fugazmente sobre la pantalla, se mueven de aquí para allá y cambian constantemente, mientras la pantalla permanece idéntica en todo momento. Turiya es otro nombre para el Atman; cuando somos conscientes de la vigilia o del sueño onírico permanecemos inconscientes del Atman, turiya, el Ser que hay debajo de los tres estados, la única realidad aquí y ahora, no hay nada más. (Conversaciones, 353)
Mr. Bose: ¿Hay alguna diferencia genuina entre la experiencia onírica y la de vigilia?
Maharshi: Usted encuentra diferencias entre ellas porque considera los sueños como experiencias transitorias y la vigilia como algo más prolongado, pero la diferencia es sólo aparente, no real.
Mr. B.: ¿No es el estado de vigilia independiente de los objetos que aparecen en él?
M.: Si fuera así, los objetos podrían aparecer sin un espectador [...], pero ¿una vaca que camina delante de usted le dice que es una vaca que se está moviendo, o es usted el que piensa: ahí hay una vaca que se mueve? Los objetos sólo existen para el espectador que los conoce y tal como los conoce.
Mr. B.: Gaudapada dice en sus Karikas de la Mandukya que no hay diferencia entre ambos estados (vigilia y onírico) desde el punto de vista de la Realidad absoluta.
M.: No la hay.
Mr. B.: Ya veo que Bhagavan sostiene lo mismo. Pero el profesor Radakrishnam en su Indian philosophy dice que Shankara, en los comentarios a los Brahmasutras, establece una distinción entre ambos estados. ¿Qué significa esta oposición entre Gaudapada y Shankara? Mientras exista la mente debe haber algún tipo de distinción, aunque desde la perspectiva del Brahman No dual no exista tal diferencia.
M.: El sueño onírico es algo irreal para el que cree estar despierto, pero ambos estados, sueño y vigilia, son igualmente irreales para el Absoluto (turiya).
Mr. B.: ¿Pueden tener algún sentido en el Advaita los conceptos de creación, evolución y manifestación? ¿Qué nos puede decir sobre la teoría del vivarta, según la cual Brahman se manifiesta como el universo sin perder su naturaleza esencial, como la cuerda que en la penumbra parece una serpiente a los ojos del ignorante?
M.: Para mostrar la irrealidad del universo se utilizan diversos métodos. En la Mandukya y otras escrituras se explican los tres estados mentales no para acentuar la diferencia entre ellos, sino para conseguir una visión clara y distinta de Brahman, la realidad existente bajo ellos. Los advaitas dicen que el mundo es irreal, pero no de una irrealidad absoluta como el hijo de la mujer estéril, porque el mundo no es una mera palabra, sino una sobreimposición (vivarta) sobre la realidad, como la ilusión de la serpiente en la cuerda que cesa en cuanto un amigo nos dice que se trata de una soga enrollada. (Conversaciones, 399)
Visitante: ¿Qué es el sueño profundo?
Maharshi: ¿Cómo me pregunta algo que experiencia todos los días?
Vis.: Quiero saber exactamente lo que es para diferenciarlo del samadhi.
M.: No puede conocer el sueño profundo cuando está despierto; tiene que descubrir lo que es mientras duerme.
Vis.: Pero eso es imposible.
M.: Esa cuestión sólo puede resolverla en el sueño profundo.
Vis.: Pero dormido no me planteo cuestión alguna.
M.: Claro, eso es el sueño profundo...
Vis.: Pero el sueño profundo (sushupti) es un estado de no conocimiento y eso también se dice del samadhi.
M.: Jñana (el conocimiento) está más allá del conocimiento y la ignorancia. Nada se puede preguntar (ni por ende responder) sobre ese estado que es el Atman mismo. (Conversaciones, 432)
Miss J.: Uno vive muchos años y en su experiencia de vigilia percibe una continuidad que no se produce en los sueños.
Maharshi: Supongamos que usted se acuesta y tiene un sueño en el que las experiencias de cincuenta años se condensan en el espacio de cinco minutos, por ejemplo, y es un sueño que tiene continuidad de modo que en ese momento, ¿qué es lo real?: ¡el periodo de cincuenta años de su estado de vigilia o los cinco minutos del sueño? El valor del tiempo difiere en ambos estados, pero la experiencia es semejante, eso es todo. (Conversaciones, 487)
Mrs. Bateman: ¿No se dice a veces que uno está más cerca de la conciencia pura en el sueño profundo que en la vigilia?
Maharshi: Antes de seguir adelante, dígame: ¿admite usted su propia existencia en el sueño profundo?
Mrs. B.: Claro que la admito.
M.: ¿Era usted la misma persona que ahora está despierta?
Mrs. B.: Sí.
M.: Por lo tanto hay una continuidad entre el sueño y la vigilia, pero ¿qué continuidad es ésa sino el puro Ser?...
Mrs. B.: Pero yo no soy consciente de mi sueño profundo.
M.: Allí no tenía conciencia de su cuerpo ni del mundo, pero debía tener conciencia de su existencia para poder decir ahora que cuando dormía no era «consciente de nada», pues es la misma persona que ahora se identifica con el cuerpo y dice que en el sueño profundo no tenía conciencia. Lo que ocurre es que usted ve el mundo cuando se identifica con el cuerpo, mientras que en el estado de sueño profundo no se ve como individuo ni ve el mundo a su alrededor... Aunque en los tres estados no haya continuidad del individuo y el mundo, hay una continuidad del Ser...
Mrs. B.: Pero hablando en sentido relativo, ¿no está el sueño profundo más cerca de la conciencia pura que la vigilia?
M.: ... el sueño profundo está libre de pensamientos e impresiones individuales y no puede alterarse a voluntad porque en ese estado el esfuerzo es imposible y por tanto, aunque está más cerca de la conciencia pura no es el adecuado para intentar la realización del Atman, que sólo puede intentarse en la vigilia donde pueden hacerse los esfuerzos necesarios para libramos de los pensamientos que nos impiden alcanzar la paz del sueño profundo. El objetivo del buscador es la quietud mental, el silencio. El menor pensamiento constituye una barrera que nos impide alcanzar el estado de quietud mental (samadhi) y el esfuerzo que se requiere para conseguirlo sólo puede realizarse en el estado de vigilia. El jñani no se halla durmiendo ni despierto sino en un estado intermedio que posee la conciencia de la vigilia y la quietud del sueño profundo y que podemos llamar jagrat sushupti o dormir despierto, distinto del sueño o la vigilia por separado, atijagrat y atisushupti (más allá de la vigilia y el sueño profundo), un estado de perfecta quietud mental y al mismo tiempo consciente, que se halla en el intervalo entre dos estados mentales o dos pensamientos sucesivos y es la fuente de la que surgen los pensamientos...
Mrs. Bateman dio las gracias a Bhagavan por su solicitud y pidió permiso para dejar el Ashram. Bhagavan sonrió:
Maharshi: Usted no abandona un sitio para ir a otro. Las escenas pasan ante usted sentada en su cabina mientras el barco navega, pero usted no se mueve, siempre está inmóvil...
Mrs. Bateman: Creo que lo comprenderé a su debido tiempo.
M.: Usted ya es Eso, el tiempo y el espacio no afectan al Atman. Hay una historia que ilustra bien este punto: una señora lucía en su cuello un precioso collar que olvidó por la excitación del momento y creyó que lo había perdido; se sintió angustiada, lo buscó por todas partes y preguntó a sus vecinas si sabían algo de él, hasta que una amiga bondadosa le dijo que lo llevaba puesto y ella se sintió feliz contando a todos que había recuperado su collar como si realmente lo hubiera perdido, pero ¿lo había perdido?, aunque se sintiera tan feliz como si lo hubiera recuperado, nunca dejó de tenerlo en el cuello... Así imaginamos que debemos realizar lo que siempre somos.
Mrs. B.: Siento como si no estuviera en esta tierra...
Mientras repasaba la correspondencia, Bhagavan le dijo:
«Está usted en el reino de los cielos. El reino que menciona la Biblia y esta tierra no son dos regiones distintas, "el reino está en usted", dice la Biblia, y eso quiere decir que el jñani ve esto como el reino de los cielos mientras que los demás lo ven como este mundo, la diferencia sólo reside en el punto de vista». (Conversaciones, 609)
Alguien le hizo una pregunta sobre los estados mentales:
Maharshi: Hay cinco estados: 1) jagrat (vigilia), 2) svapna (sueño onírico), 3) sushupti (sueño profundo), 4) turiya (cuarto estado), y 5) turiyatita (más allá del cuarto). […]
El reino vegetal está siempre en sushupti, los animales viven en sushupti y svapna, los hombres viven en los tres estados y los seres celestiales viven siempre en jagrat (despiertos), pero el yogui de visión esclarecida vive en turiya y el Ser más elevado reside siempre en turiyatita. Para la mayoría de los hombres los tres primeros estados se suceden involuntariamente y son irreales, pues están limitados por el tiempo y el espacio y cada uno es relativo a los otros dos, pero los dos últimos [turiya y turiyatita] son el resultado de una práctica esforzada. El Atman es el fundamento y soporte de toda experiencia, la Realidad (turiya) es algo muy distinto de los tres estados mentales. (Conversaciones, 617)
Visitante: ¿Cuál es la diferencia entre la mente y el Ser?
Maharshi: No hay diferencia alguna entre ellos, la mente vuelta hacia dentro es el Ser y vuelta hacia el exterior se convierte en ego y mundo, como el oro constituye muchos ornamentos de distintos nombres, pero todas las joyas son oro; los nombres y las formas son muchos, el Ser sólo uno, la mente no existe separada del Ser mientras que el Ser existe sin la mente. (Día a día... 105)
Si tuviéramos que resumir lo dicho hasta aquí diríamos que la mente es la misma conciencia proyectada hacia el exterior que se manifiesta en tres modos o estados: el sueño profundo, el sueño onírico y la vigilia. Cuando la conciencia mira hacia el interior, se ensimisma, el Ser se ve a sí mismo tal como es, eso es turiya, que aunque lleva el nombre de cuarto, no es un estado mental sino la proyección de la mente hacia sí misma. Los sabios describen este modo como jagrat-sushupti, un dormir despierto que posee la luminosidad de la vigilia y la tranquilidad del sueño profundo.
Tanto el vedantismo como el budismo sostienen que la mente es una colección o haz de pensamientos que surgen de un pensamiento primordial y básico: el pensamiento del yo o imaginario sujeto que soporta la experiencia de un mundo también imaginario.
Podríamos decir, por tanto, que la mente y su imaginario soporte, el ego, son los verdaderos problemas (o el único problema) de la filosofía. A lo largo de estas conversaciones hemos visto que esa mente se manifiesta en tres formas o estados diversos (jagrat, svapna y sushupti) que son el tema fundamental de la Mandukyapanishad y de las Karikas de Gaudapada, obras que constituyen la base teórica del Vedanta Advaita, desarrollada luego por Shankara de un modo racional y académico. También es el problema fundamental del budismo mahayana, cuya semejanza con el Advaita ya hemos sugerido anteriormente. Estas dos darshanas (y en general todas las orientales) coinciden en afirmar que la mente y el ego actúan como un velo que enturbia y desenfoca la realidad, el famoso "velo de Maya", cuyo descorrimiento o develación recibe los nombres de moksha, turiya, nirvana, samadhi, etc,... y es la verdadera realización del Ser.