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Despertar al sueño ( Parte 10 )
Preguntas y Respuestas por Leo Hartong(ATTD Newsletter 2005)Pregunta: Hola, espero que me puedas aclarar algunos pensamientos.
Puesto que yo (como individuo) en realidad no existo, ¿cómo hago para vivir en un entorno de personas que realmente no existen? ¿Para qué otro propósito serviría que no fuera la Conciencia Pura experimentando su sueño terrenal de "ser" personajes diferentes?
Si todo alrededor de este "yo" es la experiencia de la Conciencia Pura, entonces cualquier cosa que "yo" haga realmente no importa, ¿verdad? Si esto es así, ¿cómo hago "yo" como un ser consciente, existente en un sueño para vivir esta vida de sueño con alegría?
Creo que lo que has dicho en tu libro es verdadero. Es sólo que no sé cómo seguir adelante ahora que me doy cuenta de que no existo ... ¿tengo simplemente que aguantar tanto lo bueno como lo malo y aceptar que mi participación es intrascendente?
Respuesta: Por favor, no creas simplemente lo que he dicho en el libro, sino que verifícalo. Asimismo, recuerda que las palabras son sólo punteros a algo más allá del alcance de las palabras; al igual que el lago está más allá de la señal que lo indica. Obviamente, cuando quieres ir a nadar, simplemente con imaginarlo, en lugar de seguir la dirección indicada por la señal, no te proporcionará un refrescante baño en el agua.
Si está realmente claro que no existe un individuo, entonces ¿quién hay para creer lo que estaba escrito? ¿Quién necesita seguir adelante, y quién necesita participar?
El "mensaje" en estas palabras puede parecer desolador desde la perspectiva del "yo". Parece sugerir falta de sentido e impotencia, pero no es a esto a donde apuntan las señales.
Cuando se ve que toda actividad es del Uno, entonces también se ve que siempre ha sido así. Podemos decir cosas como "yo pienso", o "yo respiro", pero al investigar es evidente que cada pensamiento, cada aliento, cada acto, nunca ha sido hecho por un tú separado y sin embargo, aquí estás tú. Incluso la idea de un separado "tú" es "hecha" por el Uno; al igual que una ola es "hecha" por el océano.
Para el personaje aparente esto puede parecer como perder la iniciativa, pero en realidad nunca fue el poseedor de la iniciativa. Tú no eres simplemente un personaje limitado, sino ESO a quien ―y en que― aparece la idea de ese personaje.
Ver esto no es de nuevo hecho por un "tú" sino que es el Uno Viendo. Para la "persona" esto se añade a la impotencia, y es el final de quién o qué pensamos que somos. Sin embargo, ya que no somos lo que pensamos que somos, es sólo el final de una ilusión. La persona separada nunca fue real en primer lugar, por lo que es el final de una entidad no existente. Todo ello se añade a cero.
Cuando hay una recaída en la Fuente, hay una liberación en lugar de obliteración; la liberación del hacedor y de la autoridad, de la culpa y la fama. Se sabe instantáneamente que la vida se está viviendo sin esfuerzo COMO tú, y ya no se vive POR ti.
En el presente, los pensamientos aparecen y desaparecen, hay inspiración y expiración, el corazón late y el metabolismo hace su trabajo. Todo esto se ve directamente sin un "alguien" haciendo un esfuerzo. No hay un "tú" haciendo nada de esto y nunca lo hubo, sin embargo, todo está ocurriendo por y de sí mismo.
El participar, como tú lo llamas, puede ocurrir o no, pero sólo como una representación en la Consciencia, ya que no hay separación real que permita un participante o hacedor independiente. Quizás haya un paseo por el bosque, una taza de té, leer el periódico, mal humor, una sonrisa, o hacer la compra; de nuevo, todo ocurre COMO tú, en lugar de por o a ti.
En y a través de toda esta actividad espontánea podría haber el mismo asombro que expresó el monje Zen que, al enterarse de que no hay ningún hacedor personal, escribió: "Oh, poder milagroso y actividad maravillosa, ¡acarrear agua y cortar leña!".
Pregunta: He leído su libro y ha sido una lectura muy interesante. Sólo tengo unas dudas al respecto.
¿Diría que no importa lo que una persona hace en la vida en lo que respecta a tratar de mejorarse a sí misma? ¿El éxito o el fracaso ocurren independientemente de lo que yo trate de hacer?
Por ejemplo, no sé si esforzarme o no en mejorar mis finanzas, emociones y situaciones de vida. No dejo de pensar que si no trato de hacer mejor las cosas por mí mismo mi vida no va a mejorar. No quiero lamentarme de no haber actuado cuando es necesario hacer un esfuerzo para mejorar las cosas.
Me he dado cuenta de que en realidad no existo, pero en términos del sueño, me gustaría que mi vida mejorara en muchos aspectos. Creo que me sentiría diferente si el Ego desapareciera para el yo aparente.
Me parece que también es difícil decidir qué o cómo podría mejorar las cosas. ¿No importa porque lo que es, es? ¿Cualquier cosa que aparentemente decida será o no será? Siento que no tendría una buena vida agradable a menos que me esfuerce en mejorarla de alguna manera. No quiero perder la oportunidad de lo que podría haber hecho por no tomar medidas.
En cierta manera sería mucho más fácil si existiera la predestinación. De esta manera sabría que yo no podría hacer nada para cambiar las cosas y por lo tanto no habría ningún remordimiento en absoluto.
Apreciaría realmente si usted pudiera compartir algún comentario sobre los puntos anteriores.
Respuesta: El texto de "Awakening to the Dream" (1) no indica que la mejora de las circunstancias personales sea imposible, sino que no hay un tú separado que lo haga. Cuando las mejoras ocurren, ocurren, y si esto parece incluir la acción y el impulso personal, entonces eso es lo que sucede. Aquí ―y en "Awakeningo to the Dream"― se dice que no hay un "tú" que tenga una vida, sino que sólo es la vida apareciendo como todo, incluyendo el patrón identificado como "tú".
Cuando comparamos la vida con un río, entonces este "patrón tú" es muy similar a una de las olas o burbujas que aparecen en la superficie de la corriente. Ellas no son más que apariencias temporales en el río y no tienen una existencia independiente. La invitación hecha aquí, es reconocer que sólo hay el río de la vida, y que tu verdadera identidad es nada menos que todo el río.
Cuando hay una necesidad de mejorar la propia situación financiera o para aprender un nuevo idioma, o lo que sea, entonces esa es la forma en que la vida aparece en sí y no hay ningún "tú" que se encargue de esto. Cada pensamiento, cada acción, cada latido del corazón, cada respiración, es sólo desde y por el Uno. La persona como el hacedor y el poseedor de "mi" vida es de nuevo sólo un patrón en la corriente que eres.
Date cuenta de la frecuencia con que "yo" y "yo mismo" aparecen en tu e-mail. Este "yo" parece querer, tener esperanza, tener miedo, y decidir. Parece que es el centro y la raíz de toda duda. Cuando esto se reconoce, puede ser investigado a fondo. No aceptes las palabras de nadie, y no digas sólo "Me di cuenta de que en realidad no existo", sino averigua si en realidad esto es así.
La palabra sal no es salada, pero apunta a una realidad que no puede ser capturada en palabras. La palabra "yo" no es lo que eres sino que apunta a ―y es una expresión de― ESO que eres. Averigua si esto es así.
Si o cuando está claro adonde apunta este concepto "yo", entonces no hay ningún concepto "yo" que comprenda esto. Al final, cuando el concepto "yo" que supuestamente está haciendo el comprender no puede encontrarse, la comprensión permanece milagrosamente como una expresión de "tu" Verdadera Naturaleza.
Ve a través de la idea de ser este cuerpo, este personaje, esta colección de ideas y hábitos, y atrévete a ir a donde ningún "yo" ha ido antes, y re-conoce la Libertad-que-Tu-Eres.
Pregunta: La literatura Advaita, incluso la de Ramana Maharshi y Nisargadatta tiene para mí a menudo un carácter negativo. Un carácter de negación, renuncia, abstinencia, rechazo. Me parece que está basado en el miedo a ser arrastrado una y otra vez por los deseos de aferrarme a lo que siempre se desvanece.
En lugar de eso el universo está lleno de alegría y dicha y no separado de mí. El Ser o Consciencia que se manifiesta como todo, formas, colores. Una sinfonía eterna de ir y venir, como las mareas del océano. No me gusta rechazar nada...
Me alegra escribirte esto. Para mí esto es lo que se siente ahora. Me gustaría escuchar tus comentarios.
Respuesta: El Advaita no niega realmente esta manifestación, sino que apunta a ESO que aparece COMO esta manifestación. Se ve el mundo de los objetos como ilusorio o no existente de la misma manera que la serpiente que se percibe en una cuerda es inexistente. La serpiente no es más que una proyección y de la misma manera los objetos separados son vistos como proyecciones. La "mente generadora de etiquetas" asigna nombres a los objetos aparentemente independientes. Al ver esto como lo que es, puede haber un reconocimiento de la Unidad Que Es.
Sin etiquetas ―o durante una ausencia momentánea del pensamiento― la Conciencia/Existencia se "conoce" a sí misma como un solo campo indiviso. Nada se puede decir acerca de esto sin volver a la mente etiquetadora. Incluso afirmar que "nada se puede decir acerca de esto" es una forma sutil de etiquetar. Dentro del juego de las palabras no se puede escapar de esta paradoja.
Cuando palabras como "alegría", "dicha" y "mí" aparecen en la misma frase estamos hablando de estados temporales. De hecho, son manifestaciones del Único Fundamento, pero el Fundamento Único está siempre fuera del alcance de este tipo de etiquetas. Podemos por supuesto apuntar a ELLO con palabras como alegría y dicha, pero oscuro y vacío también lo hacen. Es el Centro-Consciente-Incognoscible del cual todo proviene y al cual todo retorna.
No hay nada malo en quedarse perplejo ("atrapado en un laberinto" (2), como Alan Watts observó una vez) por este maravilloso despliegue que llamamos el universo, o experimentar alegría y asombro al contemplar esta manifestación, pero lo que realmente eres es el Único Ojo al que estas experiencias aparecen. Este "Ojo" es siempre invisible para sí mismo y permanece cuando todas las ocurrencias temporales son "negadas".
Caer en lo desconocido y desaparecer como un "yo que experimenta" puede ser visto como miedo a participar en el juego de la vida, pero también puede ser visto como el último sacrificio valiente. Ambas posiciones aparecen al Único-Ojo-que-Tú-Eres y ambas son parte del espectáculo fugaz de la existencia.
Más allá de la dualidad de la existencia/no-existencia, más allá de la dualidad/no-dualidad, más allá de gustar y no gustar, más cerca que cerca, está Esta Existencia como la única "cosa/no-cosa" que no puede ser negada. Como los hindúes dicen "Tat Tvam Asi; Tú Eres Eso".
Pregunta: Mi primer paso "en el sendero" fue cuando estaba al lado de la cama cuando murió mi suegro. Fue mi primera y más cercana experiencia de la muerte y puso de relieve mi propia mortalidad. Luego estuve muy comprometido con el budismo. Siento que su excelente libro me ha ayudado a comprender que no necesito una religión formal y ¡ahora soy más como un "llanero solitario"!
Si soy totalmente honesto, mucho de lo que me ha impulsado a investigar acerca de la "verdad" es un miedo subyacente de mi propia muerte. Creo que no es tanto el miedo al "infierno" ― no creo que esto sea algo para estar preocupado. Es más un miedo a la aniquilación ― a la nada. Supongo que esto es por lo que disfruto tanto la vida.
Respuesta: Sí, la muerte es una gran motivación para la mayoría de los buscadores. Es una invitación al misterio que eres. Vamos juntos a echar un vistazo. ¿Qué es lo que muere? Es evidente que no es la vida misma, ya que mantiene sin cesar manifestándose y transformándose en innumerables variaciones. ¿Qué es lo que "muere" cuando la gota de la individualidad se reúne con el océano del ser? No es el ser o existencia lo que muere, sino que es la sensación de separación lo que se disuelve. En este punto, el océano es tanto la gota como la gota es el océano porque no se puede hacer distinción. Del mismo modo, cuando se rompe una vasija de barro, el espacio dentro y fuera de la vasija se fusionan completamente.
Lo que necesita ser examinado aquí es este "yo" que disfruta de la vida y tiene miedo de morir. Claramente se mezcla con la idea de ser una persona separada dentro ―o con― un cuerpo mortal. Tomar la muerte del cuerpo como la propia muerte es un caso de identidad equivocada. Tú no eres exclusivamente el cuerpo, sino ESO que lo anima y aparece COMO el cuerpo. Esta Energía Animadora es no-nacida e inmortal. El cuerpo es un patrón temporal en el río de la vida, donde los cinco elementos (el espacio es el quinto elemento aquí) se juntan por un tiempo. Es el Infinito expresándose como lo finito. Es el baile Eterno de lo temporal y por su propia naturaleza lo temporal va y viene. Es este ritmo del yin y el yang, del ir y venir, del nacimiento y la muerte, lo que hace que esta manifestación haga "tic-tac". Sin esta danza del "encendido y apagado" no habría sufrimiento, ni tampoco habría el disfrute que mencionas. Al parecer, este disfrute ha sido fijado con exclusión del cuadro general. Es como ser absorbido en una película en la que la pantalla ha sido olvidada por completo en favor de las apariencias temporales que aparecen en ella.
Pregunta: En tu libro, hiciste una muy buena analogía acerca de la consciencia como si fuera una bola de arcilla y cuando una persona nace se extrae un hilo de la arcilla, y cuando muere el hilo simplemente vuelve a la bola de la que nunca se ha separado. Explicas que esto es lo que a veces la gente puede experimentar como una "vida pasada" ― si nunca se han desconectado siempre pueden experimentar un recuerdo de uno de los miles de millones de hilos de la "bola" experimentados en una "vida" anterior.
Respuesta: Esto es por supuesto una metáfora. Una bola de arcilla todavía tiene un interior y un exterior, mientras que lo No-nacido no tiene dimensiones. También podemos llamarlo infinito o sin forma. Como la mente no puede imaginar esto, la metáfora de "Una Sustancia" (ya sea representada por la arcilla o por dios) podría ser útil. Cuando la idea detrás de esto es "asimilada" o comprendida intuitivamente, el concepto se puede desechar; al igual que el concepto "agua" ha servido a su propósito cuando nos encontramos con el arroyo donde podemos saciar nuestra sed. La Sustancia Una apuna a lo No-nacido. No hay muerte para lo No-nacido, al igual que la luz no conoce la oscuridad.
Pregunta: Una vez dicho esto, no alivia en absoluto mi miedo a morir ― ¡en todo caso lo hace más profundo! Puede que tenga una buena vida ahora, pero ¿quién puede decir que cuando muera, aunque mi consciencia "sobreviva", que no voy a experimentar una "vida pasada" que esté sujeta a la crueldad extrema, la tortura o lo que sea?
Respuesta: El miedo a morir no es necesariamente el mismo que el miedo a la muerte. El miedo a morir es parte del funcionamiento natural del organismo; incluso una mosca tratará de evitar el matamoscas. El miedo a la muerte, por el contrario, es una abstracción mental. Se basa en la imaginación y la proyección y en la creencia errónea de que eres el cuerpo. La mala noticia es que todo lo que ha nacido morirá. La buena noticia es que tú eres el No-nacido; antes de ―y más allá― del ciclo de nacimiento y muerte. El "yo" que "puede tener una buena vida ahora" o el "yo" que teme su propia desaparición, es el verdadero problema, y necesita ser investigado.
Pues resulta que este "yo" morirá o, más correctamente, la ilusión de ser exclusivamente este "yo" morirá. No es necesario esperar a que el cuerpo muera, ya que este sentido de separación puede morir ―o puede ser transcendido― ahora mismo. Este "yo" es un "objeto" insustancial que aparece en y para la Pantalla-de-Conciencia-que-Tu-Eres. Tú eres siempre esa inamovible "pantalla detrás de la escena" independientemente de las formas y las actividades que aparecen en ella. Tú no eres sólo este organismo cuerpo-mente. Al investigarse esto puede verse por nadie, que no hay ningún "tú" que tenga una vida; es la vida "teniendo un tú" ― o la vida apareciendo COMO tú.
Tú eres el No-nacido, el Ser Imperecedero, aparentemente absorto en la película de ser una persona separada, o como Alan Watts solía decir; la ilusión de ser un "yo independiente" dentro de una bolsa de piel. En esta "película/vida" hay ver, pero ningún veedor, hay pensamientos que aparecen y desaparecen, pero no hay pensador. La muerte es un maestro que te invita a ver esto; a ver que hay muerte, pero nadie que se se esté muriendo.
No apartes la vista; dale al temor a la muerte la bienvenida. Siéntelo realmente; míralo realmente y ve cuál es el mensaje que trae. Puede llegar a ser un regalo/presente de la Presencia eterna que nos pide que lo abramos en este momento.