Karsten Ramser
Vivir en la pregunta - La experiencia profunda
"Quien no pregunta, no sabe"
Por Karsten Ramser28 Junio 2019El que quiere saber, tiene que preguntar.
Preguntar solo tiene sentido cuando estamos vacíos y dispuestos a aprender.
Si estamos llenos (de conceptos, ideas, filosofías, apegos, recuerdos, proyecciones...) no hay espacio para lo desconocido, para lo nuevo.
Hay muchos tipos de experiencias; intelectual, sentimental, emocional, individual, personal, transpersonal y no-dual.
A partir del nivel de la conciencia transpersonal somos capaces de unir todas estas experiencia en una sola, la experiencia profunda.
Es la experiencia del conocimiento de Sí mismo.
La realización absoluta de lo que es real.
Vivir en la pregunta es el camino hacia esa experiencia, que en su naturaleza es no-dual y una con la Esencia.
Los niños preguntan constantemente, el conocimiento es una necesidad, de ahí la frase "ver el mundo con los ojos de un niño". Ver la vida como una aventura que hay que descubrir. El actual sistema y la sociedad están organizados de tal forma, que nos hace olvidar esta necesidad. Aprendemos lo superficial que está caracterizado por la desconexión con nuestro interior y la estandarización de las experiencias y modelos normalizados de pensar.
Vivir en la pregunta significa, investigar la vida, mirar detrás del velo de las apariencias y no creer en nada.
La sabiduría es una ciencia y como todas las ciencias no se basa en las creencias sino en la investigación (el arte de preguntar) y en la experiencia.
No creas nada, verifícalo tu mismo con tu propia experiencia. (Buda).
Esto es hoy en día más importante que nunca, tenemos mucha información accesible a un clic y lo que nos salva de perdernos en ella es la experiencia profunda.
Todos buscamos lo mismo aunque lo llamemos con infinitos nombres diferentes, yo lo llamo dicha y serenidad. Lo que nos impide encontrarlas es la ignorancia y su sombra el sufrimiento, el drama humano.
Si no hay drama podemos cumplir con nuestro propósito.
El drama humano gira alrededor de una sola cosa, el ego o la persona.
La identificación con la persona es la fuente de desdicha humana y la principal causa de destrucción de la tierra.
Esto, nos lleva a la pregunta más importante de todas.
¿Quien soy yo?
Todas las demás preguntas están relacionadas con esta.
Mientras no sabemos quien somos, nada funciona realmente y la vida es en el mejor de los casos, un parche detrás del otro.
¿Quien soy yo?
La respuesta estandarizada es, Yo.
¿Pero quien es ese Yo?
Podemos contestar que es el conjunto cuerpo-mente, pero si es así nace otra pregunta:
¿Si eres el conjunto cuerpo-mente, como puedes ser consciente de él?
Soy lo que pienso.
¿Pero quien sabe lo que estás pensando?
Soy mis acciones y mi historia.
¿Pero quien está realizando las acciones, quien es el hacedor?
Bien, entonces soy la conciencia consciente del mundo, consciente de mis acciones y mis pensamientos, consciente del conjunto cuerpo-mente.
Esto es estar cerca de nuestra verdadera "identidad" y al mismo tiempo nace la pregunta ¿quien es consciente de la conciencia?
La realidad es que nadie puede contestar esta pregunta, porque es una experiencia que trasciende las palabras, algunos lo llaman la Esencia, otros la Consciencia, o el Sí mismo, o el Tao, o la inteligencia universal o simplemente el eterno momento presente.
Cuando Ramana Maharshi estaba muriendo decía a sus preocupados discípulos:
A donde puede ir, estoy aquí.
Vivir en la pregunta nos abre a la vida tal como es y eso es lo que somos.