Javier Iglesias García
El Silencio No-Dual
Por Javier Iglesias García 16 de junio de 2016¿Habla el silencio?, sí claro porque ese silencio es la esencia vital que es en todo, incluidas las palabras.
Cuando se ha retirado la sensación de entidad separada de este individuo queda esa esencia increíblemente viva que abarca todo. Es maravilloso ver Eso en cada persona, en cada cosa, en cada acción, en cada pensamiento. Uno va a un supermercado y se ve lo mismo en todo, el mismo ser. Ahí está también al salir de la compra y pasear por la calle con las bolsas, es el mismo Yo en todo. En el perro que te mira, en la señora absorta en sus pensamientos, en los conductores, en la luz primaveral que llena la calle, en los árboles con un verde recién estrenado.
Se vive con la sorpresa de no ser un evento pasajero, no es un silencio fenomenológico. No es la ausencia de ruidos, ni de pensamientos, ni de palabras… De hecho no es la ausencia de nada, es la presencia en todo lo que es. No está sujeto al cambio, al ir y venir como es la naturaleza de cualquier experiencia, o sensación, o sentimiento. Esto es una constante.
Y resulta que es lo único que hay. De tal forma que la identificación se amplía a este silencio que todo lo abarca. En este individuo sólo queda una “identidad temporal” que llamo yo, jajajajaja... Aunque, en realidad, no tiene sustancia propia, todo es la misma esencia vital.
Este silencio no es dual. No tiene su contrario. Los pares de opuestos amor-odio, paz-sufrimiento, silencio-ruido…. brotan en este silencio. Toda manifestación de la vida es esta Conciencia en movimiento que incluye los contrarios. Todo está compuesto de este silencio como las olas están hechas de agua. Cada cosa, cada suceso es Conciencia, y tú eres Eso.
Este silencio es Unidad y funciona como tal. Con lo que todo lo que sucede es Unidad. Ya no queda la sensación que lo que ocurre ahora mismo debería ocurrir de otra manera, ¿cómo puede ser posible que sea otra cosa que lo que es?. Con lo que también se va la necesidad de “tener” que aceptar esto que ocurre ahora y no es lo que esperabas, porque ocurre y con eso ya está aceptado. Por el simple hecho de que Es.
Esta plenitud no es nada de lo que imaginaba la mente, no es lo opuesto a lo que el pensamiento ha llamado ordinario, no conectado, no evolucionado, separado… no es lo opuesto a nada. Ni siquiera puede abarcarlo un concepto, ninguna palabra. Y a la vez es Todo, no hay nada que no sea esa Conciencia.
Estas palabras no quieren alimentar en ti la búsqueda de ese silencio, de esa plenitud porque entonces se daría por supuesto que no es esto que está siendo ahora mismo. No quieren fomentar ninguna identidad separada, ni la de buscador, ni la de iluminado, ni la del que espera o desespera. Son palabras que te invitan a ver cualquier cosa que surja en este momento dentro y fuera de ti, sin el pasado, sin ningún concepto. Te invitan a ver que todo es el funcionamiento de esa Conciencia, y que no hay nada que esté fuera de lugar.