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José María Martínez Gaspar

Buddha

¿Qué no es Advaita?

Por José María Martínez Gaspar 24 de septiembre de 2015

El término Advaita es desconocido por el gran público que sigue la temática espiritual. Es definida en términos negativos como la existencia de "no-dos", es decir, negando la realidad dualística, no como no existente en el universo relativo, sino como esencia fundamental del mismo. Advaita incluye Todo, abraza la Vida como no separada de la muerte, no haciendo juicios de valor sobre los hechos existenciales. Está por eso, profundamente conectada con la Fuente de la Vida, la Conciencia, entendida esta como algo impersonal y que impregna todo el Universo manifestado. Existen otras vías más conocidas en Occidente como el Yoga, la Meditación Trascendental, el Sufismo, el Zen, el Budismo, la Gnosis etc... que gozan de mayor popularidad y tienen muchos seguidores.

Actualmente existen varios representantes de este iconoclasta escenario del Advaita, cada uno con su propio mensaje y peculiar forma de entenderlo y transmitirlo, aunque todos tienen algo en común: han captado la esencia de todas las religiones, que es alcanzar la Paz (o mejor dicho un estado pacífico), un mensaje impersonal y una visión lúcida de Sí Mismos.

Nada tiene esto que ver con los libros de autoayuda que pregonan ciertas prácticas o consejos para llegar a ello. O un montón de consignas sobre el pensamiento positivo, que convierte a los practicantes en meros loros huecos de la energía que la autorealización conlleva. Tampoco tiene que ver con los cursos que toman al practicante como un atleta en continua prueba para ser superada y que nunca parecen tener fin.

Quisiera decir, por tanto, ¿qué no es Advaita? Advaita no es:

  • Una nueva teoría espiritual o filosófica para que el menú de posibilidades de algún aspirante se enganche a ella.
  • Una vía del devenir, del llegar a Ser, pues ésta te desconecta radicalmente de la falacia de estar separado de la Conciencia.
  • Un intrincado método de conocimiento de Sí Mismo, basado en suposiciones o hechos, conceptos a los que agarrarse para caminar por la vida.
  • Un mensaje para la persona, pues ésta es negada desde un principio.
  • Un aliciente para nuevos buscadores, pues el buscador es el principal obstáculo para este tipo de conocimiento.
  • Un conocimiento intelectual o que intenta sanar las heridas emocionales de un soñado aspirante que ha sufrido y desea encontrar otro tipo de consuelo en su lectura.
  • Un grupo de élite dentro de la espiritualidad donde exhibir todas las acrobacias intelectuales de un supuesto autorealizado que se siente "especial".
  • Un negocio dentro del mercadillo espiritual para exprimir los bolsillos ingenuos de los cansados y exhaustos "aspirantes a maestros".
  • Una técnica física, ni mental, ni emocional, ni tan siquiera espiritual, aunque en un principio pueda parecer esto último.
  • Ahondando en el punto dos, una vía que preconice el esfuerzo, la voluntad, la disciplina, la práctica por parte de una persona que intenta llegar a un objetivo formulado previamente.
  • Un discurso donde las palabras muestran la Verdad, sino que éstas apuntan a algo que antecede a las mismas.
  • Un proceso de construcción de una imagen espiritual de la persona, sino más bien de abandono y destrucción de todo lo falso.
  • Una moda nueva, tipo new age, donde todo aquel que ha leído algo, suba a un estrado a impresionar a un público crédulo.
  • Un conjunto de reglas de comportamiento, éticas, de salud o de alimentación personal o humanitarias, autoimpuestas desde fuera para ser seguidas buscando la aprobación de un grupo o una comunidad o la recompensa personal de satisfacción infantil.
  • Una muleta a la que agarrarse para fortalecer el ego espiritual de la supuesta persona.
  • Una nueva religión que seguir, sino que es el núcleo de todas las religiones, no entrando en conflicto con ninguna por esta razón aducida anteriormente.
  • Un mensaje que preconiza el Amor, la Verdad y la Paz, como resultado de un logro, sino que invita a descubrir este hecho dentro de la propia vida de uno.
  • Una excusa para abandonar todo tipo de responsabilidades personales, familiares, de trabajo o comunitarias, pues sólo el miedo o un concepto de apartarse del entorno con fines antisociales o marginales empuja desde otras filosofías a estas interpretaciones erróneas.
  • Un mensaje para la mente, sino para la Conciencia, no tu Conciencia, sino la Conciencia Impersonal.
  • Una etérea composición de conceptos metafísicos para situar el Más Allá siempre más allá.
  • Una ayuda para que el ego personal pueda seguir jugando con experiencias mundanas o espirituales, incluidos samadhis conscientes y exhibiciones de milagros.

Por lo tanto, es un mensaje siempre disponible y para todos. Y el mensaje es lo fundamental, nunca el mensajero que lo transmite. Es la gran noticia. No se necesitan requisitos para entrar en el mundo de la existencia y de la Vida. Aquí no se piden pasaportes, credenciales, invitaciones de terceros, ni títulos. Es el gran regalo que puedes darte a ti mismo. El único que no cuesta dinero y que como dicen por ahí: "En este mundo si sabes mirar bien, las cosas esenciales de la vida…son gratis"

© José María Martínez Gaspar, 2015