Karsten Ramser
Hemos de actualizar la eterna sabiduría
del conocimiento de sí mismo
Por Karsten Ramser 7 de septiembre de 2018
Como sabemos la sabiduría del conocimiento de Sí mismo existe desde hace miles de años, comenzando con el Vedanta, el Tao y las primeras enseñanzas de Buda, desde entonces la esencia permanece intacta, pero la forma está cambiando siempre.
En los tiempos antiguos el conocimiento pasaba del Maestro (Gurú) al discípulo. Era una transmisión directa bajo la guía del maestro, que eliminaba la mayoría de trampas y auto-engaños. Cuando el discípulo se convertía en maestro mantenía está enseñanza del conocimiento de Sí mismo viva.
A lo largo del tiempo la forma de transmisión ha cambiado, normalmente lenta y a veces brusca e inesperada.
Es absolutamente esencial que las formas de transmisión cambien, es así como mantienen su frescura y siguen siendo una enseñanza viva. De este modo el conocimiento llegó a la edad moderna.
El conocimiento es una experiencia viva, se siente en el corazón y se entiende con la mente. Ambos son necesarios para hacer visible el "secreto abierto" que es la esencia de las enseñanzas.
Cuando sólo es entendido con la mente nos atascamos, cuando solo se siente, nos volvemos locos y cuando intentamos presionar un rígido modelo mental nacen las instituciones y religiones, de este forma las enseñanzas de Buda se convierten en el budismo, el Tao Te King en el Taoísmo y así sucesivamente.
Todo esto es perfectamente correcto, porque la inmensa mayoría de la humanidad aún no estaba lista y madura, para el viaje hacia lo desconocido. Eso no es malo ni bueno, es una cuestión de los niveles de consciencia. Todos los niveles por debajo del transpersonal, están atrapados en la ilusión del ego y/o la creencia de que la persona tiene una identidad separada.
El conocimiento de Sí mismo es como el viento, imposible de organizar o controlar, todos sabemos lo que ocurre cuando se intentan controlar el viento, la intención misma ya causa un sufrimiento interminable, una frustración agotadora. Este intento de control es el drama humano, es la razón de la locura de nuestra sociedad actual.
El viejo modelo de transmisión está desapareciendo, el tiempo de los maestros está llegando a su fin, al menos en la forma tradicional de maestro/discípulo. Simplemente somos demasiada gente y pocos maestros para mantener la estructura que funcionó perfectamente durante los últimos 3000 años. La forma está cambiando de nuevo, pero no lentamente, sino muy rápido y de maneras inesperadas. Eso es necesario porque la forma de vida también está cambiando muy rápido y de maneras inesperadas.
Antes el conocimiento era secreto, al menos en Europa, sólo accesible para un grupo selecto de personas, esto era necesario porque la instituciones religiosas y la sociedad en general lo interpretaba como una amenaza. Pero hoy en día tenemos básicamente el acceso a todos los conocimientos con un solo clic. Es un progreso impresionante por un lado, pero por otro lado tiene un enorme potencial de confusión.
Internet ofrece toda la información que necesitamos, de hecho ofrece demasiada información, y normalmente no somos capaces de filtrar la información que mejor se adapta a nosotros. En tiempos antiguos la relación directa de maestro a discípulo permitía el acercamiento al maestro para aclarar la confusión, pero hoy en día la mayoría de los maestros tienen miles y miles de discípulos, e incluso millones, y en el mejor de los casos nos reunimos con él o ella de vez en cuando durante unos minutos, o se les ve en videos, congresos, convenciones etc.
Y todo esto es perfecto, pero cuando se intenta indagar un poco más… no es suficiente, se necesita el contacto directo, se necesita hacer preguntas que deben ser respondidas en forma directa y que se adapten a nuestro proceso evolutivo. Viviendo el conocimiento de Sí mismo sucede todos los días, es un asunto cotidiano, que no se limita a la práctica de meditación diaria o acontecimientos especiales.
Como en todas las áreas de la vida, las formas tradicionales están desapareciendo y están siendo sustituidas por "actualizaciones". La eterna sabiduría del conocimiento de Sí mismo está experimentando el mismo proceso de transformación, tiene que hacerlo para permanecer viva. Podemos ver esta transformación que está sucediendo ya, y el siguiente paso es la "descentralización" de la transmisión.
Esta descentralización ya está ocurriendo, dependiendo de diferentes aspectos, pero en general podemos decir que se aleja del concepto de que el "gran" maestro sea el centro de la enseñanza y va en la dirección de "pequeños" maestros o profesores locales. El profesor va a ser más como un amigo sabio, en lugar de un maestro distante que vive en la India, América, YouTube o donde sea.
Karsten Ramser cuenta con más de 25 años de experiencia en el camino de la sabiduría, es Coach, terapeuta, profesor de meditación, pintor y escritor. De origen alemán, ahora trabaja y vive en Andalucía.
Encontró alivio a la profunda depresión que le acompañó durante años, con diferentes terapias, pero sus preguntas seguían sin respuestas. En el año 2007 comprendió que no hay nada que encontrar y así termino su búsqueda. En ese momento un profundo proceso de transformación cambio su vida y es lo que nos muestra en su libro: El Camino sabio. / Más info