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Artículos - OM D. Parkin

Un león entre ovejas

Joachim E. Berendt escribe sobre Om C. Parkin
OM C. Parkin
OM C. Parkin

Joachim-Ernst Berendt, autor de «bestsellers» y promotor invisible del arte de escuchar, quedó profundamente conmovido al leer: «El Nacimiento del León», un libro escrito por el joven maestro de SATSANG de Hamburgo, OM C. Parkin. Si bien se mostró algo receloso al principio, sus prejuicios mentales desaparecieron cuando se encontró con el propio Parkin. Para Berendt, el libro de Parkin es la introducción más exacta y comprensible a la auto-exploración que se ha escrito en la lengua alemana. Ante la voz leonina de Parkin, el famoso autor se preguntó: ¿No debería dejar de escribir? Y como respuesta él escuchó la historia de la prostituta que, después de iluminarse, continuó ejerciendo su profesión.

...y todo lo que había sido importante para mí en mi camino interior pasó a ser «sólo psicología», «sólo terapia», «sólo espiritual».

Hacía mucho tiempo que no recibía un consejo que viniera desde un lugar tan profundo de mi corazón como éste: Lee «El Nacimiento del León» de OM C. Parkin (publicado por Alf Luchow, Freiburg). Pero, no te limites solamente a leer este libro, internalízalo. Trabaja con él. Deja que el libro trabaje dentro de ti.

Hasta ahora, este tipo de libros habían sido escritos por los sabios indios o tibetanos, y esto suponía casi siempre una barrera cultural que dificultaba su comprensión. El viaje de un mundo exótico lejano hasta el nuestro, debe recorrerse a menudo pasaje por pasaje, frase por frase, lo cual resulta tedioso a la larga. Ahora, tenemos un libro de esa calidad, casi dudo decirlo pero realmente es así, pero sin ninguna barrera cultural, escrito por un alemán, escrito en Hamburgo.

OM C. Parkin fue introducido ―como él dice― en la realidad después de un grave accidente de coche y del estado de coma consecuente. Gangaji y Poonjaji fueron sus maestros, éste último confirmó que OM pertenecía a su «familia». Cuando lees, sientes la experiencia auténtica en prácticamente cada frase. Este libro viene de una realidad que no es la realidad ilusoria de nuestra percepción normal ―que no es Maya― proviene de la liberación de Maya. Allí, ya no creo más en lo que percibo o en lo que piensan los demás; allí, alguien que ve y dice lo que ES.

Te lees a ti mismo.

OM pertenece al linaje de Ramana Maharshi / Nisargadatta / Rarmesh Balsekar:

«La única razón por la que estás aquí es para saber quién eres».

«La mente es esto: Un disco rayado: 60.000 pensamientos al día, de los cuales el 80% son repetitivos. Cada día 60.000 pensamientos, multiplicado por 365 días al año, multiplicado por 75 años, ... puedes calcular cuál es el resultado».

«Siempre lo comparo con alguien que está en una barca, arrastrado por la corriente, y aún así, hace un increíble esfuerzo por remar....» «Una centésima parte de los pensamientos bastarían para organizar lo que hay que organizar.» «Pensar solamente genera un gasto innecesario de energía, por fricción.» «Simplemente confía, sucede por sí mismo.»

En la quietud del Ser, en su profundidad, estamos de todas formas conectados a toda la sabiduría del universo y de una forma mucho más directa de la que la mente nunca pueda alcanzar.

Mientras lees este libro, no estás leyendo lo que su autor, el psicólogo OM ha escrito, más bien te estás leyendo a ti mismo. Te lees a ti mismo. (Presta atención a la distinción entre mayúsculas y minúsculas). Entras en resonancia con el Ser.

El Gran Camino

Al principio, OM cuenta la historia de un cachorro de león, que aparece entre un rebaño de ovejas, y creció como una oveja más, comía hierva y balaba como un cordero hasta que un día, apareció en el prado, ante el rebaño, un león. El león no podía creer lo que veían sus ojos: ¡uno como él en medio del rebaño de ovejas! así que de un zarpazo enganchó al pequeño león y lo alejó del rebaño, estaba convencido de que tenía que salvarlo de las ovejas. Lo arrastró hasta el lago para que bebiera y le dio carne para comer.

En el momento en que el león repudió la sangre, recordó, se convirtió en quién realmente siempre había sido, un león.

Fuente: Publicado por la revista «Connection», Noviembre / Diciembre 1998