Extractos - John Wheeler
Todos los problemas son para el "yo"
Por John WheelerTodos los problemas, asuntos, preocupaciones, preguntas, dilemas y así sucesivamente son para el "yo". Por ejemplo:
Yo soy feliz / Yo estoy triste
Yo lo conozco / Yo no lo conozco
Yo lo tenía / Yo lo perdí
Yo he nacido / Yo moriré
Yo soy bueno / Yo soy malo
Estos son sólo algunos ejemplos de pensamiento ego-centrado. Como se puede ver, todos estos pensamientos giran en torno al sentido del "yo". Define claramente la identidad del "yo" y todos los problemas se resuelven. La sensación imaginada de ser un "yo" separado es la fuente de todos los problemas. Puesto que el "yo" como pensamiento es realmente muy intangible, todo tipo de otras ideas se adhieren alrededor de este yo, con el fin de darle una apariencia de solidez. Todas las auto-definiciones, identidades y condicionamiento aparente dependen de la sensación no examinada del "yo.
Las enseñanzas más directas dejan de lado todo el filosofar y teorizar y van directamente a una investigación del sentido (significado real) de la palabra "yo". Esto, creo, es la auto-indagación de Ramana Maharshi. ¿Qué es esto que llamo "yo"? Estamos constantemente diciendo "yo", "yo", todo el día, toda la vida, pero ¿qué es?
Si la causa ("yo") se ve que es inexistente, ¿pueden todos los efectos (todas las definiciones construidas sobre el "yo") sobrevivir? Había leído sobre esta idea durante años, pero toda mi visión de la vida fue radicalmente alterada cuando realmente investigué esto por mí mismo. En el momento en que vi que la "persona" que yo pensaba que era no estaba ahí, que era una suposición falsa, experimenté directamente una profunda liberación de todos los problemas, dudas y sufrimiento. Fue algo extraordinario. No hice nada en absoluto. Sólo hubo un mirar y ver que la persona, el "yo" separado, no estaba ahí. No había un intento de ser libre o de resolver algún enigma intelectual.
Eso es todo lo que puedo decir. Nunca se puede encontrar la respuesta en la mente, por lo que es inútil buscar ahí. Ninguna cantidad de pensamiento pueda liberarte de los enigmas creados por el pensamiento.
Los problemas, si los hay, solamente son creados por la mente. Son un producto del pensamiento. Pero no tienes que hacer nada con el pensamiento, como deshacerte de él, modificarlo o suprimirlo. Sólo tienes que ver que lo que realmente eres, aquí y ahora, es esa presencia-conciencia que es la base sobre la que el pensamiento está ocurriendo. Eso que conoce todas tus sensaciones, sentimientos y emociones, es radiantemente consciente. Es el conocer y ser sin esfuerzo. Es simplemente la clara y espaciosa presencia de la conciencia, o como dicen los budistas, "el vacío cognoscente". Familiarízate con ello. Ten la voluntad de mirar esto. Percíbelo, siéntelo, sélo, relájate en ello. Que sepas con seguridad que no eres una persona limitada ligada a tus pensamientos. Tú eres la presencia-conciencia como el cielo en la que todo el universo está apareciendo.
La próxima vez que pienses: "yo soy esto o aquello", "tengo un problema", o lo que sea, simplemente suelta el aparente problema y pregunta "¿Quién es este 'yo' que creo que soy? ¿Es esto lo que realmente soy?" Puedes incluso investigar y tratar de encontrar este "yo" en tu experiencia directa. ¿Hay una sensación, un pensamiento o un sentimiento que puedas llamar "yo"? Decimos "yo", pero precisamente ¿qué es? Entonces caes en la cuenta, "¡Eh! ¿No soy consciente? ¿No estoy presente? ¿No es la presencia de mi verdadera naturaleza aquí, perfectamente intacta, inmaculada, como el sol brillando sobre las nubes, completamente inafectada por la aparición (y desaparición) del pensamiento?
Este tipo de mirar tirará del tapón de desagüe del fregadero de la mente, y todos los problemas serán arrastrados al vacío de la no-existencia. No exagero cuando digo que toda una vida de problemas se evaporará. Como se suele decir, una cueva puede haber estado a oscuras durante miles de años, pero cuando traes una antorcha a la cueva, la luz elimina al instante esa oscuridad.
Comprensión, Conciencia y Pensamiento
Cuando me encontré con el libro y los CDs de las charlas de Bob Adamson, empezaron a suceder cambios internos. Yo no hice nada conscientemente, pero el control de los pensamientos conceptuales empezó a relajarse. Las cosas comenzaron a cambiar y desmoronarse. Ni siquiera podía expresar lo que estaba pasando, pero había una experiencia de libertad. Sentía que era lo correcto. Cuando te encuentras con una buena y clara enseñanza, es la sabiduría y la claridad de la enseñanza lo que es liberador, no necesariamente algo que haces para que la comprensión suceda. En última instancia, es tu propia sabiduría innata la que está funcionando en respuesta a las claras indicaciones del maestro.
El "tú" que trata de comprender, que (aparentemente) lo consigue y lo pierde, que se esfuerza y así sucesivamente, no es quien realmente eres. Es sólo un juego de pensamientos, de conceptos, de suposiciones no examinadas acerca de ti mismo y el mundo. Tú inocentemente los has ido adquiriendo durante el curso de la vida. Son estos pensamientos los que crean la perplejidad y la confusión. Observa que cuando estás dormido o absorto en alguna actividad interesante tus problemas desaparecen. Es un punto clave el darse cuenta de que todos los problemas son creados en el pensamiento y en ninguna otra parte. Esto es fundamental. Todos los problemas, dudas y confusiones se generan en el pensamiento. Al no tener claro cuál es nuestra verdadera naturaleza, nos creemos los conceptos e historias de la mente y somos engañados. Tu conciencia viva, lo que realmente eres, está totalmente presente y no es afectada ni lo más mínimo por los pensamientos. Tú eres consciente de la mente, al igual que el sol brilla sobre las nubes. Eres completamente libre del pensamiento. Cualquiera cosa que diga sobre ti el pensamiento es falso. Tú eres antes de la mente.
Hay el conocer, oír, ver y sentir sucediendo todo el tiempo, de forma espontánea. Esta conciencia primaria está presente. Es (existe) antes de cualquier actividad conceptual. Hay una diferencia fundamental entre la conciencia (o la experiencia directa de conocer) y el pensamiento conceptual, que es sólo palabras y etiquetas. Tomamos las palabras y etiquetas como reales. ¿Podéis beber la palabra "agua"? ¿Es el pensamiento "yo veo" lo mismo que ver realmente? ¿Dicen tus ojos "yo veo"? ¿O hay simplemente ver y después surge el pensamiento "yo veo"? Es lo mismo para todos los demás sentidos.
Trata de ver la diferencia entre la conciencia (o el conocer no-conceptual o conocer directo) y la actividad etiquetadora de la mente. Por supuesto, el pensamiento también es conocido directamente en la conciencia. El pensamiento está sucediendo en la conciencia directamente, espontáneamente. Más tarde, surge el pensamiento "yo estoy pensando". Ese "yo" es espurio, falso. No está realmente presente, excepto como un concepto.
Tú brillas como la luz viva de la conciencia pura en todo momento, nunca tocado por el pensamiento o sus definiciones. Por ignorancia, tendemos a enfocarnos en los pensamientos y las etiquetas, las historias y la "persona" imaginada en el pensamiento. Un cambio sutil te trae de vuelta al simple reconocimiento del hecho de tu verdadera naturaleza como presencia-conciencia.
La mente nunca puede aprehenderla (tu verdadera naturaleza), ya que contiene (está hecha de) pensamiento. Sin embargo, puedes conocer tu verdadera naturaleza con certeza en cualquier momento, porque sabes que eres consciente, sabes que existes, incluso sin tener que pensar en ello. Normalmente, esto se pasa por alto porque es muy simple. La mente es apropiada para minimizar este indicador, pero es completamente profundo. Si tienes la suerte de conocer a alguien que vive en esta comprensión directa, él o ella te indicará de nuevo esto incansablemente, hasta que sea tan claro como la nariz en tu cara. Es inútil luchar para conseguir esto. Simplemente deja que el indicador te lo señale. Siente la resonancia. Te atrapará.
Lidiando con la Mente
Es clave darse cuenta de que la mente simplemente no puede obtener esta comprensión. El hacedor, la práctica, la meditación, etc., están todos en el nivel de la mente. Pero el conocimiento de tu existencia, tu conciencia, está aquí de inmediato en la experiencia directa. La razón de que la mente no pueda obtenerla es porque la mente aparece en eso (la conciencia). Tú estás presente se halle ahí la mente o no. El sentir, pensar y funcionar están ocurriendo de forma espontánea y sin esfuerzo sin que la actividad conceptual tenga un papel importante. Tú estás viendo ahora mismo, ¿pero te están diciendo tus ojos "yo veo"? "Yo veo" es un pensamiento, pero el ver está ocurriendo.
La mente es como el ojo de una cerradura. Te acercas y miras a través de ella. No hay problema. Pero entonces te imaginas que toda tu vida tiene lugar en lo que ves por el ojo de la cerradura. Si simplemente das un paso atrás, te das cuenta de que hay todo un universo fuera del ojo de la cerradura. No hay ninguna práctica o actividad en lo que ves por el ojo de la cerradura que pueda llevarte más allá, porque ya estás más allá.
Basta con escuchar lo que se está indicando. Siente la resonancia. Tu sabiduría interna se despierta, y comienzas a sentir la verdad que se está indicando. Eso es todo. Tú no puedes hacer nada como un hacedor separado para comprender quién eres. Si quieres hacer algo, al menos hazte la pregunta, "¿Quién soy yo, de todos modos?" "Me he creído que soy la mente, que estoy vinculado a la mente. ¿Es eso realmente cierto?" Hasta que este cuestionamiento no se produzca, seguirás creyendo que la mente es la realidad. La mente no es un enemigo, y no hay nada en particular que tengamos que hacer con ella. En realidad ella no tienen ningún impulso, pero hasta que no sea cuestionada, seguiremos fascinados con el espectáculo. Es nuestro propio interés el que alimenta el impulso. Una vez que comienzas a vislumbrar tu verdadera naturaleza como la conciencia en la que aparece la mente y todo lo demás, estás fuera de juego. No hay ningún esfuerzo o lucha implicado aquí. El esfuerzo y la lucha son parte integrante de la mente conceptual. Si te encuentras a ti mismo esforzándote o luchando con la mente, has tomado un giro equivocado. Has pasado por alto la presencia-conciencia y has saltado a bordo del tren del pensamiento. Date cuenta de que no es necesario hacer esto. No hay nada que te obligue a hacerlo. Sólo ve (o date cuenta) que todo esto está teniendo lugar en el pensamiento, y que la conciencia, el verdadero tú, ya es libre. Es así de simple. Tú no llegas a ser libre; te das cuenta de tu libertad presente.
Los pensamientos que te atan a la mente tienen todos su raíz en el pensamiento inicial de separación, el pensamiento "yo". Hasta que esto no se vea con claridad, la mente seguirá dando problemas. Define esto claramente, investiga esta única cosa y toda la vida de conceptos y de actividad ego-centrada, la esclavitud de la mente, se resolverán. Lo digo por mi propia experiencia real. Este tipo de ver socava por completo la mente sin ningún esfuerzo personal. La cura para la ignorancia es la sabiduría, que es sólo ver claro (clear seeing). Inicialmente, esto puede ser indicado por un maestro, pero luego tu propio ver se activa y puedes seguir desde ahí. Pronto el conocimiento es inquebrantable, y la necesidad de un maestro está cumplida.
La sabiduría o el reconocimiento que surge en ti es la respuesta al reconocimiento de la verdad que ha sido indicada. Tu propia sabiduría innata se despierta y te lleva a lo que necesitas ver. Hay una inteligencia innata dentro de ti que es mucho mayor que la mente pensante. Intuitivamente lo sabes. Sólo ten un poco de fe en eso. Quédate con los indicadores. Deja que resuenen. Todo se desarrollará de forma natural. Lo verificarás en tu propia experiencia de vida y lo confirmarás por la liberación del sufrimiento y la limitación que conlleva.