Extractos - José Miguel Ruiz Valls
Todo tiene una razón
Presentación del libro por José Miguel Ruiz Valls"...Paseaban el diablo y un amigo, cuando vieron a un hombre recoger algo del suelo y guardarlo en su bolsillo. Intrigado el amigo, preguntó al diablo
(Relato citado por Jiddu Krishnamurti en una de sus charlas)
―¿Qué recogió ese hombre?―.
―Recogió un trozo de la Verdad―, contestó el diablo.
―Eso es mal negocio para ti―, dijo el amigo.
―Oh, no, en absoluto―, replicó el diablo, ―Voy a dejar que la organice―..."
Este trabajo no es importante. Ningún trabajo lo es. Como todos los libros que has leído y leerás, es cuestión de tiempo que lo acabes olvidando, pues el olvido es el destino de todo lo que se "aprende" mentalmente. Eso lo sabes por experiencia y nadie duda de lo que sabe por experiencia.
Podemos empezar por distinguir el "aprendizaje mental" del "aprendizaje empírico", para poder darnos cuenta de qué es lo que nos permite obtener certeza.
Por ejemplo, yo puedo decirte, ―"Cuando abrazas a otro ser humano percibes más intensamente el amor"―. Tú puedes leerlo y pensar ―¡Quién se cree que es este tipo para dar lecciones sobre amor!... ¡En qué universidad se estudia eso!― Tal pensamiento te puede llevar a ser consciente de tu falta de libertad, pues necesitas una autoridad sobre ti (Un catedrático, un sacerdote, un juez, etc.) que te certifique lo que es verdad y lo que no lo es, y sólo asimilarás, lo que tal autoridad te permita.
Esta manera de pensar y actuar presenta dos serios inconvenientes: El primero es que, al tomar lo que la autoridad te ofrece, sin cuestionarlo, rechazas la posibilidad de obtener un conocimiento empírico, que es, al fin y al cabo, el método científico por excelencia, el único con el que se obtiene certeza; con lo cual, siempre vivirás entre dudas, pues en el fondo, sabes que las "autoridades" también se equivocan, y no vale la pena buscar ejemplos de sus equivocaciones cuando basta echar un vistazo el mundo que dirigen. El segundo inconveniente puede incluso percibirse como ganancia durante un tiempo, y es que, al colocarte en manos de la autoridad, sientes que te liberas de toda responsabilidad... ¿Acaso "cumplir órdenes" no es la mejor de las excusas?... Hasta que te das cuenta del contrasentido, pues "liberarte de tu responsabilidad" también es "liberarte de tu libertad", y "liberarte de tu libertad es esclavizarte". En definitiva, te das cuenta de que, al ponerte en manos de la autoridad, la autoridad te tiene en sus manos.
La segunda postura que puedes adoptar al leer la frase "Cuando abrazas a otro ser humano percibes más intensamente el amor", es pensar ―¡Oh, que interesante!― Pensar que algo es interesante no es más que emitir un juicio, y como los juicios se emiten siempre desde una posición de superioridad (De juez), es tanto como pensar que la frase refleja un pensamiento que tú ya tienes superado. Con ello pierdes todo interés por la experiencia, y la pérdida de interés te conduce al tedio, que intentas vencer entreteniéndote en otras cosas interesantes que tampoco aportan ninguna experiencia real. Y todo el tedio acumulado te conduce al cinismo, a pensar que la verdad no existe, que todo es relativo, sin caer en la cuenta de que no es que la verdad no exista sino que tú no has experimentado ninguna verdad, y por tanto, no existe para ti. (Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, entretener significa "Distraer a alguien impidiéndole hacer algo"... ¿Debo explicar porqué esta sociedad se llama "la sociedad del entretenimiento?).
La tercera postura que puedes adoptar es pensar ―Voy a abrazar a un ser humano y a observar lo qué sucede― Sólo en este caso "percibirás más intensamente el amor", y tal experiencia sensorial de unión, te unirá, un poco más, a la consciencia de la totalidad, a TODO, a Dios, llámalo como quieras.
En definitiva, te estoy hablando de lo que los antiguos griegos denominaron saber esotérico (Saber interno), en contraposición al exotérico (Saber externo). El primero sólo se puede comprender desde adentro, desde la experiencia propia, y el segundo enseña cosas que no son experiencia propia, siendo por tanto un terreno abonado para la mentira. El primero se impartía dentro de la escuela a los iniciados, el segundo, en la calle, para el vulgo. El exoterismo funciona con oráculos, con sacerdotes, con intermediarios. Al creyente se le enseña que no puede alcanzar la verdad por sus propios medios sino que debe preguntar a "uno que sabe más".
Así pues, este libro no es importante. Es un mero trabajo intelectual que entretendrá por un tiempo a tu intelecto. Su destino es el olvido, salvo que decidas traducir algo de lo que aquí se dice en experiencia. Solo entonces puede que tú le des algún sentido.