Extractos - Michael Damian
Señales del despertar
Por Michael DamianCuando me refiero a la realización, no estoy hablando de destellos de la unidad o de ver que la imagen del yo no puede definirte. Me refiero a la visión irrevocable de la verdadera naturaleza, la realidad absoluta, que ha sido llamada un giro en el asiento más profundo de la consciencia, entrar en la corriente o gnosis.
Hay formas bien conocidas de determinar la realización genuina a partir de intuiciones parciales y estados mentales sutiles. Las señales de la realización incluyen, ante todo, la conciencia de un cambio radical de identidad y comprensión. El cambio tiene un peso de autoridad que no puede ser tocado o abordado por otra cosa. Además, el cambio debe incluir tanto la identidad como la comprensión. Aunque aporta cierto grado de asombro y desconcierto, está hecho de una gran claridad y visión directa. Mientras que antes entendíamos las enseñanzas espirituales de manera parcial o vaga, tanto la realidad en sí como las palabras que la señalan son ahora muy claras. Si no existe la sensación de una completa liberación e iluminación, no es realización.
La siguiente señal es una gran tranquilidad, una paz ingrávida y transparente. Esto viene con una sensación de liberación y ligereza de corazón que son demasiado finas y sutiles para expresarlo con palabras. No es solo que "yo" sea libre, sino que la realidad es y siempre ha sido libre. La existencia es total, completa y radiante. Nunca ha sido esa cosa triste y sin sentido que imaginamos.
La siguiente señal es el surgimiento de un gran amor por todos los seres, casi como una ola de marea lenta. La ola de marea no viene para estrellarse, cambiar y arreglar a todos, como las olas inquietas de la mente misionera engañada. Viene como una fuente de compasión, afecto y conciencia de inseparabilidad. Si esta visión es verdadera, trae un impulso permanente de servir, ayudar y abrazar a los demás en la verdad y el amor.
Todas las cosas se vuelven queridas y preciosas, y eso conduce a la siguiente señal, que es que para la mente despierta, la preciosidad de las cosas y de la existencia humana no está separada de (sino que es un reflejo perfecto de) lo absoluto. Aunque hay un gran desapego ―un desapego hecho de total claridad en cuanto a la naturaleza del engaño frente a la sabiduría― no hay distancia. El desapego es el aspecto claridad de la sabiduría. La falta de distancia es el aspecto amor de la sabiduría. Así que uno siente que toda la experiencia humana es infinitamente preciosa y significativa, al mismo tiempo que sabemos que nuestro viaje en la vida ha sido en gran parte moldeado por la confusión. Pero podemos despertar, y no hay errores en este esquema divino. Solo hay gracia, y la vida es una preciosa oportunidad para descubrir esto.