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Extractos - John Martin Sahayananda

Plenamente Humano -- Plenamente Divino

Monoteísmo Integral Dinámico

Por John Martin Sahayananda
John Martin Sahayananda

Todas las filosofías, ideologías, escrituras, religiones, profetas y sabios nos dicen dos cosas importantes: quiénes somos y cómo tenemos que vivir nuestra vida en este mundo de tiempo y espacio.

La identidad que tiene una persona determina la manera en que esa persona vive su vida. En este artículo limitaré nuestra búsqueda al nivel religioso: ¿qué dicen las religiones sobre quiénes somos y cómo deberíamos vivir nuestra vida? Hoy día se suele dividir a las religiones en dos grandes categorías (no en un sentido absoluto): la tradición de la sabiduría y la tradición profética. El hinduismo, el budismo y el jainismo pertenecen a la tradición de la sabiduría; tienen en común elementos como karma, samsara y reencarnación. El Judaísmo, el cristianismo y el islam pertenecen a la tradición profética. A estas religiones se las denomina también monoteístas porque enseñan la creencia en un solo Dios.

Vamos a centrar nuestra reflexión en las religiones monoteístas y el hinduismo.

Monoteísmo Profético

Según el judaísmo tradicional, Dios es el creador y los humanos las criaturas de Dios. Dios crea la creación y a los humanos de la nada. Hay una brecha entre Dios y los humanos. Hay una diferencia esencial entre ambos. Los humanos no pueden ver a Dios cara a cara. Dios es liberador y salvador. Guía a su pueblo por medio de los profetas. Revela su pensamiento a través de los mandamientos. La Torah revela la voluntad de Dios y la gente tiene que seguirla. Obedecer la Torah es obedecer a Dios. El individuo tiene que entregar la propia voluntad e intelecto a la voluntad de Dios, y tiene que ser fiel y leal a Dios. Los judíos se consideran el pueblo elegido por Dios, por tanto según su religión los humanos son criaturas de Dios. De ellos se espera que vivan una vida moral acorde con la voluntad de Dios.

Según el cristianismo tradicional, Dios es el creador y los humanos criaturas de Dios. Hay una diferencia esencial entre Dios y los humanos. Dios reveló su voluntad por medio de los profetas del Antiguo Testamento y su voluntad final en la persona de Jesucristo. Jesucristo es el único Hijo de Dios. Él es la encarnación de la segunda persona de la Santísima Trinidad. Él es el único camino, la verdad y la vida. Hay que creer en Jesús como el único Hijo de Dios y ser cristiano para salvarse. Algunos insisten solo en la creencia de Jesucristo como el salvador que nos salva y otros subrayan la creencia en Cristo añadiendo llevar una vida de moralidad y hacer buenas obras. Tras la muerte, si la persona lleva una buena vida irá al cielo y si lleva mala vida irá al infierno.

Según el islam tradicional, Dios es el creador y los humanos son criaturas de Dios. Hay una diferencia esencial entre Dios y la creación. Dios reveló su voluntad por medio de los profetas del Antiguo Testamento, y también por medio de Jesucristo, pero su voluntad última quedó plasmada en el Corán, por medio del profeta Mahoma. Por tanto el Corán es la última palabra de Dios y el profeta Mahoma es el último profeta. Dios no se reveló a sí mismo sino que reveló el Corán, en el que dice a los humanos lo que deben hacer y lo que no deben hacer. Se considera al Corán la palabra eterna de Dios dictada al profeta Mahoma. La sumisión a la voluntad de Dios revelada en el Corán es necesaria para la salvación. Obedecer el Corán es obedecer a Dios. Tras la muerte, si la persona lleva una vida moral según los dictados del Corán irá al cielo, y si no lleva esa vida moral irá al infierno.

Según estas tres religiones, Dios es el creador y los humanos son criaturas de Dios. La diferencia entre judaísmo, cristianismo e islam es la persona de Jesucristo y la Trinidad. Los judíos y musulmanes no creen que Dios es Trinidad. Piensan que esto viola la unidad de Dios. No creen en Jesucristo como la encarnación de la segunda persona de la Santísima Trinidad. No creen que sea el único Hijo de Dios y que sea el único camino, la verdad y la vida. Creen que él es un ser humano como cualquier otro. Es un mensajero de Dios, o un reformador del judaísmo. Si él mismo se denominó el hijo de Dios fue de manera metafórica, en el sentido que todos somos hijos o hijas de Dios.

Se denomina monoteístas a estas tres religiones porque creen que solo hay un Dios y que este único Dios es el creador del universo. Comúnmente dicen que Dios creó este universo de la nada. Hay una diferencia esencial entre Dios y la creación, que comprende a los seres humanos. En el cristianismo se hace una excepción con Jesucristo, que no es una criatura de Dios sino la encarnación de Dios. Hay una diferencia esencial entre Jesucristo y el resto de los humanos.

Monoteísmo Hindú

La expresión "monoteísmo hindú" puede sorprender a algunos. Por regla general, se describe al hinduismo como monista, no-dual, panteísta y politeísta. Pero tenemos que ser conscientes que según el hinduismo hay un solo Dios, o Realidad absoluta (monoteísmo); pero este Dios no es el creador o creadora, sino que él/ella/ello manifiesta la creación. El hinduismo no propone la teoría de creación de la nada. Esta es la diferencia básica entre el monoteísmo profético y el monoteísmo hindú.

Hay tres posturas teológicas principales en el hinduismo, cada una se basa en una interpretación de las enseñanzas de los Upanishads, el Bhagavad Gita, y los Brahma Sutras, las escrituras sagradas del hinduismo. Los Upanishads se fechan hacia el siglo V a.C. y el Bhagavad Gita alrededor del siglo I a.C. Estas escrituras no propusieron ningún sistema teológico, los sistemas vinieron después. La pregunta fundamental de estos sistemas es la relación entre Dios y la creación, Dios y la humanidad. En el monoteísmo profético esta cuestión parece quedar resuelta con la teoría de la creación de la nada. Puesto que el monoteísmo hindú no acepta esta solución, tiene que proponer otras diferentes.

Advaita o no-dualidad

El primer sistema filosófico se denomina advaita, un sistema de no-dualidad propuesto por Sankara en el s. VIII d.C. Según él, solo Dios (Brahman) es eterno (sathyam). La creación (jagat) es una ilusión, no eterna (mithya). Se describe también con la conocida palabra maya. En última instancia, el alma humana (jivatman) es idéntica a Dios (Brahman). Esto se puede explicar con la analogía del agua (Dios) y el hielo (alma humana). Solo hay agua, el hielo proviene del agua y se funde de nuevo en el agua. La forma del hielo no tiene una existencia independiente, sino que tiene un principio y un final. Esencialmente el hielo es uno con el agua, aunque de manera funcional es diferente. El hielo no se vuelve agua, es agua pero no se da cuenta de ello. Porque es sólido se imagina que es una piedra; está en la ignorancia. Tiene que liberarse de la ignorancia y darse cuenta de que es agua o Dios.

Sankara propuso el camino de la sabiduría, jnana marga. Los caminos de la devoción, bhakti, y la acción, karma, pueden allanar el primero pero jnana es el final, puesto que la ignorancia se puede erradicar únicamente por medio de la sabiduría y no por la devoción o por la acción, puesto que ambas no se oponen a la ignorancia.

Para Sankara, Dios o Brahman es nirguna, sin cualidades. Brahman es impersonal. Los humanos son en esencia uno con Dios pero ignoran esta verdad, y tienen que darse cuenta de ella. Según él, todo ser humano puede decir en última instancia: "Aham brahmaasmi, yo soy Brahman, Dios y yo somos uno". La persona que es consciente de esta verdad mientras está viva se llama jivanmuktha, liberado en vida. En general se considera a Sankara un monista pero una mejor descripción sería que es un no-dualista. Dios y la creación (el universo) no son dos realidades independientes o separadas.

Visista Advaita o no-dualismo restringido

El segundo sistema se denomina Visista advaita, no-dualismo restringido, propuesto por Ramanuja en el s. XI d.C.

Estaba en desacuerdo con la postura de Sankara en lo referente a la naturaleza de Dios, la creación y las almas humanas. Al igual que Sankara, para Ramanuja solo Dios (Brahman) es eterno (sathyam). Pero este Dios no es nirguna, sin cualidades, sino saguna, con cualidades. Dios es personal. La creación (jagat) es la manifestación de Brahman (y no una ilusión, mithya, como mantiene Sankara).

La creación no ha sido creada por Dios, es una emanación de Dios. Dios es la causa material e instrumental de la creación. Las almas humanas son parte de Dios pero no idénticas a Dios. Hay una diferencia esencial entre Dios y los humanos. Dios tiene a la creación junto a la humanidad como su cuerpo. Esta relación entre Dios y la creación es como alma y cuerpo, o el cuerpo y el pelo que crece en el cuerpo. Dios y la creación son inseparables. La creación no es una ilusión, mithya, o maya. Maya es la fuerza creativa de Dios, que manifiesta en la creación.

Si tomamos la misma analogía del agua y el hielo, Brahman es el agua, el hielo es la creación y la humanidad. Es la manifestación de Brahman. Es el cuerpo de Brahman. Pero hay una diferencia sutil entre Dios y la creación, que incluye a la humanidad. No son idénticas a Brahman.

Ramanuja propuso el camino de la devoción, bhakti marga, en el que hay que entregarse a Dios por medio de la devoción o fe y así Dios puede hacerse responsable de cada vida. La persona encuentra paz y alegría en esta entrega.

Ningún alma humana se funde con Dios. Nadie puede decir "Dios y yo somos uno". La relación personal con Dios es muy importante. Si el alma humana se funde con Dios entonces no es posible la relación personal. Los humanos pueden tener una relación personal con Dios en diferentes aspectos como: padre e hijo, esposo y esposa, protector y protegido, médico y paciente, sustentador y sostenido, sol y loto, nubes y semillas, mantenedor y dependiente, propietario y propiedad. La liberación final ocurre solo tras la muerte del cuerpo físico. En general se considera a Ramanuja un panteísta. Pero esto puede no ser cierto puesto que mantiene que hay una diferencia esencial entre Dios por un lado y la creación y la humanidad por otro.

Dvaita o dualidad

El tercer sistema se denomina dvaita, o dualidad, propuesto por Madhava en el s. XII d.C. Discrepaba con Sankara y Ramanuja en referente a la naturaleza de Dios, la creación y la humanidad. Madhava estaría de acuerdo con ellos en que solo Dios es eterno (sathyam). Según Madhava, Dios es Brahman y Brahman es Vishnu y sus demás encarnaciones. La creación es en esencia diferente de Dios. La creación no es una ilusión (como afirmaba Sankara) ni tampoco la manifestación de Dios (Ramanuja). No ha sido creada por Dios, está allí desde el comienzo eterno pero en esencia es diferente de Dios. El alma humana es en esencia diferente a Dios.

Hay una brecha entre Dios, la creación y los humanos. El poder infinito del Dios Vishnu se considera como la causa efectiva (el agente) del universo y la materia primordial (prakritri) es la causa material del universo. Dios es personal y tiene muchas cualidades (saguna). El alma humana es en esencia diferente de Dios. Esta postura mantiene a los humanos algo distantes de Dios, pero fortalece la relación entre ellos mismos.

Propuso el camino de la devoción, bhakti marga, y las buenas obras, karma marga. La persona tiene que entregarse a Dios por medio de la devoción y hacer buenas obras. La presencia interna de Dios inspira al alma a actuar, y otorga premio o castigo en consecuencia, pero Dios no queda afectado por estas acciones. Según Madhava los humanos son más o menos criaturas de Dios (aunque a él puede que no le agradara el término "criaturas", en el sentido que han sido creadas de la nada) aunque en esencia son diferentes en vida y después de ella. El alma humana podría acercarse a Dios por medio de la devoción pero sin fundirse en Él/Ella. Liberación es el estado en que se obtiene el máximo gozo o pena, es la recompensa al alma al final de su práctica espiritual según sus acciones, que ocurriría tras la muerte.

Estos tres sistemas creen que solo hay un Dios, una Realidad eterna. En este sentido son monoteístas. Pero no creen que esta Realidad única es creadora. Esta es la diferencia principal entre el monoteísmo profético y el monoteísmo hindú. Muchos piensan que el hinduismo es politeísta. En la práctica lo parece, pero solo hay un Dios, y los diferentes dioses son diversas manifestaciones de ese único Dios o como los ángeles del monoteísmo profético.

Es interesante observar cómo la consciencia humana ha caído desde la experiencia no-dual de Dios a la experiencia dualista: desde la tradición védica, con su punto culminante en los Upanishads (S. V a.C), dándose cuenta que la consciencia humana es una con lo divino, al siglo XII d.C., cuando la visión dualista de Madhava prevaleció, afirmando la diferencia esencial entre Dios y la humanidad.

Por tanto hay tres concepciones importantes del ser humano

  1. Esencialmente uno con Dios, el advaita de Sankara
  2. Manifestación de Dios, visista advaita de Ramanuja
  3. Esencialmente diferente de Dios, judaísmo, cristianismo, islam y sistema dvaita del hinduismo

Es común a todas que hay un solo Dios. En este sentido todas son monoteístas. La diferencia está en la manera en que los humanos se relacionan con el único Dios.

Algunas observaciones

El monoteísmo profético rebaja a los humanos a criaturas de Dios, cerrando así la puerta a su realización como hijos e hijas de Dios, y de ser uno con Dios. La teoría de la creación de la nada no es muy liberadora porque bloquea la evolución espiritual de la consciencia humana.

Sankara abrió a la creación y a los humanos la posibilidad de realizarse siendo uno con Dios. Se centró exclusivamente en la divinidad de los seres humanos, en detrimento de su humanidad, sin embargo. La existencia humana y las relaciones parecen no tener importancia.

Ramanuja intentó corregir esta postura extrema y dar algún significado y propósito a la creación y a las relaciones humanas. Aportó a la creación y los seres humanos la dignidad de la manifestación divina y la filiación divina, pero a costa de negar nuestra unidad con Dios... el Todo.

Madhava intentó llevar a Dios al nivel de los humanos, con todas sus limitaciones, pero lo hizo a costa de de negar nuestra divinidad esencial y por lo tanto nuestra afinidad innata con Dios.

La postura de Sankara sobre la naturaleza de la creación es muy ambigua. Si en verdad quiere decir que la creación es una ilusión, entonces es que esta creación no tiene ningún propósito. Si quiere decir que la creación, en sus nombres y formas, no es eterna entonces tienen algún sentido esta creación y existencia humana. Los nombres y las formas no son eternos, pero lo que hay dentro de estos nombres y formas es eterno. En este sentido la creación es también divina en esencia, al igual que los humanos son en esencia uno con lo divino.

En general su sistema se interpreta como que la creación es una ilusión o maya. Esto no le da ningún papel positivo a la creación y a los seres humanos en el mundo del tiempo y espacio. Se centra enteramente en ser conscientes de nuestra divinidad, y cuando es así todo concluye.

Ramanuja mantiene que Brahman es la causa material e instrumental de la creación y del alma humana. En este sentido son esencialmente uno con Brahman, aunque de manera funcional pueden ser diferentes, como el agua y el hielo. Si esto es así ¿qué impide a los humanos el fundirse con Brahman en el último nivel? Parece que hay alguna contradicción en su propuesta.

Madhava mantiene que la creación es completamente diferente de Brahman, y también que esa creación no tiene principio puesto que es eterna. ¿Cómo pueden ser Dios y la creación eternos? ¿Cómo puede haber dos realidades eternas? Estos tres sistemas monoteístas hindúes, advaita, visista advaita y dvaita, tienen que incorporar el amor al prójimo y la transformación social, a la vez que las religiones monoteístas proféticas tienen que abrirse a la experiencia no-dualista con Dios.

Ha habido muchos grandes místicos hindúes, como Ramakrishna, y su discípulo Swami Vivekananda, que han intentado integrar el amor a Dios con el amor al prójimo y la transformación social. También ha habido muchos místicos en las religiones proféticas que han abierto la consciencia humana a la experiencia no-dualista de Dios, aunque tuvieron que afrontar muchas dificultades interpuestas por las autoridades eclesiásticas.

Jesucristo ¿monoteísta profético o monoteísta hindú?

Jesucristo hizo afirmaciones que no encajan con el monoteísmo profético. Llamó Padre a Dios. Dijo que él era el Hijo de Dios. Estaba en el Padre y el Padre en él. Vino del Padre y regresó al Padre. También aseguró que el Padre (Dios) y él eran uno. Su experiencia de Dios no encajaba en el sistema de creencias del monoteísmo profético. Para Jesús, Dios no era su creador y él no era una criatura. Su origen está en la eternidad.

El judaísmo y el islam rechazan sus afirmaciones y las consideran blasfemas. Piensan que son metafóricas y no metafísicas. El cristianismo las acepta pero las limita a Jesús, y no las concibe como una posibilidad para todos los seres humanos. Las afirmaciones de Jesús están muy cercanas a los sistemas no-dualista restringido y no-dualista del hinduismo, tienen sentido dentro de ambos. De este modo, Jesús fue más un monoteísta hindú que un monoteísta profético. En el no-dualismo restringido y el no-dualismo estas afirmaciones no se limitan a un individuo en concreto, sino que es una posibilidad para todo ser humano.

Jesucristo ¿dualista, no-dualista restringido, o no-dualista?

Estamos abordando esta cuestión de manera retrospectiva. Estos sistemas no estaban presentes en tiempos de Jesús, pero nos dan algunas herramientas para comprender su experiencia.

Jesús hizo tres afirmaciones importantes: "Mi Padre es más grande que yo", "Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí" y "El Padre y yo somos uno".

La primera afirmación está en consonancia con el sistema dualista. Dios es el creador y Jesús la criatura. Dios es más grande que él. La segunda afirmación concuerda con el sistema no-dualista restringido; aquí la relación es mucho más estrecha. No es la relación entre el creador y la criatura, es la relación entre Padre e Hijo. Él está en Dios y Dios está en él. Es una experiencia de morada mutua pero todavía hay algo de distancia entre él y el Padre. No es el Padre. La tercera afirmación casa con el sistema no-dualista. El Padre y él son uno. No hay distancia. No hay separación. Si tomamos las tres afirmaciones en conjunto entonces parece que Jesús se está contradiciendo a sí mismo. Si Dios es más grande que él, entonces, él no puede decir "Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí". Si hay distancia entre Dios y Jesús, entonces él no puede decir que Dios y él son uno.

Podemos decir que Jesús comenzó su viaje con la experiencia de ser una criatura (dualista) y experimentó a Dios como algo más relevante que él, de acuerdo a su tradición espiritual. Durante su experiencia bautismal fue más allá de esta relación y se dio cuenta que no era una criatura sino el hijo de Dios (no-dualista restringida), una manifestación de Dios. Más adelante fue incluso más lejos y fue consciente de su unidad con el Padre, Dios (no-dualista). Los evangelios indican sin embargo que no permaneció absorto en la consciencia no-dual, sino que fluctuaba entre ésta y la consciencia no-dual restringida y la consciencia dual mientras vivió en su cuerpo físico y en el mundo del tiempo y el espacio.

Podemos decir, por tanto, que Jesús era esencialmente un no-dualista, pero funcionalmente era un no-dualista restringido y un dualista. No podemos decir, sin embargo, que vivió según alguno de estos sistemas con exclusión de los otros dos.

Monoteísmo integral dinámico

Hemos visto diferentes tipos de monoteísmo: el monoteísmo simple de los Upanishads, que afirma que solo hay una Realidad (Dios, Brahman, Atman, etc.) sin un segundo, y que enseña que en última instancia somos uno con esa Realidad (tatvamasi); el monoteísmo profético, que afirma que hay un solo Dios y que su creación es esencialmente diferente y separada de él; el monoteísmo no-dualista de Sankara que afirma que solo hay un Dios y que el mundo es ilusorio o irreal; el monoteísmo no-dualista restringido de Ramanuja, que afirma que solo hay un Dios y la creación es su cuerpo; y el monoteísmo dualista de Madhava, que afirma que solo hay un Dios y que la creación es también eterna pero esencialmente diferente de Dios.

La experiencia de Jesús, registrada en los evangelios, no se ajusta exclusivamente a ninguno de estos monoteísmos. Me gusta describirlo –aunque no definirlo– como un monoteísmo integral dinámico.

El monoteísmo integral dinámico de Jesús

El monoteísmo integral dinámico puede describirse de la siguiente manera:

Solo Dios es. Solo Dios es eterno (sathyam y nithyam). Este Dios no se puede colocar en ninguna categoría humana. Es independiente, creativo, atemporal, paz y amor. Es personal, impersonal y más allá de ambos. Es como un espacio infinito, siendo nuestros conceptos de Dios como casas que construimos dentro del espacio. El espacio infinito permite la construcción de casas según las necesidades y las capacidades de la mente humana, pero siempre las trasciende. Nuestra mente humana no puede construir una casa para llenar o acomodar el espacio infinito.

La creación (el universo) es la manifestación de Dios: la creación (nombres y formas) no es una ilusión pero es finita. Tiene un comienzo y un final. Es una con Dios en esencia pero diferente en su manifestación, como el agua y el hielo, la energía y la materia. El agua y el hielo como hemos visto son esencialmente uno, pero funcionalmente diferentes. Del mismo modo la energía y la materia son esencialmente una, pero funcionalmente diferentes.

El alma humana (jivatman) es una con Dios en esencia pero diferente en su manifestación. Los nombres y las formas son como espejos en los que Dios se refleja. Cuando el reflejo se identifica con nombres y formas, siente que es finito. Cuando se mira en la fuente, entonces se da cuenta de su unidad con Dios. Las almas humanas tienen la posibilidad de evolucionar hacia diferentes niveles y experimentar a Dios según su nivel.

Es integral

Este monoteísmo integra todos los sistemas mencionados arriba y también otros sistemas posibles, pero trasciende a todos ellos. Dios o la Verdad no se puede confinar en ningún sistema. En esencia es no-dualista pero funcionalmente es no-dualista restringido y dualista. Este monoteísmo no excluye ningún camino espiritual sino que abarca a todos los caminos que ayudan al ser humano a crecer en su relación con Dios, la Fuente de todo, y con el prójimo. Los caminos espirituales de la sabiduría (jnana), devoción (bhakti) y acción (karma) no se ven como exclusivos sino que se complementan mutuamente.

Es dinámico

La relación entre Dios y las almas humanas no es estática sino dinámica. Es un proceso ascendente y descendente. Las almas humanas crecen en su relación con Dios desde el dualismo hasta el no-dualismo restringido, y de aquí a la relación no-dualista. Después descienden desde el estado no-dualista al no-dualista restringido y de aquí al estado dualista. Cuando el alma asciende estos niveles parecen etapas diferentes y el alma humana siente que es diferente a Dios. Pero cuando el alma desciende estas etapas se transforman en niveles de consciencia. La persona puede vivir los tres niveles a la vez sin ninguna contradicción. En un nivel hay unidad o no-dualidad, y en otro nivel hay diferencia, dualidad. Un símbolo muy gráfico puede ser un árbol, que es esencialmente uno pero comprende diferencias funcionales: hojas, ramas, tronco y raíz.

Crecer en el amor a Dios y amor al prójimo

En este monoteísmo la atención se centra en crecer en el amor a Dios y el amor al prójimo. "El Padre y yo somos uno" (Jn. 10:30) y "Cuanto hicisteis a uno de mis hermanos, más pequeños, a mí me lo hicisteis" (Mt. 25:40), son los dos pilares de este monoteísmo.

Tenemos que comenzar con el amor dualista a Dios y al prójimo, en el que decimos: Dios es mi creador, yo soy una criatura y mi prójimo es otra criatura de Dios. De aquí crecer al amor no-dualista restringido a Dios y al prójimo, en el que decimos: Dios es mi Padre, yo soy la manifestación de Dios y mi prójimo es otra manifestación de Dios. Para finalmente llegar al amor no-dualista a Dios y al prójimo, en el que solo Dios es – mi yo real es Dios (aham Brahma asmi) y el yo real de mi prójimo también es Dios (tatvamasi). Es Dios que ama a Dios.

Basándonos en este monoteísmo integral dinámico, nuestra experiencia de la vida surge no sólo de la profunda sabiduría o jnana, sino de la devoción amorosa o bhakthi y del servicio desinteresado o karma. El propósito de nuestra existencia humana es despertar y crecer en consciencia, para así manifestar el amor, la energía y la gracia divinos en todas nuestras relaciones.

Conclusiones

El monoteísmo profético y el sistema dvaita (dualista) del hinduismo hacen hincapié en nuestra separación como seres humanos. El monoteísmo no-dual restringido pone el énfasis en la estrecha interconexión entre Dios y los seres humanos. El monoteísmo no-dual enfatiza nuestra unidad esencial con Dios.

Los dos primeros tienen que ver principalmente con nuestra humanidad y el tercero tiene que ver principalmente con nuestra divinidad. El cristianismo sostiene que Jesús fue/es plenamente humano y plenamente divino. Jesús integra estos tres niveles de consciencia dentro de sí mismo. Él fue un ser humano en todos los sentidos, un verdadero hijo de Dios y uno con el Padre.

Él abrió esta posibilidad a cada buscador de la verdad. Cada uno de nosotros, seamos conscientes de ello o no, somos plenamente humanos y plenamente divinos. La Divinidad, podríamos decir, es nuestra fuente y nuestra naturaleza esencial y nuestra forma humana es su manifestación o su vehículo. Divinidad y humanidad están íntimamente unidas en todos nosotros.

Darnos cuenta de nuestra unidad con Dios en nuestro nivel más profundo y vivir de manera dualista en nuestras relaciones con los demás, en el mundo del tiempo y el espacio, compartiendo amor y compasión, es quizás el mayor milagro de la vida.