Extractos - Sally Kempton
Kundalini
Por Sally Kempton«Tu vida sola, gran Madre, es el aliento de cada criatura», escribió Ramprasad, el poeta bengalí del siglo XIX. Su frase toca el misterio de la kundalini Shakti, el poder interior que muchos textos yóguicos describen como la fuerza que se halla detrás del crecimiento espiritual. La kundalini es un misterio, una fuente tanto de fascinación como de confusión, y el tema central de una de las ramas más esotéricas de la literatura espiritual. Es también una energía muy palpable ―aunque sutil― que podrás empezar a reconocer a medida que tu meditación evolucione.
La kundalini, mencionada en textos yóguicos de la India que se remontan al siglo VI de nuestra era, también se describe en el manual de yoga taoísta El secreto de la flor dorada y en muchos textos claves del yoga tibetano. En la actualidad, textos tradicionales de kundalini yoga como Shiva Samhita y Hatha Yoga Pradipika pueden encontrarse en librerías en Internet, junto a otros manuales contemporáneos y libros de mayor difusión sobre este tema. Muchos de los que llevan bastante tiempo meditando, especialmente aquellos que han sido iniciados por maestros de ciertos linajes indios y tibetanos, han experimentado la kundalini durante el transcurso de su práctica. Sin embargo, en muchos textos clásicos a menudo se habla de la kundalini, al menos en principio, como si fuera una energía casi mecánica, una energía susceptible de ser manipulada, que uno puede aprender a controlar y que también se nos puede ir de las manos.
No obstante, la kundalini es mucho más que eso, y aquí radica tanto su fascinación como su misterio. Como asegura el estudioso francés Jean Varenne en su libro El yoga y la tradición hindú: «La kundalini es la Shakti, el poder divino encarnado en el cuerpo e inextricablemente implicado en su destino». Los sabios que compilaron los tantras hindúes, textos yóguicos en los que se invoca y celebra la kundalini, la contemplaban como una forma interna de divinidad femenina, la diosa, que nos ofrece el regalo de la conciencia espiritual. Como afirma un verso del Niruttara Tantra: «Sin el conocimiento de la Shakti, la liberación es inalcanzable».
En la tradición tántrica, el nombre kundalini ―que significa «enrollada»― es una más de las denominaciones que recibe la energía creativa cósmica, la Shakti o el aspecto poderoso de lo divino; y para entender cómo funciona dentro del cuerpo humano, necesitamos comprender esa faceta básica de su naturaleza. Esta tradición, en la que se inscriben los textos del shivaísmo de Cachemira, describe la realidad suprema como una pareja inseparable conocida como Shiva/Shakti. Frecuentemente personalizados en la mitología como una pareja divina, Shiva y Shakti representan los dos polos complementarios de un sola realidad divina intacta. Shiva es el terreno en calma, la Conciencia pura que es testigo y contiene todo lo que es. Shakti es el poder creativo dinámico inherente a la realidad, el poder que, según esta tradición, manifiesta universos de libertad dichosa. Como se afirma en Pratyabhijna Hrdayam: «La Chiti [un nombre de la Shakti] supremamente independiente es la causa de la manifestación, el mantenimiento y la reabsorción del universo. Lo manifiesta sobre su propia pantalla». La Shakti, entonces, es la energía que se convierte en todo lo que hay en el universo ―y más allá del universo―. Se transforma en sí misma, el terreno creativo primordial dentro del cual todo lo transformado se manifiesta. No hay nada en este universo o más allá de él que no sea Shakti, y, por lo tanto, nada que no tenga conciencia, puesto que la Shakti es, por encima de todo, consciente, viva y sensible. Esta es una noción radical, aunque fácil de captar si tienes algún conocimiento de física cuántica.
Los textos del shivaísmo de Cachemira nos dicen que la Shakti se transforma en el universo mediante un proceso de contracción ―la energía infinitamente sutil, vasta y sin forma se solidifica en materia, de un modo parecido al vapor que se condensa para formar agua y después hielo. Cuando la energía cósmica se contrae, oculta su verdadera naturaleza y se esconde detrás de la pantalla de las formas ―y se identifica a sí misma con formas particulares, cuerpos y egos―. Cuando la Shakti se contrae, el ser humano ―que en esencia es Conciencia pura y libre― se identifica con su cuerpo, mente e historia personal. Por tanto, no puede saber la verdad sobre sí mismo.
Este es un punto esencial en la cosmovisión tántrica: el propio poder que ha manifestado las formas de este mundo trabaja dentro de nosotros para llevar nuestros sentidos hacia fuera y crearnos la ilusión de la individualidad, de que estamos separados de los demás. Por lo tanto, no puede haber ninguna experiencia de unicidad a menos que este poder dé su consentimiento, por así decirlo, para llevar a la mente hacia el interior y revelar la esencia que se esconde detrás de las formas.
Cuando nos encontramos en este estado de contracción y limitación, se dice que la kundalini se halla «dormida». En este estado, nuestra energía está atada en la identificación con las limitaciones del cuerpo, la mente y la historia personal ―la condición llamada «ego» o autocontracción―. Lo que llamamos «el despertar de la kundalini» es, de hecho, la inversión de esta tendencia de la energía a contraerse, de modo que, en lugar de ocultar la verdad de que somos pura energía, luz y dicha, la kundalini despertada comienza a revelarla. Pero, primero, el cuerpo humano tiene que prepararse para experimentarse a sí mismo como Conciencia pura. De otra forma, nuestra densidad física, nuestros bloqueos físicos y psicológicos, y nuestros bloqueos emocionales, distorsiones y miedos hacen que nos resulte imposible contener el nivel de energía que la kundalini expandida liberaría en nuestro sistema.
Así que, en general, cuando tiene lugar el despertar, la energía que ha llevado a nuestra mente y sentidos hacia fuera, dándonos la experiencia de la separación y la diferencia, ahora comienza a facilitar el movimiento hacia el interior y la unidad. La energía se mueve a través del cuerpo físico, así como del sistema sutil, y los purifica, elimina toxinas del sistema, disipa bloqueos emocionales, hace la mente sutil y le da el poder de centrarse interiormente.
La kundalini trabaja mediante el prana, la fuerza vital del cuerpo, y a través de los canales del prana o nadis. Muchas tradiciones yóguicas describen su acción como un movimiento de elevación en el que la energía fluye hacia arriba a través de un canal sutil llamado sushumna nadi, que va desde la base de la columna hasta la parte superior de la cabeza dentro de nuestro sistema sutil o energético. Pero también fluye con la fuerza vital por todo el cuerpo, eliminando bloqueos del sistema nervioso físico así como de los canales energéticos. Cuando la kundalini trabaja dentro del organismo, crea una gran variedad de efectos físicos y psicológicos.
Psicológicamente, la actividad de la kundalini le otorga un enorme poder a cualquier práctica o disciplina que realicemos ―tanto meditación como yoga, psicoterapia, arte o trabajo de autoayuda―. Este poder puede sentirse como la sensación directa de estar bendecido, inspirado o transformado desde el interior a medida que los miedos se desvanecen y surgen emociones más elevadas como la valentía y el amor. La kundalini puede aumentar drásticamente tus aspiraciones espirituales y tu capacidad de práctica. Por otra parte, también ayuda a que surjan emociones o memorias enterradas, lo que te permite poder enfrentarte directamente a ellas. Y lo que es más, la energía despertada apoya cualquier práctica que utilices para limpiar tus bloqueos psicológicos, creencias y traumas personales, de manera que cualquier tipo de trabajo de autoayuda, así como cualquier práctica espiritual, produce resultados más rápidamente.
Para mí, al igual que para muchos otros, el cambio más espectacular que he observado a raíz del despertar de mi kundalini fue una importante profundización en mi práctica meditativa. Algunas prácticas que llevaba tiempo realizando, y cuyos resultados eran más bien pobres, comenzaron a abrir esferas en mi mente y en mi corazón que no había experimentado antes. El estado meditativo empezó a surgir espontáneamente, junto con algunas percepciones espirituales y un nuevo nivel de comprensión filosófica, creatividad y franqueza. Al mismo tiempo, hubo periodos de agitación afectiva en los que ciertas heridas emocionales que llevaban mucho tiempo enterradas salieron a la superficie ―y tuve que aprender a trabajar con ellas, por ejemplo, sin exteriorizar un arrebato de rabia, perderme en la tristeza o creer que un sentimiento de enamoramiento anunciaba necesariamente la conexión con mi alma gemela.
Si eres lo que los textos denominan un aspirante «mundano» medio ―es decir, un practicante que no ha pasado por las rigurosas disciplinas de las escuelas yóguicas― es normal que la kundalini al principio trabaje a nivel físico y psicológico. Muchos escritores de Occidente, siguiendo a Carl Jung, asocian estos cambios psicológicos con el movimiento de la kundalini a través de los chakras. Sin embargo, los textos más tradicionales consideran que la apertura de los chakras es un movimiento separado de la kundalini que se produce simultáneamente con el proceso de purificación física y psicológica, y que con frecuencia solo tiene lugar cuando esta purificación ya ha alcanzado cierto nivel.
En este proceso, llamado vedha mayi, o penetración de los centros, la kundalini se mueve a través de los chakras o centros espirituales que están a lo largo del sushumna nadi; los abre y así abre las puertas a las dimensiones místicas de la experiencia. Con el tiempo, cuando la kundalini se estabiliza en el chakra de la parte superior de la cabeza, el practicante experimenta la unión ―la unidad con todas las cosas―. Poco a poco, esta experiencia comienza a impregnar la actividad de los sentidos externos, permitiendo la experiencia ininterrumpida de la conciencia de unidad.
La kundalini y las tradiciones
Puesto que la kundalini es un poder universal, místicos de todas las tradiciones y aquellos que no se harían llamar místicos han sentido ―y registrado― sus efectos. Los éxtasis, visiones, percepciones y comprensiones místicas descritos por los místicos cristianos como Santa Teresa de Ávila o Hildegarda de Bingen, los místicos judíos como Baal Shem Tov y los practicantes sufíes, taoístas y budistas concuerdan con las experiencias descritas en los textos yóguicos sobre la kundalini despertada. Las escrituras del budismo vajrayana, así como algunas de la tradición hermética de Occidente y la cábala, se asemejan en las descripciones de la kundalini que pueden encontrarse en los tantras hindúes. Elaine Pagels, en Los evangelios gnósticos, cita un antiguo texto del cristianismo gnóstico que dice: «En cada ser humano mora un poder infinito, la raíz del universo. Ese poder infinito existe en estado latente en cada uno».
Los autores cristianos utilizan el término «Espíritu Santo» para hablar de esta energía espiritual. En la tradición china recibe el nombre de chi interno; en la japonesa, ki interno, para distinguirlo de la energía física externa. Los bosquimanos ¡kung hablan de una poderosa energía sutil llamada n/um, mientras que los hopi del suroeste americano describen la columna vertebral humana como un eje que contiene varios centros vibratorios. Estos centros coinciden con el sistema de chakras del kundalini yoga.
En los textos yóguicos de la India, la kundalini se representa a menudo como una serpiente. Sir John Woodroffe, el primer estudioso occidental que escribió extensamente sobre la tradición india del kundalini yoga, se refirió a la kundalini como la serpiente poder. Importantes textos del antiguo Egipto y la tradición celta asocian la imagen de la serpiente con las antiguas religiones de la diosa. Algunos escritores contemporáneos de la tradición cabalística han señalado que la serpiente del jardín del Edén podría estar relacionada con la kundalini y la iniciación al conocimiento más elevado. Carlos Suarés, en Las cifras del Génesis, explica cómo la cábala se refiere a la serpiente que se aparece a Adán y Esha (Eva) en el jardín del Edén como la resurrección del Aleph, el principio de todo lo que es y no es, desde su sepultura en la tierra. Según esta tradición, cuando la serpiente aparece, Adán y Eva están emergiendo de un estado de profunda inconsciencia. Su tarea es despertarlos para que comiencen su viaje de evolución. Un texto cabalístico afirma que cuando la voz de Dios le pregunta a Eva sobre este suceso, ella en realidad no responde: «La serpiente me engañó», sino que le explica que la serpiente ha mezclado su fuego terrenal con su fuego celestial perdido, el cual ha vuelto de nuevo a la vida.
Despertar la kundalini
¿Cómo, entonces, se despierta la kundalini? Los textos occidentales nos dicen que esto puede producirse de una de las cuatro formas siguientes: espontáneamente, quizá como resultado de las prácticas realizadas previamente; a través de ciertas posturas de hatha yoga y ejercicios de respiración;* empleando la meditación concentrada, la devoción y la oración; o mediante la transmisión de energía por parte de un gurú. Los textos tradicionales sostienen que la forma más natural y segura de despertar la kundalini es mediante la transmisión de energía por parte de un gurú cuya kundalini se encuentre totalmente desplegada. Este proceso, llamado shaktipat en la tradición de yoga shaiva, es poco frecuente pero extremadamente efectivo. Cuando el gurú activa la energía, se crea una conexión entre él y el alumno gracias a la cual la energía se regula y orienta automáticamente.
*. Los maestros tradicionales a veces advierten a sus alumnos de que si para activar la kundalini practican hatha yoga y pranayama de un modo demasiado enérgico, corren el riesgo de que se produzca un despertar parcial repentino que puede resultar perjudicial. Por esta razón, es importante realizar estas prácticas solo bajo la supervisión de un guía experimentado.
Cuando la kundalini se despierta mediante otros métodos ―a través de la práctica o de forma espontánea― sigue siendo importante contar con la or ientación y el consejo de maestros experimentados. Un maestro competente puede ayudarte a trabajar con la energía despertada y a comprender el significado de tus experiencias y movimientos espontáneos. En la mayoría de las personas, la energía trabaja según el grado de preparación y las necesidades; sin embargo, si el despertar ha sido fuerte y el individuo no está preparado o ignora el proceso, los miedos y la falta de comprensión pueden provocar problemas si no se cuenta con la guía adecuada. Esto es especialmente cierto en el caso de individuos psicológicamente inestables. Aunque la kundalini despierta ayuda a curar los desequilibrios psicológicos, también puede exacerbarlos. Quienes padezcan este tipo de desequilibrios deben continuar con sus pautas terapéuticas, tomar su medicación en caso de que la precisen y recibir asesoramiento.
Sin embargo, para un practicante medio, la kundalini es una poderosa ayuda. La energía despertada da impulso a cualquier práctica que realice, de modo que incluso la práctica más sencilla puede aportar comprensiones profundas a medida que hace su trabajo. Esto es especialmente cierto cuando el practicante comprende la naturaleza de la energía. No obstante, es importante que mantenga una actitud práctica y experimental y sienta cómo su sistema responde a ella.
A continuación, ofrezco algunas pautas para trabajar con la kundalini cuando se despliega.
Actitudes que apoyan el despliegue de la kundalini
Primero, comprende que la kundalini es tu propia energía vital ―no algo impuesto desde el exterior―. Por lo tanto, cuando trabaja en tu interior, trabaja en todo tu sistema, y en circunstancias normales procesará y purificará al ritmo adecuado para tu constitución y preparación.
Segundo, reconoce que la kundalini no es simplemente una energía personal o física. Es nuestra porción personal, por así decirlo, de la divina energía creativa del universo. Cuanto más entendamos esto y más apreciemos y respetemos la calidad cósmica de la kundalini, más amable será nuestra experiencia de ella. En el capítulo 8 describí cómo, cuando adoptamos una actitud respetuosa hacia la kundalini, la propia energía comienza a guiarnos y enseñarnos desde el interior. Todos necesitamos desarrollar nuestra propia relación con la energía y aprender a distinguir la orientación de la kundalini de las distintas voces de la mente egotista. Con el tiempo, con la atención y la retroalimentación adecuadas, podemos empezar a reconocer el trabajo de la kundalini en nuestro interior, y es entonces cuando aprendemos a relacionarnos con ella.
En tercer lugar, la dieta y el ejercicio son un aspecto importante del trabajo con la kundalini. Tradicionalmente, una dieta rica en proteínas, frutas y verduras ayuda a nutrir la energía. Cuando esta trabaja intensamente, las fragancias dulces y refrescantes como el sándalo pueden ayudar a asentarla. También puede ayudar el ejercicio vigoroso. Es importante comer de forma regular ―tres comidas ligeras al día― cuando la Kkundalini trabaja intensamente, porque la energía puede consumir los nutrientes si no la alimentamos de forma adecuada. Cuando sucede esto, podemos perder peso y sentirnos débiles o descentrados. Las plantas medicinales tonificantes, tanto chinas como ayurvédicas, pueden ser de ayuda. Por otra parte, la alimentación disciplinada permite que la energía trabaje con dinamismo ―si comes en exceso, apagarás la energía.
Con disciplina y comprensión, la kundalini espiritualizará tu vida de múltiples formas. El resultado supremo de la práctica con la kundalini despertada es la experiencia de la unión: la unión de la conciencia humana con la vasta Conciencia de la cual forma parte o, como dicen los textos yóguicos, el reconocimiento de que no hay separación entre nosotros y el Todo. En este estado, el Ser se conoce a sí mismo y comprendemos nuestra verdadera identidad como Conciencia ilimitada ―mientras nos regocijamos en nuestra particularidad única, nuestro lugar en la danza cósmica―. Este es el estado de la no dualidad, en el cual podemos experimentar la diversidad del multiverso y reconocer al mismo tiempo que nada en él difiere de la Conciencia.