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Libros - Sally Kempton

El placer de meditar

El placer de meditar

La meditación es como una aventura amorosa con tu ser interior. A veces puede resultar sorprendente y maravillosa, y otras sencilla y tranquila. En ocasiones, tal vez no seas consciente de sus efectos hasta un tiempo después.

En El Placer de Meditar, Sally Kempton comparte con el lector importantes secretos que le ayudarán a convertir la meditación en un abrazo incondicional a la totalidad de su experiencia, independientemente de que él la denomine meditación o no. Con la sabiduría y la compasión de quien conoce todos los detalles del camino, Sally nos abre al gozo de explorar el profundo y misterioso paisaje interior del corazón, la mente y el cuerpo.

Con humor, devoción y desde su experiencia de más de cuarenta años, Sally Kempton guía al lector en este viaje de auto-conocimiento, enseñándole a conectar con sus anhelos interiores y con la enorme energía creativa que la meditación revela y despliega.

En el sendero de la meditación, Sally Kempton
es una guía para nuestro tiempo.
Ken Wilber

Sally Kempton

Sally Kempton ha dedicado más de cuarenta años a la práctica, el estudio y la enseñanza de la meditación y la espiritualidad y fue Swami de una orden Saraswati durante veinte años. Anteriormente había trabajado como periodista y cronista de los movimientos culturales de Nueva York. Vivió y estudió durante muchos años con Swami Muktananda, un maestro indio iluminado, y recibió una extensa formación sobre los textos de filosofía yóguica hindú, entre ellos los del Shivaísmo de cachemira. Lleva impartiendo clases desde comienzos de la década de los ochenta.

Más información

Detalles del libro:
  • Título: EL PLACER DE MEDITAR
  • Título Original: Meditation for the Love of It
  • Autor: Sally Kempton
  • Traducción de: Luz Monteagudo González
  • Editorial: Sirio
  • Año de edición: 2012
  • Nº de páginas: 304
  • Encuadernación: Rústica con solapas
  • Formato: 15 x 23
  • ISBN: 978-8478086115

Prefacio

Aprendí a meditar con un gurú indio, un maestro que adoraba la realidad como energía divina o Shakti. Era un destacado yogui con una disciplina increíble que usaba palabras abstractas como "Conocimiento", "Conciencia" y "Dios" para describir el misterio de la vida. Sin embargo, la gran lección que me enseñó fue cómo conectar con la pulsante energía que hace a la vida jugosa y deliciosa, y al mismo tiempo ser consciente de la Presencia observadora e imparcial que se hace a un lado, alejada de toda actividad. Durante los años que viví con él, y desde entonces, su ejemplo me empujó a hacer todo lo necesario para unir los dos lados de mi naturaleza ―el de la devoción, la parte emocional que ama la emotiva dulzura de un corazón que se abre, y el Conocedor objetivo que contiene toda experiencia en su espaciosa conciencia―. Esa fusión de conocer y amar es lo que yo llamo tantra contemplativo devocional. Es lo que me inspira para meditar y lo que he tratado de transmitir en este libro.

Este modo de meditar es tántrico en el sentido de que reconoce al mundo y a nosotros mismos como un tapiz tejido de una sola energía inteligente. Es devocional porque cultiva una bondadosa atención hacia nosotros y el mundo. Es contemplativo porque pide que nos volvamos y descansemos en el espacio interior donde el ser se conoce como Conciencia pura trascendente.

También debo aclarar qué quiero decir cuando uso la palabra "tantra". Existen muchas escuelas de tantra, pero la tradición tántrica que yo sigo es, en esencia, una metodología, un conjunto de prácticas yóguicas con el objetivo de unirnos (yoga significa unión) con la luminosa energía del corazón de las cosas. Una premisa fundamental del tantra es que un practicante habilidoso puede usar cualquier cosa ―cualquier momento, cualquier sentimiento, cualquier tipo de ejercicio― para unirse con lo divino.

El núcleo de la estrategia tántrica consiste en aprovechar y canalizar todas nuestras energías, incluso aquellas aparentemente molestas u obstructoras, en lugar de tratar de reprimirlas o eliminarlas. Cuando lo hacemos, la energía que hay en los pensamientos, en las emociones, en nuestro estado de ánimo, e incluso en los sentimientos intensos como la ira, el terror o el deseo, puede expandirse y revelar aquello que subyace a todo, el puro potencial creativo de la propia conciencia. En tantra, eso recibe el nombre de Shakti.

La Shakti, el aspecto femenino de la realidad divina (en la tradición hindú, personalizada con frecuencia como una diosa), es el pulso sutil de la potencia creativa que impregna toda experiencia. Normalmente se trata de algo tan sutil y oculto que sintonizar con la Shakti puede percibirse como si cayeran los velos de los sentidos, o como ese momento en El mago de Oz cuando el paisaje pasa de blanco y negro a tecnicolor. En nuestros momentos de reflexión, se puede acceder a sentir la Shakti al experimentar la fuerza de la vida que palpita en la respiración, y con frecuencia se experimenta como corrientes de energía que se mueven en el cuerpo. En las tradiciones yóguicas, esta Shakti interna recibe el nombre de Kundalini. Es, de un modo bastante literal, el poder que impulsa la evolución espiritual. Aunque la Kundalini presenta cientos de facetas, una de las formas más sencillas de experimentarla es como un sutil empujón energético ―con frecuencia llamado "corriente de meditación"― que lleva la mente hacía el interior cuando meditamos. Muchas de las prácticas de este libro te ayudarán a llevar tu atención a esta presencia energética en la mente y el cuerpo.

También encontrarás en estas páginas algunas prácticas devocionales e invocaciones. Las ofrezco por la misma razón que las practico: porque ayudan a despertar el corazón y nos abren al amor, que es la verdadera esencia de la vida.

Selección de textos: