Extractos - Ramesh Balsekar
La evolución espiritual
Por Ramesh BalsekarLa utilización del término "evolución espiritual" presupone estar involucrado en el tiempo.
Así es, por supuesto. Todo el proceso sucede en el mundo fenoménico del espacio y del tiempo.
¿Qué es lo que está implicado en el tiempo, el mecanismo cuerpo-mente?
¡Oh, no! Lo que está involucrado en el espacio-tiempo es la Consciencia identificada, la Consciencia que deliberadamente se ha identificado con el organismo individual.
¿Por qué ha sucedido esto?
Para que este lila, este juego, este sueño cósmico, pueda suceder. Este proceso de identificación es continuo. Constantemente se están creando nuevas criaturas, nuevos seres humanos y en todos ellos se produce la identificación. Esta identificación continúa en un proceso de evolución. En algún momento, la mente se interioriza y comienza el proceso de desidentificación. Este proceso requiere mucho tiempo y muchos nacimientos. Todo el juego es una identificación, luego la mente se interioriza y después comienza el proceso de desidentificación. ¡Atención!, todo esto es un concepto, pero puede ayudarle a llegar al entendimiento final.
Entonces, ¿la palabra evolución es un concepto que sólo es visible para el individuo que se ha identificado?
Así es.
¿Por qué es necesario un concepto?
Porque el concepto de individuo ha surgido a través de esta identificación. En el momento en que surge este concepto del individuo se hace necesario el concepto de Dios. De lo contrario, si se acepta lo impersonal, ¿cómo se puede plantear la existencia de un individuo y de Dios?
¿Mirar hacia dentro es un medio para no hacerle caso al ego?
No. La interiorización sólo puede suceder. La interiorización es este proceso de evolución espiritual. La evolución sucede en todo. Hay evolución física, evolución en la música, en el arte, en la ciencia y hay evolución espiritual.
En esta evolución espiritual, primero hay identificación que se produce a través de varios miles de organismos cuerpo-mente. Quiero decir que podrían ser cien mil o un millón, ésa no es la cuestión, pero se produce a través de una serie de organismos cuerpo-mente. En ciertos organismos cuerpo-mente se produce la interionización, un pensamiento o un hecho, que será la causa aparente de que la mente mire hacia dentro. En lugar de que la mente mire hacia afuera, queriendo cada vez más objetos materiales, la mente mira hacia dentro y quiere conocer cuál es su verdadera naturaleza: ¿Quién soy yo? ¿Qué estoy haciendo aquí? ¿Cuál es el sentido de la vida?
. Entonces comienza el proceso de desidentificación. La búsqueda espiritual en esa evolución comienza con la interiorización de la mente y el inicio de la búsqueda individual. Esa búsqueda, que en realidad es el proceso de desidentificación, continúa a través de varios procesos en la evolución. De un tipo de búsqueda a otro, hay muchas frustraciones, hasta que al final se produce el entendimiento súbito de que no hay "individuo" que pueda iluminarse. La iluminación es un acto impersonal, sólo puede suceder a través de un objeto. Para que suceda cualquier cosa se necesita un objeto. Así que cuando la iluminación está a punto de suceder, en esta evolución se crea un organismo cuerpo-mente que esté preparado para recibirla. Tiene las características físicas, mentales y temperamentales que hacen que ese organismo cuerpo-mente sea capaz de recibir la iluminación. El propio organismo cuerpo-mente es un proceso de evolución.
El principio de este entendimiento en la continuidad es la aceptación de que la iluminación puede que no suceda a través de tu organismo cuerpo-mente. Es algo muy difícil de aceptar para un buscador, para un buscador individual, pero supone un hito importante en este proceso de la dualidad. Entonces, se produce un "desapego" y una tremenda sensación de libertad. Si no puedo iluminarme y si un objeto no se puede iluminar, ¿Qué es lo que estoy buscando?
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Cuando se produce este "desapego", se debilita la identificación con el organismo cuerpo-mente, con el "yo". Pero en el proceso se producen algunos saltos cuánticos. El salto cuántico final, justo antes de la iluminación es éste: ya no hay más búsqueda, no más preocupación por si se produce la iluminación. Cuando surge esa aceptación, el "yo" prácticamente ha desaparecido, puesto que el "yo" es el buscador, no el organismo cuerpo-mente. El organismo cuerpo-mente, en si mismo, no es más que un objeto inerte, necesario para que se produzca la iluminación.