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Extractos - Rebekah Maroon

Esto es amor

Esto es Amor

Una expresión de la no-separación

Extractos del libro por Rebekah Maroon

¿Qué es el sufrimiento?

Cuando el cuerpo humano nace es virgen, está vacío, es puro observar que permanece siempre así. Lo que sucede a continuación es que el aspecto mental empieza a hacerse más prominente y se desarrollan el lenguaje y la memoria. Se fortalece la capacidad de abstracción del cerebro, es decir, la capacidad de imaginar mentalmente lo que no está ahí presente, de imaginar lo que no está sucediendo en ese momento. Este es el comienzo del sufrimiento. No la propia capacidad de abstraer o imaginar —que es una función útil para la supervivencia y la creatividad—, sino la aparición de la identificación con los pensamientos y con lo imaginado, como si los pensamientos y la imaginación fuesen auténticos, como si fuesen una realidad. Esto es sufrimiento; la apropiación de los pensamientos y los sentimientos y la pérdida de nuestra desnudez, de nuestra inocencia. Esto marca también el comienzo de la búsqueda, el intento por recuperar aquello que sentimos que hemos perdido: el ir y venir natural de las cosas, sin invertir en nada, sin poseer nada, ni tan siquiera las lágrimas que pueden surgir tras una pérdida o la alegría que puede acompañar a una ganancia.

Quién eres

La separación anhela encontrar al amante, desea con fervor encontrar aquello que es permanente, aquello que la amará incondicionalmente, ahí donde reside la estabilidad. Pero es imposible que lo que cambia pueda encontrar al amante incondicional, aquello que no cambia.

Lo permanente e inmutable no necesita ser encontrado... ¿Cómo podría perderse?... Si es permanente e inmutable, ¿cómo podría no estar presente?

Así pues, el dilema solo existe para aquel que es mutable, para aquel que cambia, para aquel que no es permanente, que no es estable..., esa entidad aparentemente separada que está buscando lo inmutable.

Quién. Eres. ¿Tú?

Esto es todo Tú

Esta sensación de que estás limitado, de que perteneces a un cuerpo, es solo eso, una sensación, no es verdad.

¿Por qué habría de encontrarse tu límite en el borde del cuerpo? ¿Qué le impide incluir también toda la habitación y todo lo que está apareciendo? Pues que te han dicho una y otra vez que no es así. Te lo has creído, y esa creencia se ha convertido en tu experiencia.

Esto no es un error. No hay nadie a quien culpar. Parece ser el modo en que los humanos han de desarrollarse necesariamente. Al fin y al cabo, no estamos teniendo la experiencia de una silla o de una cortina; estamos teniendo una experiencia humana, por lo que este cuerpo humano parece ser el punto de referencia.

Ahora estás escuchando que tú eres todo eso. Todo, no solo el cuerpo, sino todo, hasta la cosa más diminuta.

¿Podrías empezar a creer también en esto, escucharlo repetidamente, profundizar e indagar en ello? ¿Podrías ver lo que es realmente este «borde», este «límite», esta «frontera» en la que crees? ¿Podría el hecho de «no tener límites» convertirse de este modo en tu experiencia? ¡Quién sabe! Pero ese «sin fronteras» solo puede encontrarse aquí, como este momento atemporal, como esta presencia.

Entonces, la pregunta más importante pasa a ser esta: ¿Puedes tener fronteras y, al mismo tiempo, no tenerlas?... Yo diría que eso es el Amor.

Lo indefinible

Hay algo aquí que no es algo aquí; algo que no existe y, sin embargo, es todo existencia.

Aparece como cada rostro, pero su rostro no se puede ver.

Aparece como cada sensación, pero en sí mismo no se puede sentir.

Aparece como cada sonido, pero como tal no se puede escuchar.

No tiene cualidades propias, pero ninguna cualidad puede existir sin ello.

¿Qué es lo que está aquí presente como todo pero que no se puede percibir?

¿Qué es esta locura?

¿Qué es eso que resulta tan absolutamente inalcanzable para la mente y que, no obstante, sigue siendo?

¡Qué revelación!