Extractos - Richard Sylvester
Espero que mueras pronto
Por Richard SylvesterIntroducción
El error más común acerca de la liberación es que es algo que un individuo puede adquirir. Sin embargo, la liberación es una pérdida ― la pérdida de la sensación de que alguna vez hubo un individuo separado que podría optar por hacer algo para lograr la liberación.
Cuando se ve que no hay separación, el sentido de vulnerabilidad y de miedo que están conectados con la persona desaparece y lo que queda es la maravilla de la vida simplemente ocurriendo. En lugar de significado, hay una ardilla inmóvil en un tronco gris de un árbol, con las patas abiertas, la cabeza erguida, mirándote directamente. En lugar de propósito hay la sorprendente textura de la piel de un gato o la increíble forma de una hormiga que se arrastra sobre una ramita. La pérdida de la esperanza no es ninguna pérdida cuando es sustituida por las pollas de agua flotando en el lago.
Cuando la sensación de que yo estoy controlando mi vida y que hago que suceda llega a su fin, entonces la vida simplemente se vive y se produce la relajación. Hay un sentido de facilidad cualquiera que sea el caso y un final a aferrarse a lo que podría ser.
Sobre la Liberación
Preliminares
La liberación no se puede describir con palabras. No se puede comprender con la mente. No se puede ver hasta que se revela por sí misma. Entonces no hay palabras o ideas que sean capaces de expresar lo que ninguna mente humana es capaz de entender.
Sin embargo, la liberación es todo lo que hay. Ahora mismo.
Paradoja.
El ver la liberación no tiene nada que ver con la mente. Sin embargo, aquí está la liberación, ocultada por la mente. Ocultada por la mente que no existe.
Paradoja.
La liberación es el final de la búsqueda y el final de significado. La liberación revela el sentido de la vida como la vida misma. No puede haber búsqueda de lo que se ve que ya está ocurriendo.
El lenguaje por su naturaleza describe la dualidad ― eventos, experiencias, cosas, pensamientos, sentimientos. Fenómenos. Cosas que ocurren. No hay ningún lenguaje para describir la no-dualidad. Lo mejor que podemos hacer es hacer alusión a ella.
Así que hagamos alusión.
Despertar: Ver que no hay nadie
Todo comienza con los sábados por la tarde en Hampstead, escuchando las charlas acerca de la no-dualidad realizadas por Tony Parsons. No entiendo mucho de lo que se dice, pero algo me atrae que me hace seguir viniendo. Y me gustan los chistes y la conversación y la bebida de después, así que vuelvo una y otra vez.
Entonces, en la estación central de Londres en una noche cálida de verano, la persona, el sentido de uno mismo, de repente desaparece por completo. Todo sigue como está ―personas, trenes, plataformas, otros objetos― sin embargo, todo es visto por primera vez sin la mediación o interpretación de una persona. No hay luces parpadeando, no hay fuegos artificiales, ninguno de los fenómenos perinola del LSD o de los hongos alucinógenos. Pero este es el verdadero "¡guau!", ver una ordinaria estación de tren por primera vez sin ningún sentido de uno mismo. Aquí está lo ordinario viéndose como extraordinario, surgiendo en la unidad sin nadie que lo experimente.
En ese instante se ve que no hay nadie. La sensación de que hay una persona ha sido una constante hasta este punto, dándole sentido a esta vida. Durante muchos años esto nunca ha sido cuestionado. Se ha dado completamente por sentado a este yo, mi centro y ubicación, que ni siquiera ha sido advertido. Ahora se ve como una completa redundancia. De pronto, se sabe que yo nunca he tenido una vida porque nunca hubo un "yo". En una fracción de segundo de eternidad se sabe que sin un "yo" todo se está viendo por primera vez simplemente como es. Yo no vivo, yo soy vivido. Yo no actúo, pero las acciones ocurren a través de mí, el títere divino.
Toda preocupación por esta pequeña pero tan importante vida aparente desaparece en un instante.
En un segundo, el yo vuelve diciendo "¿Qué demonios fue eso?" Pero esa fracción de segundo de nadie trae consigo cambios irrevocables en el paisaje interno. Porque ver esto puede hacer volar tu mente.
El pasado se vuelve bidimensional. Antes de esto, el pasado era un paisaje de tres dimensiones que visitaba con frecuencia. Corría por él, saltando de un lugar a otro; cada escena tenía energía y realidad para mí. Esa energía aparecía como sentimientos y pensamientos, sobre todo relacionados con el arrepentimiento y la culpa, con temas de "¿Qué pasaría si..." y "Si tan solo..." sonando sin cesar. En consecuencia el pasado fue labrado y re-labrado, diferentes posibilidades tienen lugar inútilmente como si la revisitación obsesiva de alguna manera podría cambiar la geografía, traer de vuelta a un amante perdido o eliminar alguna ofensa dada o recibida. Ahora, después de esa fracción de segundo de nadie, aunque la persona ha vuelto a aparecer, el pasado es como una pintura plana. Todas las escenas están todavía ahí ―esto no es Alzheimer― pero no tienen energía ni realidad, y hay ya muy poco impulso de visitar cualquiera de ellas. De vez en cuando una escena u otra del pasado centellea en la vida por un momento, pero luego se apaga de nuevo. El arrepentimiento y la culpa pierden su control.
Las cuestiones y problemas aún se presentan pero no pueden quedarse por mucho tiempo como solían hacerlo. Así que sólo tienden a surgir y rápidamente desaparecen de nuevo. El paisaje interno se ha vuelto resbaladizo. Como dice Nisargadatta, el mundo está hecho de aros, pero todos los enganches son de usted. Ahora los enganches se están disolviendo. Sin embargo, durante el próximo año, el yo intenta frenéticamente reafirmarse, a veces aparentemente con éxito cuando hay problemas que logran resurgir, como el aburrimiento, la desesperación, el dolor emocional que de alguna manera aún tienen que ser experimentados.
Una cosa que se ve inmediatamente es la naturaleza de todas las aparentes experiencias espirituales que surgieron durante los años de búsqueda y siguiendo falsos caminos y gurús. De repente se ven como lo que realmente son, experiencias emocionales y psicológicas que le ocurren a una persona irreal y no más significativas que ponerse unos zapatos o tomarse una taza de café.
Las experiencias espirituales no son difíciles de evocar. Meditar intensamente, cantar durante largos períodos, tomar ciertas drogas, estar sin comer ni dormir, ponerse en situaciones extremas. Eso probablemente lo hará. Había hecho todas estas cosas y hubo muchas experiencias espirituales. Había cantado durante horas y meditado con los golpes de poderosos gongs tibetanos. Había visto al gurú, sentado en un estrado con ropas impresionantes, disolviéndose en una luz dorada ante mis ojos. La identidad personal se había refinado y disuelto en una dicha trascendental. El universo me había respirado mientras mi conciencia se expandía para llenarlo todo.
¿Y qué?
Siempre había estado alguien ahí teniendo la experiencia espiritual. Una persona, no importa lo refinada que fuera, siempre había estado presente. Estos acontecimientos le habían sucedido a "mí". Ninguno de ellos tenía nada más o menos que ver con la liberación que acariciar a un gato.
Y de todos modos "No se puede permanecer en el mundo de Dios por mucho tiempo. No hay restaurantes ni aseos allí".
La liberación no es personal y no tiene nada que ver con ninguna experiencia psicológica, emocional o "espiritual", no importa lo refinada que pueda ser. Una experiencia espiritual o psicológica es sólo una experiencia personal. Una vez que se ve que yo no soy nada, también se ve que ninguna experiencia surge sólo para una persona aparente y se disuelve de nuevo en la unidad sin ningún significado en absoluto. No hay ninguna persona real en la que surge la experiencia y ninguna posibilidad de que pudiera tener algún significado.
Y la liberación no tiene nada que ver con la ausencia o presencia de problemas o cuestiones, que pueden o no seguir apareciendo. La liberación no trae la felicidad eterna. Para eso, inténtalo con la heroína, el prozac o una lobotomía. Qué alivio. La liberación no requiere que seas de ninguna manera en particular. La liberación no requiere de "'ti" en absoluto para ser. Una persona no está escribiendo estas palabras. La Unidad está escribiendo estas palabras. Y la Unidad las está leyendo.
Dentro de la historia, el período del despertar tuvo una duración de un año. Durante este tiempo, la persona se reafirma, a veces fuertemente, cae de nuevo y vuelve. Durante un tiempo, hay un desierto en el que el dolor personal es tan intenso como antes, pero todas las viejas comodidades y mecanismos para tratar de aliviarlo han perdido su significado. Una comodidad en particular había sido la creencia de que el dolor era significativo, necesario para mi evolución espiritual. "No hay ganancia sin dolor". Ahora ese pensamiento me parece simplemente ridículo. Estoy empezando a comprender que este despertar es implacable, pues me despoja de todas las creencias que había mantenido y a las que siempre me había aferrado. Ahora ya no quedan más salvavidas, ni siquiera un trozo de madera.
A veces se dice que esto arruina tu vida. Bueno, arruina lo que pensabas que era tu vida. Y hay un dicho que recuerdo en este momento. "¿Por qué quieres la liberación? ¿Cómo sabes que te gustaría?"
Dios mío. Las cosas han empeorado, no mejorado. Porque previamente había esperanza.
Liberación: Ver que "yo" soy todo
Dentro de la historia, un año después del despertar, estoy en una tienda en un ordinario pueblo de la campiña. De repente, pero con gran delicadeza, lo ordinario se desplaza hacia lo extraordinario. La persona de nuevo desaparece por completo y ahora se ve claramente que la conciencia está en todas partes y en todo. La sensación de ubicación de uno mismo se revela que es sólo una apariencia. No hay lugar, no hay aquí o allá. Sólo hay la unidad que aparece como todo y esto es lo que "yo" realmente soy. "Yo" soy la tienda, la gente, el mostrador, las paredes y el espacio en el que aparece todo. Cuando el yo desaparece, y la conciencia es vista como todo, entonces esto se ve como lo que es, un holograma maravilloso sostenido por el amor.
En cierto momento determinado siendo un niño, la conciencia parece coagularse en un espacio discreto, convirtiéndose en sólida y separada de todo lo demás. Esto es lo que crea la sensación de "yo", con sus esperanzas y temores y amores y responsabilidades onerosas. Los pensamientos y sentimientos y los fenómenos sensoriales, que realmente sólo surgen en la conciencia, son ahora propiedad de alguien, ahora se siente que "me" pertenecen. Y así el drama de ser una persona comienza.
No hay una ubicación para la conciencia que no sea "en todas partes". Sólo hay liberación. Pero en la liberación la sensación de que "yo" no estoy liberado puede surgir y lo hace. Se manifiesta como el sentido de separación, de estar ubicado aquí en lugar de allí, separado de todas las demás personas y cosas. Esto genera miedo, anhelo y esperanza, y es altamente adictivo. No puede verse a través de sí mismo y puede simplemente continuar durante setenta u ochenta años hasta que termina en la muerte. O puede terminar más pronto, en cualquier lugar, en cualquier momento.
La liberación es la liberación de la carga de ser una persona que al parecer tiene que elegir y tomar decisiones; opciones y decisiones que tienen consecuencias. Qué maravilloso alivio es ver que no hay ninguna elección, ninguna persona, ninguna separación. Nada de lo que hayas hecho te ha llevado nunca a nada porque nunca has hecho nada. Nadie ha hecho nunca nada aunque parece que las cosas se han hecho.
¿No es maravilloso que nunca has hecho una elección en tu vida? No hay nada que lamentar, nada de lo que sentirse culpable. Nada podría haber sido diferente, nada podría haber sido de otra manera. ¿No es eso un alivio? Nada importa. No hay ningún lugar a donde ir. No hay nada que se tenga que hacer. No hay ningún significado ni moralidad. No hay ayuda ni esperanza. Puedes dejar que todo se vaya, puedes liberar toda la tensión. Puedes comenzar a disfrutar de la maravilla de la desesperanza y del regalo de la falta de significado. Puedes comenzar a disfrutar de tu completa impotencia.
En la liberación se ve que nada tiene sentido, es simplemente lo que es. La historia no se detiene. La historia continúa, pero ahora se ve que es sólo una historia. Todas las pasiones de tu aparente vida son sólo cosas sucediendo. Los conflictos, los amores, las luchas por el control y el poder, las victorias y derrotas son simplemente fenómenos que surgen en la unidad y se desvanecen de nuevo sin ningún significado en absoluto.
Nada tiene más significado que cualquier otra cosa o que pudiera ser mayor o menor. La guerra de Troya y un vaso de cerveza son iguales. Excepto, por supuesto, para la mente.
No se puede obtener la liberación. Yo no he obtenido la liberación. Nadie nunca obtendrá la liberación. No puedes llegar a ser lo suficientemente bueno o trabajar lo suficientemente duro o ser lo suficientemente sincero para merecerla. La liberación no me ha ocurrido a mí y no te ocurrirá a ti. Sin embargo, hay liberación. Sólo hay siempre liberación. La perfección ya está aquí. Lo que eres ya es divino.
La búsqueda no te llevará a ninguna parte, pero no hay nada malo con la búsqueda. En este proceso aparente puede oírse que la búsqueda no tiene sentido, pero la búsqueda no se puede dejar hasta que se detenga. Una vez que ha terminado se ve que lo que estabas buscando siempre ha estado contigo, de hecho siempre ha sido lo que eres. Pero sugerir que renuncies a la búsqueda con el fin de hallar es inútil. No importa si te emborrachas, meditas, lees el periódico, te sientan con el gurú o vas a las carreras. Nada de esto hará que la liberación sea más o menos probable. Buscar o no buscar, meditar o no meditar, no tiene sentido. Porque no hay nadie que pueda elegir hacer cualquiera de estas cosas. Si la meditación ocurre, ocurre y seguirá ocurriendo hasta que ya no lo haga. Es lo mismo para emborracharse.
También puedes renunciar a la creencia de que puedes elegir cualquier cosa. Excepto que tampoco puedes hacer eso. Hasta que sucede.
La liberación es lo que queda cuando el yo se ha ido. Pero el yo no es más que la liberación surgiendo como el yo. La liberación es lo que está ocurriendo mientras que buscas la liberación. En el interior, tú ya lo sabes.
Estar despierto y estar dormido son lo mismo
― a menos que estés dormido
Cuando se ve la liberación, se sabe que estar despierto en la liberación no es diferente de estar dormido. Ambos son vistos simplemente como unidad, manifestándose como dormir o despertar. En la liberación, la iluminación es despojada de toda mistificación y su absoluta ordinariedad es revela. Las montañas se ven simplemente como montañas.
Pero para el buscador que todavía está dormido, y en su sueño está buscando sin descanso poner fin a la sensación de separación, parece que hay un abismo entre ese estado y la liberación. La liberación se parece a un premio maravilloso que hay que alcanzar, que promete sentimientos felices, ausencia de dolor y sufrimiento, el fin de todos los problemas, quizás poderes mágicos y por supuesto la admiración celosa de tus amigos. Esta es la razón de por qué la búsqueda de la liberación puede ser tan desesperada y la pregunta "¿La conseguiré?" Tan poderosa.
Todo lo que impide ver la liberación es el pensamiento "no estoy liberado". Así que algunos te dicen que lo que tienes que hacer para ver la liberación es abandonar este pensamiento. Pero no hay nadie que pueda optar por hacer esto. El pensamiento de que esto no es la liberación, que es lo mismo que el pensamiento "estoy separado" o "estoy buscando", continúa hasta que se desvanece. El yo aparente no puede hacer nada para descubrir que él mismo es una ilusión ― una apariencia no puede descubrir la realidad.
La liberación se ve mientras que el cuerpo-mente sigue funcionando o en la muerte del cuerpo-mente y no importa cuándo, salvo en la historia. "En la muerte sólo hay liberación. Sólo que es más elegante (chic) ver la liberación cuando estás vivo".
En la liberación se ve que nunca hubo nada que buscar. Lo que buscas siempre ha estado contigo, lo que tú eres siempre ha sido lo que tú eres. Cuando esto se ve toda búsqueda cesa.
Espero que mueras pronto
Érase una vez que yo era un ocupado buscador, que meditaba sinceramente, tenía cuidado con mi karma, recibía shaktipat, tenía mis chakras abiertos y limpios por medio de benditos gurús, y pensaba que iba a alguna parte.
Entonces llegó la catástrofe. Conocí a Tony Parsons. Y ese fue el final de lo que pensé que había sido mi vida. Tony, que me abrazó al final de una de sus reuniones y me dijo: "Espero que mueras pronto". Tony, a quien debo el más profundo agradecimiento, a pesar de que no hay nadie.
No existe forma más adecuada para poner fin a esto. Permíteme que simplemente te pase la bendición que recibí y te diga que "espero que mueras pronto".