Extractos - Wei Wu Wei
Dedos apuntando a la luna
Reflexiones de un Peregrino en el Camino
Por Wei Wu Wei CAPÍTULOS 4, 5 y 64. Tiempo y Espacio - II
El elemento ilusorio del ego
¿Podría uno no decir ― el concepto de que el yo como entidad distinta de otras entidades es ilusorio, es probablemente en sí mismo un concepto falso, ya que asume que el yo tiene características espaciales?
El carácter ilusorio del yo en el que tanto se ha insistido, bien puede ser un error debido a una mala colocación del elemento ilusorio, que realmente no pertenece al yo sino a un carácter espacial inexistente que se le atribuye gratuitamente.
Si el Espacio y el Tiempo son en sí mismos ilusorios, como insiste el mismo enfoque metafísico, ¿por qué se le debe dar al yo un atributo espacial? ¿Qué hay en nuestra consciencia del yo que justifique una limitación espacial?
Pero si el yo no está en el Espacio, y tampoco puede que esté en el Tiempo, no tiene por qué ser ilusorio. Entonces es solo ilusorio en la medida en que se concibe como una entidad espacial y temporal.
La distinción es un factor espacial y temporal, y una ilusión, el falso yo o yo-proceso, despojado de su apariencia temporal y espacial, es decir, de su elemento ilusorio, parece ser una manifestación de la Yo-Realidad en sí misma.
5. Trabajar y Jugar - I
Palabras, Palabras
Cualquier cosa que valga la pena decir, debería ser posible decir en unas cuantas docenas de palabras. El que habla difusamente entiende vagamente; el que entiende claramente habla concisamente.
Los hechos y las ideas a la larga son simples. Una larga exposición de lo que en sí mismo es simple, implica una comprensión imperfecta por parte del hablante o el oyente, el escritor o el lector.
Uno recuerda las palabras de St. Exupery: La perfection est atteinte non quand il n'y a plus rien à ajouter, mais quand il n'y a plus rien à retrancher, (es decir, se alcanza la Perfección, no cuando no hay nada más que agregar, sino cuando no hay nada más que quitar.)*
* (Nota: La traducción anterior no es parte del trabajo original.)Prosperidad
¿No existe la calidad espiritual en el hombre y la mujer en proporción inversa a la prosperidad material adquirida?
En las partes del mundo en las que aún es posible la pobreza, es más probable encontrar calidad espiritual que en las partes del mundo en las que se ha impuesto la prosperidad material a la población.
Parece poco probable que la prosperidad material, a veces denominada como un alto nivel de vida, tenga alguna existencia en el plano de la Realidad. Por lo tanto, como objetivo en la vida no puede tener ningún significado espiritual.
La pobreza tiene un valor positivo a los ojos de hombres como San Francisco de Asís, y la prosperidad material es un valor negativo. Tal creencia parece haber sido también la de Jesús.
Sin embargo, parece poco probable que el logro de la pobreza tenga mayor importancia que el logro de la prosperidad. La condición material de un hombre (o mujer), como la forma de su nariz, bien puede seguir siendo aquella con la que nació, como parte de su antecedente normal en el plano de la Manifestación.
Los materialistas piensan en los Derechos más que en los Deberes, pero es el cumplimiento de los deberes y no el ejercicio de los derechos lo que produce paz mental, serenidad, lo que se llama felicidad. ¿Por qué? ¿Quizás porque estar dispuesto a servir es una acción positiva, y exigir servicio una acción Negativa? Pero la aceptación de un servicio voluntario es Positiva, así como el desempeño del servicio exigido es Negativo. Ahí radica una explicación adecuada de la miseria de gran parte de la vida contemporánea.
Si los caracteres adquiridos no pueden transmitirse genéticamente, es evidente que tampoco pueden transmitirse por lo que se denomina reencarnación.
"No puedes juzgar a otra persona a menos que te hayas visto y juzgado a ti mismo": ¡un ser mecánico juzga a otro ser mecánico!
La Humildad de la que uno es consciente no es verdadera humildad. La virtud que se siente como tal no es la Virtud, aunque puede ser una acción correcta. En el plano intemporal hay Virtud: En el plano de la manifestación hay virtudes.
6. Realidad y Manifestación - III
¿De qué se dio cuenta el monje cuando fue alcanzado por la llamada Experiencia Satori?
La realidad de cualquier cosa se limita al Instante que normalmente no podemos captar y de la que solo experimentamos un reflejo o un eco en forma de memoria.
Nuestra mente es solo una colección de reflejos o ecos de la realidad preservados por la memoria que hemos pasado por alto. Nuestra mente es simplemente una sombra que confundimos con la sustancia que nunca hemos podido ver.
La percepción de la sustancia debe ser Satori. Después de captar lo Real, volver-nos Reales, nos damos cuenta de que nuestra mente era solo una sombra, y esa puede ser la razón por la que la reacción era a menudo una risa. El Pasado y el Futuro se desvanecen cuando el rayo de luz cae sobre la sombra, y solo queda un Presente renovado a cada instante, porque solo eso es real.
"Nosotros" no somos la realidad ni la sustancia, sino su reflejo. La sustancia está ahí en la Realidad, oculta de nosotros por la pantalla del Tiempo. "Nosotros" somos una sombra cambiante en una pared, pero la sustancia de esa sombra está en cada Instante que nuestra consciencia no puede captar. Nuestra "vida" en el plano de los fenómenos es un continuo malentendido por el cual un reflejo se confunde con su imagen, un eco con su voz, una sombra con su sustancia.
Somos fenómenos, pero pretendemos ser noúmenos.