Extractos - Pepe Martos
Como Ángel Caído
Extracto del libro "ISHA, La Ilusión del Yo"
Por Pepe Martos«Aprende a no pensar y verás a Dios».
Isha: Algo estaba ocurriendo, mi percepción de las cosas iba cambiando, lo que antes eran problemas ahora los percibía como trivialidades, y aquello por lo que hubiera discutido había dejado de tener sentido. La palabra estaba haciendo estragos en mí, aunque aún permanecían estructuras consolidadas que debía derribar.
Un día, estando en la playa, ocurrió algo. Sin saber cómo, algunas personas comenzaron a preguntarme sobre problemas que les traían de cabeza, así como sobre asuntos existenciales. Aún no tenía esa espontánea seguridad que me transmitía Satsang, por lo que decidí invitarlos a que vinieran a la cueva y fueran ellos personalmente quienes le plantearan sus inquietudes.
―He traído a unas personas que quieren hablar contigo, espero no te moleste ―dije a Sat.
Satsang: El Satsang no sería posible sin preguntas y respuestas. La pregunta es la creadora de la respuesta y el resultado es la disolución de ambas. Vosotros sois la cuestión, yo soy vuestra objeción, uno y otro desaparecen dentro de sí.
Aina: ¿Una simbiosis?
Satsang: Llámalo así.
Aina: ¿De dónde vienen todos esos conceptos que se estructuran en palabras para el entendimiento?
Satsang: Proceden de la propia Consciencia manifestada, la cual es consciente de Sí Misma.
Mei: Maestro, que sea infinito todo.
Satsang: Lo es, tan infinitamente eterno como la respiración de Brahman.
Yahiza: Qué difícil no perturbarse uno mismo. Aunque sabes mucho la teoría, luego te invade un mar de sentimientos que cuesta gestionar, soltar y despegarse de ellos.
Satsang: ¿Quién o qué es ese torrente de emociones? ¿dónde está esa mar de sentimientos?
Cuando duermes profundamente, sin sueños oníricos, ¿dónde está la mente y sus geniales trucos de ilusionista? ¿Dónde estaba esa perturbación cuando nadabas en el vientre de tu madre o cuando jugabas, de muy tierna edad, en la cuna de tu habitación? ¿Eras la misma persona o eres otra? ¿Y si te digo que no eres ni aquel bebé ni esta joven llamada Yahiza por sus padres? ¿Quieres conocer quién eres realmente?
Yahiza: (silencio).
Satsang: Sinceramente, ¿te has propuesto alguna vez ver la Verdad? Muchos renuncian a ella, pues es el plato de peor gusto para el Ego que desea mantenerse secuestrado en sus ensoñaciones. No podrás decidirlo ni forzarlo, pero sí dejar que ocurra.
Yahiza: Me gustaría verlo como tú.
Satsang: Desde la mente no podrás verlo. El pensamiento es el primer obstáculo que eclipsa la Verdad. Disuelve el «yo», céntrate en la presencia de lo que no está presente y quédate ahí sin forzar nada.
Deja de ser quien crees ser, abandona toda identificación con las emociones. Desde la negación, no soy esto, no soy aquello, surgirá de forma espontánea, aquello que realmente eres.
Alice: Qué interesante todo esto, ojalá todos tomaran conciencia, pero tristemente la realidad es otra.
Satsang: Permíteme decirte algo, Alice, no pienses en «otros tomando conciencia», esos otros eres tú, están en ti y tú en ellos. No sois nada físico, nada mental; sois distintas manifestaciones de una sola y única Realidad.
Cuando despiertes no te importará el mundo, pues ya no serás de este mundo.
Medita sobre ello.
Arán: ¡Me muero! ¡Qué grande! Gracias, Gracias, Gracias.
Satsang: ¡Hazlo! Acabas de dar en la clave. ¡Muere en vida! Ese es el Único Camino hacia la Verdad.
Arán: Pues si no hay otro camino, así sea.
Satsang: Morir en vida, metafóricamente hablando, es morir a los viejos conceptos e ideas para nacer a la ausencia de conceptos e ideas. Si no vacías la mente de pensamiento, no habrá lugar para el silencio que precede a la esclarecedora Verdad.
Gian: ¿Sientes todo eso o es puro conocimiento?
Satsang: La que siente es la mente. La Consciencia manifestada, cuando carece de identidad con lo que la mente percibe a través de las percepciones, no siente nada, pero cuando esa Consciencia se identifica con la mente, cuerpo, emociones, sentimientos y pasiones... Deja de ser consciente de Sí Misma y, como Ángel Caído, se precipita a los infiernos del Ego.
Sandra: ¡Tengo tantas preguntas por hacerte sobre el mundo!
Satsang: Cuanto más preguntes y te preocupes por ello, menos conocerás. Cuanto menos pienses y más diluyas tu mente, más conocimiento tendrás.
Aprende a no pensar y verás a Dios. Practica el silencio. El silencio de la palabra y el silencio mental. No hables y, sobre todo, procura aclarar la mente de pensamientos, centrándote en el «Yo Soy», no en el «yo soy esto» o «yo soy aquello», sino en la no identidad Presenciadora.
Sandra: Pero, ¿el silencio de palabras no enferma?
Satsang: ¿Quién enferma? ¿Cómo puede enfermar Aquello que no se ve a sí mismo?
En el teatro de la vida, el silencio sana a la propia mente y la desintoxica de ella, facilitando el esclarecimiento hacia el Conocimiento del Sí Mismo. ¿Quién ha criminalizado más el orbe que los arrebatos pasionales y las ideas de pertenencia y posesión? La no mente es Paz absoluta.
Sandra: Disculpa, pero estoy en pañales, trabajaré en el silencio.
Satsang: Para llegar a la no mente debes dejar de identificarte con todo lo que emana de ella. Como esas preguntas que me haces sobre el mundo. Eso procede de la cognición perceptiva. Todo lo que ves dimana del sujeto, sin él no existe objeto. Créeme si te digo que este delirio surge de ti misma.
Da libertad a esos pájaros llamados pensamientos, no son tuyos, ni tú de ellos. No trates de darles caza, ni los abrigues en tu cabeza.
Percibe como un bebé. La Verdad ha sido ocultada a los sabios e intelectuales y ha sido revelada a los niños, humildes y sencillos. Vuelve al estado del infante, ahí hallarás la única Verdad.
Cuanto más quieras saber menos sabrás. Cuanto más quieras experimentar menos experimentarás. El Padre siempre espera en el Camino al hijo pródigo. Vuelve a tu Hogar.
Desaprende todo lo aprendido y vuelve al estado embrionario. Quédate en el sueño profundo sin sueños. Entrégate sin resistencia y con total abandono, en los brazos del no Hacedor y déjate llevar por el inmenso Amor sin límites que procede de su Vacío.