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Extractos - Gilbert Schultz

Gilbert Schultz

Cognición pura -- No conocer nada

Por Gilbert Schultz

Cognición pura

Cognición pura o conocer puro es todo lo que hay.

Es claro decir que una resonancia ocurre en el ser ― suena una campana, hay una sensación de que algo es verdadero. Si uno queda adherido a creencias limitadas (intelecto), las cosas simplemente seguirán girando en círculos, cambiando de forma dentro del mismo laberinto mental, una y otra vez.

No puedes colocarte detrás de esta clara y presente actividad de CONOCER. Tú eres ESO. La gente sueña con el despertar. Ignoran que el despertar está ya aquí, y que ser sencillo y abierto es suficiente. La VIDA irrumpe cuando la supuesta entidad deja de interferir. Tú CONOCES esto. No hay ninguna necesidad de proteger algo que no es real.

Aquellos que se aferran a una aparente comprensión intelectual, pasan por alto el (hecho de) que el intelecto no es otra cosa que mente adquirida, algo mecánico, y que no puede en verdad comprender nada.

No hay ninguna paz en la mente. La mente es inquieta por naturaleza. La mente no puede morar como quietud porque es movimiento. No tienes que buscar el despertar, ni el espacio o el silencio. Hay mucho más silencio en el universo que sonido. Hay mucho más espacio vacío en el universo que materia. Sé afectuoso con tu propio ser (cualidad-de-ser).

Lo que necesitamos ver es que todo ―cada cosa, cada mota de polvo, cada pensamiento, cada sentimiento, cada estado― está apareciendo en ninguna otra parte que en este claro y vacío espacio de CONOCER, el cual no es otra cosa que tu verdadera naturaleza. A veces se le llama "estado natural". No cambia en esencia, y todos los patrones espacio-temporales y cambios aparecen en esa presencia inmutable, carente-de-estados. Cada cosa, sin embargo, es transitoria.

La mente es un concepto, una etiqueta. Hablamos sobre la mente como si fuera una cosa. Es NINGUNA COSA. Los fenómenos se manifiestan sin etiquetas, las cuales arriban con la mente. La capacidad de la mente está bastante más allá del uso rudimentario que le damos en las actividades mundanas. Antes se decía: "Si no la utilizas, la pierdes". Estar limitado a una existencia propia de un robot, en donde nuestra identidad no ha sido investigada, deja a la mente trabajando de un modo mecánico. Tan pronto como empezamos a investigar lo que somos, un misterio se despliega.

La apertura se revela a sí misma. Cualquier conclusión a la que lleguemos sobre esto es una idea transitoria.

 

No conocer nada

Ve todo de modo fresco y nuevo. La misma vieja calle por la que caminas es fresca y nueva, pero si sólo estás consciente del mapa mental te perderás la frescura de este momento. Ve a tu pareja de modo fresco y nuevo. Las cosas se abren y adviertes que tú realmente no conoces nada. No obstante, conocer está ocurriendo. Mi verdadera identidad no puede ser del pasado o del futuro, y ciertamente NO es la idea prefabricada de la traducción mental en el presente.

La realidad es lo que es porque la realidad es todo lo que hay y es omni-inclusiva. Cada átomo del universo aparece en ESO. La energía apareciendo como un sueño es ESO. Debido a que el TODO está impregnado con esta presencia cognoscente, no hay ningún interior o exterior de ESO.

El que ve y lo visto dependen del VER. Nunca es al revés. Si no hubiera ningún VER, tampoco habría nadie que ve ni nada visto. Nada existe sin el VER. En la misma ecuación, tú no puedes hacer nada sin esa fuerza vital que anima todo.

El fundamento de todo ser no es una cosa, no es un objeto. Si fuera un objeto, llenaría todo el espacio. Si llenara todo el espacio, entonces tendría que ser totalmente transparente. De otro modo oscurecería la visión. Se hurta totalmente a la vista del punto de vista individual. Para la consciencia imparcial, es totalmente claro y obvio. ¿Cómo pasar de una visión a otra? Bien. Para empezar, incluye al cuerpo en la visión abierta. El cuerpo es el asiento de la creencia en el yo, y el yo no puede ver. Todo aparece en el VER. No hay nadie "que ve".

El reconocimiento ocurre ÚNICAMENTE porque la cognición ya está ocurriendo.

La mente no surge, así como tampoco el sol sale ni se pone. Lo que llamamos "mente" es tan sólo otro pensamiento. La mente es sólo una etiqueta. No obstante, la mente es infinita en su verdadera naturaleza. Es clara y vacía. Es debido a esta claridad de la vacuidad que todo lo que aparece en la mente es realmente claro y obvio. Los detalles de ese conocer están siempre cambiando ―es contenido siempre fresco― no obstante, la naturaleza básica de la consciencia es inmutable. Encuentra eso que no cambia en ti mismo y quédate con ello, y la creencia en ser alguien separado se desvanecerá. El yo es resistencia a "lo que es" ― este desnudo aquí y ahora. Pocos comprenderán lo que estoy diciendo, pero uno o dos sabrán, debido al sabor de ello, que lo habían tenido ya.

La mente hará alimento de cualquiera de los señaladores, y los maestros ignorantes agregarán lo suyo enviando a la gente a la búsqueda de algún "nivel más profundo". No hay niveles de consciencia superiores o más profundos. Podemos ver que el ignorante pretende saber algo, implicando que necesitas trabajar duro para conseguirlo, pero el señalamiento directo es que tú ya eres ESO.

Algunos dicen que necesitamos volver atrás, des-identificarnos. El volver atrás es sólo una descripción. No hay nada que hacer ni nadie que lo haga. Este CONOCER no está localizado en ningún patrón o ser. Todos los patrones y todos los seres aparecen en el conocer. Simple. Pero difícil, porque uno parece insistir en ser una "persona", y no hay ninguna.

Innatamente tú CONOCES. Hay conocer.

La mente es como un laberinto geométrico con partes móviles. Podemos pasarnos la vida entera moviendo las partes del laberinto en el intelecto sin cambiar nada. El reconocimiento de nuestra verdadera naturaleza es cósmico, ilimitado, PRESENCIA-CONSCIENCIA. Imposible de describir e imposible de negar. Lo que es VERDADERO es simple y está AQUÍ AHORA.

Fuente: Gilbert Schultz (2010). Resonance in the heart.
Versión española: La Luz del Ser (2014 E-book, traducción de Fernando Rozas)