Extractos - J. Krishnamurti
La bendición está en uno mismo
Últimas charlas públicas en Bombay en 1985
Por J. KrishnamurtiDe la Introducción
Este libro contiene la última serie de charlas públicas que Krishnamurti ofreció en Bombay en febrero de 1985. Como de costumbre, debía regresar un año más tarde para ofrecer las charlas pero, por desgracia, no fue posible; una enfermedad terminal le obligó a viajar directamente de Madrás (Chennai) a Ojai (California), donde falleció el 17 de febrero de 1986.
Krishnamurti visitó Bombay por primera vez en 1921, y celebró charlas públicas desde 1924 hasta 1938. Después de la independencia de la India en 1947, estuvo en cierto sentido vinculado a la ciudad de Bombay hasta 1985. Además de las charlas públicas, mantuvo una serie de diálogos con pequeños grupos de amigos. Así fue como se iniciaron los diálogos como una forma de comunicación, y muchos de ellos están publicados en libros, como Tradición y revolución o Más allá del pensamiento. También entabló conversación con estudiantes y profesores de la Universidad de Bombay en 1969, y con el Instituto Indio de Tecnología en 1984.
Durante décadas, Krishnamurti fue testigo del preocupante crecimiento de Bombay, que pasó de ser una ciudad costera azotada por el viento a una metrópolis superpoblada, ruidosa y contaminada; en muchas de sus charlas se refirió a ese problema. No obstante, para él, estos problemas sociales no eran otra cosa que los síntomas de un profundo desorden latente en la psiquis de cada ser humano.
Por lo general, las charlas públicas tenían lugar los fines de semana en la Escuela de Arte J. J., que, a pesar de estar ubicada en el centro de la ciudad, tenía un amplio parque de árboles. Bombay fue, sin duda, el lugar del mundo que reunió al público más numeroso de Krishnamurti, en especial entre los años 1970 y 1980. Además, sus charlas en esta ciudad reunían una amplia muestra de los distintos estratos sociales: eruditos, intelectuales, políticos, hombres de negocios, artistas, amas de casa, sanyasis y estudiantes, así como hindúes, musulmanes, cristianos, budistas, jainistas y parsis.
Las charlas públicas de este libro son extraordinarias por las perspectivas y los matices inusuales de Krishnamurti al tratar temas psicológicos. Por ejemplo, en la segunda charla pública, plantea varias preguntas relacionadas con la inseguridad, la fragmentación, la identificación y el miedo, pero insiste en la importancia de limitarse a escuchar la pregunta sin hacer nada más. Escuchar, afirmaba, es como plantar una semilla en la tierra, "Lo importante es hacerse la pregunta [...]. Dejar que la pregunta se conteste a sí misma, como una semilla en la tierra. Entonces verá que la semilla florece y se marchita. No la desentierre a cada momento para ver si crece". Ese concepto es como un estribillo que se repite a lo largo de la charla pública.
Se percibe una conmovedora intensidad en el contenido y el tono de la última charla, en la que Krishnamurti nos apremia a que nos demos cuenta de que estamos desperdiciando nuestras vidas al no liberarnos de nuestras heridas, nuestros conflictos, nuestros miedos y nuestros sufrimientos, y al seguir en nuestro estrecho mundo de la especialización. Esa libertad, según él: "Es el primer paso". La charla termina con un profundo sentimiento religioso y una intensa afirmación: "Así, pues, si pone todo su corazón, toda su mente, todo su cerebro, surge algo que está más allá de todo tiempo. Ahí es donde reside esa bendición. No está en los templos, en las iglesias o en las mezquitas. Esa bendición se encuentra donde uno está".
Este libro también incluye una serie de extractos de Krishnamurti que expresan la belleza de la orilla del mar de Bombay y la atmósfera de la ciudad, así como su sensibilidad hacia las personas, ya fueran ricas o pobres.
Jiddu Krishnamurti, es uno de los filósofos más aclamados y carismáticos del siglo xx, y logró que sus conferencias y escritos inspirasen a numerosas personas en todo el mundo. Nacido en el sur de la India y educado en Inglaterra, durante décadas se dedicó a hablar a gente de los más variados rincones del planeta. En 1930, George Bernard Shaw se refería a él como "el mayor maestro del mundo", mientras que Aldous Huxley comparó una charla de Krishnamurti con un "discurso" del Buddha.
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