Sección Maestros y Autores

Swami Vijoyananda nació en Bengala, Índia en 1898 bajo el nombre de Pasupati Nath Gosh. Dos hechos determinaron la formación del niño en sus años de infancia, el fallecimiento prematuro de su padre, acontecimiento que acentuó la influencia de la madre en su educación y la desaparición de ésta cuando el muchacho sólo tenía 12 años. La firme devoción y sagacidad de la madre sentaron los cimientos de su modo de concebir la vida, y su pérdida fue un evento de profunda repercusión espiritual.

Su carrera estudiantil fue brillante gracias a sus sobresalientes dotes intelectuales. Se graduó en Química en la Universidad de Calcuta, a la edad precoz de 21 años. Poco después, en 1919, obedeciendo al llamado de una visión que lo hizo acudir a la sede de la Orden Ramakrishna, entró como novicio para dedicarse enteramente a la vida espiritual, siendo iniciado por Swami Brahmananda, el primer Presidente de la Orden.

Cuatro años más tarde, en 1923, recibió el Sannyasa, la consagración monástica de Swami Shivananda, el segundo Presidente. Durante los años que aún permaneció en la India, el Swami fue tan afortunado de recibir la bendición de la Santa Madre (Sri Sarada Devi), y tener también trato personal con otros discípulos de Thakur (Sri Ramakrishna).

En 1932, a solicitud de círculos argentinos deseosos de conocer el Vedanta y seguir las prescripciones de esta filosofía, las autoridades de la Orden acordaron enviar a Swami Vijoyananda a este país para que diera a conocer aquí las enseñanzas de Sri Ramakrishna. El Swami, después de haber visitado diferentes países europeos, desembarca en Buenos Aires el 10 de diciembre de 1932 y de inmediato empezó a difundir su mensaje a través de pláticas, conferencias públicas y radiales, entrevistas individuales y clases de meditación.

El Vedanta conoció una gran expansión en Latinoamérica con el inmenso trabajo realizado bajo su cargo, fundando de diferentes Ashramas tanto en Argentina como en Brasil y un enorme trabajo editorial ― los cimientos para el nuevo milenio estaban colocados. Su mensaje era el del Vedanta, “Trasciende la diversidad, trasciende la armonía misma y alcanza la Unidad; en otras palabras: ¡Conócete a ti mismo !”

El primero de septiembre de 1973 Swami Vijoyananda trascendió el plano físico dejando una herencia de incalculable valor ― el Vedanta hablando español.