Sección Maestros y Autores

Plotino (205-270) es considerado como el fundador del neoplatonismo. Siguiendo el ejemplo de Platón, Plotino logró desarrollar una compleja cosmología espiritual que involucraba tres elementos fundamentales: el Uno, la Inteligencia o Espíritu y el Alma. Según Plotino, la unidad productiva de estos tres era la base para que toda la existencia emanara. El principio de la emanación no es simplemente causal, sino que también se daba de manera contemplativa. En su sistema, Plotino eleva la contemplación intelectual al estado de un principio productivo; y es en virtud de la contemplación que se dice que todos los seres existentes se encuentran unidos como una realidad única y omnipresente.

Plotino nació en el año 205 d.C. en Egipto, en una familia muy distinguida y su primer nombre era Malco, que significaba rey. No se tienen muchos datos sobre su vida de niño, pero se sabe que cuando cumplió los veinte años, Plotino se trasladó a vivir en Alejandría, donde asistió a las conferencias de varios filósofos, sin encontrar satisfacción con ninguno de ellos hasta que descubrió al maestro Amonio Saccas. Permaneció con Amonio y fue su pupilo hasta el momento en que se unió al Emperador Gordiano en una expedición a Persia, con el propósito, de involucrar a los famosos filósofos de ese país en la búsqueda de la sabiduría. La expedición nunca llegó a su destino, porque el emperador fue asesinado en Mesopotamia, y Plotino regresó a Roma para establecer una escuela de filosofía, en donde las clases se impartían de forma gratuita y eran a las cuales todas las personas podían asistir. Se dedicó a enseñar en Roma antes de la llegada de Porfirio, quien fue su discípulo más famoso. Fue en este momento que Plotino, impulsado por Porfirio, comenzó a recopilar sus tratados en forma sistemática, y a componer otros nuevos. Era una persona que se preocupaba por los niños huérfanos y las mujeres, era muy tranquilo y célibe y no le gustaban las artes pues pensaba que eran cosas que únicamente buscaban imitar la realidad. Plotino murió el 270 d.C. en Campania a causa de una enfermedad grave que padecía en su estómago para lo cual nunca quiso tomar ningún tipo de medicamento.

Lo múltiple y lo Uno

El sistema filosófico de Plotino gira todo en torno a la noción del Uno. El Uno supera toda realidad, todo ser y todo pensamiento. El Uno coincide con el Bien. Intrínseca también al Uno es su capacidad generadora, por su propia perfección. Genera pluralidad, pero sin menguar ni perder nada de sí, sino por proceso de emanación, como el sol que ilumina sin perder energía. De esta emanación lo primero que procede es el Espíritu (nous), o inteligencia pura, que es eterno y próximo al Uno, equivalente a las Ideas de Platón, o al logos de Filón. Vuelto reflexivo el nous, sin desvincularse del Uno, y como el demiurgo platónico, produce el Alma del mundo, de la que derivan las almas individuales. El Alma toma realidad en las cosas del mundo, pues en el alma moran las ideas que son susceptibles de "encarnarse" en el mundo sensible. La materia se reduce a una sombra (como el sol que ilumina y pierde su intensidad hasta convertirse en sombra).

De Plotino se puede decir que llega a un panteísmo de la emanación. Pero es un panteísmo especial, porque el Uno permanece substancialmente íntegro, a pesar de su donación.

Vemos, pues, tres grados en línea descendiente a partir del Uno, grados que aun siendo coeternos, varían en perfección. Esta degradación termina en un cuarto orden, que es el ocupado por la materia. La materia es elemento negativo o ínfimo, produce la multiplicidad y es causa del mal. Sin embargo, la materia aún refleja lo Uno, su fuente, y trata de retornar a él, en un movimiento de signo inverso que es igualmente necesario.

El retorno al Uno

El hombre, integrado en este movimiento de retorno a lo Uno, debe evitar el auto-engaño en que ha caído al entregarse a la pluralidad de los objetos y acciones, y buscar la verdad en sí mismo y en la negación de todo objeto y mediación, incluido el propio yo, por lo que la doctrina de Plotino deriva en una contemplación de índole mística. El hombre debe recorrer a la inversa el proceso ascendente, mediante pasos graduales, hasta unirse con el Uno, del que en última instancia emanó. Esta ascensión o liberación del alma encadenada, se realiza en tres grados o etapas. El primer grado consiste en la adquisición de las virtudes, hasta llegar a su autodominio. El segundo grado consiste en su comunicación intuitiva con el Espíritu. Por último, el tercero se logra en el éxtasis, es decir, la unión mística con el Uno, instante supremo de perfección.

Obras de Plotino

Sus obras más reconocidas son las Enéadas que fueron un conjunto de libros recopilados por Porfirio, quien las agrupó en seis secciones, formadas cada una por nueve tratados, de donde le viene el nombre de Enneadas (en griego ennéa es nueve). Las Enéadas agrupan la doctrina de Plotino en orden sistemático, en este orden: primera Enéada, ética; segunda, física y cosmogonía; tercera, cosmología, en el sentido amplio del término (trata también el problema del tiempo, la eternidad, y la contemplación de lo Uno); cuarta, los escritos sobre el alma; quinta, de la inteligencia y las ideas; y, por último, la sexta trata de los temas relacionados con los géneros del ente, del ser y del bien.

Plotino y la escuela neoplatónica

En el año 244 d.c se trasladó a Roma en donde se estableció y abrió su propia escuela, en esta comenzó a difundir los conocimientos que había adquirido en los años anteriores y su propia reflexión filosófica, que estaba inspirada en el pensamiento de Platón, con el paso del tiempo la escuela y Plotino fueron ganándose el respeto y la admiración del pueblo romano. A partir del año 253 d.C, comenzó a escribir sus obras. Por este entonces conoció a Porfirio, quien se convirtió en su discípulo, compartiendo y difundiendo las mismas ideas, con ciertos matices; su alumno se destacó en el área de la interpretación de textos, escribiendo variados comentarios sobre la obra de Platón y Aristóteles, los cuales se han convertido en fuente de estudio sobre la época y el pensamiento de los neoplatónicos.

En la escuela Plotino, se enfocaba en la enseñanza de la unión íntima con Dios, a diferencia de otras escuelas que buscaban formar futuros políticos y hombres de ciencia; en esta compartió el profundo conocimiento que tenía sobre los pensadores griegos y helénicos, haciendo énfasis en el pensamiento platónico, el cual revisó y criticó, llegando a construir un pensamiento original que tomaba o se inspiraba en este. El objetivo de la escuela de Plotino era la unión con Dios, entendida esta como una conexión intima la cual se desarrolla a través del conocimiento y entendimiento; según el pensamiento de Plotino las realidades inteligibles contienen tres hipóstasis, el Uno, el Espíritu y el Alma, cada una de estas deriva de la anterior y todas son el Uno, dado que todo proviene y retorna a este. En relación con lo anterior el hombre puede retornar al Uno mediante la unión mística, que también es considerada por Plotino como el fin último del hombre, para lograr esta conexión el hombre debe evitar el auto-engaño y buscar la verdad en sí mismo, dejando de lado el Yo.

Como seguidor del pensamiento platónico rechazó la multiplicidad original planteada por la escuela epicúrea, reafirmando la unidad originaria, planteada por Platón.

Libros en español

Sobre la belleza

José J. de Olañeta, Editor (2013)

Para Plotino, la belleza sensible, como expresión derivada o imagen de una Belleza suprasensible, descubre, a quien es capaz de ver más allá de las apariencias externas, aquello que la transciende. Este volumen recoge dos fragmentos sobre la belleza tomados... / más