Libros - Anandamayi Ma

Una Diosa entre nosotros
La Vida Divina de Anandamayi Ma

“No puede ser que nadie, en cualquier lugar, no sea mío. Estoy contigo en todo momento”.

Vestida de un blanco inmaculado, la imagen de la sencillez y la dulzura, Anandamayi Ma fue una de las maestras espirituales más influyentes de nuestro tiempo. Entre sus devotos se contaban desde primeros ministros, santos de gran renombre, hasta gente humilde del pueblo. Aunque prácticamente no recibió educación, Ma habló con la autoridad de la experiencia directa y cautivó a todos con su dulzura, gracia y belleza etérea. Siendo un espíritu libre, viajó por toda la India derramando su amor y tierno cuidado sobre todos. Dondequiera que iba, los milagros la seguían. Todo se manifestaba sin esfuerzo y con gracia a través de Ma. Hoy en día en la India, varios ashrams dedicados y establecidos en su nombre, sirven como santuarios para los buscadores espirituales sinceros.

El lugar de su samadhi (tumba) en Kankhal, cerca de Haridwar, irradia paz y derrama bendiciones sobre los devotos que vienen a rendirle homenaje de todo el mundo.

Esta breve biografía, escrita por un discípulo directo de Ma, busca familiarizarte con la presencia sagrada, la sabiduría inspiradora y la vida divina de Anandamayi Ma.

Acharya Mangalanda es un discípulo estadounidense de Sri Anandamayi Ma y ha estado profundamente asociado con la India y su cultura desde que tenía 19 años. Ha sido seguidor del sendero del Bhakti Yoga y del Mantra Yoga durante más de 40 años bajo la formación de Sri Anandamayi Ma y algunos de sus discípulos más cercanos, incluidos Swami Bhaskarananda ji y Swami Kedarnath. Mangalananda comparte kirtan y talleres de Bhakti Yoga y Swakriya Yoga con personas de todo el mundo y realiza giras por Europa y Estados Unidos cada año.

Mangalananda es el autor de Una diosa entre nosotros: la vida divina de Anandamayi Ma, un breve esbozo de la vida de una de las santas más grandes del siglo XX. El libro contiene historias nunca antes publicadas, incluidos los propios recuerdos del autor de su tiempo con Ma.
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Introducción

A lo largo de la historia de la humanidad, grandes santos y seres iluminados han venido a difundir la luz de la espiritualidad en un mundo ensombrecido. En la India se cree que Dios mismo se encarnó o apareció muchas veces para restaurar la victoria del bien sobre el mal, restableciendo el sendero de la rectitud y guiando a la humanidad hacia la revelación de su divinidad innata.

A Anandamayi Ma a menudo se le hacía la pregunta pertinente: “¿Quién eres tú?”. Ella respondía a esta pregunta de varias maneras en momentos diferentes. Una vez le dijo a un discípulo muy cercano: “Soy el vyakta rupa (1) de la aspiración espiritual pura de todos los verdaderos sadhakas (2). Pidieron este cuerpo, y ahora lo tienen entre ustedes”. Según esta definición, vemos que Ma pertenece a todos los que sienten un anhelo interior por lo divino, y ella vino por todos nosotros. Conocer y estudiar su vida es de suma importancia y trascendencia.

Muchas veces, Ma enfatizó que la manifestación de su nacimiento no fue el resultado del karma (3), como es el caso de un alma atrapada en la relatividad. Estamos atados por nuestro karma y por el destino que tenemos que cumplir. Ma era un ser completamente “libre” y cada una de sus acciones y palabras era una expresión de esa libertad y divinidad. Por tanto, cada pequeño detalle de su vida conlleva una enseñanza. Aquellos que la vieron sintieron que cada movimiento de su cuerpo era una expresión divina de sublime belleza y gracia.

Ma decía con frecuencia que todo lo que hacía era por todos nosotros. La lila (4) que interpretó en el escenario mundial fue para todos aquellos que habían unido sus mentes y corazones al suyo. Se convirtió en depositaria de todas las bendiciones y poderes espirituales, y todavía lo es, para aquellos que la conocen y piensan en ella.

Ma también dijo que nadie podía pensar en ella a menos que ella pensara primero en ellos. Por lo tanto, al conocer su vida y al pensar en su lila divina, nos sintonizamos con todas sus virtudes y perfección, para la bendición y elevación de nuestros propios corazones y vidas. Cuanto más sabemos sobre su vida y sus enseñanzas, más vive la vida eterna en nosotros y sus palabras pueden guiar constantemente nuestras acciones en las dificultades que vivimos día a día.

“Todo es Uno.
Nos hemos reunido aquí en la Tierra,
no para pelear, sino para hacer el mejor uso de nuestra existencia;
para hacer que nuestras vidas tengan sentido al comprender la Verdad”.