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Libros - Ráphael

la triple vía del fuego
pensamientos que vibran

La Triple Vía del Fuego

La diosa Filosofía sigue hoy en día envolviendo cada obra de Ráphael; y es la "iniciadora sagrada" que conduce al neófito desde los "pequeños hasta los Grandes Misterios".

Los símbolos de la Alquimia, del Amor a lo Bello en sí y de la Metafísica, tan admirablemente expresados, podrán ser intuidos y encontrados de nuevo en los distintos caminos de la Realización presentados en "La Triple Vía del Fuego", obra que puede ser considerada, con merecido título, como la summa filosofica de Ráphael.

Ráphael es un Advaitin cuya principal tarea es facilitar a los verdaderos buscadores occidentales la "visión" de la Unidad de la Enseñanza Metafísica Tradicional. Para ello, ha traducido directamente del sánscrito los textos clásicos sagrados más importantes y profundos de la Metafísica de los Veda, conservando el verdadero y auténtico sentido original de los mismos, y añadido unos valiosos comentarios que ayudan a salvar el, a veces, aparentemente insoslayable abismo que se nos presenta a los occidentales cuando tratamos de profundizar en la Filosofía Realizadora. Asimismo, ha escrito numerosos libros que profundizan en la Filosofía Metafísica desarrollada en Occidente, descubriendo el profundo Origen común con la llamada Meta-física Oriental.

La Asociaicón Asram Vidya España tiene como único objetivo facilitar el acceso, entre los buscadores de habla hispana, a las Enseñanzas de Ráphael mediante la publicación de sus libros, auténticas joyas de la Filosofía, la mayoría inéditas en castellano.

Detalles del libro:
  • Título: LA TRIPLE VÍA DEL FUEGO
  • Subtítulo: Pensamientos que vibran
  • Título Original: La Triplice Via del Fuoco
  • Autor: Ráphael
  • Editorial: Asram Vidya
  • Año de edición: Septiembre 2008
  • Nº de páginas: 245
  • Encuadernación: Rústica con solapas
  • Formato: 13 x 19
  • ISBN: 978-8493501440

De la Introducción

La "Vía del Fuego" de Ráphael es aquella vía operativa que conduce al encendimiento del Fuego, al dominio y manejo del Fuego, a la solución del Fuego mismo.

Ráphael, siguiendo la Tradición iniciática, concretiza este proceso de realización en tres líneas operativas, favoreciendo las cualificaciones de cada uno de nosotros:

  1. Realización según la Alquimia. (Sección 1, capítulo I).
  2. Realización según el Amor a lo Bello en sí. (Sección 1, capítulo II).
  3. Realización según la Metafísica tradicional. (Sección 1, capítulo III).

¿Qué entiende Ráphael por Alquimia?

Por Alquimia entiende la transmutación del "plomo" en Oro reluciente y radiante, la transmutación de todas nuestras potencias psico-físicas individualizadas en Potencias universales; esto implica una profunda rectificación y destilación de nuestro fuego terrenal individualizado para trasformarlo en un Fuego que todo lo penetra, ilumina y resuelve.

Cuando el individuo, habiéndose aislado a la extrema periferia del cosmos-vida, retorna, por un acto de revolución, conversión, rectificación, a su Centro polar, entonces, de simple individuo-ente a merced de sus corrientes karmáticas, se resuelve en el Hombre universal (Adam kadmon), hasta establecerse en su propio Corazón y, por ende, en el Corazón de todo.

Para tomar consciencia de su propio Despertar, es necesario que el discípulo experimente por sí mismo las fases de la Obra, tras haberse distanciado de todos aquellos hábitos sociales que son expresiones del hombre que, más que vivir, "se deja vivir". El discípulo que es capaz de buscar recibe oportunamente la ayuda apropiada; pero será necesario precisar que la Alquimia, así como cualquier otra Vía de realización, no es simplemente una mera filosofía teorética, sino una Filosofía de muerte-renacimiento, una Filosofía que enseña a morir siguiendo en vida: esto significa efectuar una total revolución en la manera de pensar, sentir y actuar.

A menudo, el individuo se apropia mentalmente de una filosofía y, en cuanto la asimila, adopta una actitud de extraversión, didáctica y proselitista: hablar de Alquimia, o bien, de Hermetismo, no es tan difícil, lo difícil es vivenciarlo, aplicarlo a uno mismo antes que a los demás.

Quien esté cavando su propia "fosa" no tiene tiempo para la extraversión, para charlar o dejarse capturar por "objetos sociales".

La forma de escribir de Ráphael no es discursiva porque su propósito no es proporcionar erudición, sino indicar, a los que están preparados, una precisa posición conciencial a realizar. Por ende, aunque estos aforismos puedan desilusionar a la mayoría, podrán sin embargo resultar de inestimable valor para aquellos pocos que, más que pensar en Ser, quieren realmente Ser.