Libros - Miguel Amez Alonso
La conquista de la consciencia
Un viaje hacia la cumbre del Ser
Un acontecimiento traumático golpea la vida de Javier y le hace replantearse todos los convencionalismos que hasta ahora le habían cerrado los ojos a la Realidad. Decide entonces emprender un largo viaje para reencontrarse con su inseparable amigo de la infancia, que décadas atrás había abandonado el pueblo natal de ambos en busca de la Verdad. En la India será instruído en las enseñanzas milenarias del advaita vedanta, a través de las cuales varios buscadores espirituales han alcanzado el estado Eterno.
La historia de Javier, el protagonista, puede ser la historia de cualquiera de nosotros. Se enfrentará al mayor reto de su vida. Sus miedos, sus dudas, su dolor, son también los nuestros. Pero sobre todo su coraje para levantarse por encima de todo esto y buscar la liberación debe ser también nuestro coraje. Y es desde ahí desde donde todo empieza a cambiar.
Miguel Amez Alonso (Pola de Laviana, Asturias, 1977) descubrió las enseñanzas de Nisargadatta y puso en práctica los consejos del maestro, trascendiendo el mero entendimiento intelectual de las mismas. Es autor también de Sabiduría para alcanzar lo Eterno. Las claves de la enseñanza de Nisargadatta Maharaj.
Más información
Detalles del libro:
- Título: LA CONQUISTA DE LA CONSCIENCIA
- Subtítulo: Un viaje hacia la cumbre del Ser
- Autor: Miguel Amez Alonso
- Editorial: CreateSpace (Amazon)
- Año de edición: Marzo 2020
- También en: Versión Kindle
Introducción
Desde la noche de los tiempos han existido en distintos lugares de nuestro planeta seres humanos con una sensibilidad especial hacia el autoconocimiento, una característica que les permitió romper toda una coraza de condicionamientos que la sociedad siempre impone sobre nosotros. Se apartaron de la fiebre común que persigue el placer mundano para ir en busca de lo Inmutable. Unas veces perseguidos, otras muchas tomados por locos o simplemente ignorados por la gente común, lo cierto es que estos sabios de los diferentes caminos místicos han dejado una hoja de ruta detallada al milímetro para llegar a conocer nuestra verdadera naturaleza. Mujeres y hombres que en muchos casos afrontaron rigores físicos, penitencias extremas y una gran variedad de austeridades sin desfallecer, siguiéndole la pista a lo Absoluto, a lo Eterno, a aquello que está donde las palabras no llegan, donde la mente es incapaz de penetrar. Liberados del sufrimiento, más allá del placer y del dolor, estos sabios nos dan la mano para rescatarnos de una vida limitada y angustiosa, protagonizada por el miedo a la muerte y la búsqueda de satisfacciones efímeras, para llevarnos de vuelta a casa, a nuestro verdadero Ser.
Diferentes maestros, de las más variadas corrientes espirituales, pero todos bajo el paraguas del autoconocimiento, que emplearon distintos rituales, técnicas y métodos, ponen a nuestra disposición estas herramientas tan necesarias para la introspección y la auto-indagación, de las que ellos mismos se sirvieron para rasgar los velos de lo falso y establecerse para siempre en la Verdad.
Algunos raros escuchan la llamada de lo sagrado, de lo divino, de una manera natural. Otros, como el protagonista de esta historia, necesitan el empujón de algún acontecimiento traumático para dar un giro de ciento ochenta grados a su vida y empezar a mirar a los ojos a su verdadera esencia. Y también están quienes nunca sienten la llamada de lo Trascendente y, ciertamente, son mayoría. “Tú eres eterno”, “tú no eres el cuerpo físico”, “tú no eres la mente”, son algunos de los mensajes que los emisarios de lo Eterno nos han transmitido desde tiempos inmemoriales. Las páginas de este libro pretenden hacerse eco de las sublimes instrucciones con las que estos maestros nos catapultan hacia lo Último.
La historia de Javier, el protagonista, puede ser la historia de cualquiera de nosotros. Sus miedos, sus dudas, su dolor, son también los nuestros. Pero sobre todo su coraje para levantarse por encima de todo esto y buscar la liberación debe ser también nuestro coraje. Y es desde ahí desde donde todo empieza a cambiar.
Ningún sabio alcanzó nunca la libertad interior siendo presa de sus pensamientos, ni creyendo ser un mero cuerpo físico. Todos ellos trascendieron el cuerpo-mente, dejaron a la mente arrinconada, utilizándola solamente para servirse de ella y no al revés, sin ceder a ningún pensamiento perturbador. Se sirvieron del cuerpo físico para las tareas prácticas de la vida pero dejaron de identificarse con él. Se establecieron en la contemplación de la consciencia, de la sensación de ser, esa sensación que es común a todos, y también la trascendieron. Llegaron así a la Gran Nada, a la ausencia de dolor y sufrimiento, disociándose para siempre de una vida limitada plagada de sinsabores para establecerse más allá de un mundo de miseria y abrazar lo Inmutable, la verdadera libertad, la gran paz del Ser. Nisargadatta Maharaj, uno de los más extraordinarios gurús de todos los tiempos, dijo:
“Yo también estuve bajo la ilusión de haber nacido, pero mi gurú me hizo ver que el nacimiento y la muerte son meras ideas. El nacimiento es meramente la idea «yo tengo un cuerpo», y la muerte «yo he perdido mi cuerpo». Ahora bien, cuando yo sé que yo no soy un cuerpo, el cuerpo puede estar aquí o puede no estar, ¿qué diferencia constituye eso?. El cuerpo-mente es como una habitación. Está aquí, pero yo no necesito vivir en ella siempre”.
Cuando no hay necesidad de ser nadie especial en particular, ni de impresionar a nadie, ni hay ningún deseo que perturbe, de ahí puede surgir algo esperanzador. Se dice que solo un raro, solo uno entre un millón alcanzará la iluminación. Sólo el que se quita para siempre la piel del ego y deja de sucumbir ante las apariencias de lo ilusorio, puede tener éxito en la búsqueda de la Verdad, haciéndose cada vez más pequeño hasta desaparecer en la Nada, en un vacío donde no hay espacio para la individualidad, el orgullo o la auto importancia. Un vacío muy especial, completo, donde no existen necesidades de ningún tipo ni hay sitio para la ignorancia. La intención de este libro es empujarte hacia ese vacío rebosante, lleno hasta el borde.
Miguel Amez