Libros - Raimon Panikkar
iniciación a los veda
Los Veda son uno de los corpus de literatura religiosa más antiguos de la humanidad, además de constituir uno de los primeros documentos literarios de la India (entre el 2000 y el 1000 a. C.). Se trata de una de las manifestaciones más bellas del Espíritu, al decir de Raimon Panikkar, que dedicó diez años de su vida a traducirlos y comentarlos.
Esta antología es un compendio de la revelación védica entendida como el desvelar de las profundidades que siguen resonando entre nosotros. La revelación védica abre el proceso de quien se hace consciente y se descubre a sí mismo. No es el mensaje de otro ser, sino la manifestación progresiva de la realidad misma a la consciencia humana.
A partir de una selección de himnos védicos, este libro propone un auténtico camino iniciático que, siguiendo el ritmo de la vida del cosmos, nos lleve al nacimiento de la verdadera Vida en nosotros.
Raimon Panikkar (Barcelona, 1918 - Tavertet, 2010), de padre indio e hindú y madre catalana y cristiana, es una de las voces más lúcidas del pensamiento contemporáneo por sus singulares aportaciones al diálogo intercultural e interreligioso. Doctor en filosofía, en ciencias y en teología, ejerció la docencia en varias universidades de Europa, la India y los Estados Unidos. En 1946 es ordenado sacerdote católico. Pisa la India por primera vez en 1954. Él mismo resume su primera experiencia en la India así: «Me fui cristiano, me descubrí hindú y vuelvo budista, sin haber dejado nunca de ser cristiano.»
Detalles del libro:
- Título: INICIACIÓN A LOS VEDA
- Autor: Raimon Panikkar
- Editorial: Fragmenta
- Año de edición: Enero 2019
Fragmento
Una de las manifestaciones más bellas del Espíritu es sin duda la que nos ha llegado bajo el nombre de los Veda. La palabra veda, que en sánscrito significa ‘conocimiento supremo, revelación’, designa uno de los corpus de literatura religiosa más antiguos de la humanidad, que apareció en el norte de la India entre el 2000 y el 1000 a. C. como resultado de un extraordinario encuentro intercultural entre los arios, que hablaban una lengua indoeuropea, y la población indígena, que hablaba una lengua anterior a las dravídicas.
Los Veda ―que incluyen las cuatro grandes compilaciones: Rig-veda, Sama-veda, Yajur-veda y Atharva-veda―, así como las Upanishad y la Bhagavad-gita, fueron inicialmente cantados y recitados y, posteriormente, escritos en la antigua lengua indoaria conocida como védico, anterior al sánscrito clásico.
Esta antología no es un libro sobre la filosofía índica o sobre la espiritualidad hindú, ni mucho menos una obra específica de indología; no es un intento de examinar el pasado en sí y por sí mismo, sino un resumen de la revelación védica, entendida como desvelamiento de las profundidades que siguen resonando en el corazón del hombre moderno, con la finalidad de que pueda adquirir más conciencia del propio patrimonio humano y, en consecuencia, de las fuentes de su ser personal. Esta obra busca, por lo tanto, presentar los Veda como una experiencia humana que todavía es válida y capaz de enriquecer y estimular al hombre contemporáneo para que viva una vida plenamente humana, una vida que no se agote simplemente en la acción y que no se limite a un plano espacio-temporal bidimensional, sino que alcance la plenitud a través de la realización completa de todas las posibilidades.
La revelación védica abre el proceso del hombre que «se hace consciente» y se descubre a sí mismo, junto a los tres mundos y sus relaciones mutuas. No es el mensaje de otro ser, sino la manifestación progresiva de la realidad misma a la conciencia humana.
Este libro no es, por tanto, una lectura que pueda tomarse a la ligera: representa un auténtico camino iniciático que, al ritmo de la vida del cosmos, nos lleva a la realización del nacimiento de la verdadera Vida en nosotros.
Los himnos que se recogen aquí son plegarias. Recordemos que el universo entero vibra al son de una auténtica plegaria: esta es una «acción sagrada» si la realizamos con todo nuestro ser, en tanto que abarca la plena realidad.
Ser capaces de invocar, es decir, de implorar a algo más grande que nosotros, infringiendo así nuestros límites, es el inicio de la sabiduría, la fuente de la esperanza y la condición de la dicha.