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Libros - Kalu Rinpoche

fundamentos del budismo tibetano

Fundamentos del budismo tibetano

Fundamentos del budismo tibetano presenta las prácticas más importantes de esta tradición de una forma clara y accesible. El libro comienza con una visión en conjunto de la senda budista. De ahí pasa a explicar prácticas como la toma de refugio, las postraciones, la meditación, las visualizaciones con mandalas o la relación maestro-discípulo. Luego, aborda los votos de los laicos, la senda del bodhisattva y la del practicante tántrico. El libro termina con una magistral disertación sobre la meditación mahamudra, una de las más elevadas prácticas espirituales del budsimo tibetano.

Kalu Rinpoche (1905-1989) nació en el Tíbet oriental. A los quince años dio su primera clase y después del tradicional retiro de tres años y tres meses, estudió con eminentes profesores de la orden Karma Kagyu. Desde 1974, ha fundado innumerables centros diseminados por todo el mundo. / más info

Detalles del libro:
  • Título: FUNDAMENTOS DEL BUDISMO TIBETANO
  • Título Original: Fundations of Tibetan Buddhism
  • Autor: Kalu Rinpoche
  • Traducción de: David González Raga
  • Editorial: Kairós
  • Año de edición: Octubre 2017
  • Nº de páginas: 256
  • Encuadernación: Rústica con solapas
  • Formato: 13 x 20
  • ISBN: 978-8472455863

Extracto del primer capítulo:

La comprensión de la vacuidad de la mente nos ayuda a empezar a entender la vacuidad de todos los fenómenos y de todas las experiencias como algo que emerge en la mente. Lo que tendemos a hacer ahora mismo con la visión mundana y ordinaria es considerar este cuerpo, esta vida y este estado de la existencia como la realidad última. Pensamos que todo es, en sí mismo, real y sólido, y vivimos nuestra vida desde esta perspectiva. La meditación, sin embargo, nos ayuda a darnos cuenta de la realidad relativa y de la falta de realidad esencial de todo lo que experimentamos. Entonces empezamos a entender que el cuerpo físico es el resultado de ciertas tendencias kármicas que han madurado en la conciencia individual hasta llegar a producir la experiencia temporal de algo tan sólido como el cuerpo físico. Pero el cuerpo no es eterno, ya que envejece, muere y acaba descomponiéndose.

De manera parecida, todo lo que ahora experimentamos carece de realidad y de estabilidad últimas, porque la cualidad de las proyecciones que emergen en la mente es la impermanencia, el cambio y el flujo continuo, y ahí no hay nada que sea igual a otra cosa, porque no existe nada que siga siendo lo mismo. Una vez que empezamos a experimentar esto nos damos cuenta de la naturaleza oniroide e ilusoria de todas las experiencias y de todos los fenómenos. El cuerpo físico del universo es una mera apariencia temporal que se nos aparece unida como resultado de causas y condiciones muy diversas pero, en última instancia, no existe ciertamente nada a lo que podamos atribuir realidad independiente última. [...]

En última instancia, lo que ahora estamos experimentando es una ilusión muy semejante a un sueño. Cuando nos vamos a dormir y soñamos, experimentamos el sueño como algo muy real, poblado de formas que vemos y de sonidos que oímos. En el sueño nos relacionamos con cosas que le transmiten una cierta coherencia interna pero, cuando despertamos, todo ello se desvanece y nadie sigue atribuyéndole realidad. Del mismo modo, todo lo que experimentamos, tanto colectiva como individualmente, posee la misma cualidad que un sueño porque, cuando morimos, todas las experiencias que hayamos tenido en esta vida se desvanecen y quedan atrás, exactamente igual que cuando despertamos de un sueño.