Libros - Maestro Eckhart
el fruto de la nada
y otros escritos
El primer proceso de inquisición contra un teólogo de la Universidad de París durante la Edad Media fue el del Maestro Eckhart (1260-1328), dominico alemán que predicaba la posibilidad de que el hombre alcance aquí en la tierra una vida bienaventurada, asumiendo su origen y filiación divinas.
Sus expresiones arriesgadas sobre el nacimiento del Hijo de Dios en el alma, la experiencia nihilista de Dios a quien llama «pura Nada», el vacío interior que el espíritu comprende como una muerte necesaria o el exilio del alma noble, todo ello condujo a sus acusadores a ver en su obra tesis heréticas. Pero la fuerza de su pensamiento filosófico y teológico tuvo, a pesar de la prohibición de su obra, una continuidad inmediata en el siglo XIV, en primer lugar entre los dominicos alemanes Heinrich Suso y Johannes Tauler, y después en san Juan de la Cruz, Angelus Silesius, Jacob Böhme y, ya en el siglo XX, en Martin Heidegger.
El interés por Eckhart va más allá de la tradición europea y occidental; han sido los filósofos de la Escuela de Kioto, Keiji Nishitani y Hajime Tanabe, quienes han llamado la atención sobre su figura como un interlocutor privilegiado con las tradiciones asiáticas y muy especialmente con el Budismo Zen.
El fruto de la nada recoge algunos de sus más destacados sermones y tratados en lengua alemana, así como un conjunto de textos atribuidos al Maestro Eckhart (proverbios, leyendas y un largo poema) que proporcionan una idea bastante completa del gran místico alemán.
Amador Vega (Barcelona, 1958)
Estudió Filosofía, Teología e Historia de las Religiones en la Albert-Ludwigs-Universität de Friburgo en Brisgovia (Alemania), donde se doctoró en Filosofía con una tesis sobre Ramon Llull. Ha sido «Joan Coromines Visiting Professor» en la Universidad de Chicago (2007) y profesor invitado en la Saint-Joseph de Beyrouth Université (2010). En la actualidad es profesor de Filosofía de la Religión en la universidad Pompeu Fabra.
Para Siruela ha traducido a Mircea Eliade, el Maestro Eckhart y Alois M. Haas. Recientemente ha publicado Zen, mística y abstracción (2002).
Detalles del libro:
- Título: EL FRUTO DE LA NADA
- Subtítulo: y otros escritos
- Autor: Maestro Eckhart
- Edición de: Amador Vega Esquerra
- Editorial: Siruela
- Año de edición: Mayo 2014
De la Introducción
Son numerosos los estudios comparativos que se han realizado a propósito del pensamiento eckhartiano, desde comienzos de siglo, coincidiendo con el descubrimiento de esta figura singular en Alemania y con el desarrollo de la historia de las religiones. A pesar de los muchos puntos de coincidencia, incluso a partir del análisis de palabras de común raíz indoeuropea, o de las sutilidades de conceptos como trascendencia o panteísmo, el nihilismo religioso de Eckhart y del budismo Zen comparten la idea de liberación absoluta, centrada en Eckhart en la mors mystica («ruego a Dios que me vacíe de Dios») y en el Zen, a partir de la «Gran muerte», como una conversión radical del espíritu. La más importante reflexión, en nuestros días, se debe a los trabajos ininterrurnpidos en las últimas décadas del profesor Alois M. Haas, que, superando los contextos estrictamente doctrinales de las tradiciones religiosas, se ha centrado en el aspecto de la «paradoja mística» en relación con el lenguaje de la poesía cristiana y Zen, recuperando asimismo para la tradición europea figuras como san Juan de la Cruz, Tauler y Suso, estos últimos discípulos del Maestro alemán. La poesía se sitúa en un marco extrarreflexivo, en el que la violencia con que el lenguaje somete a las palabras trasciende los límites de la razón, porque es la lógica del «sin porqué» (sunder warumbe), como la rosa de Angelus Silesius que el poeta Paul Celan recoge en su poesía titulada «Psalm» (Salmo): «Ein Nichts / waren wir, sind wir, werden / wir bleiben, blühend: / die Nichts-, die / Niemandsrose» («Una nada fuimos, somos, seremos, / floreciendo: rosa de nada, de nadie»). La voluntad de desapropiación de un lenguaje siempre en exilio de sí mismo no ha dejado de interesar a la filosofía, pero en la radicalidad de su expresión hay que ir a buscarlo en el arte, la literatura y la música del siglo XX. Desde un estudio de estas formas de negación y abstractas de la estética occidental es posible, una vez realizado el exilio del alma en Oriente, retornar a casa ennoblecidos.
(Amador Vega Esquerra)