Artículos - Gangaji
Tú eres Eso
Un diálogo con Gangaji
Por GangajiNunca te sentirás satisfecho hasta que realices tu ser. Ahora es el momento.
―¿Cómo retiro las nubes que ocultan el sol de la realización?
Sólo hace falta retirar las nubes que aparentemente ocultan el sol si imaginas que no eres el sol. Si tú eres el sol, ¿qué puede importarte que haya nubes pasando? ¿Pueden bloquear tu propia luz de ti mismo?
Si tu punto de vista es que estás separado de la luz, cualquier cosa que aparezca tendrá el potencial de interponerse entre esa luz y tú. Reconoce que el núcleo de tu ser irradia luz. ¿Qué puede separarte de eso?
Tú eres aún más que el sol. Tú eres el cielo. Pero al decir "el cielo", no me refiero a la atmósfera del planeta. Estoy hablando de la conciencia interminable, ilimitada, espaciosa. El poder que origina las nubes y el poder que provoca la desaparición de las nubes están en el cielo.
Este poder no puede ser imaginado. Es demasiado grande para ser pensado. El cielo de la conciencia lo incluye todo, y no está bloqueado por nada.
Tú eres el cielo. El sol es una imagen que sale en ti. La imagen de la luz existe en el cielo de la conciencia. El cielo es infinitamente más grande que cualquier imagen.
En tu mente puedes imaginar que la conciencia, Dios, la verdad o el cielo están ahí arriba, en alguna parte. Pero, en realidad, ¿dónde comienza? ¿Dónde acaba? ¿Se ausenta alguna vez? Aunque te encierres en un armario, ¿está ausente el cielo de la conciencia? No, nunca está ausente.
Las nubes nacen en ti y mueren en ti. Si empiezas a identificarte con los fenómenos, como las nubes, se genera un sufrimiento innecesario. Si te identificas con la nube llamada cuerpo, experimentarás la separación del cielo eterno de la conciencia.
El verdadero cielo es interminable. Está al mismo tiempo eternamente más allá e inmediatamente presente. Está eternamente aquí. Hay diferentes reinos, diferentes universos y diferentes sistemas solares, sí, pero todos existen dentro del cielo de la conciencia. En la verdadera identificación te reconoces a ti mismo como eso. Reconócete a ti mismo verdaderamente y no tendrás problema con ninguna nube, con ninguna puesta de sol, ni siquiera con los eclipses. Los distintos fenómenos atmosféricos sólo son fenómenos. El tiempo atmosférico, el tiempo emocional y el tiempo mental no afectan al cielo de la conciencia.
Antiguamente, los primeros astrólogos pensaban que el sol y los planetas giraban alrededor de la tierra. Este tipo de pensamiento primitivo sigue estando dentro de nuestra psique. Debemos darnos cuenta de que las identificaciones erróneas son una antigua manera de pensar que es inútil, y ahora hay que desecharla.
―Resulta fácil hablar de esta filosofía que compara el cielo con el ser, pero es difícil realizarla.
En parte tienes razón. Es fácil hablar, pero es aún más fácil realizar. Esa facilidad es el secreto. Los libros, los maestros, los padres, los amigos y los enemigos te han dicho: "Es duro; es difícil". Ahora esta nube ―es difícil― ha pasado a formar parte de tu primitivo sistema de creencias. Vas por ahí pensando: El despertar es duro, la realización es difícil.
Cuando se tiene el pensamiento de dificultad, el despertar se experimenta como algo duro; la realización se experimenta como algo difícil. Yo te digo que el despertar es intrínsecamente fácil. Tú ya eres eso que estás buscando en el despertar. Deja a un lado tu comentario y observa.
―¿Resulta fácil mantenerse siempre en ese estado mental?
Ningún estado mental está siempre presente. Los estados mentales son como nubes que aparecen y desaparecen.
―¿Y los buenos sentimientos que pueden surgir?
Los sentimientos vienen y van. Tú eres el cielo en el que los sentimientos y los estados vienen y van. Tú eres Eso. No es cuestión de que si sientes que eres eso, entonces eres eso. Tú eres eso, sientas lo que sientas.
―¿Y qué me dices de la vida?
¡La vida es eso! ¡Tú eres vida!
―¿De modo que todo es auto-realización?
Todo es verdadero ser. No hay separación en ninguna parte.
El sufrimiento aparece cuando nos imaginamos separados del ser. El miedo surge en torno a cualquier cosa que imagines que está separada de ti. Te preguntas: ¿Es éste un enemigo o un amigo? Las relaciones basadas en el miedo son muy antiguas. Los perros y los cerdos, e incluso los protoplasmas en las probetas de laboratorio se relacionan protegiéndose, de una manera que se basa en el miedo. De algún modo, con un nacimiento humano, se abre una puerta que permite atravesar ese miedo.
La puerta es la llamada y la promesa de todos los que han despertado. Ésta es la buena nueva de Buda, la buena nueva de Cristo, la buena nueva de Mahoma: La conciencia es una; Dios y yo somos uno; Alá es uno. Cualquiera que despierte declara la posibilidad de realizar: Yo soy esa unidad.
―Lo que me estás diciendo me resulta muy familiar.
Te estoy contando lo que ya sabes.
Ahora confía en lo que sabes más allá de lo que te han contado. Confía más profundamente de lo que has leído, o creído, o seguido.
Está eso que es permanentemente real, y hay experiencias en eso que parecen reales, que se viven como reales, pero son de duración limitada. Tu cuerpo es un ejemplo de experiencia limitada e impermanente. En el satsang, la palabra "real" hace referencia a lo que está permanentemente presente, no a lo que parece real y luego desaparece.
A veces la gente no quiere que el cuerpo continúe, y a veces la gente quiere que el cuerpo continúe eternamente. Ambos deseos reflejan la misma identificación errónea. Algunos creen que el único modo de volver a la verdad definitiva es liberarse del cuerpo. Debes reconocer que la verdad está aquí ahora. Es la fuerza que anima a todos los cuerpos, y existe independientemente de cualquier cuerpo. Sólo es un problema cuando el cuerpo se adora o se denigra. Al adorar o denigrar lo que es limitado, se pasa por alto la fuente ilimitada.
―Entonces, ¿porqué los cuerpos se sienten tan separados unos de otros?
Se sienten separados porque parecen estar separados, y estamos entrenados para aceptar nuestras percepciones como si fueran la realidad. Existe un profundo condicionamiento de que tú eres un cuerpo particular. Entonces, por un instante, vislumbras la libertad de que no hay ningún cuerpo presente. Ese vislumbre interrumpe la identificación.
Experimenta el cuerpo directamente y verás. En su núcleo, en el núcleo de cada célula, en el núcleo de cada fenómeno, está eso que es ilimitado y no está atado por ningún cuerpo.
―¿Puedes seguir hablando de una palabra que has mencionado en otros satsang, "no-nacido"?
Cuando no tienes nada ―no tienes tu cuerpo, tu nombre, tu historia, tu miedo, tu valentía ni tus conclusiones―, entonces reconoces que eres eso que nunca ha nacido. Eso es incluso más profundo que no-nacido: es eternamente inconcebido.
Lo que no ha nacido ni ha sido concebido no tiene adónde ir. En este momento, descubres dentro de ti esa paz que no tiene adónde ir. Es eternamente no-nacida, y sin embargo, todo lo nacido ha nacido de ella.
El satsang no se limita a algo que uno lee u oye. El satsang es el contexto potencial para cada momento de tu vida.
Tú no estás separado de ningún despertar que haya ocurrido en otras ocasiones. Tú no estás separado del despertar de Buda, del despertar de Cristo, del despertar de Ramana, del despertar de Poonjaji o de cualquier otro despertar. Es el mismo despertar, el mismo yo despertando a sí mismo, cruzando todas las líneas de la religión y de la cultura, las fronteras y los horizontes, cruzando todas las líneas de las diferencias percibidas y de la separación, reconociéndose totalmente y sin límite. Cada uno de nosotros tiene un papel exquisito que desempeñar, un papel misterioso y desconocido. En satsang se abre la posibilidad de recibir inspiración para desempeñar plenamente ese papel. Para desempeñar un papel plenamente, admite que cualquier papel no es más que un papel, y que quien tú eres está más allá de los papeles.
Si acabas con la fijación mental en los problemas personales, sirves al despertar del ser a sí mismo. De este modo tu vida se utiliza de manera natural para facilitar el despertar de cualquier ser, y se descubre que el servicio al despertar es la dicha más profunda.
Ahora es el momento de reconocer el núcleo de paz que existe dentro de ti. Tú eres Eso.
Sí, ahora es el momento.