Artículos - Francis Lucille
Tipos de pensamientos
Francis Lucille en diálogo con Dennis WaiteDennis Waite:
A mí me parece que "pensar" es uno de los mayores obstáculos para la iluminación. Todos los maestros dicen que no hay, en verdad, nada que hacer - ¡pero manas (mente) no lo quiere así! ¿Cómo debemos lidiar con el pensamiento?
Francis Lucille:
Hay tres tipos de pensamientos:
- Los pensamientos prácticos, que son útiles para dirigir nuestro negocio o nuestra vida diaria, como por ejemplo, "tengo que conseguir algo de gasolina". Este tipo de pensamiento no debe ser suprimido (¡no queremos que se quede sin gasolina!). Una vez que se les ha dado la debida consideración y se han tomado las medidas necesarias, estos pensamientos se van espontáneamente.
- Los pensamientos relacionados con lo Último, con nuestra comprensión de la perspectiva no-dual, tales como "no hay, en verdad, nada que hacer". Estos pensamientos vienen de lo Último. Si les damos la bienvenida, purifican la mente de su condicionamiento dualista y eventualmente nos llevarán de regreso a su fuente. Aportan claridad y nos dan un apunte de la felicidad que es inherente a nuestra naturaleza real.
- Los pensamientos relacionados con la noción de ser una entidad personal, tales como deseos, miedos, dudas, que incluyen soñar despierto y otro tipo de ilusiones. Algunos pensamientos de este tercer tipo son aparentemente inocuos y, por esta razón, difíciles de detectar al principio. Una emoción fuerte conducente al sufrimiento y la falta de armonía como los celos o el miedo se detectan fácilmente, mientras que otras situaciones suceden sin darme cuenta, como imaginarme en las playas de la Costa Azul con una bella compañía.
Es un error común y frecuente considerar cualquier tipo de pensamiento como un obstáculo para la realización del Ser. Los pensamientos del tercer tipo son los únicos que son un obstáculo para estar conscientemente establecido en lo Absoluto. Hay dos maneras de tratar con estos pensamientos a medida que surgen:
- Si todavía no estamos convencidos de que no somos una entidad personal limitada, siempre que nos percatemos de tal pensamiento, debemos tratar de encontrar su fuente, el ego. Por supuesto, nuestro intento de atrapar el ego fracasa, como señala Ramakrishna, que nos lleva directamente al centro inexistente de la cebolla. En este momento, el ego desaparece y experimentamos nuestra libertad innata (por lo que parece ser un momento muy corto). Este vislumbre de la verdad refuerza nuestra convicción de que no somos una entidad personal.
- Una vez que estamos convencidos de que no somos una entidad personal, los pensamientos del tercer tipo suelen mantenerse recurrentes por algún tiempo como una cuestión de hábito, de la misma manera como la inercia mantiene un motor eléctrico funcionando después de que su cable de alimentación ha sido desenchufado. En este caso, no hay necesidad de investigar el origen de esos pensamientos; simplemente podemos descartarlos tan pronto como los observamos.
Dennis:
Un tipo de pensamiento que solemos considerar como necesario es "planificar", pero parece que esto no es exactamente "estar en el presente" como solemos entenderlo. En tu terminología, presumiblemente, siempre que se tiene el pensamiento claramente en la categoría 1 (práctica) y se excluye la categoría 3 (deseos, etc), entonces es perfecto, ¿correcto?
Francis:
Exactamente. Este tipo de pensamiento no es uno que no tenga un final. Después de cumplir con su cometido, se termina.
Dennis:
Sin embargo, otro ejemplo que se me ocurre no está tan claro. Este se refiere a soñar despierto. A primera vista, parece que esto es siempre negativo, que saca a uno del presente y lo lleva a la imaginación y la dualidad. Sin embargo, ¿no puede también ser creativo, como por ejemplo con Kekulé, cuando se dio cuenta de la estructura del anillo de benceno durante un periodo de soñar despierto? ¿Cómo encaja exactamente esto en la estructura que has descrito?
Francis:
En el ejemplo de Kekulé no es soñar despierto, sino un estado de meditación, en el que el proceso del pensamiento es totalmente libre para evolucionar y explorar todas las direcciones, todas las posibilidades.
Podemos experimentar este estado creativo durante la transición entre el sueño y la vigilia, un momento transitorio en que la voluntad es generalmente débil. Hay numerosos ejemplos de descubrimientos creativos o momentos de inspiración de este tipo en las artes y ciencias.
Por ejemplo, el famoso lógico Gödel se dice que hizo la mayor parte de sus descubrimientos durante esta especie de "sueño". En este estado, no hay noción de que una entidad personal está involucrada. Somos testigos de un proceso de pensamiento libre, que se desarrolla a través de visualizaciones, a través de representaciones geométricas (el llamado "módulo del cerebro derecho"), hasta que estas imágenes, cada vez más sutiles, finalmente se disuelven en la comprensión, en la consciencia, el ser y la felicidad. Al salir de esta no-experiencia, el científico o el filósofo dice "¡comprendo!", el artista se siente inspirado para escribir un poema o una sinfonía y el hombre común y corriente ha encontrado la solución a un problema de la vida diaria que le estaba atormentando.
Este estado de meditación puede parecer a primera vista como un estado de sueño ya que los objetos que están presentes en la consciencia en ese momento son de naturaleza sutil; son imágenes mentales y pensamientos, no percepciones sensoriales externas como en el estado de vigilia. Lo que hace a este estado un estado meditativo es la ausencia de una persona. El sujeto DE este estado no está presente EN este estado como una persona que actúa, disfruta y sufre. El sujeto es un puro testigo, puro Atman.
Este estado nos proporciona una clave natural para la meditación. Cuando nos despertamos, este estado de transición está a menudo todavía presente. Si, en lugar de dejar que las preocupaciones relacionadas con los objetos del estado de vigilia poco a poco tomen posesión de nuestra mente y nos dominen, dejamos simplemente que la fragancia del estado de transición penetre en el estado de vigilia, o, en otras palabras, si permanecemos en la memoria de la paz y la libertad del sueño profundo que todavía está presente en ese momento mientras esta paz nos acepte, será cada vez más claro que el estado de vigilia, literalmente, "se despierta en nosotros" y que nosotros no despertamos en él como antes se creía. En cierta medida, vamos a sentir la presencia continua de ese trasfondo de paz durante nuestras actividades diarias.
Por el contrario, lo que yo llamo "soñar despierto" es un tipo de actividad mental a través de la cual la entidad personal, escapando de la actual situación real que experimenta como "aburrida" o "dolorosa", se proyecta en un sutil, idealizado e ilusorio mundo. Por ejemplo, mientras estoy sentado solo en mi escritorio en Londres en un día lluvioso, me imagino a mí mismo tumbado en una playa soleada en Cannes y coqueteando con una mujer espléndida. Este tipo de pensamiento generalmente pasa desapercibido, ya que, a diferencia de otras formas de pensamientos egoístas y emociones como la ira, el odio, los celos, la envidia, la codicia, y así sucesivamente, aparentemente no perturba la armonía social o produce algún sufrimiento psicológico. Después de todo, considerarse a uno mismo como una persona está muy bien aceptado y es alentado en nuestras sociedades occidentales, y el tipo de visualización mencionado anteriormente se considera que es perfectamente inocuo. Por estas razones, esta forma de soñar despierto es un escondite ideal para el ego, y cualquier serio buscador de la verdad debería ser consciente de este problema.
Dennis:
Aunque no es exactamente lo mismo, otro problema que tuve estaba relacionado con la atención/conciencia y estar en el presente. Cuando Manas (mente) está funcionando correctamente, transmitiendo los datos recibidos a través de los sentidos y presentándolos a Buddhi (alma) sin ningún comentario, uno está muy en el presente, en el sentido de que uno es totalmente consciente de todo lo que está sucediendo a su alrededor. Incluso cuando uno presta atención a la tarea que tiene delante, normalmente aún somos conscientes de otras cosas que suceden; uno simplemente las ignora.
Hay una historia sin embargo que he escuchado varias veces, sobre un fabricante de flechas que estaba tan concentrado en su tarea que era totalmente inconsciente de la procesión de la boda del rey que pasaba afuera. ¡Esta historia se presenta como positiva, no negativa! Entiendo que se sugiere que uno puede también experimentar esto en la meditación profunda, pero, después de haber estado practicando Meditación Trascendental durante unos 5 ó 6 años, mi experiencia es que, cuando se alcanza la quietud total y todos los pensamientos se han alejado, sin embargo todavía estoy consciente de los sonidos del exterior. ¿Significa esto que no estoy meditando correctamente? Estoy posiblemente aún siendo influenciado por las enseñanzas de Ouspensky, que la Escuela proponía parcialmente a finales de los años sesenta y principios de los setenta. Él tenía el término "atención capturada", un término que describe la situación (negativa) en que algún acontecimiento externo tiene tanta atracción para el espectador que pierde efectivamente el control de la facultad de elegir a dónde dirigir su atención.
Francis:
Hay dos tipos de meditación, la meditación con un objeto y la meditación no-objetiva (o no-dual). El primer tipo de meditación puede ser útil como preparación. Se requiere enfocar la atención sobre un objeto específico, burdo o sutil, como una estatua o una imagen mental de lo divino (sendero de devoción), o sobre diversas sensaciones corporales (Hatha Yoga), una serie de sonidos sagrados (Mantra Yoga), un Koan, y así sucesivamente. En este proceso, un esfuerzo, a veces muy sutil, es necesario para quitar la atención de uno de los objetos habituales del deseo y el ego se debilita.
Cuando se consigue el objetivo de este sendero, la mente permanece tranquila enfocada sobre el objeto sin ningún esfuerzo. La mente experimenta una quietud, una ausencia de pensamientos y emociones distintas a las que se refieren al objeto de meditación, incluso en la presencia del Rey, que no es percibido por el fabricante de flechas. Sin embargo, el samadhi que se logra es un estado creado por la mente que tiene un principio y un final. Tarde o temprano, el yogui debe salir de su samadhi. Por desgracia, el ego todavía está presente, junto con su cortejo de miedos, deseos y penas.
Una forma peculiar de meditación con un objeto es cuando el objeto es un vacío o espacio en blanco. En este proceso, se hace un esfuerzo para mantener la mente libre de pensamientos o sensaciones. A veces, una herramienta como un mantra o alguna forma de pranayama se utiliza para lograr este fin. Como en cualquier tipo de meditación con un objeto, se produce un debilitamiento del ego, y la mente experimenta por un tiempo un estado en blanco, una ausencia de pensamientos y sensaciones, o simplemente una ausencia de pensamientos, dependiendo de la profundidad y de la naturaleza del samadhi. Sin embargo, el samadhi que se logra es de nuevo un estado creado por la mente que tiene un principio y un final.
Esta forma de meditación se cree a menudo erróneamente que es una meditación no-objetiva. Este no es el caso, ya que la ausencia de objetos (sensaciones y pensamientos) sigue siendo un objeto proyectado muy sutil. Aunque este estado temporal puede traer algo de satisfacción e incluso desencadenar algunos poderes mentales (siddhis), pronto resulta ser uno estéril; el meditador permanece dentro de la cárcel de la mente, la plenitud del corazón sigue siendo desconocida para él; este estado carece de la libertad absoluta, de la alegría creativa y de la maravillosa inmortalidad del estado natural no-dual (nirvikalpa sahaja samadhi).
En la meditación no-objetiva o sin objeto, nuestra atención se dirige hacia lo no-objetivo, el sujeto último, la consciencia. Esto se logra como resultado de la comprensión. En la primera etapa, al buscador de la verdad se le pide que se de cuenta de que la felicidad que realmente está buscando es no-objetiva, lo que significa "no contenida en ningún objeto, burdo o sutil". Cuando se comprende esto, se le pide entonces que se de cuenta de que la mente, que sólo puede captar mentaciones (pensamientos y percepciones sensoriales), no puede tener acceso a la dimensión no-objetiva. En consecuencia, cualquier intento de asegurar la felicidad que busca a través de la mente está condenado al fracaso. Cuando se comprende esto, la mente pronto se encuentra en un estado NATURAL de quietud.
En esta forma natural de meditación, las sensaciones o pensamientos no se buscan ni se evitan, sino que simplemente se les da la bienvenida y se les dice adiós. Podría ser descrito como una apertura total, en la que estamos totalmente abiertos a nuestras percepciones sensoriales, nuestras sensaciones corporales, nuestras emociones, nuestros sentimientos y nuestros pensamientos. Podemos comparar estas mentaciones con los diversos personajes de una obra de teatro. Siempre y cuando encontramos la obra interesante, nuestra atención será completamente atraída por los actores en primer plano, pero, si hay un momento de debilidad, nuestra atención se relaja progresivamente hasta llegar a ser repentinamente conscientes del trasfondo, del escenario. De la misma manera, mientras que nuestra atención se vuelve global, desenfocada, abierta, desinteresada, (y este desapego obedece a nuestra comprensión de que estas mentaciones no tienen nada que ofrecer en términos de felicidad real), nuestra atención se relaja, hasta que de repente nos volvemos conscientes del trasfondo, la consciencia, que se revela como la inmortalidad final, el esplendor y la felicidad que estábamos buscando.
No es necesario que los actores abandonen el escenario para que seamos conscientes del trasfondo del escenario; de manera similar, la ausencia de mentaciones no es un requisito previo para la conciencia del Yo (o Sí mismo). Sin embargo, en la misma forma que, cuando los actores se van y nuestra atención se relaja, tenemos la oportunidad de tomar conciencia del trasfondo, existe una oportunidad para "visualizar" nuestra verdadera naturaleza cuando una mentación se funde en la consciencia.
La actitud interior de bienvenida que es la esencia de la meditación no-objetiva también es fácil y natural trasmitirla por "inducción", en presencia de alguien que se ha fusionado con el trasfondo, a un buscador de la verdad que tiene un deseo genuino por ella.