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Dos diálogos con Mooji
Por MoojiSer sin historia
La última vez que vine para hacer una pregunta, mi corazón empezó a latir tan deprisa que hoy no me atrevo a hacer otra. Sólo quería venir otra vez, para sentarme durante dos o tres minutos.
¿Por qué no te quedas eternamente?
Quiero estar aquí eternamente, pero depende mucho de ti.
No, no depende de mí. Eso no depende de mí. No puedes quedarte eternamente en este plano físico ¿Por qué quieres estar en cualquier parte durante un tiempo? ¿Por qué no estar en algún lugar eterno? Ni siquiera decir "estar" es cierto. No puedes estar en ningún sitio que sea eterno. Debes deshacerte del "tú". Entonces lo que es eterno se manifestará. Donde hay un "tú" hay tiempo y problemas.
El "yo" personal, el "mí", es como romperse un dedo, allá donde va causa problemas, todo lo que toca le hace sentir dolor. El que se identifica con el "yo" piensa que todo lo que sucede en su vida está causado por su entorno, incluyendo a las personas que lo rodean. Dirá: "Hay otros que me hacen daño", "las responsables son las circunstancias de mi vida". Es el cuento de nunca acabar. Muy pocos aprovechan la oportunidad, o les interesa descubrir el origen de sus problemas, de su sufrimiento.
Te digo que es "yo". "Yo" es la causa de tus problemas. Como has construido tu nido dentro de la sensación de un "yo" personal, te ves destinado a sufrir. No resuelvas tu vida. Encuentra ese "yo" y mira a ver qué pasa. ¿Cuánto pueden durar tus problemas?
Cuando dices "yo" quiero estar aquí tres minutos, esos tres minutos llegarán a su fin, ¿y qué habrá obtenido el "yo"?
"Tú", tal como te conozco, eres eterno, y "yo" amo la compañía de Eso. Habla como conciencia. Háblame como conciencia, y no como una persona. Más de seis mil millones de seres humanos hablan creyendo ser personas. Sus conversaciones están ancladas en la idea de que "yo soy una persona y tú eres una persona", "esta es mi vida", "esto es lo que he logrado", "te enseñaré mi vida; enséñame la tuya". ¿Y a quién le importa? ¿Quién tiene una vida tan interesante? ¡Habla como conciencia¡ ¡Fresca! ¡No hables desde el pasado! ¿Qué tiene de bueno el pasado? A nadie le interesa. Nadie come comida de ayer. Nadie lee el periódico de ayer. ¿Por qué deberías hablar del pasado? ¡Tampoco te pongas a hablar del futuro! Hay algo tan fresco que no puede tener historia alguna del ahora. ¡Sé aquel sin historia!
No veo a nadie limitado. No dejo de preguntarte qué es lo que te limita. ¿Por qué dices "estoy limitado"? ¿Por qué dices "quiero ser libre?" Comprendo esa súplica y me siento muy conmovido. Comprobemos si podemos determinar dónde radica el verdadero problema. Lo que destaparemos es una convicción de que no todo está bien. Y cuando lo comprobemos y descubramos por qué, hallaremos que lo que ocurre es que te identificas con la muerte. Te identificas con algo que no perdura, que carece de longevidad. Te has enamorado del tiempo. Te has enamorado de los objetos, de las ideas que sirven a lo que es transitorio. Así es como llegan los problemas. Así es como la confusión penetró en tu ser.
El latido de lo absoluto
En la Biblia cristiana se dice: "Al principio, dios creó al hombre de barro y agua y luego insufló vida en él, y el hombre se convirtió en un ser vivo". Entonces, ¿qué es el hombre, el cuerpo o el hálito?
Ambos. El vehículo para el espíritu se formó de la tierra. Cuando estuvo terminado, el Ser supremo sopló en la forma inerte y esa forma cobró vida. Empezó funcionando como un cuerpo biológico y una entidad pensante —un ser psicosomático—, una integridad. Aparece bellamente expresado en la Biblia. El hálito, el soplo de dios, es la fuerza vital, que se anuncia en la sensación de yo-soy —la conciencia—, yo-existo. Sólo entonces pudo aparecer el conocimiento de ser. Por ello, la sensación yo-soy es el soplo o latido de lo absoluto.
Pero has dicho que lo absoluto está más allá del proceso creativo.
Sí, aunque toda la manifestación mana sólo de ahí. Primero debe manifestarse la conciencia, el Ser fluido. Para anunciar su presencia y expresarse a sí mismo necesita un cuerpo. Una vez que se ha preparado adecuadamente el cuerpo, aparece el conductor inteligente, el yo-soy-conciencia, junto con el hálito o fuerza vital, y se pone en marcha el potencial para un funcionamiento armonioso e inteligente. Así pues, lo absoluto, aunque no provoca deliberadamente la aparición de la manifestación, debe considerarse como el origen de la aparición de toda manifestación, aunque él mismo no sea causado. La conciencia y la fuerza vital son, juntas, el soplo o latido de dios. Aquí me tomo la libertad de referirme a dios como lo absoluto.
¿Desde qué lugar hablas?
La comprensión pura surge del intelecto de lo absoluto manifestado. Es el hijo (conciencia) de dios; el saber intuitivo del universo apareciendo en el cuerpo de un ser humano.
¿En ese caso podrías decir que eres dios?
El yo-soy también es dios. No en un sentido de separación o arrogancia, no personalmente, pero como dios es el único, anunciándose a sí mismo a través de la intuición o el saber —yo-soy— en el interior del cuerpo de todos y cada uno de los seres conscientes, ninguno puede existir separado de él. La persona tiene su ser en dios, pues dios es omnipresente. Es el único Ser consciente. En la India, el dicho "jiva es Shiva" se acepta con facilidad. Aquí jiva se refiere al individuo y Shiva al Ser supremo.
El término dios evoca muchas connotaciones incómodas para mí.
Puedes utilizar el término conciencia en su lugar.