Artículos - Ramana Maharshi
El Sendero del Conocimiento
Conversaciones con Sri Ramana Maharshi
El Dr. Walter Evans-Wentz fue el editor/traductor de El Libro Tibetano de los Muertos, se sintió atraído por la claridad mística de los "elevados lugares exaltados". La encontró en las montañas del Tíbet, la montaña del sur de la India, Arunachala, y la montaña Cuchama al sureste de San Diego, California.
Durante varias semanas en el año 1935 el Dr. Evans-Wentz residió en el Ashram de Sri Ramana Maharshi. Sus planes para visitar el Monte Kailas y el Lago Manasarowar en el Tíbet occidental fueron rechazados por las autoridades británicas, así que se fue al sur de la India. Durante su estancia en la Colina de Arunachala, solía caminar con reverencia alrededor de su circunferencia, descalzo y solo. La montaña, y la tranquilidad y el silencio de la campiña india le conmovió profundamente. Nunca escribió sobre esta visita, aunque él consideraba a Ramana Maharshi como el más grande sabio de la India de este siglo (XX). Esta visita fue inmortalizada en el libro, Conversaciones con Sri Ramana Maharshi, grabada por Ramanananda Saraswati.
Temprano en su vida el Dr. Evans-Wentz supo que iba a ser un viajero errante. En sus apuntes autobiográficos inéditos, escritos en Sikkim en 1920, habla de su primera "visión extática". Estaba solo en la parte alta del río Delaware (a mediados de 1890) en medio de... "Margaritas y ranúnculos salvajes en uno de mis retiros secretos en comunión con la naturaleza. Mientras caminaba lentamente hacia casa, me puse a cantar una canción de arrobamiento extático, componiéndola mientras la cantaba. Me vino a mi mente, centelleando con tal autoridad que nunca pensé en dudar de ella, una imagen mental de cosas pasadas y por venir. No había detalles definidos, sólo había la convicción irrefutable de que yo era un viajero errante en este mundo procedente de algún reino insondable e indescriptible pero verdadero; que todas las cosas que veía no eran más que sombras ilusorias. Y vino a mí un vago conocimiento de lo que son las cosas. Supe desde esa noche que mi vida iba a ser la de un peregrino por el mundo, vagando de un país a otro, sobre los mares, a través de continentes y montañas, a través de los desiertos hasta el final de la tierra, buscando, buscando no sabía qué."
Evans-Wentz: ¿Cuál es el tiempo más provechoso para la meditación?
Ramana Maharshi: El tiempo es sólo una idea. Hay sólo la Realidad. Cualquier cosa que usted piense que es, ello aparece como eso. Si usted lo llama tiempo, es tiempo. Si lo llama existencia, es existencia, y así sucesivamente. Después de llamarlo tiempo, usted lo divide en días, noches, meses, años, horas, minutos, etc. El tiempo no tiene importancia para el Sendero del Conocimiento. Pero algunas de estas reglas y disciplinas son buenas para los principiantes.
EW: ¿Qué es el Sendero del Conocimiento?
RM: De alguna manera, la concentración de la mente es común tanto al Conocimiento como al Yoga. El Yoga busca la unión del individuo con lo universal, con la Realidad. Esta Realidad no puede ser nueva. Debe existir incluso ahora, y ella existe.
Por consiguiente, el Sendero del Conocimiento trata de averiguar cómo apareció la separación. La separación es de la Realidad.
EW: ¿Qué es la ilusión?
RM: ¿Para quién es la ilusión? Averígüelo. Entonces, la ilusión se desvanecerá. Generalmente, las gentes quieren saber acerca de la ilusión, y no examinan a quién le ocurre. Es necedad. La ilusión está fuera y es desconocida. Pero se considera que al buscador se le conoce y que está dentro. Descubra lo que es inmediato, íntimo, en vez de tratar de averiguar lo que es distante y desconocido.
EW: ¿Aconseja Maharshi alguna postura física para los europeos?
RM: Puede ser aconsejable. Sin embargo, debe comprenderse claramente que la meditación no está prohibida en ausencia de asanas, o tiempos prescritos, o cualesquiera accesorios del tipo que sea.
EW: ¿Tiene Maharshi algún método específico para impartirlo a los europeos en particular?
RM: Eso es acorde al equipamiento mental del individuo. En verdad, no hay ninguna regla fija.
EW: ¿Es el trabajo una obstrucción para la realización del Sí mismo?
RM: No. Para un ser realizado, sólo el Sí mismo es la Realidad, y las acciones son sólo fenoménicas, y no afectan al Sí mismo. Incluso cuando actúa, no tiene ningún sentido de ser un hacedor. Sus acciones son sólo involuntarias y él permanece como un presenciador de ellas sin ningún apego.
EW: ¿Qué es la práctica?
RM: Una búsqueda constante del "Yo", que es la fuente del ego. Averigüe "¿Quién soy yo?" El "Yo" puro es la realidad, la Existencia-Consciencia-Felicidad Absoluta. Cuando se olvida Eso, aparecen todas las miserias; y cuando se aprehende Eso, las miserias no afectan a la persona.
EW: ¿Es necesaria la soledad para un jnani?
RM: La soledad está en la mente del hombre. Uno puede estar en la espesura del mundo y mantener la serenidad de mente; tal individuo está en soledad. Otro puede estar en un bosque, y sin embargo ser incapaz de controlar su mente. De este no puede decirse que esté en soledad. La soledad es una función de la mente. Esté donde esté, un hombre apegado al deseo no puede tener soledad; un hombre desapegado está siempre en soledad.
EW: Así pues, uno podría dedicarse a su trabajo y estar libre de deseo, y mantenerse en soledad. ¿Es así?
RM: Sí. El trabajo cumplido con apego es una prisión, mientras que el trabajo cumplido con desapego no afecta al hacedor. Este está en soledad incluso mientras trabaja.
EW: Se dice que en el Tíbet hay muchos santos que permanecen en soledad, y que, sin embargo, son muy útiles para el mundo. ¿Cómo puede ser eso?
RM: Eso puede ser así. La realización del Sí mismo es la mayor ayuda que puede prestarse a la humanidad. Por consiguiente, se dice que los santos son útiles aunque permanezcan en los bosques. Pero no debe olvidarse que la soledad no está sólo en los bosques. Se la puede tener incluso en las ciudades, en la espesura de las ocupaciones mundanas.
EW: ¿Cuánto le llevó a Maharshi realizar el Sí mismo?
RM: Esta pregunta se formula debido a que se perciben el nombre y la forma. Éstas son percepciones consecuentes a la identificación del ego con el cuerpo grosero.
Descubra la Realidad que subyace detrás de los estados de vigilia, de sueño y de sueño profundo. En esos estados hay solo Ser. No hay ningún usted, ni yo, ni él; no hay ningún presente, ni pasado ni futuro. Eso es más allá del tiempo y del espacio, más allá de la expresión.
Es siempre.
Así como un platanero produce brotes en sus raíces, antes de dar fruto y perecer, y estos brotes, al ser trasplantados, hacen lo mismo otra vez, así también el Maestro primordial de la antigüedad (Dakshinamurti), que aclaraba las dudas de sus discípulos rishis en silencio, ha dejado brotes que se están multiplicando siempre. El Gurú es un brote de aquel Dakshinamurti. La pregunta no surge cuando se realiza el Sí mismo.
EW: ¿Qué piensa Bhagaván del "Alma Perdida" mencionada por Jesucristo?
RM: Piense en qué es lo que hay que perder. ¿Hay algo que perder? Lo que importa es sólo aquello que es natural y eterno. Todo lo que nace, debe morir; todo lo que se adquiere, debe perderse. ¿Ha nacido usted? Usted es siempre existente. El Sí mismo nunca puede ser perdido.