Artículos - Alexander Smit
La persona es el pasado
Por Alexander Smit Este extracto fue visto originalmente en Inner Directions Journal,Primavera/Verano 2005.
Alexander: Hubo un momento en tu vida, probablemente cuando tenías tres o cuatro años, en que comenzaste a experimentarte a ti mismo como algo diferente de la perceptividad. Un momento en el que hiciste un movimiento hacia un "yo", es decir, hacia una "persona", una consciencia de sí mismo.
Lo que sabes de ti mismo es lo que recuerdas de ti mismo. La persona, el "yo", no consiste en nada más que en imágenes de la memoria del pasado. A diferencia de las imágenes que construyes de ti mismo, la conciencia no necesita ningún recuerdo. Por lo tanto, todo lo que sabes acerca de ti, y lo que crees que tú eres, es viejo, es el pasado. La memoria no puede percibir nada nuevo, mientras que la conciencia sí puede. Aquello que crees que tú eres y con lo que es posible que te identifiques, son experiencias cristalizadas que se componen pura y simplemente de imágenes de la memoria. Tus llamadas experiencias son siempre del pasado. Necesariamente del pasado, porque lo que sabes de ti mismo se deriva de la memoria y es memoria. La memoria es capaz de recuperar a través de imágenes lo que es pasado. Pero algo que es pasado no es la realidad. A lo sumo, es una realidad mental. Esa realidad, sin embargo, es sólo de corta duración y finalmente se disuelve en la conciencia.
¿Qué tipo de realidad posee la persona, compuesta por ti desde el pasado? La realidad que le atribuyes a ese pasado se compone de pensamientos, imágenes mentales, ideas y conceptos. Esas imágenes parecen eclipsar la realidad que estás viviendo actualmente. Debido a que estás viviendo en un mundo de ilusión y no en la realidad, solamente el poder de discriminación puede liberarte de eso. Es por eso que el Advaita hace tanto hincapié en viveka, la capacidad de discriminar entre lo ilusorio y lo real.
La persona, ese "alguien" que tú ha creado, no puede ser sustituido por el concepto de "nadie".
Visitante: Esa es precisamente la cuestión. Lo que he hecho es sustituir el "alguien" por un "nadie".
A: Es suficiente ver que lo que tú llamas el "alguien" o la "persona" —es decir, todo el material con el que podías identificarte— es lo viejo, la memoria, imágenes, y que no tienen ninguna realidad. Pueden tener alguna forma de realidad, pero esa realidad, a su vez, es de nuevo atribuida por otras imágenes. La realidad que estás viviendo actualmente está libre de ilusión.
V: Ya lo veo.
R: No es una cuestión de verlo. Es una cuestión de estar ahí, siempre.
V: Recuerdo muy bien, cuando llegué por primera vez aquí, que dijiste: "Tiene que ser un conocimiento". Mi pregunta es: ¿Quién lo conoce?
A: ¿Es necesario un "quién" para conocerlo? A lo sumo, el conocimiento es consciente de un "quién", pero ciertamente no hay un "quién" que sea consciente del conocimiento.
V: Ese conocimiento sucede a través del cuerpo.
R: Pero, si el cuerpo está muerto, entonces ¿qué conoce el cuerpo?
V: Entonces el conocimiento tampoco está ahí.
A: ¿Así que el conocimiento es el cuerpo? El cuerpo sigue ahí después de muerto, pero el conocimiento se ha ido. El conocimiento sí tiene algo que ver con el cuerpo, pero no es el cuerpo. Cuando alguien muere, aquel que tiene miedo a la muerte desaparecerá. Porque entonces está sucediendo realmente, así que ya no tiene que tener miedo nunca más. Aquel que tiene miedo de fallecer desaparecerá junto con el fallecimiento. Nunca puede demorarse. No tienes que tener miedo de la muerte, el miedo se irá junto con la muerte. Si tienes miedo de perder un dedo, entonces el miedo habrá desaparecido en el momento en que realmente hayas perdido el dedo. Esos miedos no son sustanciales, no son reales. En la realidad el miedo desaparece. Muchas más personas han muerto a causa del miedo a la muerte que por la muerte misma...
V:. Todavía me queda la pregunta de si el conocimiento no está en realidad ligado con un "alguien".
R: No, no lo está.
V: ¿Estás diciendo que las cosas suceden dentro de la consciencia?
A: Sí, pero no puedes hacer de la consciencia un objeto, una cosa. Haciendo de ella un sustantivo, parecería como si se le pudieran atribuir cualidades.
V: Cuando tiene lugar la realización del Ser, ¿habrá un "alguien" ahí que tenga conocimiento de ello?
A: Es ese mismo "alguien" el que desaparecerá con la realización del Ser. Pero no habrá un "nadie" que ocupe su lugar.
V: Entonces, ¿quién tiene conocimiento de ello?
R: Sólo hay el conocimiento. No hay un "alguien" que tenga conocimiento, ni hay "nadie" que tenga conocimiento. Sólo hay cognitividad, amor, consciencia. Una vez una persona vino aquí. Después de una reunión, dijo: "Ya sé lo suficiente. Lo entiendo". "Muy bien", le dije, y nunca más lo volví a ver.
Para verlo sólo una vez es suficiente. El conocimiento es suficiente por sí mismo. Luego siempre hay algo que tiene que ir con él —historias, dramas, ideas, filosofía, etc. La ignorancia siempre tiene que ser apoyada, ya que no puede valerse por sí misma. La cognitividad que tú eres, no necesita ningún tipo de apoyo. Ningún gurú, ningún discípulo, ningún comentario, ninguna confirmación, ni una sola reflexión.
La realización del Ser es autosuficiente; esa es su belleza. Toda la relación guru-discípulo también es trascendida junto con ella. La realidad —eso que tú eres realmente— se basta a sí misma. No necesita la confirmación de nadie, ni siquiera la confirmación del maestro o del gurú. Pero hasta el último momento no pararás de buscar la gracia, la bendición, la aprobación, la confirmación del gurú como el padre.
Sólo la realidad que estás viviendo actualmente es suficiente. La realización del Ser es autosuficiente. Esa realización no puede ser confirmada por nadie de fuera, por una autoridad, por un extraño. Alguien que está verdaderamente auto-realizado no cae en la trampa de la auto-complacencia, pensando: "Estoy iluminado, ya no necesito a nadie más". Es muy sutil... el conocimiento profundo en última instancia se convertirá en silencio.
Tienes que comprender que la "persona" es obsesiva. No puedes decirle a la memoria, "¡deja de producir imágenes!" La memoria simplemente produce lo que produce. De hecho, está produciendo una ilusión tridimensional. Sólo hay una cosa que se halla fuera de la ilusión, y esa es la perceptividad. No es de extrañar que es donde el énfasis debe ser puesto. Desde la ilusión nunca serás capaz de darte cuenta de lo que es esa perceptividad. La voluntad no tiene dominio sobre la memoria y, por lo tanto, tampoco sobre la "persona". No pueden simplemente desaparecer. La memoria simplemente continua expresándose. Puedes perdonar pero no olvidar. Olvidar no es un acto de la voluntad. El cerebro está simplemente haciendo su trabajo. Así es como funciona; esa es la realidad.
Por lo tanto no veo más que una posibilidad, y yo te pregunto: ¿Eres capaz de ver aquello que está más allá de la memoria? Eso es la perceptividad, la congnitividad. Por eso al Advaita le gustaría verte moverte en esa dirección.
V: Lo que importa —mirando desde el sujeto— es cambiar el punto de gravedad.
R: Cambiar el punto de gravedad de forma constante, tratando de obtener dominio sobre la cognitividad desde la ilusión —a la congnitividad misma, a la esencia real. Eso es lo que importa en estas reuniones.
V: Y todos los revoloteos producidos por la memoria deben ser vistos desde el perceptividad como más o menos irrelevantes.
R: ¡No, no, no! Eso es de nuevo un juicio, y participación indeseable. Lo que importa es el hecho de que eres consciente sin elección. La palabra "sin elección" no es cualquier cosa: significa estar sin discriminación, sin preferencia o aversión. Sin juicio, porque la perceptividad es sin elección.
V: ¿Así que dejas que todo pase de largo?
R: Déjame decirlo de esta manera: Cualquiera que realiza la perceptividad no puede dejar de vivir y de mirar desde eso. La posibilidad de juzgar permanece completamente disponible, pero la condenación demostrará ser imposible.
V: Todo el mundo te está empujando hacia el valor de la realidad de la persona. ¿Se puede evitar eso?
R: No. Trata de ver que tú mismo no eres una persona. Eso es suficiente y eso hará el trabajo.