Artículos - David Godman
Nisargadatta y otros Maestros
Un diálogo con David GodmanHarriet: Has comentado que Maharaj nunca visitaba a otros maestros porque ya no tenía ninguna duda. ¿Hablaba alguna vez de otros maestros y decía lo que pensaba de ellos?
David: Creo que le gustaba Jiddu Krishna-murti. Al parecer le había visto hacía muchos años andando por las calles de Bombay, No creo que Krishnamurti hubiera advertido su presencia. Después, Maharaj siempre habló bien de él, e incluso animaba a la gente a ir a verle. Un día Maharaj se tomó el día libre y le pidió a todo el mundo que ese día en vez de acudir a él fueran a escuchar a Krishnamurti. Creo que eso demuestra un alto nivel de aceptación.
El maestro menos reputado de finales de los setenta era Osho, o Rajneesh, como se le conocía en aquella época. En una ocasión oí decir a Maharaj que respetaba el estado en el que se encontraba Rajneesh, pero que no podía comprender todas esas indicaciones que estaba dando a los miles de extranjeros que iban a verle a la India. Aunque fue un tema que solo surgió un par de veces mientras yo estaba allí, me dio la impresión de que le gustaba el maestro pero no las enseñanzas. Normalmente, cuando aparecían los sanniasins extranjeros de Rajneesh con sus túnicas, los criticaba bastante. Le vi expulsar a varios, y también gritarles a algunos de ellos antes de que hubieran entrado siquiera en la sala.
Me comentaron que también tuvo un encuentro con Uppaluri Gopala Krishnamurti en Bombay. Te voy a contar la versión que oí yo, y tú puedes sacar tus propias conclusiones. Me lo contó una persona que pasó mucho tiempo con Uppaluri Gopala (U. G.) en los años setenta. Al parecer Maurice Frydman conocía a U. G. y también sabía que él y Maharaj nunca se habían visto, y que probablemente no tenían conocimiento uno del otro. Quería probar la teoría de que un jnani puede descubrir a otro jnani si los pones en la misma sala rodeados de otras personas como camuflaje. Organizó una reunión y los invitó a los dos. U. G. se quedó bastante tiempo, pero Maharaj solo estuvo unos minutos y a continuación se marchó. Después de que se marchara Maharaj, Maurice se acercó a U. G. y le preguntó: ¿Vio usted a aquel hombre que solo estuvo unos minutos? ¿Notó algo especial? ¿Qué es lo que vio?
. U. G. le respondió: Vi a un hombre, Maurice, pero lo importante es qué viste tú
.
Al día siguiente Maurice fue a ver a Maharaj y le preguntó: ¿Vio usted a aquel hombre al que invité ayer?
, y le dio una breve descripción de su aspecto y de dónde estaba. Después le preguntó: ¿Qué vio usted?
.
Maharaj le respondió: Vi a un hombre, Maurice, pero lo importante es qué viste tú
.
Es una historia asombrosa y la transmito tal como me la contaron, pero tengo que decir que a veces los relatos de U. G. sobre sus encuentros con maestros famosos no me parecen ciertos. He oído y leído sus narraciones de encuentros tanto con Ramana Maharshi como con Papaji, y en ambas narraciones hace decir y hacer a Bhagavan y Papaji cosas que, para mí, no van en absoluto con su carácter. Cuando Maharaj le dijo a Rudi que no tenía interés en visitar a otros maestros, era una afirmación realmente sincera. Rechazó todas las invitaciones para ir a ver cómo eran otros gurús. Mullarpattan, uno de los intérpretes, era una especie de saltamontes que en los setenta iba de gurú en gurú y siempre traía noticias a Maharaj sobre nuevos maestros, pero nunca pudo convencerle de que fuera a verlos. De modo que no son comunes las historias sobre encuentros entre Maharaj y otros maestros. Papaji sí que terminó yendo a visitar a Maharaj, y tuvo un encuentro muy agradable con él. En su biografía da la impresión de que solo fue una vez, pero he oído decir a algunas personas en Bombay que Papaji llevaba a menudo a sus devotos allí. En los setenta visitó a unos pocos maestros, normalmente cuando estaba acompañando a extranjeros que habían ido por primera vez a la India. Era su forma de mostrarles los lugares de interés. Nunca preguntaban; se limitaban a sentarse con tranquilidad y observar lo que estaba ocurriendo.
Harriet: ¿Cuál era la actitud de Maharaj hacia Ramana Maharshi y sus enseñanzas? ¿Hablaste con él en alguna ocasión sobre las enseñanzas de Bhagavan?
David: Sentía un enorme respeto tanto por su iluminación como por sus enseñanzas. Me confesó que una de las pocas cosas de las que se lamentaba en la vida era de no haberle visto nunca en persona. A principios de los sesenta fue a su ashram con un grupo de sus devotos; estaban haciendo una peregrinación por el sur de la India y el Ramanasramam fue uno de los lugares que visitaron.
En cuanto a sus enseñanzas, en una ocasión me dijo: Estoy de acuerdo con todo lo que dijo Ramana Maharshi, excepto con ese asunto de que el centro del corazón está en el lado derecho del pecho. Yo nunca he experimentado eso
.
Hablé con él de varios aspectos de las enseñanzas de Bhagavan y sus respuestas siempre me parecieron muy esclarecedoras. En una ocasión me preguntó: ¿ Has entendido las enseñanzas de Ramana Mararshi?
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Dado que lo que quería decir era ¿has experimentado realmente la verdad de esas enseñanzas?
, le respondí: Cuanto más escucho a Maharaj, más entiendo lo que Bhagavan está intentando decirme
.
Sentía que eso era verdad tanto a nivel teórico como práctico. Sus explicaciones me permitieron ampliar mi comprensión intelectual de las enseñanzas de Bhagavan y profundizar en ellas, y su presencia también me dio vislumbres experienciales de la verdad hacia la que todas ellas estaban señalando.
Tengo que mencionar aquí la visita de Ganesan. V. Ganesan es el sobrino nieto de Ramana Maharshi, y en los años setenta era el administrador de facto del ashram de éste. Hoy en día está al frente su hermano mayor, Sundaram.
Ganesan fue a visitar a Maharaj por primera vez a finales de los setenta. En cuanto llegó, Maharaj se levantó y empezó a recoger cojines. Formó una montaña con ellos e hizo que Ganesan se sentara encima. Después, ante el asombro de todos, despejó un espacio en el suelo e hizo una postración completa ante él. Cuando se levantó, le dijo: Nunca tuve la oportunidad de postrarme ante tu tío abuelo Ramana Maharshi, de modo que ahora me postro ante ti. Esta es mi postración para él
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