Artículos - Ramana Maharshi
El mundo no existe por sí mismo
Conversaciones con Sri Ramana Maharshi
P.: ¿El sabio percibe el mundo?
R.: ¿Quién plantea la pregunta? ¿Es del sabio o del no-sabio?
P.: De un no-sabio, lo admito.
R.: ¿Es el mundo el que decide buscar su realidad? La duda surge en ti, por consiguiente, conoce primero quién es el que duda, y luego podrás considerar si el mundo es real o no.
P.: El no-sabio ve y conoce el mundo y sus objetos, que afectan a sus sentidos del tacto, gusto, etcétera. ¿Experimenta el sabio el mundo de esta misma manera?
R.: Hablas de ver y conocer el mundo. Pero sin conocerte a ti mismo, al sujeto conocedor (sin el cual no hay conocimiento del objeto), ¿cómo podrás conocer la verdadera naturaleza del mundo, el objeto conocido?
No hay duda, los objetos afectan al cuerpo y a los sentidos orgánicos, pero, ¿es a tu cuerpo a quien le surgen estas cuestiones? ¿Es que el cuerpo te dice: "Yo siento el objeto, es real"? ¿O es que el mundo te dice: "Yo, el mundo, soy real"?
P.: Solamente estoy tratando de conocer el punto de vista de un sabio acerca del mundo. ¿Sigue percibiéndose el mundo después de la realización del Ser?
R.: ¿Por qué te preocupas del mundo y lo que sucederá después de la auto-realización? Primero realiza el Ser. Qué importa si se percibe el mundo o no. ¿Gana algo tu investigación por el hecho de no percibir el mundo cuando duermes? Al contrario, ¿qué es lo que pierdes ahora por percibir el mundo? Que él perciba el mundo no tiene la menor importancia. Tanto el sabio como el no-sabio ven el mundo, pero sus puntos de vista difieren.
P.: Si el sabio y no-sabio perciben el mundo de la misma forma, ¿cuál es la diferencia entre ellos?
R.: Viendo el mundo, el sabio ve el Ser, que es el substrato de todo lo visto; el no-sabio, vea el mundo o no, es ignorante de su verdadero Ser.
Tomemos como ejemplo las escenas en la pantalla de un cine. ¿Qué es lo que está enfrente de ti antes de que la película empiece? Meramente la pantalla. En esa pantalla ves toda la proyección y todas las escenas parecen reales. Pero si tratas de cogerlas, ¿qué es lo que agarras? Solamente la pantalla. Cuando finaliza la película, cuando las escenas han desaparecido, ¿qué es lo que queda? ¡De nuevo la pantalla!
Lo mismo pasa con el Ser, es lo único que existe, pero las escenas vienen y van. Si te agarras al Ser, la aparición de las escenas no te engañará. No tiene la menor importancia que las escenas aparezcan o desaparezcan. Ignorando el Ser, el no-sabio piensa que el mundo es real. Al ignorar la pantalla, sólo ve las escenas, como si estas estuviesen aparte de ella. Por lo tanto, si uno sabe que sin el que ve no hay nada que ver, tal como sin la pantalla no hay escenas, no se deja engañar. El sabio sabe que la pantalla, las escenas y el acto de ver son el mismo Ser. En las escenas, el Ser está en su forma manifestada. Sin las escenas, permanece en su forma no-manifestada. Al sabio le trae sin cuidado si el Ser está de una forma o de otra. Él siempre es el Ser. Pero el no-sabio, viendo al sabio activo, se confunde.
P.: No puedo decir que todo esto está claro para mí. ¿Nosotros vemos, sentimos y percibimos el mundo de muchas maneras, como un sueño, una ilusión?
R.: Si buscas la Verdad y sólo la Verdad, no tienes otra alternativa que aceptar el mundo como una irrealidad.
P.: ¿Por qué es así?
R.: Por la simple razón de que, al no renunciar a la idea de que el mundo es real, tu mente siempre estaría apegada a él. Si consideras las apariencias como reales, nunca conocerás lo Real por sí mismo, aunque es lo único que existe. Podemos ilustrar este punto con la analogía de la 'serpiente y la cuerda': mientras veas la serpiente, no podrás ver la cuerda tal como es. La serpiente inexistente se convierte en real para ti, mientras que la cuerda real parece completamente inexistente.
P.: Resulta tentativamente fácil aceptar que el mundo no es real, pero es muy difícil tener la convicción de que realmente es irreal.
R.: Así ocurre también en el mundo de tus sueños mientras estás soñando. Mientras dura el sueño, todo lo que ves y sientes en él es real.
P.: Entonces, ¿el mundo no es nada más que un sueño?
R.: ¿Qué anda mal en tu sentido de realidad mientras estás soñando? Puedes estar soñando algo completamente imposible: por ejemplo: Tener una conversación agradable con una persona muerta. Por un momento puedes dudar en tu sueño, diciéndote: "¿No estaba muerto mi interlocutor?", pero de algún modo tu mente se reconcilia con la visión del sueño y, para el propósito del sueño esa persona te es tan útil como si estuviera viva. En otras palabras, el sueño, como sueño, no te permite dudar de su realidad. Así, eres incapaz de dudar de la realidad del mundo en el estado de vigilia. ¿Cómo puedes pedir a la mente que, siendo ella la que ha creado el mundo, lo acepte como no-real? Este es el significado de la comparación entre la experiencia del mundo de vigilia y la del mundo del sueño. Ambas son creaciones de la mente y, mientras la mente esté apegada a ellas, será incapaz de negar la realidad del mundo del sueño durante el sueño y la del mundo de vigilia cuando esté despierta. Por el contrario, si retiras tu mente completamente del mundo, la interiorizas y te mantienes así, esto es, si permaneces siempre despierto al Ser, que es el Substrato de todas las experiencias, encontrarás que el mundo del que ahora eres consciente es tan irreal como el mundo donde viviste en tu sueño.
P.: Como dije antes, nosotros vemos, sentimos y percibimos el mundo de muchas maneras. Estas sensaciones son las reacciones a los objetos vistos, sentidos, etcétera y no son creaciones mentales como en el sueño, pues los sueños varían no solamente de una persona a otra, sino también dentro de la misma persona. ¿No es esto suficiente para probar la realidad objetiva del mundo?
R.: Toda esta conversación sobre las inconsistencias y su atribución al mundo del sueño sólo se discuten ahora, cuando estás despierto. Mientras soñabas, el sueño estaba completa y perfectamente integrado. Es decir, si te sientes sediento en el sueño, beber ilusoriamente el agua ilusoria satisface tu sed ilusoria. Todo esto para ti era real, y no ilusorio, porque no sabías que el sueño mismo era ilusorio. Asimismo, el mundo de vigilia y las sensaciones que tienes ahora se coordinan para darte la impresión de que el mundo es real.
Por el contrario, si el mundo existe por sí mismo y es real (evidentemente te refieres a esto al hablar de objetividad), entonces, ¿qué es lo que le impide revelarse a ti cuando estás dormido? Tú no dices que no existías mientras dormías.
P.: Tampoco niego la existencia del mundo cuando estoy dormido. Ha existido en todo momento. Si yo no lo veo porque estoy dormido, otros que no están dormidos lo ven.
R.: ¿Es necesario contar con las evidencias aportadas por otros para probar que tú exististe mientras dormías? ¿Por qué buscas ahora que ellos te aporten evidencias? Los 'otros' sólo pueden decirte que han visto el mundo (mientras dormías) cuando despiertas. Con respeto a tu propia existencia, tu experiencia es diferente. Al despertar dices que has tenido un sueño agradable, es decir, que hasta ahí eres consciente de ti mismo en lo más profundo del sueño, mientras que no tenías la más mínima noción de la existencia del mundo. Incluso ahora, mientras estás despierto, ¿eres tú o es el mundo el que dice "yo soy real"?
P.: Naturalmente lo digo yo, pero lo digo del mundo.
R.: Bien, entonces, ese mundo que tú dices que es real, en realidad se está burlando por querer probar su realidad mientras ignoras la tuya propia.
De una manera u otra, quieres mantener que el mundo es real. ¿Cuál es el criterio para saber que algo lo es? Sólo aquello que es Real existe por sí-mismo, se revela a sí mismo por sí mismo y es eterno e inmutable.
¿Es que el mundo existe por él mismo? ¿Ha sido visto alguna vez sin la ayuda de la mente? Mientras duermes no hay mente ni mundo. Cuando despiertas hay mente y hay mundo. ¿Qué significa esta invariable concomitancia? Estás familiarizado con los principios de la lógica inductiva que se consideran la base misma de la investigación científica. ¿Por qué no decides esta cuestión de la realidad del mundo a la luz de esos principios lógicos?
De ti mismo puedes decir: "Yo existo". Es decir, tú no eres una mera existencia, sino una "existencia" de la cual eres consciente. Realmente, la existencia es idéntica a la conciencia".
P.: El mundo puede no ser consciente de sí mismo y, sin embargo, existe.
R.: La conciencia es siempre autoconciencia. Si eres consciente de cualquier cosa, eres esencialmente consciente de ti mismo. La existencia no-autoconsciente es una contradicción en sus propios términos. Por lo tanto, no es existencia. Es meramente una existencia atribuida, mientras que la verdadera Existencia (Sat), no tiene ningún atributo, es la substancia en sí misma. Es el fundamento (Vastu). Por lo tanto, la Realidad se conoce como Ser-Conciencia (Sat-Chit), y uno nunca excluye al otro. El mundo nunca existe por él mismo, no es consciente de su existencia, ¿cómo puedes decir de tal mundo que es real?
¿Y cuál es la naturaleza del mundo? Está en perpetuo cambio, en un flujo continuo e interminable. Un mundo dependiente que no es autoconsciente y es siempre cambiante no puede ser real.
P.: No sólo las ciencias empíricas de Occidente consideran que el mundo es real, sino también los Vedas (Sagradas Escrituras), y dan una elaborada descripción del mundo y de su origen. ¿Por qué lo hacen si el mundo es irreal?
R.: El propósito esencial de los Vedas es enseñarte la naturaleza imperecedera del Ser (Atman), y declaran con autoridad que "Tú eres Eso".
P.: Yo lo acepto. Pero, ¿por qué dan una descripción cosmológica tan elaborada si no consideran que el mundo es real?
R.: Adopta en tu práctica lo que aceptas en teoría, y deja el resto. Las Escrituras tienen que guiar a toda clase de buscadores de la Verdad, y todos no están en el mismo nivel de madurez mental. Lo que no puedes aceptar, trátalo como un argumento auxiliar (atharvada).